sábado, 2 de enero de 2010

AMOR: DIOS ES AMOR.

Amor

Amor: Dios es amor. Dios es la fuente infinita del amor. Dios creó al hombre por amor. Lo creó a Su imagen, es decir, capaz de amar y ser amado. Todo amor verdadero es compartir el amor de Dios según sus designios.
El amor de Dios en el A.T.Jesed: Connotación masculina de asumir cuidado y responsabilidad por su familia: - bondad profunda y amorosa. - Se manifiesta en fidelidad inconmovible- Dios actuó con jesed hacia Israel aunque la nación era infiel. Rajadim: (de rejem: vientre materno) Describe el amor de una madre. - Amor gratuito hacia el hijo. - Bondad, paciencia, comprensión, - Naturaleza creada para este amor. Pero, caída.- :. Redención. Jesús es amor. Amar es dar: Dios nos lo ha dado todo con la CREACIÓN.Amar es comunicarse: Dios se nos ha comunicado con la REVELACIÓN.Amar es hacerse semejante al amado: Dios se ha hecho uno de nosotros en la ENCARNACIÓN.Amar es sacrificarse por el amado: Dios nos ha dado su vida en la REDENCIÓN.Amar es obsequiar al amado: Dios nos da el supremo bien de la SALVACIÓN.
Amor y la Cruz«Dios es amor y su amor es el secreto de nuestra felicidad. Ahora bien, para entrar en este misterio de amor no hay otro camino que el de perdernos, entregarnos, el camino de la Cruz. «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame» (Marcos 8, 34)»
Cuatro tipos de amor en la lengua griega Lan lengua griega, utilizada en el Nuevo Testamento, distingue cuatro tipos de amor: El amor erao ("eros"), amor de deseo, atracción, pasión. Deseo de poseer el amado. Ej. El hombre que se siente atraído a una mujer y desea ser correspondido. El amor stergo, el amor familiar, ej: de una madre a sus hijos. Los cristianos deben amarse mutuamente con amor de familia. "Amense (stergo) cordialmente los unos a los otros" (Rom 12,10). los cristianos deben sentirse miembros de una misma familia.El amor fileo. Amor de amistad. "Señor, aquel a quien tú quieres (fileo) está enfermo" (Jn.11, 2); "Al otro discípulo a quien Jesús amaba (fileo)" (Jn 20, 2). "Ustedes son mis amigos (filos) si hacen lo que yo les mando" (Jn.15, 14).El amor agapao (agape) El amor de la caridad. No espera nada en retorno. Es un amor abnegado y sacrificado. Ama aun cuando no es correspondido y cuando no siente el deseo. "Sabiendo Jesús que habia llegado su hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos (agapao), los amó hasta el extremo" (13, 1); "Como el Padre me amó, yo tambien los he amado (agapao). Permanezcan en mi amor" (Jn.15, 9); "Nadie tiene mayor amor (agapao) que el que da su vida por sus amigos" (Jn.15, 13).
Dios es amor, describe el amor "eros" y el "agape". Enseña que el amor agape puede purificar el amor eros sin extinguirlo. Cuando el amor agape ordena todos nuestros amores, entonces llegamos al amor maduro. El amor perfecto es el de Jesucristo y al unirnos a El podemos alcanzarlo. El amor de Jesús hacia nosotros es agape y eros. Es agape porque se entrega por nuestra salvación y es eros porque nos ama con pasión y desea nuestra respuesta >>>Jesús revela la plenitud del amor. El es amor encarnado.El nos da la gracia para recibir su amor y ser amorosos. Amar es asemejarse a Dios. Entonces compartimos su amor con todos. Para el Cristiano amar es el principal Mandamiento que encierra a todos los demás.
Acercóse uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?» Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.» Marcos 12,28-31
La medida del amor:No es suficiente amar según nuestra idea de lo que es amor, Jesús nos manda a amar como EL amó:
Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Juan 15,12
Jesús crucificado es la revelación mas perfecta del amor.
Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Juan 15,13
Como cristianos estamos llamados a imitar a Jesús que dio su vida por todos.
En esto hemos conocido lo que es amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar la vida por los hermanos. I Juan 3,16
En Cristo somos capaces de un amor sobrenatural, la plenitud de la vida para la que fuimos creados:
Para que sus corazones reciban ánimo y, unidos íntimamente en el amor, alcancen en toda su riqueza la plena inteligencia y perfecto conocimiento del Misterio de Dios, en el cual están ocultos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia. -Colosenses 2,2
Nada ni nadie nos puede apartar del amor de Dios
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada? -Romanos 8:35
El amor no es algo abstracto. Se demuestra en la práctica.
Si alguno que posee bienes de la tierra, ve a su hermano padecer necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo puede permanecer en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según la verdad. I Juan 3,17-18
Jesús nos enseñó a amar a nuestros enemigos.
«Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos? Y si no saludáis más que a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de particular? ¿No hacen eso mismo también los gentiles? Vosotros, pues, sed perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial. -Mateo 5,43-48. Cf. Lc 6, 28.
El amor según San Pablo
I Corintios 13,1-12Aunque hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo caridad, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía, y conociera todos los misterios y toda la ciencia; aunque tuviera plenitud de fe como para trasladar montañas, si no tengo caridad, nada soy.
Aunque repartiera todos mis bienes, y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo caridad, nada me aprovecha.
La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad.
Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta.
La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. Cuando vendrá lo perfecto, desaparecerá lo parcial.Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño,razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño.Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara.Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido.

El amor de Dios según San Juan

Los Apóstoles eran compañeros de camino de Jesús, amigos de Jesús, y su camino con Jesús no era sólo un camino exterior, desde Galilea hasta Jerusalén, sino un camino interior, en el que aprendieron la fe en Jesucristo, no sin dificultad, pues eran hombres como nosotros. Pero precisamente por eso, porque eran compañeros de camino de Jesús, amigos de Jesús que en un camino no fácil aprendieron la fe, son también para nosotros guías que nos ayudan a conocer a Jesucristo, a amarlo y a tener fe en él. ...Los escritos de los que quiero hablar hoy son el Evangelio y las cartas que llevan su nombre (Juan). Un tema característico de los escritos de san Juan es el amor. Por esta razón decidí comenzar mi primera carta encíclica con las palabras de este Apóstol: "Dios es amor (Deus caritas est) y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él" (1 Jn 4, 16). Es muy difícil encontrar textos semejantes en otras religiones. Por tanto, esas expresiones nos sitúan ante un dato realmente peculiar del cristianismo. Ciertamente, Juan no es el único autor de los orígenes cristianos que habla del amor. Dado que el amor es un elemento esencial del cristianismo, todos los escritores del Nuevo Testamento hablan de él, aunque con diversos matices. Pero, si ahora nos detenemos a reflexionar sobre este tema en san Juan, es porque trazó con insistencia y de manera incisiva sus líneas principales. Así pues, reflexionaremos sobre sus palabras. Desde luego, una cosa es segura: san Juan no hace un tratado abstracto, filosófico, o incluso teológico, sobre lo que es el amor. No, él no es un teórico. En efecto, el verdadero amor, por su naturaleza, nunca es puramente especulativo, sino que hace referencia directa, concreta y verificable, a personas reales. Pues bien, san Juan, como Apóstol y amigo de Jesús, nos muestra cuáles son los componentes, o mejor, las fases del amor cristiano, un movimiento caracterizado por tres momentos. El primero atañe a la Fuente misma del amor, que el Apóstol sitúa en Dios, llegando a afirmar, como hemos escuchado, que "Dios es amor" (1 Jn 4, 8. 16). Juan es el único autor del Nuevo Testamento que nos da una especie de definición de Dios. Dice, por ejemplo, que "Dios es Espíritu" (Jn 4, 24) o que "Dios es luz" (1 Jn 1, 5). Aquí proclama con profunda intuición que "Dios es amor". Conviene notar que no afirma simplemente que "Dios ama" y mucho menos que "el amor es Dios". En otras palabras, Juan no se limita a describir la actividad divina, sino que va hasta sus raíces. Además, no quiere atribuir una cualidad divina a un amor genérico y quizá impersonal; no sube desde el amor hasta Dios, sino que va directamente a Dios, para definir su naturaleza con la dimensión infinita del amor. De esta forma san Juan quiere decir que el elemento esencial constitutivo de Dios es el amor y, por tanto, que toda la actividad de Dios nace del amor y está marcada por el amor: todo lo que hace Dios, lo hace por amor y con amor, aunque no siempre podamos entender inmediatamente que eso es amor, el verdadero amor. Ahora bien, al llegar a este punto, es indispensable dar un paso más y precisar que Dios ha demostrado concretamente su amor al entrar en la historia humana mediante la persona de Jesucristo, encarnado, muerto y resucitado por nosotros. Este es el segundo momento constitutivo del amor de Dios. No se limitó a declaraciones orales, sino que -podemos decir- se comprometió de verdad y "pagó" personalmente. Como escribe precisamente san Juan, "tanto amó Dios al mundo, -a todos nosotros- que dio a su Hijo único" (Jn 3, 16). Así, el amor de Dios a los hombres se hace concreto y se manifiesta en el amor de Jesús mismo. San Juan escribe también: "Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" (Jn 13, 1). En virtud de este amor oblativo y total, nosotros hemos sido radicalmente rescatados del pecado, como escribe asimismo san Juan: "Hijos míos, (...) si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero" (1 Jn 2, 1-2; cf. 1 Jn 1, 7). El amor de Jesús por nosotros ha llegado hasta el derramamiento de su sangre por nuestra salvación. El cristiano, al contemplar este "exceso" de amor, no puede por menos de preguntarse cuál ha de ser su respuesta. Y creo que cada uno de nosotros debe preguntárselo siempre de nuevo. Esta pregunta nos introduce en el tercer momento de la dinámica del amor: al ser destinatarios de un amor que nos precede y supera, estamos llamados al compromiso de una respuesta activa, que para ser adecuada ha de ser una respuesta de amor. San Juan habla de un "mandamiento". En efecto, refiere estas palabras de Jesús: "Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros" (Jn 13, 34). ¿Dónde está la novedad a la que se refiere Jesús? Radica en el hecho de que él no se contenta con repetir lo que ya había exigido el Antiguo Testamento y que leemos también en los otros Evangelios: "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Lv 19, 18; cf. Mt 22, 37-39; Mc 12, 29-31; Lc 10, 27). En el mandamiento antiguo el criterio normativo estaba tomado del hombre ("como a ti mismo"), mientras que, en el mandamiento referido por san Juan, Jesús presenta como motivo y norma de nuestro amor su misma persona: "Como yo os he amado". Así el amor resulta de verdad cristiano, llevando en sí la novedad del cristianismo, tanto en el sentido de que debe dirigirse a todos sin distinciones, como especialmente en el sentido de que debe llegar hasta sus últimas consecuencias, pues no tiene otra medida que el no tener medida. Las palabras de Jesús "como yo os he amado" nos invitan y a la vez nos inquietan; son una meta cristológica que puede parecer inalcanzable, pero al mismo tiempo son un estímulo que no nos permite contentarnos con lo que ya hemos realizado. No nos permite contentarnos con lo que somos, sino que nos impulsa a seguir caminando hacia esa meta. Ese áureo texto de espiritualidad que es el librito de la tardía Edad Media titulado La imitación de Cristo escribe al respecto: "El amor noble de Jesús nos anima a hacer grandes cosas, y mueve a desear siempre lo más perfecto. El amor quiere estar en lo más alto, y no ser detenido por ninguna cosa baja. El amor quiere ser libre, y ajeno de toda afición mundana (...), porque el amor nació de Dios, y no puede aquietarse con todo lo criado, sino con el mismo Dios. El que ama, vuela, corre y se alegra, es libre y no embarazado. Todo lo da por todo; y todo lo tiene en todo; porque descansa en un Sumo Bien sobre todas las cosas, del cual mana y procede todo bien" (libro III, cap. 5). ¿Qué mejor comentario del "mandamiento nuevo", del que habla san Juan? Pidamos al Padre que lo vivamos, aunque sea siempre de modo imperfecto, tan intensamente que contagiemos a las personas con quienes nos encontramos en nuestro camino.

Ama hoy, mañana puede ser muy tarde

¿Ayer?...¡Eso hace tiempo!...¿Mañana?...No nos es permitido saber...Mañana puede ser muy tarde...Para decir que amas, para decir que perdonas, para decir que disculpas, paradecir que quieres intentar nuevamente...Mañana puede ser muy tarde...Para pedir perdón, para decir: ¡Discúlpame, el error fue mío...!Tu amor, mañana, puede ser inútil;Tu perdón, mañana, puede no ser preciso; Tu regreso, mañana, puede que noseaesperado; Tu carta, mañana, puede no ser leída; Tu cariño, mañana, puede noser más necesario; Tu abrazo, mañana, puede no encontrar otros brazos...Porque mañana puede ser muy, muy tarde!No dejes para mañana para decir: ¡Te amo! ¡Te extraño!, ¡Perdóname!,¡Discúlpame! ¡Esta flor es para ti!, ¡Te encuentras muy bien!No dejes para mañanaTu sonrisa, Tu abrazo, Tu cariño, Tu trabajo, Tu sueño, Tu ayuda...No dejes para mañana para preguntar:¿Puedo ayudarte? ¿Por qué estás triste? ¿Qué te pasa? ¡Oye!...ven aquí,vamos a conversar. ¿Dónde está tu sonrisa? ¿Aún me das la oportunidad? ¿Por qué no empezamos nuevamente? Estoy contigo. ¿Sabes que puedes contar conmigo?¿Dónde están tus sueños?Recuerda: ¡Mañana puede ser tarde...muy tarde! ¡Busca!, ¡Pide!, ¡Insiste!,¡Intenta una vez más! ¡Solamente el "hoy" es definitivo! ¡Mañana puede sertarde...muy tarde!Busca a Cristo hoy. ¡Mañana pueda ser muy tarde!

¡CUANTO TE AMA DIOS!
Si Dios tuviera un refrigerador, tu fotografía estaría pegada a su puerta.Si El tuviera una billetera, llevaría en ella tu foto. El te envía flores cada primavera.El te regala un amanecer soleado cada mañana. Las veces que deseas hablar, El te escucha.El puede vivir en cualquier parte del universo, pero eligió ... tu corazón.Reconócelo amigo. ¡El está loco por ti!Dios no prometió días sin dolor,risas sin penas, sol sin lluvias,pero prometió fortaleza para el día,consuelo para las lágrimas, y luz para el camino.
Tanto te ama que murió por ti.Ahora mismo, abre tu corazón y déjate amar por Dios
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Algunas cosas que he aprendido.

Pastor: Jorge Luis

Felicidad.-La verdadera felicidad no la tienen los millonarios, ni las estrellas famosas, sino solo los santos. La felicidad es la presencia de Dios reinando en nuestro corazón. Todos podemos ser santos con la gracia de Dios. -Encontrar la felicidad no depende de la suerte ni del éxito de nuestros planes. Solo depende de nuestra total confianza y entrega en Dios.
Sueños. Según Pascal, solo somos felices cuando soñamos con nuestra felicidad futura. Esta felicidad, para la que fuimos creados, es nuestra comunión con Dios. Sin embargo con frecuencia fantasiamos una satisfacción carnal, que es fruto de nuestro egoismo y nuestro poco respeto a la dignidad del ser humano. Si alcanzáramos lo que deseamos descubriríamos que no puede hacernos felices. El alma tiene hambre del bien supremos: Dios.
Amor. El único amante es Dios... y todo aquel que se deja amar por El.
Honestidad. Toma años construir la confianza y sólo segundos destruirla.
Comparaciones. Debemos compararnos solo a los santos para aprender de ellos. Otras comparaciones proceden del mal espíritu.
Riqueza. Ser rico es ser hijo del Rey que es dueño de todo. Quien conoce a su Padre buscará los tesoros mas altos que no se compran con dinero.
Deseos y emociones. Quien no controla sus deseos y emociones será controlado por ellos. El yugo se irá cerrando hasta que la pobre víctima quede estrangulada. Dominio de sí es la verdadera libertad que cuida de nuestros deseos y emociones como el jardinero un jardín. Arranca lo malo y abona lo bueno.
Edificar. Derrumbar es fácil y rápido. Construir es difícil y largo.
Palabra. Una palabra basta para derrumbar años de esfuerzo. Una palabra puede dar vida. Depende que espíritu la inspira.
Cruz. La mejor escuela es la contemplación de la cruz: solo así se aprende a amar, a perdonar, a sufrir, a ser plenamente humanos....
Tentaciones. "En tiempo de tempestad no se hacen mudanzas" Es decir: en tiempo de tentación jamás debemos cambiar de postura ni apartarnos de lo que habíamos decidido en tiempos de consolación.
Amistad. El verdadero amigo es un aliado de Dios que nos dice la verdad y no lo que deseamos escuchar.
Corazón. Cuando se trata del corazón, los hombres no saben sino lo que aprenden de los corazones de Jesús y de María.
Caso perdido. No existe nadie que sea un "caso perdido" pues el pecado mas terrible encuentra cabida en el Corazón traspasado de Jesús.
Algunos errores que debemos evitar.
Preocuparse por el futuro sin confiar en Dios. Perderíamos tanto en el presente como en futuro.
Querer ser lo que no somos. Nuestra felicidad no está en soñar fantasías sino en realizar con audacia la vocación de Dios para nosotros.
Perder la vida para tener dinero. Luego perderemos el dinero y no tendremos vida.
Vivir como si no fuéramos a morir. La muerte entonces sería definitiva mas adelante le escribire mas de mis aprendizage que hay mucho: Bueno gran familia cristiana que El Señor derrame una lluvia de Bendiciones sobre sus vida en este año nuevo con amor un amigo Pastor Jorge Luis.

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