lunes, 4 de enero de 2010

Levantando Una Generación Con Propósito

Oraciones Efectivas. Primera Parte

Vamos ahora a conocer algunas claves para que sus oraciones sean efectivas. Recuerde, una clave es un código de ingreso.Orador es la persona que pide y ruega. Nosotros oramos y le pedimos a Dios. Antes, como dice el apóstol Pablo, en 1 Corintios 12, cuando éramos llevados en medio de nuestra ignorancia a los ídolos mudos, le orábamos a cualquier cosa y hasta creímos que nos respondían. Sin embargo, ahora que estamos con el único y verdadero Dios, debemos recordar que somos personas que oran y ruegan pero sólo a Dios.Al ver un alpinista o un escalador podemos compararlo con el orador, pues la oración al igual que ellos es muy dinámica. No se trata de concentrarnos y entrar en un éxtasis, aunque se pueden vivir las dos situaciones durante la oración; se trata más bien de un dinamismo basado en la interacción entre Dios y la persona que ora, sea hombre o mujer, anciano o niño, lleve muchos años con el Señor o pocos.
No se trata de claves de antigüedad sino de situaciones que hay que tener en cuenta en el momento de orar, es importante entender esto para poder recuperar o ascender en la intensidad de la oración y no abandonarla jamás.Lo principal es nuestro contacto con Dios, porque necesitamos entender que sólo Dios nos puede responder. Dios no debe ser nuestro último recurso sino nuestro único recurso, a Dios le agrada eso. Podemos estar en medio de un avivamiento de oración y pasar desapercibido para nosotros.
La vida de un creyente debe ser una vida de oración. No es lo excepcional, debemos anhelar tiempos de oración diarios constantes, tiempos de oración personal. Los tiempos colectivos de oración y los tiempos personales de oración se complementan pero no se pueden remplazar los unos por los otros.Los apóstoles estaban muy comprometidos, habían recibido un ejemplo de oración del Señor Jesús, estuvieron a su lado mientras Él estuvo en su ministerio terrenal. Él les habló de la oración pero también lo vieron orando y seguían su ejemplo en el templo o en cualquier lugar.El libro de Hechos de los Apóstoles, en su capítulo tres, nos ilustra al respecto. Un poco antes, en el capítulo dos, ya habían sido llenos del Espíritu Santo y para una persona que es templo del Espíritu Santo se le hace necesario orar.
No es nuestra intención decirle cuánto tiempo debe orar, ni de qué forma o posición física, si arrodillado, acostado o sentado, ni donde lo debe hacer. Voy a hablarle de claves para que cuando usted esté orando encuentre las respuestas de Dios que está buscando.Orador o mendigoDebe definir si quiere ser un orador a Dios o un mendigo de los hombres. Buscando el significado de mendigo encontramos que tiene dos sinónimos: Limosnero y pordiosero. El mendigo se caracteriza porque ve en los hombres la solución a sus necesidades, al menos, en el contexto que vamos a ver.El orador a Dios se diferencia ampliamente de la persona que se comporta como un mendigo en el ámbito cristiano. Ésta es la primera clave: Saber si usted es un orador a Dios o un mendigo de hombres.“Un día subían Pedro y Juan al templo a las tres de la tarde, que es la hora de la oración”. Hechos 3:1Iban los dos apóstoles, dos cristianos normales que quieren orar en el templo. En aquella época había ciertas horas del día dedicadas para la oración en el templo. Dividían el día en cuatro vigilias de tres horas cada una y se establecían tiempos dentro de esas cuatro vigilias para orar en el templo.Usted podrá preguntarse ¿Tiene que ser a las tres de la tarde o dentro de esos tiempos en las vigilias? No. Eso no es lo importante para Dios, Él no tiene hora, ni fecha, ni calendario, cuando usted necesite orar lo puede hacer en el lugar en donde esté. En este caso son muy específicos, ellos estaban yendo al templo porque su misión era ir a orar allí en ese momento.“Junto a la puerta llamada Hermosa había un hombre lisiado de nacimiento, al que todos los días dejaban allí para que pidiera limosna a los que entraban en el templo”. Hechos 3:2Tenemos el templo, tenemos las personas, tenemos a Dios que se supone los escuchaba. Pedro y Juan son oradores a Dios.Tristemente, algunos llegan al cristianismo y al templo para que la gente que entra les solucione sus necesidades. ¿Somos oradores a Dios o mendigos de hombres?Hagamos caso a lo que dice el Señor Jesús, entremos a nuestro lugar secreto y Dios que escucha lo que decimos en lo secreto nos recompensará en público.¿A través de personas? Posiblemente ¿A través de personas? Posiblemente, Dios puede escuchar su oración: “Señor, tengo esta necesidad, ¿me puedes ayudar por favor?”. Y Dios puede mover el corazón de una persona para que esa oración que usted ha hecho sea respondida.Debo definir entonces, si soy como Pedro y Juan que entran a la presencia de Dios porque sabían claramente que Dios es el que soluciona todos los problemas o soy como este hombre que tenía un problema, estaba enfermo de nacimiento y parece ser que todos los días lo dejaban allí en esa puerta llamada Hermosa, para que le pidiera limosna a los que entraban al templo.Esta última, es la característica de un mendigo de hombres, actitud que puede hallarse en nuestros corazones cuando nos quejamos delante de los hombres con el fin de provocar lástima.Seguro que Pedro y Juan tenían sus necesidades: Espirituales, emocionales y materiales, pero ellos entraban en la presencia de Dios y veían sus respuestas. Sin embargo, este hombre estaba allí desde su nacimiento y se había convertido en alguien que provocaba lástima en la gente. Además, su situación era paupérrima, era un lisiado, tenía un grave problema.
Todos podemos tener necesidades pero, ¿cuál es nuestra actitud? ¿Colocamos la vista sobre las personas que creemos que nos pueden ayudar a solucionarlas? Si este es el caso, estamos perdiéndonos la gran oportunidad de que sea Dios el que nos supla directamente.Seguire en la Segunda Parte de Este Tema hablando de la clave Mirando Fijamente a Dios.

Segunda Parte

En este Segunda Parte Hablaremos sobre la Clave de Mirar Fijamente a Dios.Recuerde que un orador es alguien que pide y ruega a Dios. Ahora, cuando usted esté orando debe mirar fijamente a Dios. Ésta es la segunda clave. Cuando uno deja de mirar a Dios, la mirada se le va para otros lados.“Cuando éste vio que Pedro y Juan estaban por entrar, les pidió limosna”. Hechos 3:3Tenemos a dos siervos de Dios, entrando por la puerta del templo así como el mismo Señor Jesús había entrado por esa puerta y debió haberlo visto allí, pues era lisiado de nacimiento y tenía más de cuarenta años. El hombre lisiado los vio y les pidió limosna.
Usted puede dar porque Dios le dijo que diera, pero otra cosa es dar porque alguien tocó su corazón a través de la lástima. Uno puede decir: “Pues bueno voy a tener este detalle, esta deferencia con esta persona y le voy a dar”, aquí hay una gran diferencia pues no nos estamos refiriendo al que suple la necesitad, sino al necesitado.Va usted conduciendo y al parar en un semáforo, las personas lo rodean y le extienden la mano pidiéndole pero, a la vez, están mirando a ver quien más viene, porque si usted no le deja su monedita o su billete, alguien más se lo puede dejar y ellos no quieren perder ninguna oportunidad. Así que ellos no están viéndole a usted como una persona como tal, pues tal vez en su siguiente pasada ni lo recuerden. Están mirando su mano, viéndole como un proveedor.Algunos podemos estar así en el templo del Señor, ¿cómo es nuestra condición al estar dentro de la iglesia del Señor? ¿Estoy orando con los ojos puestos fijamente en Dios o en los hombres? Este pasaje causa mucha tristeza y conmoción.Hoy cobra vigencia porque venimos de una sociedad que nos ha enseñado que la respuesta está en los otros y puede que hagamos nuestra oración de entrega y ya seamos cristianos y teniendo acceso directo al trono de Dios, pero seguimos en una actitud de mendigos.“Pedro, con Juan, mirándolo fijamente le dijo: -¡Míranos!-”. Hechos 3:4Pedro sabía que era dejar de mirar al Señor. ¿Recuerda cuando Pedro, que era tan intrépido, le dijo al Señor que caminaba sobre las aguas: -Señor, si eres tu, mándame que yo vaya a ti sobre el agua- y el Señor le dijo: -Ven-? (Mateo 14:28-29). Pero el texto dice que cuando Pedro puso sus ojos en lo que estaba a su alrededor y dejó de mirar a Jesús, se empezó a hundir.
Cuando uno deja de mirar al Señor, se empieza a hundir hasta casi ahogarse. Por esto, necesitamos al orar, nunca apartar la mirada de Dios.Sea cual sea la petición que usted le está haciendo a Dios, de salud, de negocios, emocional, de empleo, no deje de mirar a Dios porque, a veces, las circunstancias se van a poner muy difíciles y si empezamos a mirar las circunstancias quitando la mirada de Dios nos hundimos.
Dios nos dice: “Mírame fijamente a través de la fe”.Moisés, se sostuvo como viendo al Invisible. Interesante: La fe hace que nos sostengamos como viendo al Invisible. Si no miro fijamente a Dios voy a tener mi mirada puesta en otras aparentes respuestas a través de otras personas y no de Dios.Si usted está haciendo una negociación y se empieza con tropiezos, mire a Dios, el que todo lo puede cambiar a su alrededor porque “Jesucristo es el mismo, ayer y hoy y por los siglos”. Hebreos 13.8Cuando se provoca lástima, cuando alguien cree que es el otro ser humano el que tiene que suplir o cuando alguien cree que la sociedad le debe alguna cosa, así esté dentro del gremio cristiano, siempre se sentirá insatisfecho con lo que otros le den.“El hombre fijó en ellos la mirada, esperando recibir algo”. Hechos 3:5Aquí ocurrió algo que cambió la vida de este mendigo. Tal vez él pensó: “Bueno, me dijeron que los mirara, debe ser que me van a dar”. Se quedó mirándolos fijamente porque su corazón seguía puesto en la respuesta que esperaba de ellos. Su mirada no estaba puesta fijamente en Dios, sino en lo que los hombres podían darle.Seguire en la Tercera Parte de Este Tema hablando de Recibir Lo que Dios Tiene.

Tercera Parte

. Recuerde que Dios no pone su mirada en nuestras peticiones sino en nuestras verdaderas nece En esta Tercera Parte Hablaremos sobre Recibir lo que Dios tiene.Debemos estar preparados para sorpresas porque al orar para recibir, debemos recibir lo que Dios tiene para darnos y, tal vez, no sea lo que nosotros le estamos pidiendosidades.¿Qué cree usted que el mendigo pensaba sobre su necesidad y petición? Él pensaba que necesitaba dinero. Es más, la gente del lugar, durante cuarenta años, al darle dinero, le estaba diciendo que lo que él necesitaba era eso: Dinero.Hoy en día, hay personas que sí pueden trabajar, pero se comportan como personas que no tienen la posibilidad de hacerlo porque creen en su mente y en su corazón, que lo que necesitan es dinero y que otras personas se lo deben dar.Pedro y Juan nos recuerdan que nuestra relación es con las personas, no con sus necesidades. Como cristianos debemos relacionarnos con las personas y no, aunque en ocasiones es más fácil, con sus necesidades porque, al verlas desde esta perspectiva, podemos estar contribuyendo a que las personas se acostumbren a ser mendigas y nosotros simplemente a dar limosnas. Cuando le pido a las personas, por mucho que me den, limosnas tendré; pero cuando le pido a Dios, por poco que me dé, provisión tendré.Pedro y Juan, que muchas veces habían pasado por ahí no llevaban dinero. Es probable que fueran también a pedírselo a Dios, uno puede entrar a la presencia del Señor y pedirle, esa puede ser parte de nuestra oración. Observo continuamente, cómo en el tiempo de alabanza, tras ser llevados a un punto de adoración y exaltación a Dios, las personas se desmotivan por no encontrar nada para sí mismas.En muchas oportunidades las personas se quedan ancladas en lo que desean y no en lo que Dios tiene para ellas. Están convencidas que lo que necesitan es esto o aquello, pero Dios puede sorprendernos.““No tengo plata ni oro”, declaró Pedro, pero de lo que tengo te doy”.Hechos 3:6a¿Cómo darle dinero a alguien si no tengo? Cuando esté en contacto con las personas se dará cuenta que muchas veces las necesidades no son de cosas materiales, aunque las estén pidiendo. El problema aquí es la actitud, un problema de fe, un problema de posicionamiento en Cristo Jesús o de desconocimiento de las razones por las que Dios permite que pasen ciertas cosas, un aspecto íntimamente relacionado con la madurez espiritual.Es de suponer que el hombre se haya quedado estupefacto ante la respuesta de Pedro y, tal vez, bastante decepcionado pero, sucedió algo extraordinario.“En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! Y tomándolo por la mano derecha, lo levantó. Al instante los pies y los tobillos del hombre cobraron fuerza”. Hechos 3:6b-7Recuerde que debe orar para recibir lo que Dios tiene y que puede ser algo muy diferente a lo que usted esté pidiendo.Nuestras oraciones tienen respuestas porque las hacemos en el nombre de Jesucristo y porque pedimos en la voluntad del Padre. Algo es claro, este hombre estaba pidiendo dinero y lo que necesitaba era una sanidad, con más de cuarenta años en esta situación, no se le había ocurrido que podía dejar de ser lisiado.
Lo que Pedro vio a través del Espíritu Santo, fue que este hombre lo que necesitaba era ser sano y su condición pudiera ser transformada de un mendigo a un trabajador útil a sí mismo, a su familia y a su sociedad.Muchos se han acostumbrado a sus limitaciones y necesidades, pueden ser espirituales, llagas emocionales o físicas. Han estado durante tanto tiempo que creemos que no pueden ser sanadas y nos limitamos a ponerle pañitos de agua tibia. A este hombre, día tras día, lo situaban allí y es muy posible que se le hubiera convertido en un negocio.Cuando nos hallemos frente a una persona con estas características, debemos discernir, a pesar de sus lágrimas y sus dolores, qué es lo que realmente necesita. Pedirle al Espíritu Santo, que nos muestre sus verdaderas necesidades para poderlas ayudar desde la perspectiva y propósito de Dios.Usted debe definir cómo va a caminar su vida cristiana, ¿al lado de los oradores o al lado de los mendigos? Ambos serán salvos, pero su condición sobre esta tierra va a ser muy diferente. Aquí no estamos hablando de salvación, estamos hablando de provisión.¿Qué estaba pidiendo este hombre? Dinero. ¿Qué le dieron? Sanidad. ¿Era lo qué él realmente necesitaba? Sí, aunque él no lo sabía. A veces, estamos tan apegados a ciertos anhelos o cosas y Dios no nos responde por esa oración específica, por el contrario, nos da muchas y mejores cosas según su voluntad. Por ejemplo: Señor lo que yo necesito es un empleo, pero Dios lo que le está dando es tiempo para que lea la
Biblia por primera vez en su vida.Otro asunto de relevancia, es el ejemplo de cómo usted se acerca a Dios, porque generalmente, sus discípulos lo imitarán. Si somos personas que constantemente estamos mendigándole a los hombres, como líderes vamos a ejercer un liderazgo negativo porque todas las personas que nos siguen van a actuar como nosotros. Por el contrario, si usted es de esos oradores que no se levantan de su oración hasta que Dios le responde, así van a ser las personas que usted va a engendrar en el Espíritu Santo para la gloria del Señor.No suframos de estrabismo espiritual, con un ojo miramos a Dios y con el otro miramos a los hombres, a ver dónde encontramos respuesta primero. Espere y confíe que la respuesta de Dios es la correcta, así Dios le responda con algo que usted no le está pidiendo, pues Él sabe lo que es mejor para nosotros y usted debe recibir agradecido lo que Dios tiene para darle.

Cuarta Parte

En esta Cuarta Parte Hablaremos sobre Alabar a Dios.
Usted debe entender la magnitud de este milagro: Este hombre no había caminado en más de cuarenta años. ¿Cree usted que después de esa experiencia puede alguien seguir pidiendo limosna? El corazón humano es tan perverso que alguno puede protestar diciendo ¿Para qué me sanó si era de esto que yo vivía?
Créame, algunas personas cuando reciben algo que no estaban pidiendo se enojan con Dios y con sus representantes. Se hace tanto énfasis en lo que Dios no nos ha respondido, que se nos olvida darle gracias por lo que se nos dio ya.
Este hombre nos da una lección diferente.
“De un salto se puso en pie y comenzó a caminar. Luego entró con ellos en el templo con sus propios pies, saltando y alabando a Dios”. Hechos 3:8
Se den los resultados que esperamos o no, debemos alabar a Dios. No alcanzará la eternidad completa para alabar a Dios. Necesitamos entender que es necesario alabar a Dios. Es muy importante porque Dios se deleita en la alabanza de su pueblo.
Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios públicamente, se llenaron de admiración y asombro por lo que le había ocurrido… ¿Qué sentían primero por el hombre? Lástima.
¿Esto les permitía alabar a Dios? No. ¿Qué clase de testimonio somos para la gente? ¿La gente se llena de admiración y asombro dándole la gloria a Dios por los cambios en nuestras vidas?
Este hombre se levantó y entró con ellos al templo saltando y alabando a Dios. Cuando Dios hace algo en usted ¿en quién pone los ojos?, ¿a quién le da la gloria y la alabanza?
La gloria es para Dios, esa es la cuarta clave.

En esta Quinta y Última Parte Hablaremos acerca de Cambiar Las Circunstancias.“… pues el hombre que había sido milagrosamente sanado tenía más de cuarenta años”. Hechos 4:22Todos lo reconocieron como el mismo hombre que acostumbraba pedir limosna frente a la puerta llamada Hermosa, el lisiado que pedía monedas por más de cuarenta años.Es posible que una señora que fue al templo con su hijo recién nacido, al transcurrir todo este tiempo terminara yendo con su hijo, tal vez, ya casado. El hombre se había convertido en un mueble más del templo, en parte del paisaje, del espacio público y ya se habían acostumbrado a su limitación.Decimos: “Es que yo soy así y siempre he sido así”. Estamos hablando de más de cuarenta años, aún así, Pedro y Juan lo pusieron a saltar y la gente que lo vio no pudo más que sorprenderse del cambio. Hay tantos que están tan aferrados a sus problemas, como si fuera lo único que en realidad les pertenece.Si estamos conformes con la situación actual, ¿para qué vamos a orar? Este hombre llevaba más de cuarenta años en la misma situación. Tal vez aferrado a su incapacidad como medio de subsistencia. Si no es por Pedro y por Juan que ese día no llevaban dinero, es posible que no hubieran visto su necesidad real y este hombre hubiera continuado allí por quién sabe cuánto tiempo más.Hay demasiadas personas en los templos sentadas a la puerta de la Hermosa, con su mirada puesta en los hombres y no en Dios, que piden limosna en lugar de saber que tienen entrada directa al Lugar Santísimo, a la presencia de nuestro Padre celestial que tiene la respuesta a todas sus necesidades.Pedro y Juan, oraron para cambiar las circunstancias de este hombre y los sumos sacerdotes se indignaron por ello, pues, a veces, las personas prefieren quedarse cómodas en sus limitaciones y tener de que quejarse.Mientras usted se ocupe en orar para cambiar circunstancias y hacer que Dios sea glorificado, Dios se va a encargarse de sus cosas. Somos privilegiados cuando Dios nos ha respondido y las circunstancias son cambiadas para glorificarlo a Él, esa es la quinta clave.Al comprender estas verdades acerca de la Oración eficaz para proyectos de vida, lo invitamos a orar para que el Señor Todopoderoso los haga realidad en su vida.Señor Jesús, tu Palabra dice que “el que contigo no recoge, desparrama”. Estamos cansados de desparramar, por no haberte tenido en cuenta, pero hoy podemos presentarte nuestros proyectos para que nos acompañes en ellos desde su nacimiento, en su realización y los lleves a buen término.La Palabra dice:“Encomienda al Señor tu camino; confía en Él y Él actuará”. Salmos 37:5En nuestros proyectos están representados nuestras familias, nuestros hijos, nuestros bienes, nuestros sueños. Al presentártelos Señor, te pedimos que si no han de convenirnos o nos han de apartar de ti, cancélalos y haznos entender que hay otros caminos. Pero, también te pedimos Señor que nos libres de todo obstáculo y de todo engaño que quiera apartarnos de la realización de ellos si son tu voluntad.Creemos firmemente que tú nos oyes, lees nuestros proyectos y respondes, porque creemos que tú existes y eres galardonador de los que te buscamos y también entendemos que sin fe es imposible agradarte y queremos agradarte con nuestra fe, pues creemos que a través de nuestro Señor Jesucristo y el Espíritu Santo podemos acceder a tu trono.Creemos Señor en el poder de Aquel que responde las oraciones, que las oye, las atiende y desata su poder para cumplir sus promesas a través de la oración. Ayúdanos a ser persistentes en buscarte y solicitamos una mayor unción de parte tuya.No queremos salir de tu presencia. Tal vez las personas que conozcan este mensaje hayan llevado cargas durante años o han estado orando para que los levantes durante todo este tiempo Señor. Ahora, queremos orar para cambiar circunstancias y hoy hablamos que cada petición que hay en el corazón de cada persona, su proyecto, se hace realidad según la voluntad de nuestro Padre amado para que puedan recibir y hacer vida las claves para que sus oraciones sean efectivas.Gracias Padre, porque queremos ser oradores tuyos recibiendo respuestas tuyas. A ti sea toda la honra y toda la gloria en el nombre de Cristo Jesús. Amén. los proyecto es abrir una iglesia para la honra y la Gloria de Dios en Segovia España gracias mis lectores y Que Dios te siga llenando de su paz tu amigo y Pastor Jorge Luis.

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