sábado, 26 de diciembre de 2009

¡QUE DIOS TE BENDIGA GRANDE Y PODEROSAMENTE


La Persona mas Única
Jesucristo es muchas veces comparado con otros profetas y maestros pero el fue único. Desde su nacimiento hasta su muerte, su vida fue caracterizada por milagros y eso lo hizo diferente de todos los demás. Jesús nació de la Virgen—una imposibilidad natural. Antes que su madre María se casara, un ángel le dijo que daría a luz al Hijo de Dios. Cuando ella pregunto como eso podía suceder, el ángel respondió “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que va a nacer será llamado Hijo de Dios.” Como prometido, La virgen María dio a luz a Jesucristo quien ha sido la persona más increíble que ha vivido.
Una Vida Magnifica
La vida de Jesús fue magnifica desde su nacimiento. A los 30 años, Jesús fue a las ciudades de Israel y empezó a enseñar y a sanar gente. La Biblia establece que Jesús era diferente que los otros predicadores “La gente estaba asombrada de sus enseñanzas, porque enseñaba como uno con autoridad, no como los escribas.” Tampoco había enfermedades tan graves para su poder. “trajeron a él todos los enfermos y le rogaban que los dejara tocar solamente el borde de su manto. Y todos los que lo tocaron, quedaron sanos.” Amenazados por la fama y autoridad de Jesús, las autoridades religiosas y políticas conspiraron a matarle.
Una Muerte Súbita
La muerte de Jesús fue predicha más de mil años antes que sucediera. El profeta Isaías dijo de Jesús: “Mas él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados. Por darnos la paz, cayó sobre él el castigo, y por sus llagas fuimos nosotros curados.” Jesús pagaría el precio de nuestros pecados para que pudiéramos ser perdonados y tener vida eterna. Como había sido predicho, Jesús murió de manera brutal por sostener que El era el Hijo de Dios. Mientras colgaba de la cruz de madera con clavos en sus manos y pies, El oraba “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Jesús tenía el poder de bajar de la cruz, pero decidió sacrificar su vida para salvarnos.
La Promesa es para Usted
Como prometido, Dios resucito a su Hijo Jesús a la vida --vida eterna—al tercer día después de su entierro. Jesús fue visto por sus amigos más cercanos y por más de 500 de sus seguidores antes de su ascensión al cielo. Después de su resurrección, Pedro, su amigo mas cercano dijo a las multitudes que se arrepintieran de sus pecados y que creyeran en Jesucristo para ser salvos “porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llame” ¡Esta promesa es para usted! Hay muchas religiones y muchos profetas pero ninguno más que Jesucristo ofrece perdón a sus pecados y vida eterna con Dios. El ya ha muerto por sus pecados, ahora tiene que poner su Fe en El. “Si confiesa con su boca que Jesús es el Señor y cree en su corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo” Si cree en Jesús, usted puede rezar esta oración ahora mismo y recibir el regalo de la vida eterna.
Reciba a Jesús
“Jesús, creo que eres el Hijo de Dios y el Salvador del mundo. Gracias por venir a la tierra y morir para que pudiéramos tener vida eterna. Por favor perdóname de mis pecados. Voy a seguirte con toda mi vida ahora. Por favor lléname del Espíritu Santo y dirige cada uno de mis pasos. En el nombre de Jesús, Amen”
Oró esta oración?
Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. Introducción a la Historia de IsraelEje de Coordenadas Para almacenar información necesitamos un eje de coordenadas. Es lo que hacemos en las estanterías. Si los libros están tirados por el suelo no hay manera de encontrar nada. Podemos estar bombardeados por continuos datos, pero si no tenemos una red, pasan de largo y no retenemos nada. Es como un flujo de agua que pasa con abundancia de peces, pero si no hay una red para retenerlos pasan de largo. Nuestro eje de coordenadas frente al flujo de información es la respuesta a dos preguntas básicas: dónde y cuándo sucedió el hecho. Esto nos permitirá poner en relación unos hechos con otros, y retener no hechos sueltos, sino constelaciones de hechos. El dónde y el cuándo son la geografía y la cronología. Necesitamos mapas y necesitamos marcos cronológicos para situar en ellos nuestros datos, de modo que empiecen a relacionarse unos con otros según su proximidad. Nombre del País ¿Israel, Palestina, Tierra Santa? Llamarlo de una u otra manera es ya hacer una decisión política. En el tiempo del Nuevo Testamento, se llamaba Judea desde el punto de vista administrativo romano, pero desde el punto de vista espiritual Erets Israel: Mt 2:20-21. “Ve a la tierra de Israel porque ya han muerto los que buscaban la vida del niño. Entonces José se despertó tomó al niño y a su madre y se fue la tierra de Israel”. Adriano destruyó la ciudad de Jerusalén y construyó una nueva ciudad pagana clásica, Aelia Capitolina, y prohibió a los judíos que entraran en ella (Eusebio HE IV 6 3). Cambió también el nombre de la provincia que de llamarse Judea pasó a llamarse Palestina. Éste era el nombre usado ya por Herodoto para distinguir la Siria sur, que incluía Judea, Fenicia y Celesiria. La palabra Palestina deriva de los Pelishtim, o filisteos, los grandes enemigos de Israel en el tiempo del asentamiento. En el siglo segundo constituyó una provincia separada, pero más tarde fue dividida en tres provincias, la Palestina primera, segunda y tercia. Revelación Hay una cita de Simeón Ben Yohay. “El Santo, bendito sea, consideró todas las generaciones, y no encontró una generación más digna de recibir la Torah que la generación del tiempo del desierto. El Santo, bendito sea, consideró todas las montañas y no encontró otra montaña en la que proclamar la Torah que el monte Sinaí. El Santo, bendito sea, consideró todas las ciudades y no encontró otra sobre la que construir el templo que la ciudad de Jerusalén. El Santo, bendito sea, consideró todas las tierras y no encontró otra tierra más apropiada para su pueblo que la Tierra de Israel” (Lev. Rabbah 13,2). La opción divina de esta tierra estuvo muy bien pensada. ¿Cuáles pudieron haber sido sus razones para elegirla? Es difícil entrar en el consejo divino. ¿Quién pudo haber aconsejado al Espíritu de YHWH, qué consejero pudo haberle asesorado? ¿A quién iba a consultar para que le ilustrase para acertar con el mejor método (Is 40:13-14). Pero nos vamos a atrever a entrar en este consejo divino. Podríamos mencionar algunas razones de la aptitud de esta tierra como lugar de revelación. La geografía es una de las infraestructuras que condicionan la superestructura de la historia. Nuestra cultura particular es hija de condiciones materiales, clima, relaciones laborales. La historia está moldead por la geografía La Centralidad: Cruce de océanos, de continentes, de carreteras. Dios escogió como lugar de su revelación un punto muy céntrico El Agua. Región fértil rodeada de desiertos. La distribución de agua alternante entre sequías inundaciones. La escasez del agua y la dependencia de las lluvias. El tema de la sed como expresivo de la sed de Dios en el hombre, que es tierra reseca agostada sin agua. La dependencia de Dios que otorga o retira el agua. La Luz:. Dicen que Jerusalén es el punto terrestre que recibe mayor cantidad de luz durante el año, medida en la unidad del lumen. Si tenemos en cuenta la calidad reflectante de la piedra blanca de Jerusalén, la ciudad se convierte en un punto de luz cegadora y deslumbrante La Escritura: No es casualidad que la tierra de la revelación sea la misma tierra donde se acababa de inventar la escritura alfabética. La Pobreza: Es curioso que Israel sea una tierra pequeña y pobre, de desarrollos culturales muy modestos, comparada con sus grandes vecinos. En la elección de esta tierra hay ya una constante de los criterios de Dios en la religión bíblica. 1. AsentamientoVamos a comenzar nuestro estudio sobre la historia de Israel por el momento del asentamiento de las tribus israelitas en la montaña palestina a los comienzos de la Edad del Hierro. Es sólo en esta época cuando tenemos datos extrabíblicos fiables que pueden guiar nuestro estudio. Una vez que hayamos visto cómo se ha asentado este pueblo en Canaán, y cómo se ha constituido en un estado, estudiaremos en un flash back los recuerdos y tradiciones que guarda el pueblo de Israel sobre sus orígenes, tal como nos han sido transmitidas en las fuentes bíblicas.Dichas fuentes bíblicas sobre los orígenes de Israel tienen que ser utilizadas con extremo cuidado por el historiador, debido a las dificultades metodológicas que pasamos a reseñar:A. Dificultades metodológicosEl estudio histórico de los orígenes de Israel tiene unas serias dificultades metodológicas, entre ellas la ausencia de otras fuentes extrabíblicas con las que cotejar los datos bíblicos. La única fuente extrabíblica para todo el período del Hierro I, (el tiempo de los Jueces (siglos XIII al XI) es la estela del faraón Mernephta (1.230 a.C.). Dicha estela nos narra sus campañas en Canaán en las que tuvo que enfrentarse con Israel, entre otros pueblos locales.Otro importante capítulo de dificultades está en la armonización de los datos bíblicos con lo que sabemos por la arqueología o por los documentos contemporáneos. Como veremos, no siempre la arqueología confirma los detalles de la Biblia, sino que en algunos casos nos da una descripción de los hechos irreconciliable con los datos bíblicos.Por otra parte las narraciones bíblicas revelan un concepto de historia muy distinto del que nosotros tenemos, lo cual nos invita ya de entrada a no tomarlos en un sentido estrictamente histórico, conforme a los cánones modernos de la historia. Las dificultades históricas para aceptar los datos bíblicos nacen de las siguientes causas:1.- Distancia entre los hechos narrados y la composición de los libros bíblicos o de sus fuentes. En ocasiones puede tratarse de cientos de años, lo cual debilita mucho su valor histórico, aunque no lo anule por completo.2.- Los esquematismos del relato bíblico nos hacen ver por parte de sus autores un deseo de ideologizar la historia al servicio de determinadas finalidades- Idealización de los orígenes como edad de oro que se ha ido degradando. Edades humanas cada vez más cortas. Múltiplos de 40. 26 años de generaciones entre la creación y el éxodo. - Conducción divina de los asuntos humanos. Despliegue de poder sobrenatural en continua ruptura con las mediaciones naturales.- Presentación de árboles genealógicos de personajes, epónimos de las tribus ya constituidas que no pueden descender de unas personas situadas tan próximamente en el tiempo. Estructuras genealógicas artificiosas en torno al número 12. - Finalidad moralizante que lleva a juzgar y presentar a las distintas personas y sucesos sólo desde el punto de vista de su mayor o menor fidelidad a la ideología imperante. El libro de los Jueces, por ejemplo, hace desde el principio una declaración de intenciones sobre la moraleja que quiere ofrecer en todas sus narraciones (Jc 2,11-23; 3,7-17).- Presentan el tiempo de los patriarcas y de Josué como normativo y para ello proyectan a esta época remota la existencia de las 12 tribus monoteístas, la legislación anticipada de Moisés. Israel aparece ya plenamente asentado en la época de Josué. Se proyectan a esa época los límites de las tribus. Israel ideada e ideal…3.- Anacronismos: Presentar camellos en una época en que el camello aún no estaba domesticado. Hablar de los filisteos, como el rey Abimelej, antes de su asentamiento en Canaán. Referirse en los relatos patriarcales a ciudades como Berseba o Guerar que nos consta que no existían antes del siglo XII. Hablar en la historia de José de caravanas de bálsamo y mirra que son productos que sólo serán comercializados mucho después, en época asiria… 4.- Improbabilidades generales: Jacob tenía 70 años cuando fue a Labán buscando una mujer. 600.000 hebreos salieron de Egipto. Junto con sus acompañantes formaría una masa de más de 2 millones lo que supone una logística imposible.5.- Contradicciones: Una misma ciudad como Hebrón, se supone conquistada por diferentes personas: Josué, los calebitas, Judá… Un patriarca hace pasar a su esposa por hermana en tres ocasiones distintas (Abrahán dos veces y una Isaac. (Gn 12,10; 20; 26). Dos veces se nos habla de un juez tiene dos hijos perversos (Elí y Samuel. Elí (Jofni y Pinjás: 1 Sm 2,12) y Samuel (Joel y Abías: 1Sm 8,1-2).6.- Conflictos con los datos de la arqueología: Algunas de las ciudades que fueron destruidas por Josué según el relato bíblico (Jericó, Ai…) no estaban amuralladas en aquella época y deberían ser grandes entonces montones de ruinas. Los arqueólogos han desenterrado muchos de los tells de ruinas de ciudades bíblicas de esta época y no siempre han confirmado la evidencia de una conquista y una destrucción.B. El cataclismo del final de la Edad de Bronce (s. XIII - XII a. C.)Tanto las fuentes bíblicas como las arqueológicas coinciden en fechar la instalación de los israelitas en la montaña palestina en los finales de la Edad del Bronce y comienzos de la Edad del Hierro, es decir, a caballo entre el siglo XIII y el siglo XII a.C. Como veremos, la gran diferencia está en el modo cómo la Biblia y la arqueología reseñan el modo de este asentamientoAntes de acometer este estudio, quisiera exponer muy brevemente lo que está sucediendo en el Oriente Medio en este momento histórico del paso del Bronce al Hierro, que supone una tremenda conmoción como raramente se ha dado en otros momentos históricos.En el siglo XIII, al final de la Edad del Bronce, el Medio Oriente está dividido en dos grandes áreas de influencia, los egipcios en el sur, y los hititas en el norte.Al sur está el imperio egipcio de la dinastía XIX, dominado por el larguísimo reinado del faraón Ramsés II. Es una de las épocas de mayor esplendor de Egipto, como lo testimonian los numerosos monumentos y templos de Abu Simbel, de Karnak y Luxor. En esta época Egipto controla el país de Canaán y los reyezuelos de las ciudades estado cananeas son todos vasallos del faraón.Al norte está el imperio hitita con capital en Hattusas, cerca de la moderna Ankara. Ambos imperios tienen su borde en Siria, que se convierte en la zona de fricción. La tensión llega al máxima en la batalla de Qadés en 1286 a.C, en la cual se enfrentan Ramsés II y el rey hitita Muwatallis. Hemos encontrado relatos de dicha batalla tanto en las cancillerías egipcia como hitita, y cada uno de ellos clama victoria. Probablemente la batalla acabó en tablas, y ninguno de los dos grandes imperios pudo imponerse al vecino. Reconocimiento de este equilibro de fuerzas es el tratado de paz que se firma subsiguientemente a la batalla entre Ramsés II y el nuevo soberano hitita, Hattusilis III.En el Mediterráneo existe un tercer poder, el de Micenas, habitado por un pueblo de estirpe y lengua griega que va a controlar el comercio en el Mediterráneo oriental. Hay en este siglo XIII todo un Mercado común de productos que vive en paz y prosperidad, hasta que este mundo se ve bruscamente sacudido por una crisis que lo sacudirá hasta el punto de dejarlo irreconocible.Tanto Micenas como el imperio hitita sucumben dejando tras ellos sólo montones de ruinas. Aunque Egipto logra sobrevivir a la crisis, queda muy debilitado hasta el punto de que la dinastía XX de Ramsés III ya no será capaz de mantener su dominio sobre el país de Canaán. Esta crisis que pone fin a la Edad de Bronce está relacionada también con todo el ciclo de tradiciones sobre la guerra de Troya.La causa de este cataclismo suele adscribirse a la llegada de los “Pueblos del Mar”, que nos son conocidos por las inscripciones de Ramsés III en Medinet Habu, donde aparecen con sus cascos con cuernos y extraños tocados de plumas. La mayor parte de los investigadores piensan que estos pueblos vienen de las islas del Egeo y son pueblos indoeuropeos de lengua afín al griego. Entre los distintos Pueblos del Mar tenemos a los filisteos, los teucros y los sardos. Al fracasar en su intento de invadir Egipto se asentaron en la costa palestina, desde el sur –filisteos- hasta el norte –teucros. Podemos decir que esta llegada de los pueblos del Mar coincide con el momento en que los israelitas se están asentando en lo alto de la montaña de Efraín y de Judá.¿Qué pudo mover a estos pueblos a desplazarse y destruir el equilibro de los grandes imperios del Bronce reciente? Algunos piensan que el origen de estas migraciones está en un cambio de clima que perjudicó la agricultura mediterránea trayendo consigo tremendas secuelas de hambre. Otros creen que fue una crisis económica debida al hecho de que las culturas orientales se habían hecho demasiado especializadas para sobrevivir a las tensiones económicas y sociales. En este caso la migración de los pueblos del Mar no habría sido tanto la causa del derrumbe de los imperios, cuanto su efecto.Las grandes ciudades cananeas del Bronce reciente tienen casi todas niveles de destrucción en esta época, las ciudades de la costa sur son incendiadas y reocupadas por una nueva cultura. Jasor en el norte y Afeq en el centro arden en espantosos incendios. Sin embargo hay que señalar que la destrucción de este mundo cananeo no fue puntual, sino que se extendió a lo largo de un proceso de decenas de años que va desde la destrucción de Jasor a finales del XIII, hasta las de Lakish y Megido hacia mediados del XII.Este es el mundo en el que los israelitas van a hacer su aparición en la historia del Medio Oriente. Como resultado de la ruina de los grandes imperios se creará en todo el Creciente Fértil una situación de “vacío de poder” que se va a prolongar cuatrocientos años hasta la constitución del imperio asirio. Es precisamente durante estos cuatrocientos años, en los que no hay ningún gran imperio en el horizonte, cuando se va a desarrollar la historia independiente de Israel, primero como federación de tribus en la época de los jueces, y después como estado monárquico en el Hierro II.A partir del siglo VIII se termina esta larga temporada de “vacío de poder” y ya no habrá lugar ninguno en la zona para pequeños estados independientes, porque vuelve la época de los grandes imperios que se irán sucediendo en la zona: asirios, babilonios, persas, griegos y romanos. Israel no volverá a gozar nunca de independencia salvo en el pequeño lapso del reino inaugurado por los Macabeos, entre mediados del siglo II y mediados del siglo I a.C. C. La conquista del país de CanaánComo ya dijimos, nosotros comenzaremos el estudio de la historia de Israel no al principio, sino en el momento en que se forma el primer Estado, por más rudimentario que haya sido. Comenzamos con el establecimiento de las tribus en Canaán, y su sistema político tribal, que fue el fue primer tipo de unidad política alcanzada. Desde este punto volveremos nuestra mirada hacia atrás, a los antecedentes de las tribus y sus recuerdos históricos tradicionales.1.- El relato del libro de JosuéHicieron falta muchas generaciones, probablemente doscientos años, para que los israelitas llegaran a formar un estado en el país de Canaán. En realidad será sólo más tarde, en la época de la monarquía cuando lleguen a controlar el país.El libro de Josué forma parte junto con Jueces, Samuel y Reyes de lo que la Biblia hebrea llama Profetas anteriores, y la exégesis moderna “Historia deuteronomista”. Esta gran compilación de fuentes fue realizada después del exilio a la luz de la teología y espiritualidad de la escuela deuteronomista. Se trata de una historia sagrada que juzga todos los acontecimientos históricos a la luz de su mayor o menor adecuación con la Ley de Dios y sus designios divinos. Aunque recoge muchos datos antiguos, el marco del macrorrelato es artificioso, y manipula los hechos para ajustarlos a la ideología predominante. Hay por ejemplo una clara intención de proyectar estructuras modernas a las épocas antiguas, como si estas estructuras hubiesen existido ya desde el principio. Presenta el tiempo de los patriarcas y de Josué como normativo para el Israel de todos los tiempos, una Israel ideada e ideal. A la luz de este resultado final, se forma el relato de la conquista israelita. Según el libro de Josué, esta conquista habría sido llevada a cabo por el conjunto de las tribus, a partir del territorio de Moab, después del paso del Jordán y la toma de Jericó. La conquista se habría hecho en dos etapas. Después de una gran batalla en la región de Gabaón se apoderaron del sur, y después de otra gran batalla junto a las aguas de Merom, se apoderaron del Norte, y procedieron al reparto del país entre las tribus.Los sucesos se presentan de una forma tan esquemática, y tan recortada que no nos es posible averiguar qué es lo que sucedió en realidad. Al mismo tiempo hay duplicados de algunas acciones guerreras de Josué y sus conquistas de ciudades y territorios. En el libro de los Jueces esos mismos episodios se atribuyen a otras personas de un tiempo posterior, lo cual nos deja en duda sobre la naturaleza histórica del libro de Josué. 2.- El relato del libro de los JuecesJunto con el libro de Josué encontramos en el AT otra presentación de la conquista en el libro de los Jueces. Se trata de una presentación muy resumida y fragmentaria. Aquí no se trata de una marcha hacia adelante marcada únicamente por el éxito, sino por el contrario una marcha laboriosa con muchos fracasos. A lo largo del capítulo 1 hay un refrán que se repite continuamente: "No pudieron expulsar a los habitantes” (Jc 1,19 .21.27).Según este capítulo no hubo una conquista relámpago. Los israelitas se apoderaron de zonas que no estaban todavía ocupadas. Las tribus avanzaron no agrupadas, sino aisladas y a partir de lugares distintos. Parece darse una convivencia más pacífica con las grandes ciudades cananeas. Los conflictos son más bien ocasionales. Los israelitas habitan en las montañas, que hasta entonces habían estado despobladas, y los cananeos más bien en la llanura. La tribu de Judá aparece separada físicamente de las tribus del norte por un cerrojo de ciudades cananeas interpuestas, entre las que destaca Jebus o Jerusalén.Algunos de los episodios que se atribuían a Josué en el libro que lleva su nombre, se encuentran duplicados en el libro de los Jueces, atribuidos a una época posterior. Así por ejemplo, la conquista de Hebrón que en el libro de Josué se atribuía al propio Josué (Jos 11,36), en el libro de los Jueces se atribuye a los hijos de Judá y Simeón después de haber muerto Josué, y últimamente a Israel (Jc 1,10). Esto nos hace barruntar que quizás hechos posteriores hayan sido proyectados a la época de Josué, como si todas las conquistas que se fueron dando en el espacio de doscientos años hubiesen tenido todas lugar en unas campañas fulgurantes situadas al principio del asentamiento.3.- Modernas teorías sobre el asentamientoEste pluralismo de enfoques que se detecta ya en la misma Biblia ha inspirado a los historiadores modernos distintas visiones a la hora de explicar cómo tuvo lugar el asentamiento de los israelitas en Canaán. Fueron cristalizando tres modos de comprender este asentamiento. Dos de ellos se formularon ya en los años 20 y 30. Se trata de la hipótesis de la “conquista militar unificada”, que se inspira más en el libro de Josué, y la hipótesis de “infiltración pacífica”, que se inspira más en la versión de libro de los Jueces. Una tercera hipótesis, la de la “revolución social” cristalizó más tarde en los años 60. a. Hipótesis de la conquista militar unificadaLas bases arqueológicas de esta teoría fueron proporcionadas por el gran arqueólogo Albright en los años 30. Más tarde fueron elaboradas por Wright, Kaufmann y Yadin, entre otros. En 1930 Albright excavó Tell Bet-Mirsim que identificó con la ciudad bíblica de Debir, que, según la Biblia, fue destruida por Josué. Efectivamente aparecieron huellas de una destrucción de la ciudad a fines del siglo XIII a.C, cuando se solía situar la conquista de Josué. Como vemos, este enfoque sigue de cerca la descripción de la conquista de Canaán en los primeros capítulos del libro de Josué. Allí las ciudades estado cananeas fueron sometidas en unas campañas relámpago y destruidas muchas de ellas por el fuego. Como resultado de esta conquista y destrucción, los israelitas se habrían asentado en esas zonas.La evidencia a favor de esta hipótesis estaría en las descripciones literales de la Biblia, en los niveles de destrucción que aparecen en algunos tells en el Bronce reciente, como por ejemplo en Bet Mirsim, Jasor, Lakish o Betel, y los paralelismos históricos de otras sociedades nómadas que causaron el derrumbe de grandes civilizaciones.Pero los resultados arqueológicos modernos contradicen estos argumentos. Hay una diferencia entre lo que sucede en la montaña y en las llanuras. Muchas ciudades importantes no estaban habitadas en el Bronce reciente, como es el caso de Jericó o de Ai, y su inclusión en el relato bíblico puede deberse a motivos etiológicos para explicar las impresionantes ruinas de tiempos antiguos que podían verse en superficie.Podemos suponer que en la época final del Bronce y en el Hierro I no hubo cambios drásticos en las llanuras costeras a pesar de los filisteos. Es en la montaña central donde encontramos el gran flujo de asentamientos (en la tribu de Efraím 5 asentamientos en el Bronce reciente y 115 en el Hierro I).Sólo se han documentado unos pocos posibles asentamientos israelitas sobre las ruinas de ciudades cananeas previamente destruidas. Este es el caso de Betel, Tell Bet Mirsim o Bet Shemesh. Las principales ciudades cananeas no fueron derruidas en aquella campaña inicial al final del siglo XIII o principios del XII. Fueron más bien sucumbiendo poco a poco, y su destrucción puede atribuirse a los egipcios, los filisteos, o a conflictos civiles entre ellas. ¿No es extraño que los israelitas no se asentasen en las áreas fértiles de las ciudades destruidas, sino que se contentasen con el país montañoso topográficamente más difícil? Para las ciudades destruidas en el siglo XIII habrá que buscar otros agresores en otra parte y no entre unas oscuras tribus del desierto que en cualquier caso no se asentaron allí. Por otra parte por documentos egipcios nos consta que en esa época de finales del siglo XIII y principios del XII había todavía una fuerte presencia egipcia en el país de Canaán. Dicha presencia es totalmente ignorada en los relatos bíblicos de la conquista. Resulta poco verosímil que los egipcios que estaban todavía en control de Canaán permitieran que esos grupos hostiles conquistasen las ciudades de sus aliados y clientes.b. Teoría de la infiltración pacíficaTiene su origen en Alt (1925) y más tarde Noth y Aharoni. A partir de sus estudios sobre el hexateuco propugnan la infiltración pacífica de grupos de pastores en las regiones poco pobladas de Canaán. Primeramente en la montaña central, después en la montaña galilea bastante inhóspita y poco poblada. Esta visión está más de acuerdo con lo que se nos cuenta en Josué 15 y en Jueces 1. Se trata de un largo proceso, que comenzaría con la trashumancia, y el rozo de los bosques. La conquista de las ciudades cananeas habría tenido lugar en un estadio mucho más tardío de este proceso.Al principio los israelitas no desafiaron el poder de las ciudades ni buscaron la confrontación con los agricultores sedentarios. Su única confrontación fue el desafío que les ofrecían aquellas colinas pedregosas y cubiertas de bosques.Alt se fijó en los hábitos de los beduinos seminómadas que interaccionaban diversamente con los asentamientos agrícolas. También en la época bíblica los israelitas que habitaban en el borde del desierto pudieron haber llevado sus rebaños a los rastrojos de los campos ya segados, subir luego a los pastos de altura y regresar posteriormente en invierno a los bordes del desierto. Poco a poco comenzarían a sembrar en los pastizales de la montaña y así gradualmente se fueron asentando.Al inicio no se habría dado un conflicto con las ciudades cananeas de la llanura, mucho más poderosas. De hecho los conflictos narrados en las fuentes antiguas son sólo con ciudades cananeas que se encuentran en ejes o cerrojos que separan los macizos: el eje Beisán-Akko que divide la montaña galilea de la montaña central, o el eje Bet Shemesh-Jerusalén que divide las tribus del Sur de las de Benjamín y Efraím.Curiosamente alguno de los asentamientos primitivos excavados por los arqueólogos en la montaña guardan una asombrosa semejanza con la estructura oval de los campamentos beduinos, sólo que las tiendas de piel de camello fueron sustituidas más tarde por sencillas casas.Un papiro egipcio de la época de Ramsés II (siglo XIII), describe la montaña palestina como un país casi vacío, agreste, cubierto de bosques donde sólo viven los beduinos Shosu. Alt identificó a los israelitas con estos beduinos.En una cosa coincidía la teoría de la conquista con la de la infiltración pacífica. Unos y otros investigadores estaban convencidos de que los israelitas eran un pueblo llegado desde fuera al final de la Edad del Bronce. Y unos y otros estaban también convencidos de que los recién llegados estaban en un estadio cultural y social mucho más primitivo que el de los cananeos que habitaban la tierra.c. La escuela sociológicaLa hipótesis de la conquista y la de la infiltración se apoyaban en la creencia de que el desierto siro-arábigo estaba lleno de beduinos nómadas que periódicamente invadían las tierras sembradas. Pero los antropólogos pasaron a opinar que antes de la domesticación del camello a fines del segundo milenio a.C., el número de nómadas que vivían en desierto debió haber sido muy escaso. Los beduinos no procedían del desierto, sino que convivían con los agricultores e interaccionaban con ellos como parte de un mismo sistema económico.De haberse dado flujos migratorios más bien se habrían dado desde las tierras cultivadas hacia el desierto y no desde el desierto a las tierras cultivadas.Estos nuevos supuestos antropológicos sumados a las ideas marxistas en boga por la Europa de los años 60 llevaron a Mendenhall primero (1962) y después a Gottwald a lanzar la idea de que la población israelita no venía de fuera de Canaán. Según estos autores, hubo un momento en que los grupos oprimidos y explotados que pertenecían a los estratos inferiores de la sociedad cananea se rebelaron contra la clase dominante. Estos elementos rebeldes podrían bien coincidir con los hapiru de los textos egipcios contemporáneos. El conflicto social básico no se dio entre pastor y agricultor, sino entre la población rural y los caciques burgueses de las ciudades. La religión israelita monoteísta habría sido la bandera en torno a la cual se habrían coaligado estos rebeldes, que buscaban una sociedad más igualitaria y rechazaban la religiosidad cananea en la que se apoyaba la sociedad opresiva cananea.Gottwald dio una interpretación marxista a la hipótesis de Mendenhall que fue desautorizada por el propio Mendenhall. Según Gottwald los rebeldes habrían huido hacia la montaña para establecer allí su nuevo modo de vida, un poco como los Pilgrim Fathers en América. Este asentamiento fue facilitado por nuevos desarrollos tecnológicos, las herramientas de hierro para cavar cisternas, la argamasa para enlucir e impermeabilizar las paredes de las cisternas, y las técnicas para construir terrazas en las faldas de las montañas.Esta teoría tuvo una duración muy corta. Las supuestas innovaciones técnicas ya se conocían en la Edad del Bronce. Además es obvio que los que se asentaron en las montañas procedían de un medio pastoril y no agrícola.d. Cananeos pastoralizados y resedentarizadosEsta tesis rechaza todo supuesto de que los israelitas vinieran de fuera de Canaán, Según Lemche, por ejemplo, habría que identificarlos con los hapiru, proletariado refugiado de otras partes de Canaán. Para Lemche lo que caracteriza a los israelitas con relación a los cananeos es su religión. Lo israelitas son cananeos yahvizados, que se sienten diferentes del resto de la población.Actualmente Finkelstein habla de una resedentarización de elementos cananeos que a raíz de los trastornos del Bronce Medio se habían vuelto seminómadas y tras una época transitoria volvieron a sedentarizarse a partir del final del Bronce reciente. Según él, este proceso no sería algo nuevo al comienzo de la Edad del Hierro sino que habría tenido lugar ya varias veces durante la historia del Medio Oriente, al menos en dos olas previas de asentamiento de pastores en el Bronce Antiguo y al comienzo del Bronce medio.Estos nuevos asentamientos de los grupos resedentarizados estarían localizados sobre todo en la montaña, serían de naturaleza rural, sin murallas, sin palacios ni templos, con casas de cuatro espacios y cerámica con bordes de anillo.4.- Las excavaciones arqueológicasLas excavaciones arqueológicas en los estratos que pertenecen a esta época (final del Bronce y principios del Hierro), revelan que hubo muchísimos establecimientos nuevos y que algunas fortalezas fueron destruidas, pero no permiten hablar de una invasión global o de una destrucción masiva de ciudades cananeas. Las ciudades cananeas disponían de un armamento técnicamente superior. Los israelitas no pudieron realizar un ataque de gran envergadura para apoderarse de todo el país. La penetración en Canaán se efectuó con un ritmo más lento. Los israelitas venían de diversas direcciones, en pequeños grupos, evitando las llanuras donde operaban los carros de combate, y contentándose con la regiones no habitadas.Los combates con los sedentarios de las grandes ciudades fueron más defensivos que ofensivos. El libro de los Jueces no refleja una conquista efectuada en una sola generación, sino una ocupación mucho más larga, que sólo se completará en la época de la monarquía.Pero la localización de dichos asentamientos en la montaña no es uniforme. Las excavaciones muestran que al principio la parte más densamente poblada fue la montaña de Efraín; muchísimo menos la montaña de Judá o la montaña Galilea, que sólo alcanzaron una cierta densidad de población en siglos posteriores.Los asentamientos “israelitas” se caracterizan en parte por dos rasgos culturales. La casa de cuatro espacios y la cerámica con borde de anillo. Sin embargo estos dos rasgos no son tan exclusivos de los israelitas como pudo parecer en un principio. Aparecen también en yacimientos de la Transjordania en Moab o Amón. Lo que si sería rasgo exclusivo de los asentamientos israelitas es la ausencia de huesos de cerdo, lo cual muestra que el pueblo tenía ya una dieta ideológica mediante la cual buscaba ya diferenciarse de sus vecinos. La prohibición del cerdo no puede basarse sólo en razones ecológicas o económicas.Entre todas estas tribus no había continuidad geográfica. Estaban separadas unas de otras por ciudades cananeas que formaban como dos cerrojos, y que no consiguieron conquistar en la época de los jueces. Entre la Galilea y la montaña de Efraín tenemos el cerrojo de las ciudades de la llanura de Esdrelón: Meguido, Taanak, Bet Shean... Entre la montaña de Efraín y de Judá tenemos otro cerrojo formado por otro grupo de ciudades cananeas como Gézer o Jerusalén. 5.- El establecimiento de las tribus La implantación más antigua parece ser la de Rubén y Gad en la Transjordania, a partir de Madián (Nm 21). Al norte de Rubén, en el territorio de Galaad. también en la Transjordania, encontramos la tribu de Gad. Más tarde la mitad de la tribu de Manasés (Makir) se estableció más al norte, entre el Yabboq y el Yarmuk (Ver mapa de las tribus).El sur, o territorio de Judá, parece haber sido ocupado por las tribus que venían de Egipto a lo largo de la costa mediterránea. Allí se fusionaron con los clanes que estaban ya anteriormente, como los Quenitas y los Calebitas. Absorbieron también los restos dispersos de la tribus de Simeón y de Leví.En cuanto a la Galilea, parece que fue colonizada por tribus que no estuvieron nunca en Egipto. Son las tribus de Aser en la llanura de Akko, bajo control cananeo. Las tribus de Neftalí en la Alta Galilea, y las de Isacar y Zabulón en las colinas de la Baja Galilea. El caso de Isacar, "el asno robusto", cuyo nombre quiere decir "asalariado" nos muestra que eran portadores de fardos, y fueron reclutados en las levas al servicio de la ciudades cananeas importantes de la llanura de Esdrelón. Estas tribus se federaron con los recién llegados y aceptaron el Yahvismo. Es sólo entonces cuando pudieron sacudirse el yugo opresor de la ciudad de Jasor. Pero esto no quiere decir que se apoderaran de todas las demás ciudades.Finalmente es en las montañas de la Cisjordania central, donde se establecieron las tribus que serán las más importantes en este periodo, aquellas en torno a las cuales se va a forjar la unidad política. "Hablamos de la "casa de José", en la montaña de Efraín, que comprende las tribus de Manasés, Efraín y Benjamín, las que penetraron en el país con Josué, y tuvieron la experiencia religiosa del Éxodo.Finkelstein cuenta unos 250 asentamientos en la montaña al principio de la Edad del Hierro (comienzos del siglo XII a.C.). Esto daría una población de unos 45.000 habitantes. En el siglo VIII a.C., en el momento de máximo desarrollo, pudo llegar a haber 500 asentamientos con una población de unos 160.000 habitantes.6.- Formación de un estado israelitaA lo largo de esta conquista progresiva que ha durado al menos doscientos años, podemos hablar de la formación progresiva de un estado israelita. El momento final de esta formación sólo tuvo lugar en los días de David. Pero ya antes de David se puede reconocer una forma rudimentaria de Estado. Se le ha llamado "confederación tribal" o Anfictionía. Hablaremos de este tema más adelante.Según el libro de Josué el establecimiento de este régimen político habría tenido lugar de un solo golpe en la asamblea de Siquén (Jos 24). Allí, al comienzo, todas las tribus reunidas han escogido a YHWH como Dios para servirle. "Ese día Josué concluyó una alianza para el pueblo. Le fijó un estatuto y un derecho".Quizás el establecimiento de este régimen que se nos describe en la asamblea de Josué es también una síntesis de un proceso más complejo por el cual las tribus han aceptado el Yahvismo, y han conformado una unidad política que desborda el marco de cada tribu aislada. Quizás esta federación no ha tenido lugar de un solo golpe o de una forma tan solemne como describe el texto. Quizás todas las tribus no han entrado en la federación al mismo tiempo. Pero un tipo de régimen intertribal ya existía antes de la monarquía.D. Las tradiciones de las tribus federadasLas tradiciones que cada tribu tenía sobre sus orígenes y su establecimiento en el país de Canaán han sufrido transformaciones para adaptarse a situaciones nuevas , sobre todo a la constitución de un estado unitario entre todos estos clanes que sin duda han tenido una pasado diverso. Para darse una identidad común, es necesario reforzar los orígenes comunes, y dotarse de antepasados comunes y de historias convergentes.Estos son los verbos que podemos utilizar para describir lo que los autores han ido haciendo con sus fuentes y tradiciones.a.- Simplificar: El proceso de instalación de las tribus en Canaán llevó tiempo hasta completarse. No todas las tribus estuvieron en Egipto. No todas las tribus llegaron a Canaán al mismo tiempo, y lo hicieron de forma muy diversa y en épocas distintas. La transmisión de las tradiciones tiene la tendencia a simplificar datos complejos y heterogéneos, para ayudar la memoria, para favorecer un estilo literario rítmico y para servir a fines que no son los de la ciencia histórica moderna. b.- Conectar o establecer puentes: Los antepasados de las diversas tribus que se federaron, idearon un sistema de relación de parentesco para reforzar sus lazos y su sentido de pertenencia mutua. Cada tribu tenía sus tradiciones acerca de los antepasados. Quizás Abrahán, Isaac, Jacob, Israel, Edom... son antepasados de tribus diversas. Más tarde cuando estas tribus se federaron, experimentaron la necesidad de establecer entre ellas una relación de parentesco mediante un árbol genealógico ficticio. Aunque este árbol sea ficticio, no hay que negar que todas estas tribus pertenecen a una misma raza y a una misma culturaEn este árbol podemos distinguir dos tipos de relación familiar, la línea directa y la colateral. En la línea directa encontramos los antepasados de las doce tribus confederadas. En una secuencia lineal: Abrahán, Isaac, Jacob y sus doce hijos. Forman cuatro generaciones.En la línea colateral encontramos las otras tribus de alrededor: arameos, árabes edomitas, amonitas y moabitas. Podemos ver un cuadro sinóptico que expresa su grado de parentesco. En este árbol genealógico se expresa a la vez una semejanza y una diferencia. El hecho de que todos sean descendientes de Abrahán revela la conciencia común de pertenecer a una misma cepa: son todos semitas noroccidentales, hablan dialectos muy parecidos tienen los mismo usos tales como la circuncisión.Si hubiesen decidido unirse a la confederación, probablemente su lugar en el árbol genealógico común hubiese estado colocado entre los descendientes de Jacob, la línea directa.Incorporarse a la federación quería decir aceptar el dios del desierto, dejarse configurar por la nueva experiencia religiosa de las tribus que habían tenido su encuentro con el Dios de la alianza. El número 12 es artificial. También encontramos este número en los descendientes de Ismael (Gn 25,13-15), Aram (Gn 22, 20-24), en Italia y en las ciudades mesopotámicas. Parece ser que este número convencional responde a los meses del año, y al turno de las tribus al servicio del santuario central. Unas veces es la región colonizada la que toma el nombre de las tribus que se asientan (Efraín). En otros casos es al revés: la tribu da su nombre a la región que habita (Dan, Judá). c.- Secuenciar Intentemos colocar todas las tradiciones a propósito de los antepasados de las tribus diversas en una secuencia cronológica comprehensiva que abarque todas las tribus como una sola unidad. ¿Cuál es esa secuencia? Todos los israelitas descienden de Abrahán, Isaac y JacobTodos bajaron a Egipto en tiempos de José.Todos salieron de Egipto juntos 400 años después, liderados por Moisés.Todos estuvieron 40 años en el desierto.Todos entraron juntos en la Tierra prometida con Josué al tiempo de la conquistaSe apoderaron de la tierra en una serie de batallas fulgurantes.En realidad el proceso fue más complejo. Hubo tribus que nunca estuvieron en Egipto, sino que se establecieron directamente en Canaán (es el caso probable de las tribus de la Galilea y la Transjordania). El libro de Josué no nos cuenta la conquista de este territorio. Son hijos de las dos esclavas (Zilpá y Bilhá) y los últimos hijos de Lea.Algunas tribus vinieron de Egipto, pero no con Moisés a través del desierto, sino a lo largo de la costa mediterránea. Estos israelitas se establecieron directamente en el sur, en los territorios de Judá. Ya estaban establecidos cuando el grupo de Moisés y Josué entró en el país. La tribu de Simeón y la de Leví, así como la de Rubén, estaban ya en proceso de disolución. Se dejaron asimilar a los recién llegados. Corresponden a la primera serie de los hijos de Lía. Finalmente tenemos el grupo de los que hicieron la experiencia del éxodo y el Sinaí, que entraron en Canaán a través del Jordán, y se establecieron con Josué. Corresponden a las tribus de Benjamín y de José, los dos hijos de Raquel, la esposa preferida de Jacob.Estos recién llegados fueron el núcleo en torno al cual se reagruparon las otras tribus. Fueron como el catalizador que hizo posible ese precipitado que hoy llamamos Israel. La tribus se reagrupan en trono al arca y allí es donde conciencian su unidad.d.- Legitimar: Se podría suponer a priori que la transmisión de las tradiciones y su elaboración posterior sufrió el influjo de intereses determinados que querían legitimar situaciones posteriores proyectándolas sobre el pasado y sobre la historia de los antepasados. Una de las funciones que siempre ha tenido la historia ha sido la reconstrucción del pasado con vistas a legitimar el presente. La importancia relativa que las tribus tuvieron en el momento de su establecimiento se refleja en el lugar que cada hijo de Jacob tiene en el conjunto de esposas y concubinas. Están de una parte los hijos de la esposa amada (José y Benjamín), y los hijos de la menos amada (Judá y Leví, etc... ). Quizás esto refleje la importancia que tuvieron las tribus de la casa de José (Manasés, Efraín y Benjamín) al tiempo del asentamiento, la conquista y la federación tribal, antes de que la realeza de David desplazase hacia el sur el centro de gravedad, a la tribu de Judá.Se ha sugerido incluso que la rivalidad entre los hijos de Isaac, y la manera como actuó Rebeca en favor de la primogenitura de Jacob puede reflejar las astucias de Betsabé con David para conseguir la sucesión al trono de su hijo Salomón, en lugar de Adonías, que gozaba del derecho de primogenitura. Los que sitúan la redacción de los textos en la época de Josías tratan de relacionar estas legitimaciones con circunstancias históricas de la época final de la monarquía.Los relatos patriarcales muestran que antes de la llegada de Josué los patriarcas habían estado ya con sus rebaños en el país de Canaán, lo cual puede servir para legitimar la conquista, tal como ha sucedido en nuestros días por parte de los sucesores de los antiguos israelitas, que al crear el Estado de Israel alegan sus derechos históricos previos. e.- Magnificar: Según las leyes de la poesía épica, siempre aparece en las tradiciones la tendencia a magnificar los recuerdos de pasado. Esto puede aplicarse a relatos tales como el cruce del Mar Rojo, o los milagros del desierto. Pero tampoco podemos exagerar demasiado esta tendencia. En los relatos patriarcales hay muy pocos elementos fantásticos o legendarios. Los patriarcas llevan una vida muy simple, sin los rasgos característicos de los relatos épicos.Algunos historiadores minimalistas han defendido que los textos bíblicos son todos ellos postexílicos y que por tanto no son fiables a la hora de intentar historiar los períodos del Hierro I que eran ya muy distantes para ellos. Sin embargo hay que resaltar que en los textos bíblicos hay evidencia de fuentes que reflejan un tipo de vida muy primitivo y arcaico, costumbres y fiestas que se remontan a los años de desierto, o los tiempos en que la sociedad israelita sedentaria se regía por usos muy anteriores a los de la época monárquica más institucionalizada. En estos relatos es posible descubrir ecos de tradiciones antiquísimas, aunque dichas tradiciones hayan experimentado todo el proceso que hemos descrito mediante el uso de los cinco verbos simplificar, conectar, secuenciar, legitimar y magnificar.E. Las estructuras del régimen tribal1.- Las estructuras políticasParece que las tribus eran independientes unas de otras, y no había gobierno central, ni capital, ni ejército profesional, ni burocracia. Diversas tribus podían colaborar de forma esporádica cuando había un peligro que reclamaba una acción común. En el momento de la crisis aparecía un líder carismático que convocaba a todos para la campaña contra el opresor y juntaba a estas tropas improvisadas. Es el caso típico de la colaboración entre Zabulón y Neftalí en la batalla contra Sísara (Jc 4,6.10) a la que según Jc 5 se habrían sumado de algún modo Efraím, Benjamín, Isacar y Makir. Después del éxito, todos se desbandan para volver a sus pueblos y sus granjas. No explotaban la victoria para finalidades políticas a largo plazo. Los combatientes convocados apresuradamente, se dispersaban también apresuradamente al pasar el peligro.Con estos jueces carismáticos, cuya función eventual era salvar al pueblo en los momentos de crisis, parece que había también otros jueces, en el sentido actual de la palabra, que declaraban el derecho en vigor en la tradición de Israel. Se trata de una institución duradera cuya función era vitalicia (Jc 10,2ss).En cualquier caso hay entre las tribus lazos de pertenencia invisible. Raza, lengua, religión, orígenes comunes... Noth detectó una estructura semejante a la de las ciudades-estado de la Grecia clásica, la liga de los pueblos griegos en Delfos. Dicha estructura recibe el nombre de anfictionía. Hoy día no se usa más esta nomenclatura anfictiónica de Noth, porque actualmente no se ve el régimen tribal como una verdadera estructura de estado, sino más bien como un conglomerado disperso de tribus afines que aún no han establecido un estatus político común.Es sobre todo el Yahvismo el que va a dar un sentido de unidad a este conglomerado, el Yahvismo y sus instituciones. Entre estas instituciones hay que singularizar el santuario nacional con el arca de la alianza. Esta no se guardaba en un templo, sino en un "ohel", una tienda. Después del paso del Jordán estuvo algún tiempo en Guilgal, pero después, casi todo el tiempo de los jueces el santuario nacional del arca se encontró en Silo, dentro del territorio de Efraín, la tribu preponderante. Las peregrinaciones periódicas al santuario nacional hacían de Siló la capital espiritual y el punto de encuentro de Israel. Con todo algunos biblistas dudan de que el arca tuviera tanta preeminencia ya en la época de los Jueces y dudan de que el santuario de Siló tuviese un carácter anfictiónico. Es sólo en la época de David cuando el santuario del arca en Jerusalén ocupa un lugar central en la religiosidad de Israel. Y es sólo en la época de Josías cuando este santuario pretenderá una validez exclusiva que deslegitime todos los demás santuarios.Los jueces eran autoridades carismáticas suscitadas por Dios. Su ministerio no era institucional o hereditario. Cumplían su ministerio en el interior de su tribu, pero no en el conjunto de Israel. Este ejercicio del poder es una forma de transición, a mitad de camino entre el régimen patriarcal y el monárquico, una forma de poder que fue sólo posible en un corto periodo.Como estamos viendo es la crisis filistea la que contribuirá a poner fin a este tipo de liderazgo carismático para dar paso a otro dinástico.2.- Las estructuras religiosas En el santuario "nacional" en Siló se encontraba el arca de la alianza. En él había un clero encargado del culto. Además del santuario nacional había santuarios descentralizados con su propio clero, como por ejemplo Siquén, Betel, Beersheba... La religión patriarcal de la época seminómada estaba basada en el dios del padre, el dios de Abrahán, el dios de Isaac, el dios de Jacob. Este dios no tenía un santuario fijo, sino que recibía culto dondequiera que la tribu se encontraba. No existía un sacerdocio, sino que era el jeque de la tribu el mismo que realizaba el sacrificio del corderoSimultáneamente existían entre los cananeos unos santuarios al dios “El”, el padre de todos los dioses del panteón semítico. El culto a El estaba localizado en un santuario local, en Siquén, Beersheva, Betel... Estos santuarios relacionados con el culto a "El", fueron posteriormente puestos en relación con los relatos patriarcales, mediante narraciones que presentan a los patriarcas dando culto en estos lugares. De ese modo se produce un sincretismo mediante el cual se identifica el Dios que adoró cada uno de los patriarcas, el Dios de Abrahán, Isaac y Jacob, con el dios local adorado en el santuario y finalmente, con YHWH el Dios que se reveló a Moisés en el desierto. Para entender la unidad en la pluralidad, podríamos considerar como entre nosotros la misma Virgen María es venerada en distintos lugares con nombres diferentes, asociados a diversas apariciones. Es siempre la misma Virgen María, aunque los nombres dependen de sus advocaciones o manifestaciones diversas. El nombre plural de "Elohim" para designar el conjunto de las teofanías no es signo de politeísmo, sino una forma de expresar la plenitud y la unidad que hay en Dios a través de manifestaciones diferentes. Cada tribu tenía sus antepasados, y cada antepasado tenía su "dios", el dios del padre. Cuando se hace un cuadro sinóptico o árbol genealógico estableciendo un parentesco compartido, se confunde la diversidad de los distintos dioses en uno solo. Después de la llegada de las tribus del desierto, se identifica a YHWH con todos los "dioses del padre" de las distintas tribus. En la zarza ardiente YHWH se manifiesta a Moisés ya como Dios de Abrahán, Dios de Isaac y Dios de Jacob (Ex 3,6).En cambio, como veremos, el Yahvismo puro nunca consintió una asimilación con el culto a los baales, ni el Baal relacionado con los cultos de la naturaleza al estilo de Baal Peor (Nm 25,3), ni el Baal del cielo típico de fenicios y arameos.Lo cual no quiera decir que durante la época monárquica no fuera corriente la identificación de Dios y Baal, el Señor, y el nombre de Baal aparece en muchos topónimos y nombres de personas de la época, tales como Ishbaal, el hijo de Saúl. Pero el Yahvismo nunca admitió estos usos, y cuando tuvo suficiente poder para censurarlos lo hizo de una manera absoluta.3.- La sedentarización El fenómeno más importante de esta etapa es el profundo cambio que experimenta un pueblo seminómada cuando se convierte en sedentario. Un pueblo de pastores se convierte en un pueblo de granjeros y campesinos. Las nuevas técnicas agrícolas de los recién instalados son deudoras de la cultura cananea. Pero este cambio de economía va a llevar consigo un profundo cambio social hasta las mismas raíces.Hay que adaptar todas las antiguas costumbres y tradiciones a las nuevas circunstancias. La legislación debe adaptarse a los nuevos problemas que plantea una vida agrícola y sedentaria. Esta legislación nueva está recogida en el Código de la Alianza (Ex 20,22 - 23,33) que responde a la situación social y cultural de la época de los Jueces. Los israelitas van a vivir rodeados de los cananeos que tienen una cultura superior y tendrán la tendencia a imitar sus costumbres. En este tiempo adoptan la lengua y la escritura del país, y también todo lo relacionado con la vida agrícola. En esta época comienza también la vida urbana. Los israelitas van a ocupar algunas de las ciudades cananeas, y a fundar ellos nuevas villas. Las excavaciones arqueológicas nos muestran estos establecimientos que no tienen gruesas murallas. La ciencia de las religiones comparadas nos dice que siempre que un pueblo se sedentariza cambia de religión. La religión es un epifenómeno que responde a intereses sociales y económicos de los pueblos. La circunstancia que va a polarizar la atención y el interés del pueblo serán las tareas agrícolas, la lluvia, el ciclo de siembra y cosecha...En la religión agrícola hay normalmente dos principios divinos: el principio activo, masculino que representa la semilla, y el principio pasivo: la tierra. Hay en estas religiones dioses masculinos, como Baal, y diosas que representan la tierra, como Astarté. En los templos, colocados en los lugares altos, está instituida la prostitución sagrada con ritos de fertilidad. Para obtener la fertilidad de su parcela, el campesino sube al lugar alto, y se acuesta con la prostituta sagrada, representando en este rito sagrado la fecundidad de la tierra que quiere obtener.Cuando los cananeos enseñan a los hebreos el cultivo de la tierra, no saben diferenciar entre técnicas agrícolas y ritos mágicos. Hay que practicar ambos conjuntamente. Son los baales los que dan fecundidad a la tierra, hay que frecuentar sus templos para obtener la lluvia... (Os 2).La tentación de los hebreos en este momento es caer en el sincretismo. YHWH sigue siendo el Dios nacional, el Dios de las batallas y los ejércitos. Se le da culto en el templo y se le invoca para todos los asuntos relacionados con la seguridad nacional Pero Baal es el dios del departamento agrícola. A él se acude en demanda de lluvia y fecundidad para los campos. Esta religión departamental que atribuye competencias diferentes a dioses diversos, será la tentación más grave que conocerá el pueblo de Israel hasta el tiempo del exilio babilónico. Martín-Moreno González, Juan Manuel, Historia de Israel, Universidad Comillas de Madrid, Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 2. Los Relatos PatriarcalesJuan Manuel Martín-Moreno“Al principio hubo una única familia que tenía una relación especial con Dios. Con el tiempo esta familia fue fecunda y se multiplicó mucho, y creció hasta llegar a ser el pueblo de Israel. Esta es la primera gran saga de la Biblia, un cuento de sueños de inmigrantes y de promesas divinas que sirve como obertura colorista e inspiradora a la historia subsiguiente de la nación de Israel…El relato bíblico de la vida de los patriarcas es una historia brillante de la familia y de la nación. Su poder emocional deriva del hecho de ser el relato de las profundas luchas humanas de padres, madres, maridos. Mujeres, hijas e hijos. En cierto modo es una historia de familia típica, con todos sus gozos y tristezas, amor y odio, engaño y astucias, hambre y prosperidad. Es también una historia universal y filosófica sobre la relación de Dios con la humanidad, sobre la devoción y la obediencia, sobre el bien y el mal, sobre la fe, la piedad y la inmoralidad. Es la historia de Dios que se escoge una nación, de la promesa eterna que Dios hace de tierra, prosperidad y crecimiento.Desde cualquier punto de vista –histórico, psicológico, espiritual- las narraciones patriarcales son impresionantes logros literarios. ¿Son también anales fidedignos sobre el nacimiento del pueblo de Israel? ¿Hay alguna evidencia de que los patriarcas Abrahán, Isaac y Jacob –y las matriarcas Sara, Rebeca, Raquel y Lía- existieron?”A. Planteamiento del problemaDesde el conocimiento que hemos alcanzado en el capítulo precedente sobre el asentamiento de Israel en Canaán, volvemos ahora la mirada hacia atrás. Este pueblo que se asienta en la tierra tiene unas tradiciones sobre sus orígenes que se remontan más allá del tiempo de su asentamiento. Son tradiciones que hacen alusión a cuando llevaban todavía una vida seminómada, o tradiciones referentes a un tiempo en que habían vivido como esclavos en un país extranjero. Dada la tendencia ya analizada a simplificar, secuenciar y unificar las tradiciones, ambas tradiciones, la patriarcal y la egipcia, aparecen ya sincronizadas en una secuencia que sitúa primero la vida seminómada, y deja para una segunda etapa cronológicamente posterior todo lo referente a la cautividad y el éxodo.Ya hemos visto que estas tradiciones pueden pertenecer a distintos grupos de entre aquellos que llegaron a federarse, por eso no hay por qué tratar de establecer una secuencia cronológica única entre ambas tradiciones. Bien pudiera ser que fueran contemporáneas. Mientras los antepasados de unas tribus estaban en Egipto, los de otras podían estar llevando una vida patriarcal seminomádica en la zona periférica de Canaán, y los de otras haber ya iniciado su proceso de asentamiento, revolución o conquista.Pero nosotros metodológicamente trataremos por separado en éste y en el próximo capítulo ambas tradiciones, las patriarcales y las referentes a Egipto, aunque hayan podido coincidir en el tiempo. Buscaremos primeramente en las tradiciones patriarcales la existencia de un núcleo histórico, si no cierto, sí al menos verosímil o encajable dentro del marco geográfico, social y cultural de Canaán en los siglos previos al asen-tamiento.Como sabemos, las fuentes escritas para estas tradiciones pertenecen a siglos muy posteriores, ya en plena etapa monárquica. La más antigua de ellas, la yahvista, puede remontarse al siglo VIII o VII a.C. La pregunta que nos hacemos es si estas fuentes recogen tradiciones anteriores que traslucen un marco arcaico coherente y verosímil, o más bien se trata de relatos inventados. En caso de carácter ficticio, cabe esperar la continua presencia de anacronismos, inverosimilitudes, tendenciosidad, apologética, profecías post eventum, y en general todo lo que es típico de los relatos inventados que pretenden reflejar acontecimientos situados ficticiamente en siglos anteriores.El hecho de que no encontremos otras fuentes escritas de la supuesta época en que sucedieron los relatos, nos priva de una posible prueba para confirmar su historicidad, pero esta ausencia de fuentes tampoco puede ser interpretada como evidencia en contra. La ausencia de evidencia no es evidencia de ausencia. Los patriarcas fueron personas insignificantes en su medio histórico, y no es de esperar a priori que sus nombres o sus aventuras quedasen registradas en los archivos o crónicas de aquella época.El argumento que han presentado autores como Bright, defensores de un núcleo histórico en esas tradiciones, ha sido la adecuación entre el medio que se refleja en los relatos patriarcales, y el medio histórico que conocemos por otras fuentes literarias o arqueológicas de la época. Para determinar cuál era este medio de Canaán en la época preasentamiento se han venido utilizando los descubrimientos de Mari, Nuzi y Ras Shamra.Pero la dificultad básica es datar la época de los patriarcas, porque ninguno de los períodos que se han sugerido parece ser convincente. Albright los situaba en el contexto de las migraciones de los pueblos amorreos al principio del segundo milenio a.C. De Vaux hablaba del Bronce Medio, en los siglos XVIII-XV. Mazar los colocaba ya en plena edad del Hierro, en el siglo XII. En esta última hipótesis los patriarcas serían contemporáneos de la época de la conquista y de los jueces, con lo cual se haría imposible una secuencia cronológica Patriarcas-Egipto-Éxodo-Asentamiento.Según Bright y los partidarios de su escuela, las historias patriarcales tienen un aire de verosimilitud. Su medio de vida refleja mucho más el de las circunstancias de Canaán en la época del Bronce Medio o Reciente, que el de la edad del Hierro de la monarquía, cuando los relatos bíblicos se escribieron. Además ese medio concuerda mejor con el de la Mesopotamia noroccidental, de donde se supone que venían los patriarcas, que con las condiciones de vida del país de Canaán, en donde se asentaron las tribus. Estas semejanzas con culturas no cananeas serían una prueba más de al antigüedad de estas tradiciones que serían anteriores al asentamiento en Canaán.Ese es el núcleo de la disputa: “¿El medio de las tradiciones patriarcales refleja el existente en la edad del Bronce, o más bien refleja un medio mucho más tardío de la edad del Hierro? Según sea la respuesta que demos a esta pregunta concluiremos si esos relatos conservan recuerdos históricos auténticos o han sido forjados en una época posterior.B. Razones a favor de un contexto del BronceVeamos algunas de las costumbres patriarcales que encajan mejor en el segundo milenio que en el primero, y que tienen además un trasfondo no cananeo, sino de la alta Mesopotamia, de donde se afirma que venían los patriarcas.1.- Los nombres de los patriarcas son corrientes entre los amorritas de los siglos XVIII y XVII. El nombre de Jacob aparece en un texto de Mesopotamia, el de Abrahán en un texto babilónico del s. XVI, Nahor es el nombre de una ciudad cercana a Harrán. Benjamín es conocido en Mari como nombre de una tribu. Leví e Ismael se encuentran en Mari.2.- Un texto de Nuzi, capital de Mitani, señala que las mujeres estériles podían dar una esclava a su marido, como hizo Sara con Agar. El temor de Abrahán de que su esclavo Eliezer pudiese llegar a ser heredero (Gn 15,1-4) se explica a la luz de costumbres de Mari. Los matrimonios sin hijos podían adoptar a un esclavo. Pero si después nacía un hijo, el esclavo perdía los derechos a la herencia. La compra de la cueva de Macpela (Gn 23) presenta paralelos con el derecho hitita, según el cual no se podía comprar una cueva sin comprar también el campo y contar los árboles. La triple historia de patriarcas haciendo pasar su mujer como si fuese su hermana (Gn 12,13-20; 20,1-18; 28,1-11) puede tener su paralelo en una costumbre hurrita de que el marido adopte a su mujer como hermana para enaltecer su status y su seguridad3.- Asimismo las leyendas del Génesis sobre la creación, diluvio, torre de Babel, encuentran muchos más paralelos en la literatura mesopotámica que en la cananea, y muestran que proceden de un tiempo previo al asentamiento en Canaán, cuando los patriarcas habían estado sometidos a ese medio cultural mesopotámico.4.- El estilo de vida patriarcal suena muy auténtico. Según Bright, "los patriarcas se nos presentan como seminómadas, que viven en tiendas, vagando de una parte a otra en los bordes de Palestina, en busca de pastos estacionales para sus rebaños, y ocasionalmente viajando a Mesopotamia o Egipto. No eran verdaderos beduinos… No se asentaban en ciudades (excepto Lot), no practicaban la agricultura, salvo quizás de una forma limitada… En otras palabras, los patriarcas son descritos no como nómadas de camellos, sino como nómadas de asnos, que limitaban sus desplazamientos a la tierra asentada y sus bordes..." Esto encajaría en el medio del segundo milenio. Además este tipo de desplazamientos es verosímil en el Canaán del Bronce Medio. Posteriormente en el Bronce Reciente, tras los enfrentamientos de hititas y Mitani con Egipto ya no serían fáciles estos desplazamientos. Las ciudades mencionadas en los relatos patriarcales existían ya en el Bronce Medio. A lo largo de los relatos no hay huella de presencia egipcia en Canaán, cosa que no podría darse en el Bronce Reciente, donde los egipcios dominaban y tenían gobernadores en las principales ciudades cananeas. Los patriarcas nos son descritos como trashumantes en la montaña y en la Transjordania, zona que nos consta que en aquella época estaba muy escasamente poblada.5. Si identificamos a los hebreos con los hapiru de los textos egipcios del Bronce Medio y Nuevo, tendríamos otro dato más para postular una fecha antigua para los relatos patriarcales. Efectivamente, el nombre "hebreo" sólo se aplica a los israelitas, no cuando nos hablan de sí mismos, sino cuando nos hablan de sus relaciones con los extranjeros (Gn 39,14.17; Ex 2,6; 1S 4,6.9; Gn 40,15; Ex 3,18; 5,3). Este parece ser el nombre que los extranjeros les daban. Los patriarcas podrían ser contados entre esos pueblos semíticos sin ciudadanía, que no reflejan una etnia concreta, sino una situación de marginalidad social. 6. Una de las razones más poderosas para postular que estas tradiciones no han sido inventadas en la época monárquica, es que se trata de tradiciones de "antepasados". Y como dice A. de Pury, sería inverosímil que los "antepasados" sólo hubieran sido dibujados varios siglos después de la constitución histórica del pueblo.7. La religión de los patriarcas es netamente diversa de la religión mosaica, y es descrita como el culto a manifestaciones de El, que era típica del Bronce Reciente en Canaán. Si como arguyen los críticos, las fuentes escritas retropoyectaron a los patriarcas costumbres contemporáneas de las mismas fuentes, ¿por qué hicieron lo mismo con la religión, retroproyectando a los patriarcas los rasgos de la religión mosaica? El que no hayan hecho una retroproyección en el caso religioso nos lleva a suponer que tampoco lo han hecho en los otros casos.8. ¿Por qué en una época de hostilidad intensa con los arameos, habrían inventado una buenas relaciones entre Jacob y Labán el arameo, presentándoles como parientes muy próximos?C. Razones en contra de un contexto del BronceCon todo, a partir de las obras de Thompson y Van Seters, estos 8 argumentos a favor de la antigüedad de las tradiciones han sido fuertemente puestos en discusión y rechazados uno por uno.1) El argumento de las semejanzas con documentos de Nuzi y Mari se ve muy forzado, y no parece que las semejanzas sean tan grandes. Además estos documentos no pertenecen a una época concreta, sino que se extienden durante muchos siglos desde el XX al XII, por lo cual no ayudan a fijar un marco concreto.2) Algunos de los lugares de culto relacionados con los relatos patriarcales no existieron antes de la época de los Jueces. Beersheva, por ejemplo, no tiene indicios de habitación antes del s. XI.3) Los relatos tienen grandes anacronismos si pretendemos situarlos antes del s. XII. Es anacrónica la mención a los filisteos en Gn 26,1; o la mención a los camellos en Gn 24,10 (El camello no fue domesticado hasta el XII), o la mención a Dan que sólo recibió este nombre mucho después, o a Guerar, o a los edomitas (Gn 36). Estos anacronismos quedarían inmediatamente resueltos si situáramos a Abrahán en una época posterior al XII. Las relaciones de patriarcas con cananeos y filisteos son muy parecidas a las que de hecho mantenían las tribus con sus vecinos en los años del asentamiento. (Ver parecido entre Gn 34 -Leví y Simeón- y Jc 9 -revolución de siquemitas).4) Muchos elementos de los relatos pueden ser leídos desde la problemática de la época monárquica, como una justificación en la vida de los antepasados de práctica monárquicas que necesitaban ser legitimadas (Conquista de los filisteos por David y relaciones de Isaac con Abimelej; relaciones de Abrahán con moabitas y edomitas y relaciones de éstos mismos con David; superioridad de David sobre edomitas y superioridad de Jacob sobre Esaú; manejos de Betsabé para conseguir el trono para su hijo Salomón y manejos de Rebeca para conseguir la primogenitura para Jacob...).D. ¿Un contexto de la época final de la monarquía?Nos referiremos más adelante a las nuevas hipótesis que hemos dado en llamar minimalistas, según las cuales la época de fijación por escrito de los textos bíblicos tiene lugar al final de la monarquía, en el reinado de Josías (cf. p. 47).Estos autores subrayan que las sagas patriarcales pretenden justificar la primacía que Judá había obtenido en la época de Josías, y su proyecto de constituirse en el legítimo heredero del pueblo de las Doce Tribus. Este proyecto político e ideológico habría contribuido a prestigiar la figura de Abrahán, el patriarca del Sur, frente a la de Jacob, el patriarca del Norte. Las narraciones del Génesis nos presentan a Abrahán en Salem, la futura Jerusalén, en Hebrón donde está su tumba, en Beersheva.Las sagas patriarcales componen un cuadro genealógico de los epónimos de las diversas tribus, de manera que todas desciendan de un único antepasado, el patriarca de Judá, fortaleciendo así el programa de Josías de hacer de Judá el eje en torno al cual pivota toda la nación israelita.Sin embargo las tradiciones no desdeñan del todo el papel de los patriarcas del norte, una vez que ya han sido encajados dentro de un relato unificado que prima el papel de Abrahán. Así por ejemplo, se nos dice que el propio Abrahán también había estado en Siquén y Betel, donde construyó altares. El reino de Judá se siente también heredero de Jacob-Israel, el patriarca del Norte.Este contexto tardío explicaría muchos de los detalles de las historias patriarcales que sólo encajan en la época del final de la monarquía (siglo VII). Sólo entonces Edom es un rival de Israel, rivalidad que es el ambiente de los ciclos sobre Esaú (Edom) y Jacob. Sólo entonces hay un intento por parte de Judá de recuperar los territorios de las tribus del Norte que habían sido conquistados por Asiria. Este sería el marco de la épica de la conquista proyectada hacia el pasado distante de Josué.Los minimalistas no pretenden decir que las sagas del Génesis hayan sido creadas ab ovo en la época de Josías, pero sí afirman que sólo entonces fueron puestas por escrito, y que la problemática del siglo VII y los intereses apologéticos del programa de Josías influyeron decisivamente en su redacción. E. ConclusionesComo vemos, aunque hay fuertes razones que muestran que los relatos patriarcales encajan en un medio antiguo, y eso les da verosimilitud histórica, sin embargo estos argumentos no son conclusivos, y además tienen que hacer frente a otros argumentos en contra que subrayan algunos paralelismos con los relatos y las circunstancias de vida de la época monárquica. Además, aunque estableciéramos una adecuación cronológica o una verosimilitud, no habríamos probado todavía que no se trate de relatos de ficción. Lo más que habríamos probado es que la ficción no tuvo lugar en la época monárquica, sino en épocas anteriores.Por otra parte la significación que los patriarcas tienen para la vida religiosa no depende de su historicidad, sino más bien de su valor expresivo a la hora de reflejar las relaciones del hombre con Dios en la vida de estos hombres ejemplares. El valor religioso de estos relatos no depende de que sean historias o parábolas, como tampoco el valor religioso de la parábola del hijo pródigo depende de que sea un hecho real o un mero cuento. Suponiendo que llegásemos a encontrar un núcleo histórico detrás de Abrahán o de Jacob, lo que verdaderamente nos interesa de sus vidas no es el núcleo histórico mínimo, que dejaría ya de tener interés religioso, sino precisamente el personaje tal como aparece en el relato, con todas sus circunstancias, con todas sus relaciones, en la misma secuencia cronológica del relato. No es el posible substrato de un Abrahán histórico existente o de un Jacob histórico el que nos interesa como creyentes, sino el Abrahán y el Jacob de los relatos, en cuanto ejemplifican la manera de relacionarse el hombre con Dios, y la manera de relacionarse Dios con el hombre. Y este valor religioso de estos personajes para iluminar nuestras vidas es independiente del hecho de que existieran o no. Prefiero el Abrahán del relato con toda su carga espiritual, que el substrato histórico de un Abrahán, del que se puedan decir pocas cosas con certeza, salvo que existió.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 3. El ÉxodoJuan Manuel Martín-Morenoa. Marco histórico de la estancia en Egipto1. Cronología del ÉxodoTras analizar la historicidad de los relatos patriarcales, estudiaremos ahora la historicidad de los relatos relacionados con la entrada y salida de Egipto.El Génesis se refiere al hecho de que tras el vagabundeo de las los patriarcas por los bosques y pastizales del Canaán se asentaron en Egipto donde residieron durante varias generaciones. El hermoso ciclo de tradiciones sobre José y sus hermanos ambienta este descenso de las tribus israelitas al país de Egipto con motivo de una gran hambruna que se extendió por todo el ámbito del Creciente fértil. Esta estancia de los hebreos en Egipto debería situarse entre los siglos XVII al XIII antes de Cristo.según una cronología que nos dice que los hebreos estuvieron cuatrocientos años en Egipto, la presencia de los hebreos en Egipto debería situarse entre los siglos XVII al XIII antes de Cristo (Gn 15,13; Ex 12, 40-41).Según estas mismas tradiciones la presencia de los hebreos en Egipto habría atravesado por dos etapas radicalmente distintas. Una primera en la que gozaron del favor real del Faraón, de quien José había sido el primer ministro. Y una segunda etapa en la que "se levantó un rey nuevo que no había conocido a José" (Ex 1,8), y entonces el pueblo hebreo comenzó a experimentar la opresión y la discriminación racial y religiosa. "Estuvimos en Egipto como esclavos del Faraón, sacándonos el Señor de allí con mano poderosa" (Dt 6,21).¿Qué nos dice la historia profana sobre esta época? El descenso del pueblo hebreo a Egipto podría situarse muy bien durante los siglos XVII o XVI. En esta época, según el historiador Manetón, Egipto estaba invadido por los hiksos, o pueblos pastores semitas, primos hermanos de los hebreos, que establecieron su capital en Avaris (Tell ed.Daba). Su hegemonía en Egipto puede coincidir con la dinastía XV, de los siglos XVII-XVI.Es verosímil pensar que durante el dominio hikso los clanes patriarcales hubieran podido asentarse en Egipto con todo tipo de facilidades al amparo de los faraones reinantes. Algunos hiksos llevan los nombres de Jacob y Hur. El asentamiento en Goshen, en el delta, y la proximidad al palacio del faraón (Gn 45,10; 46,28-29) es más verosímil en la época de los hiksos, cuando la capital estaba en Avaris, en el delta. Algunos nombres egipcios tales como Moisés y Pinjás abonan la estancia de al menos una parte de los hebreos en Egipto.La situación básica descrita en el libro del Éxodo es la inmigración de clanes semitas procedentes de Canaán y asentados en las regiones del borde oriental del delta. Esta situación es perfectamente verosímil y está bien documentada en lo hallazgos arqueológicos. La vida de los cananeos estaba sometida a los ciclos de lluvia y sequía, y en los períodos secos, tenían que refugiarse en Egipto, donde las crecidas del Nilo eran estables y seguras. En la tumba de los Beni Hassan podemos ver los retratos de algunos de estos semitas que venían a Egipto buscando granoCon todo, como ya vimos no hay que pensar que todos los clanes estuvieron en Egipto, sino que estaban ya previamente asentados en Canaán y se federaron a los recién llegados. Probablemente el núcleo de los procedentes de Egipto sería el de los clanes de la "casa de José", y también la tribu de Leví.2.- Historicidad del Éxodo y la alianza Estudiaremos en esta sección los resultados de la crítica histórica sobre los sucesos que culminan en la entrada en Canaán de las tribus procedentes de Egipto-esclavitud. No se puede dudar que una parte de los antepasados de Israel estuvo en Egipto en esclavitud. Una tradición vergonzosa como ésta no puede ser fruto de una invención. Muchos nombres de levitas son nombres egipcios. Nos consta que los egipcios habían empleado a esclavos hapiru semitas en las construcciones faraónicas.-éxodo: tampoco se puede negar que la salida de estos esclavos se realizó en medio de hechos extraños y admirables que dejaron una profunda huella en la conciencia colectiva. Aun aceptando que la versión actual está muy magnificada según las leyes de la épica, en el origen debió haber algún acontecimiento "providencial" que es la condición de posibilidad de que se generase esa tradición. El éxodo es el centro de la confesión del pueblo hebreo. No puede ser todo una leyenda.Es verdad que en las crónicas egipcias no hay ningún documento que confirme el hecho, pero eso no es de extrañar. Los egipcios no nos cuentan sus derrotas en sus documentos, y además en cualquier caso aquella derrota debió ser para ellos apenas un pequeño incidente, apenas digno de mención. Es más que dudoso que la propia persona del faraón capitanease el destacamento egipcio que persiguió a los egipcios fugitivos.-peregrinación y Sinaí: Durante la marcha por el desierto se dio una experiencia religiosa que marcaría definitivamente la vida del pueblo. Las estructuras básicas de la identidad religiosa de Israel cuajaron en el desierto.Un hecho tan decisivo y trascendental debió haber tenido un tiempo fuerte: lo que llamamos la experiencia del Sinaí, o acta fundacional de la alianza. No es posible determinar dónde estaba ese monte. Tampoco es posible seguir el mapa de la marcha del pueblo. Puede ser que distintas tribus viajasen por caminos distintos. En la Biblia se mezclan distintos itinerarios y no es posible secuenciar un itinerario único. Además los años del desierto no hay que concebirlos como un "viaje". Ese camino se puede cubrir en pocas semanas. Es más bien un género de vida, de itinerancia el que representan esos 40 años, más bien que un viaje lineal de un punto hacia otro. Parece además que gran parte de este tiempo lo pasaron junto al oasis de Qadesh Barnea.Además hay indicios que nos hacen pensar que hubo itinerarios distintos. Un grupo parece haber salido de Egipto por el Norte, y seguir la costa mediterránea para internarse en Canaán por el Sur, en lo que habría de ser después el territorio de Judá. Sería un grupo de hijos de "Lía", y según parece salieron de Egipto expulsados, y no huyendo.El otro grupo, el que sale por el este de Egipto van huyendo del faraón y evitan las rutas flanqueadas por las fortalezas egipcias. Sería este grupo el que cruzó el Mar Rojo y atravesó el Sinaí llegando a Canaán a través de las estepas de Moab por el este. Este sería el grupo de Moisés y Aarón, que habría tenido la experiencia de la alianza en el Sinaí.No cabe duda razonable sobre la existencia de Moisés. Los sucesos del éxodo y el Sinaí postulan una gran personalidad carismática. Todas las grandes religiones han tenido un fundador personal y no son fruto de experiencias colectivas anónimas. Recordemos el Islam, el Budismo o el Cristianismo.Lo mismo debemos pensar del Yahvismo, que en su conjunto representa una de las más sublimes intuiciones religiosas de la historia. Casi a priori tenemos que postular que debió existir un Moisés.Hay que reconocer que el libro del Éxodo ha simplificado y a su vez magnificado los recuerdos. El número de israelitas en Egipto nunca pudo haber sido tan numeroso como nos cuenta Ex 12,37 (600.000 combatientes, que con mujeres y niños darían una cifra de dos millones). ¿Cómo una población tan grande podía haber sido atendida sólo por dos parteras Sifrá y Puá? (Ex 1,15). Además si seguimos la cronología corta -cuatro generaciones', ¿cómo es posible que las 70 personas que han bajado a Egipto se hayan convertido en tan poco tiempo en 2 millones? La tradición de cifras elevadas puede provenir de una era muy posterior, quizás de los censos de Salomón, cuando el pueblo hebreo tuvo su época de máximo esplendor.Lo más lógico es pensar que los israelitas en Egipto fueron sólo unos pocos miles, a los que se irían quizás agregando otros clanes hermanos durante el recorrido por el desierto o después de su entrada en Canaán, hasta formar en tiempo de Josué la confederación tribal (Jos 24).En cuanto a la opresión sufrida, está también descrita en términos épicos, así como el relato de las plagas que culminarán en el permiso definitivo para que el pueblo salga de Egipto. Algunos han intentado dar explicaciones científicas a las plagas. Velikovsky propuso una explicación cósmica de un cometa que entró dos veces en contacto con la tierra provocando fenómenos que explicarían las plagas y la teofanía del Sinaí: el polvo rojo que coloreó el agua del Nilo, provocó úlceras, tinieblas, temblores de tierra, movimientos de agua...Otra explicación es geológica y piensa en la erupción del volcán Santorín que habría provocado fuertes mareas en el Mar de los Juncos. Otra explicación es naturalista y se apoya en la serie de fenómenos que suceden en Egipto con motivo de las crecidas del Nilo en los meses de julio y agosto.Sin negar que pudiera haber hechos extraños y coincidencias que impactaron profundamente la conciencia del pueblo hebreo en el momento clave de su liberación, preferimos ver en las plagas un género literario que transmite un mensaje teológico: la liberación de Egipto sólo puede explicarse mediante una intervención especial de Dios en favor de su pueblo. Dios libera al oprimido y castiga al opresor cuando éste se niega a convertirse. La acción divina puede tener sus mediaciones naturales en la astronomía, la geología, la historia, la sociología... Pero es sólo la religión la que nos da una lectura teológica de estos acontecimientos más o menos extraños o maravillosos, como signos de una actuación divina salvífica.B. La fe del primitivo Israel1.- Fechación de la alianzaSe ha debatido también mucho hasta qué punto la alianza pertenece a la época del desierto, o es una proyección al pasado de hechos que tuvieron lugar ya en época de la monarquía. Ciertamente en la Torah confluyen tradiciones muy antiguas con otras de la época del asentamiento en Canaán (Código de la Alianza), e incluso de la monarquía (código deuteronómico). La pregunta es si al menos la intuición fundamental de la alianza puede ser datada en el tiempo del desierto. Mendenhall, basándose en la semejanza de la alianza sinaítica con los tratados de alianza hititas, defendió que esta alianza debería ser contemporánea o poco posterior a los hititas, lo cual nos llevaría a situarla en el s. XIII, la época del desierto, y no más tarde en la época de la monarquía. Otros niegan que exista tanta semejanza con los tratados hititas, o mantienen que este modelo de alianza pervivió muchos siglos y pudo haber ejercido su influencia en Israel más tarde, en tiempos del Deuteronomio. Según esto la semejanza con los tratados hititas no nos serviría para datar la alianza del Sinaí en fecha temprana. Pero por otra parte hay que reconocer que la literatura profética anterior al Deuteronomio se refiere ya a la religión israelita como religión de alianza, implicando que este concepto estaba ya plenamente asimilado y no puede ser un desarrollo tardío. Otro argumento a favor de la antigüedad de la alianza es que supone la condición de posibilidad de la confederación tribal de los primeros años del asentamiento, y de la existencia de Israel y una mínima coherencia. Además las tradiciones recogidas en las fuentes yahvista y elohista tienen que ser lógicamente anteriores a la redacción de estas fuentes. Por tanto no podemos datar la alianza en el tiempo del Deuteronomio, sino que su núcleo central tiene que ser muy anterior.2.- Características del primer Yahvismo Para distinguir las características del primer Yahvismo habría que estudiar los textos que se consideran los más antiguos de todos en la literatura bíblica. Entre ellos:Canto de Débora: Jc 5Bendición de Jacob: Gn 49Canto de María: Ex 15,1-8Bendición de Moisés: Dt 23Salmos 29 y 68En estos textos aparece que en la religión fundada por Moisés, el Dios de la alianza es YHWH. Un Dios sin imagen, sin familia, sin localización geográfica, con un nombre impronunciable. El Yahvismo conserva la estructura de la religión patriarcal: elección, promesa, alianza. Es Dios quien elige a los hebreos y hace con ellos su pacto. Ambas partes se comprometen a cumplir su parte en el pacto con fidelidad. El atributo principal de YHWH es su fidelidad a las promesas.Se ha discutido mucho si el monoteísmo de Moisés fue un monoteísmo en sentido estricto o un henoteísmo. Depende de lo que se entienda por monoteísmo. En la religión mosaica Dios es creador (YHWH significa "el que hace existir"). No tiene familia. vive solo. Su poder alcanza no sólo al pueblo de Israel sino al mundo entero. Los israelitas sólo le pueden dar culto a él.Los hebreos admitían la existencia de otros dioses menores. Pero admitir su existencia no significa creer en ellos. Más bien se burlaban de su debilidad para defender a los suyos. Y esta relación burlesca mal puede ser llamada "fe". Israel sólo cree en Dios.Otra característica típica de la religión de Israel es lo que pudiéramos llamar "monoteísmo moral". YHWH, al contrario que otros dioses, no exige de los suyos actos de culto principalmente, sino una vida ética. No le satisfacen los holocaustos de quien daña a su prójimo. Esta es quizá la intuición más original y sublime de la religión de Moisés. De los diez mandamientos, siete hacen referencia a obligaciones éticas para con los otros hombres.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 4. Orígenes de la monarquíaJuan Manuel Martín-MorenoA. La crisis filistea1.- Los FilisteosAl mismo tiempo que las tribus israelitas se establecían en el país de Canaán en las montañas, otros invasores, los filisteos, se establecían en la costa mediterránea y formaban una pentápolis de ciudades en el territorio de las villas de Gaza, Asdod, Gat, Ecrón y Ascalón.Como ya vimos, las invasiones de los pueblos del Mar desestabilizaron toda la zona del Medio Oriente. Por una parte pusieron fin al imperio hitita en Asia Menor, tal como se refleja en los ciclos de leyendas relativos a la guerra de Troya. Por otra parte pusieron fin al esplendor del Imperio Nuevo egipcio, que perderá su influjo y hegemonía en la tierra de Canaán. Esta desestabilización es la que marca el final de la Edad del Bronce y el inicio del Hierro.Hoy día sabemos de la existencia de otros pueblos del Mar distintos de los filisteos, que también se asentaron en Canaán. Así por ejemplo, tenemos constancia de los teucros (Tjeker) mencionados en el papiro de Wen Amón que aparecen asentados en la costa norte, junto a Dor. Quizás los pueblos del Mar que han dejado huellas en Beisán no sean filisteos, sino sardos. En cualquier caso nos referiremos a los filisteos englobando a todos los otros restos de pueblos del Mar asentados en Canaán a finales del siglo XIII y principio del XII.Provenían de la isla de Creta (Kaftor: Am 9,7; Dt 2,23). Se les identifica con los Pelasgos = Pelestins (las consonantes g y t son intercambiables en griego). Los filisteos tienen un origen indoeuropeo, y hablaban un dialecto protogriego. Eran de talla más alta que los semitas y tenían costumbres completamente diversas. No se circuncidaban, lo cual resultaba extraño en una zona donde todos los otros pueblos practicaban la circuncisión. Por eso van a ser conocidos como "los incircuncisos". Lo mismo que sucedía con los indios de América que guardaban como trofeo de guerra las cabelleras de los blancos, el trofeo de guerra de los israelitas serán los prepucios de los filisteos (1 Sm 18,27).Introdujeron en la zona la industria del hierro, lo cual les dará una superioridad técnica en la batalla. Guardaron celosamente el monopolio de la industria del hierro y el acceso a las regiones mineras, lo cual les daba la ventaja en la batalla (Sm 13, 19-20). Llevaban coraza y casco (las palabras hebreas que designan estas armas son evidentemente extranjeras: (koba, shirion). Los hebreos llevaron estas armas solamente a partir del reinado de Ajab.La práctica de los combates singulares es una de las contribuciones culturales filisteas que podemos ver en el combate entre Goliat y David (1 Sm 17,8-9), y nos recuerda las páginas de la Ilíada.Parece ser que al principio los filisteos no intentaron adentrarse en la montaña ocupada por los israelitas, pero si hubo continuos enfrentamientos en la Shefela o tierra intermedia. La tribu que sufrió más a sus manos fue la de Dan que habitaba en el valle de Sorec, justo en la frontera filistea. El libro de los Jueces nos habla de esta confrontación (Jc 13-16). Al final los danitas tuvieron que abandonar el territorio para buscar otro en el norte, al pie del monte Hermón (Jc 18), donde fundaron un santuario que llegará a ser muy importante después del cisma samaritano. A mitad del siglo XI los filisteos comienzan a hacer sentir el peso de su superioridad y van conquistando todo el país de una forma permanente. Los primeros conflictos entre filisteos e israelitas nos los cuenta ya la historia de Sansón, pero estas relaciones se van a deteriorar aún más, hasta llegar a una lucha a muerte por la plena posesión del país de Canaán. Es en este momento cuando el sistema político hebreo, la confederación tribal se muestra incapaz de hacer frente a este desafío. Cuando se trataba de enfrentarse con los ataques esporádicos de la tribus del desierto, el sistema funcionó razonablemente bien, como podemos ver en los relatos de Gedeón (Jc 7), o cuando se trataba de frenar las aspiraciones expansionistas de un determinado rey de una ciudad cananea, tal como sucede en el relato de Débora (Jc 4).Pero ahora se trata de enfrentarse a un plan sistemático de conquista del país. Al sistema tribal hebreo le falta coherencia para resolver esta crisis. No existe un ejército profesional permanente. No hay un verdadero sentido de solidaridad. Cada tribu se preocupa sólo de defender su pequeño territorio, pero les falta una visión global del problema, y la capacidad de dar una solución de gran envergadura a la crisis filistea. Las excavaciones arqueológicas revelan la profundidad de la ocupación filistea. Incluso en ciudades tan alejadas de la costa como Beisán es posible encontrar huellas de ocupación de los pueblos del Mar. La instituciones israelitas se vinieron abajo estrepitosamente. En esta fase de la expansión filistea, Judá parece haber estado pacíficamente sometida a la hegemonía filistea, y no haberse unido a sus hermanos del Norte su resistencia contra el invasor. El control filisteo sobre los territorios nuevos se ejercía por medio de “guarniciones” asentadas en lugares como Guibeá, o Belén. Los primeros intentos de rebelión israelita consistirán en el ataque a estos destacamentos filisteos.2.- Diversas tendencias en las fuentes ¿Cómo puede un pueblo tener un rey y seguir reconociendo la realeza de YHWH? El nacimiento de la realeza fue muy conflictivo en Israel desde el punto de vista ideológico. Había resistencias a asimilarse a los otros pueblos de la región que tenían reyes. La monarquía ponía en peligro la soberanía de Dios, como podía bien verse en los países vecinos donde el rey llegaba a ser adorado como dios.Los israelitas tenían hasta entonces una constitución patriarcal, donde los Ancianos gozaban de la misma autoridad que el padre de familia, pero ampliada a todo el clan. Una corriente dentro de la tradición israelita se enfrenta abiertamente contra la monarquía. Otra tendencia verá la monarquía como una nueva etapa en la historia de salvación (2 Sm 7), que aporta la promesa de un rey Mesías.En el relato de 1 Sm 8-12 se combinan fuentes y tradiciones diferentes, no sólo desde el punto de vista literario o lingüístico, sino incluso ideológico. Una de estas tradiciones revela una actitud crítica contra la monarquía. Para el autor de esta fuente la iniciativa de instaurar la monarquía vino del pueblo y no de Dios (8,4-22). Otra fuente en cambio considera la realeza como don e iniciativa divinos (9, 11).La corriente opuesta al rey responde al juicio negativo dado sobre la realeza al final del primer templo. Los reyes son considerados responsables de haber dejado que Israel se resbalase hacia la desobediencia, y son los últimos responsables de la destrucción del Reino a manos de los babilonios.3. La Historia deuteronomista El libro de Samuel (un libro en la Biblia hebraica y dos en la griega) contiene el relato del nacimiento de la monarquía en Israel y pertenece a lo que desde Martin Noth se ha dado en llamar la historia deuteronomista, es decir, una historia de Israel compuesta desde el punto de vista de la teología del Deuteronomio. Dicha historia deuteronomista abarca los libros que en la Biblia Hebrea se conocen como “profetas anteriores”, es decir: Josué, Jueces, Samuel (1y 2) y Reyes (1 y 2). Las relaciones de pensamiento y vocabulario entre el Deuteronomio y estos cuatro libros se deja reconocer fácilmente. Aunque el último redactor de la obra deuteronomista es postexílico, sin embargo es claro que esta obra incorpora fuentes anteriores, elaborando tradiciones orales y documentos escritos que pertenecen a distintas épocas y autores. Inclusive esta historia no fue editada una sola vez, sino que hay huellas de diversas ediciones sucesivas. La historia deuteronomista es la obra de una "Escuela deuteronomista", en el mismo sentido en que hablamos de una "Escuela sacerdotal", o de una "Escuela de Isaías". Es frecuente que diversos escritos que se extienden a veces durante varios siglos se atribuyan todos al fundador de la escuela. En el caso de la escuela de Isaías, el conjunto de los oráculos se atribuye a un profeta del siglo VIII, aunque muchos de ellos pertenecen al siglo VII y VI. En el caso de la escuela sacerdotal que redacta sus textos en la obra postexílica, podemos ver el influjo del profeta Ezequiel. Para la escuela deuteronomista algunos subrayan muchos vínculos comunes con el pensamiento y el lenguaje del profeta Oseas, el profeta del amor de Dios. 4. Samuel ¿sacerdote, profeta, vidente?El hombre providencial de la crisis filistea será Samuel, una de las figuras de primera importancia en la historia de Israel. Es él quien jugó el papel más importante en el advenimiento de la monarquía. Pero ¿quién era Samuel? La Biblia nos le presenta a la vez como sacerdote habilitado para ofrecer el sacrificio (1 Sm 15), como "vidente" (9-10), como profeta (3,19-21) y como juez (7). No ha podido jugar todos estos papeles al mismo tiempo y es difícil decir cuáles de ellos ha ejercido.Ha sido a la vez el hombre de la tradición y el hombre del futuro. Hombre providencial que tuvo la intuición de que el régimen político de la confederación tenía que cambiar si es que querían hacer frente a la crisis filistea.De niño se había educado en el santuario de Siló, junto al sumo sacerdote Elí. Allí el niño Samuel fue testigo de todas las aspiraciones y las contradicciones del antiguo régimen. La historia deuteronomista ha subrayado el final de una época en la muerte de Elí y de sus hijos, y el final de Siló como templo relacionado con el arca. Esto abrirá la puerta a nuevos desarrollos en los que el arca estará ligada a David, a Jerusalén y al sacerdocio sadoquita. Samuel es el eslabón entre estas dos galaxias.Efectivamente Samuel escogió primeramente a Saúl como rey, pero cuando esta obertura de la monarquía acabó en un completo desastre, no se aferró a su primera opción, y fue flexible para cambiar y recomenzar de nuevo con David. B. Saúl, una primera intentativa1.- La subida al trono de Saúl Hay tres relatos sobre la subida de Saúl al trono: 1 Sm 11, 1-11.15: la elección se hace echando a suertes. Saúl confirma la elección mediante su victoria sobre Najas y los amonitas.1 Sm 8,4-22; 10,17-27: la iniciativa viene del pueblo que pide un rey. Samuel se muestra contrario a la idea. Es la fuente antimonárquica.1 Sm 9,1 - 10,16: el relato de las asnas perdidas. En este caso, la iniciativa parece venir de Dios.El más antiguo de estos relatos parece ser el primero. La elección de Saúl sigue la misma línea de las designaciones carismáticas de los jueces anteriores. Cuando la villa de Yabés de Galaad es atacada por los amonitas (1 Sm 11), Saúl toma la iniciativa y envía mensajes a "todo el territorio de Israel". Junta a las tribus en torno a su persona y consigue la victoria.En la historia de los jueces anteriores su vocación se terminaba tras la victoria. Esta vez Saúl recibe la unción real y es proclamado rey de una forma permanente. Después de haber asegurado la frontera oriental donde los amonitas habían intentado aprovecharse de la extrema debilidad de Israel se vuelve contra el verdadero enemigo, los Filisteos y su proyecto de conquista global.En Guibeá, en pleno territorio de Benjamín había un destacamento filisteo. y una estela que simbolizaba esta ocupación. Cuando Jonatán, el hijo de Saúl, abatió esta estela, los filisteos comprendieron que eso significaba la rebelión de los hebreos (1 Sm 13,3). Los filisteos se juntaron para combatir contra Israel. Saúl los venció en la batalla de Mikmás (1 Sm 13-14), y fueron rechazados hacia su territorio. Al principio de su reinado el territorio bajo el dominio de Saúl debió ser bastante pequeño. Probablemente Benjamín, Efraím y Galaad. El acceso a Judá estaba interrumpido por Jebus todavía en manos de los cananeos y gran parte del país estaba en manos de los filisteos.La victoria de Saúl en Mikmás liberó la Shefela hasta Ayalón, prácticamente toda la región de colinas hasta la región de Gat. Saúl puso su capital en Guibeá, que en adelante será llamada Guibeá de Saúl. Probablemente coincide con las excavaciones de Tel el Ful, donde se han encontrado restos de una fortaleza israelita de finales del siglo XI. Saúl establecerá su corte en el palacio de Guibeá, en el territorio de la tribu de Benjamín, que era su propia tribu. Todavía seguimos moviéndonos en el ámbito de la preponderancia de la "Casa de José" durante todo la época de la formación del Estado.2.- Luces y sombras del reinado de SaúlSaúl "estaba en la flor de su edad y era hermoso. Nadie entre los israelitas era tan bello como él. De hombros para arriba sobrepasaba a todos en estatura" (1 Sm 9,2). Tenía un verdadero carisma para guiar al pueblo pero tenía serios problemas sicológicos, probablemente un carácter maníaco depresivo que le hacía pasar por fases de exaltación y depresión. "El espíritu del Señor se había retirado de Saúl y un mal espíritu proveniente de YHWH le causaba terrores" (1 Sm 6,14). Pronto estos defectos se hicieron evidentes a todos. Su propia falta de seguridad personal le lleva a enfrentarse a Samuel, que le había designado. Samuel le retiró su confianza, quizás porque vio que Saúl no aceptaba ser una marioneta en sus manos. En ese momento comienza a brillar en la corte del rey la estrella de David, que se había presentado como un joven de gran talento y aspiraciones. Sus éxitos en la guerra provocaron los celos de Saúl, y David tuvo que huir para salvar su vida. Saúl se transforma en un personaje de tragedia en un descenso fatídico que le llevará hasta el abismo, fomentando una melancolía morbosa, la animosidad contra David, y la conciencia de estar en una posición inestable. Acaba por alienarse las fuerzas vivas de la nación. Se enfrenta sucesivamente con Samuel (1 Sm 15,24-31), David (1 Sm 20), los sacerdotes (1 Sm 22, 6-19), el ejército (1 Sm 14,45). Estas querellas internas le llevan a abandonar la gran empresa nacional que es la cruzada contra los filisteos. Estos libraron la batalla decisiva contra Saúl en los montes de Gelboé, al norte de la Samaría actual, y allí perdió Saúl el reino y la vida hacia el año 1010 a.C., después de haber visto caer a sus tres hijos. Una flecha le atravesó el vientre; para no caer en manos de los filisteos, tomó la espada y se arrojó encima. Los filisteos le cortaron la cabeza y colgaron su cuerpo y el de sus hijos de los muros de Beisán (1 Sm 31).Este cuadro sombrío y deprimente del primer rey de Israel tiene valor de signo. Cuando Jerusalén fue más tarde asediada por los babilonios, el último rey, Sedecías, fue a encontrarse con su adversario Jeremías que le había anunciado la ruina de su reino, y le puso la misma pregunta que Saúl había puesto a la nigromante de Endor. La respuesta que recibió fue la misma que recibió Saúl. El destino de la monarquía israelita estaba ya prefigurado en su primer representante.C. El reino de David1.- La subida de David al tronoHay también versiones diferentes sobre la manera cómo David apareció en la corte de Saúl por vez primera. Según 1 Sm 16,14-23 su presencia fue solicitada a causa de sus aptitudes musicales. En 1 Sm 17,12-30 es la victoria sobre Goliat la que le abre el camino hacia la corte real. Según 1 Sm 16,1-13, fue todo una iniciativa de Samuel que escogió carismáticamente al hijo de Jesé de entre sus hermanos. Encontramos la huella de fuentes diversas que han sido utilizadas por el redactor deuteronomista. Sin embargo el influjo del Deuteronomio es aquí menos evidente que en Jueces o Reyes.Una de las fuentes que se ha podido identificar es el "Relato de la subida de David al trono” (1Sm 16,1 - 2 Sm 7). Esta obra se ha solido fechar durante el esplendor cultural de la época de Salomón. Según esta opinión habría sido el comienzo de la historiografía como género literario en Israel. Hoy día hay quienes la sitúan en época posterior, en el siglo VIII o VII. Aunque muestra una admiración evidente por la persona de David, y ciertos rasgos tendenciosos, no es una historia "ad maiorem Regis gloriam", como las narraciones egipcias, tan serviles y aduladoras David llega a la corte de Saúl en Guibeá. Pronto cautiva a todos con su encanto. Es joven, rubio, "de buen aspecto y bella hechura (1 Sm 16,12). Tiene a la vez rasgos fuertemente masculinos par la guerra y la política, y rasgos femeninos como la música, la poesía, la ternura, las lágrimas el amor excesivo hacia sus hijos a quienes mimó y malcrió. Tenía una personalidad seductora, y pronto su encanto sedujo no sólo al rey, sino a la hija del rey, Mikal que será su esposa (1 Sm 18,17-26) y al hijo del rey, Jonatán que será su mejor amigo (Sobre la amistad de David y Jonatán, ver mi artículo: "El amigo fiel no tiene precio", Sal Terrae, 89 (2001) 782-784).El éxito militar de David va a suscitar la envidia de Saúl, que cambia su cariño del principio por ira y rencor. Una vez más fueron las mujeres con su admiración por David y cantando y danzando en su honor, las que despertarán los celos de Saúl. "Todos en Israel y Judá amaban a David, pero Saúl lo temía" (1 Sm 18,6-16). Tras resultar sospechoso, David tuvo que huir y se constituyó en jefe de una banda guerrillera en el desierto de Judá, al sur de Hebrón (1 Sm 22-24). Alrededor de él se congregan otros fugitivos a quienes el gobierno de Saúl había maltratado, justa o injustamente. Comienza así en el sentido más literal su "travesía del desierto". David lleva una vida de aventurero y bandolero, seguido por un puñado de proscritos. Consigue dar varios golpes de audacia, y varias veces escapa milagrosamente de la muerte. Su situación se hizo tan precaria que se tuvo que pasar con su puñado de hombres al servicio del rey filisteo de Gat (1 Sm 27-30). El rey Aquis le confió el territorio simeonita para asegurar un cierto orden frente a los amalecitas, otras tribus vecinas de la región en guerra con los filisteos. David se atrajo la simpatía de los clanes meridionales de la tribu de Judá. Aunque estuvo al servicio de los filisteos como mercenario, la Biblia subraya que nunca atacó a sus propios hermanos israelitas (1 Sm 27,8-12).Después del desastre de Gelboé, en el que Saúl murió y sus tropas se dispersaron, David fue proclamado rey por la tribu de Judá. La unción tuvo lugar en Hebrón (2 Sm 2,1-4). Mientras tanto en el norte el general Abner, el hombre fuerte de Israel había congregado las tropas dispersas y había pasado a la Transjordania para nombrar allí como rey a un hijo de Saúl, Ishbaal. Este reinó sólo dos años, porque sus propios oficiales le juzgaron incapaz. Finalmente, después de los asesinatos de Ishbaal y de Abner, la corona de Israel fue también ofrecida a David, ya rey de Judá, que era la única persona capaz de resolver aquella situación caótica. Así David llegó a ser a la vez rey de Judá y de Israel hacia el año 1.000 a.C. Se tratará con todo de una monarquía dualista, un Reino unido: David es rey sobre Israel y sobre Judá (2 Sm 5,5). Pero es un reino expuesto a tensiones y luchas intestinas que tenían que acabar tarde o temprano en un cisma.2.- El imperio de DavidDecíamos que siete años después de su unción en Hebrón, David se convierte en rey de todo Israel. Su primer problema fue dotarse de una capital. ¿Dónde? Elegir Hebrón o Belén equivaldría dar a la tribu de Judá una preponderancia que no había tenido nunca y suscitar los celos y el odio de las tribus del norte. Pero establecer la capital en el norte, significaba traicionar a sus compatriotas de Judá que le habían sido fieles en las horas difíciles. Además en el norte no sería sino un rehén en manos de los israelitas de Efraím y sus grupos de presión. Fue entonces cuando decidió conquistar Jerusalén que hasta entonces había estado en manos de los jebuseos. La ciudad jebusea ha sido hallada en las excavaciones arqueológicas. La fortaleza se encontraba en la colina oriental, limitada al este por el valle del Cedrón y al oeste por el valle del Tiropeon. Al fondo de la pendiente oriental se encuentra la fuente del Gihon. Los jebuseos tenían acceso al agua desde el interior de la muralla por medio de importantes obras de ingeniería. La fortaleza era verdaderamente inexpugnable. El rey jebuseo alardeaba de que incluso hasta los ciegos y los cojos podrían rechazar fácilmente a los asaltantes (2 Sm 5,6).Para David el sitio era ideal. Exactamente la frontera entre Judá y Benjamín. La ciudad no pertenecía al sistema tribal, ya nadie podría pensar que una tribu había sido especialmente favorecida. Jerusalén, fuera de los reclamos tribales, será "su" ciudad persona, la ciudad de David (2 Sm 5,9), la dote personal de la dinastía davídica donde podrá establecer su poder personal, su gobierno central, la administración y un ejército profesional que le será siempre fiel. Allí se rodea de símbolos de prestigio típicamente orientales, el palacio, el harén con numerosas esposas y concubinas (1 Cr 3,1-9), la guardia pretoriana de los "treinta" y los "tres" (1 Cr 11, 26-47). Centraliza en la nueva capital el poder administrativo, dotando a Israel de una burocracia y un equipo de funcionarios (1 Cr 27), y pone al frente del ejército al astuto general Joab, su pariente y su incondicional servidor.3.- Las guerras expansionistasY comienzan aquí las grandes aventuras militares de David. Primero se vuelve contra los filisteos y consigue una gran victoria junto a las aguas del valle de Refaim, junto a Jerusalén (1 Sm 5,17-25). A partir de ese momento los filisteos ya nunca serán una amenaza contra Israel y quedarán como estado vasallo. Pero no se contenta con eso. Aprovechándose del eclipse temporal de las grandes potencias de Egipto y Mesopotamia, se crea un pequeño imperio en Siria y Palestina. Las últimas ciudades cananeas son conquistadas. Moab (2 Sm 8,2) y Edom (1 Sm 8,14) se convierten en vasallos de David y le rinden tributo. Después de la toma de Rabbat Amón, se ciñe la corona de los amonitas (2 Sm 12,26-31). Interviene también en las querellas de los pequeños estados arameos y extiende su protección al reino de Hamat (2 Sm 8,8-11). La esfera de influencia de David, según el relato bíblico, se extendió desde Egipto hasta el Éufrates. Fue el momento de máximo esplendor de la historia de Israel.4.- La teología política de DavidPero la obra más duradera de David fue unificar el conglomerado amorfo de las tribus en torno a no tanto a su persona cuanto en torno a un proyecto político y religioso. El arca era el símbolo más significativo de la israelidad de Israel. Quizás la iniciativa más importante de todo su reino fue trasladar el arca a Jerusalén. Así vincula la nueva realidad política a las antiguas instituciones. El traslado del arca estuvo rodeado de gestos rituales y de un desbordamiento de alegría (2 Sm 6,1-23). Asume así el pasado de Israel, los años de pobreza, de servidumbre, de itinerancia. La función real y la administración del reino son la prolongación de antiguas promesas hechas a los antepasados de Israel, pero en un marco completamente nuevo.Y estas promesas de Dios a Moisés y a los patriarcas no van a quedar vinculadas sólo a su persona, sino a su dinastía, "la casa de David". Las promesas genéricas que Dios hizo a Israel son canalizadas ahora a través de David y sus descendientes. El rey Mesías del futuro será un descendiente de David. Las expectativas del pueblo se ven así condicionadas por la mediación de los reyes davídicos. La fidelidad a la alianza hecha con el Señor equivale a la fidelidad a la casa de David. 2 Sm 7 es el capítulo más importante en la historia de la monarquía. David quería construir una casa (templo) para el Señor, pero Dios le hace ver por la mediación del profeta Natán que no son esos sus planes. No es David quien va a construir una casa para el Señor, porque YHWH no es un dios que pueda quedar encerrado en una casa. Es Dios quien va a construir una casa (dinastía) a David. La realeza se perpetuará sin fin en la casa de David. La historia de Dios con su pueblo en adelante estará vinculada a una familia determinada. David es el prototipo del futuro Mesías. Esta teología mesiánica que encontramos en oráculo de Natán, será desarrollada en los salmos reales (2, 45, 89, 110...), y en los oráculos proféticos de Isaías (el libro de Emmanuel: Is 7-11) o de Ezequiel (Ez 34). Siempre habrá un rey davídico en el trono de Jerusalén. Esta dinastía no será jamás rechazada como fue la de David. Nunca los enemigos podrán prevalecer contra Israel mientras haya un rey davídico sentado en el trono de Jerusalén. Esta teología davídica dará una gran estabilidad al reino de Judá. De hecho durante toda la etapa del primer templo no hubo en Jerusalén ningún cambio de dinastía, mientras que en el norte se sucedían continuamente los golpes de estado. 5.- David y sus hijosLos últimos años del reinado de David estuvieron oscurecidos por guerras continuas. La revuelta de sus hijos, sobre todo de Absalón, será el banderín de enganche de todo el descontento que había Judá y en su antigua capital Hebrón, desde que David la abandonó para poner su capital en Jerusalén. Absalón es también un hombre hermoso, como David al tiempo de su juventud. Hace matar a su hermano Amón (2 Sm 13). Pero el rey se muestra débil hacia ese hijo, como lo había sido con todos sus hijos, y le da una segunda oportunidad (2 Sm 14, 28-33). Absalón prepara una conspiración y se hace proclamar rey en Hebrón. David huye de Jerusalén y se refugia en el desierto hasta que su general Joab finalmente puede aplastar la rebelión (2 Sm 15-19).La segunda gran crisis será la revuelta de Sheba (2 Sm 20), que explotará el descontento de las tribus del Norte, que habían perdido la hegemonía que habían tenido al tiempo de la confederación tribal. Estas revueltas nos muestran lo frágiles que eran los lazos forjados entre las tribus de Israel, y nos hacen ver las semillas del cisma futuro.Para la historia de este período descubrimos en la historia deuteronómica la presencia de una fuente de una calidad extraordinaria desde el punto de vista literario. Se la llama con el nombre de "Historia de la sucesión al trono" y engloba los capítulos 2 Sm 9-20 y 1 R 1-2. El autor del relato ha descrito con una lucidez cruel el desencadenamiento de las pasiones y las envidias de hijos y madres, junto con la debilidad del padre. Los sucesos se desenvuelven durante la ancianidad de un rey que se va a ver manipulado fácilmente por su entorno.Algunos piensan que tanto la “Historia de la subida de David al trono” como la “Historia de su sucesión”, son partes de un relato único. Dicho relato se centraría en la historia del arca desde su captura por los filisteos hasta su entronización en el nuevo templo construido por Salomón. Este relato se habría escrito con una finalidad apologética y debería ser datado en el siglo X, y no en la época del redactor deuteronomista.D. Salomón en el trono de David1.- Salomón administradorEra el décimo hijo de David, el cuarto nacido en Jerusalén. Hijo de Betsabé, cuyo adulterio había dado tanto que hablar, había asistido en la sombra a las rivalidades entre sus hermanos mayores. El reino de Salomón nos es conocido por dos fuentes: el libro de los Reyes (1 R 1,28-11,43) y el libro de las Crónicas (1 Cr 29,21-30; 2 Cr 1,1-9,31). En el libro de las Crónicas Salomón se ha hecho perdonar sus pecados gracias a la construcción del templo y el Cronista subrayará sólo los aspectos positivos del reino en el campo del culto y la liturgia. En cambio la historia deuteronomista se muestra mucho más crítica, aunque también cierre un poco los ojos sobre los aspectos más negativos del reinado Su reino comenzó con un baño de sangre. Su hermano Adonías y el general Joab fueron pasados por las armas, y sus partidarios debieron sufrir una purga (1 R 2).Beneficiándose de las victorias y la política tan hábil de su padre, Salomón no tuvo que combatir en sus fronteras. La guerra fue sustituida por la diplomacia. Los matrimonios con princesas extranjeras confirmaban los pactos políticos con sus países respectivos. Se casó incluso con la hija del Faraón (1 Re 3,1). La Biblia nos dice que “amó a muchas mujeres” (1 R 11,1). Llegó a tener 700 esposas y 300 concubinas. ¿Es posible “amar” a 1.000 mujeres a la vez. Pero en realidad el harén oriental tiene poco que ver con el amor. Es su símbolo de estatus social y de prestigio. Un monarca que quería hacerse respetar debía tener un harén muy numeroso.La paz que caracteriza su reinado le permite consagrar sus esfuerzos a otras tareas: creación de una administración unitaria que rompe el cuadro de las tribus e imita los métodos de los grandes imperios (1Re 4,1 - 5,8); trabajos considerables que embellecen la capital y la dotan de un palacio y un templo suntuoso. La alianza con el rey de Tiro le abre el comercio marítimo (1 Re 4,15-26); arma una flota mercante en el puerto de Esion Geber, cerca de Eilat, en las orillas del mar Rojo. Del Líbano trae madera para la construcción del templo. Con África comerciaba el oro, la plata, el marfil y el ébano (1 R 9,26-28; 10,11-13,22). La cantidad de metales preciosos traídos por Salomón es asombrosa: 420 talentos, que equivalen a 15.000 kilogramos.Controló las rutas de las caravanas, sobre todo la "via maris", imponiendo sus peajes (1 R 10,15). Creó un cinturón de villas fortificadas, que podemos ver todavía en los estratos arqueológicos de esta época en Jasor, Meguido y Gézer (1 Re 9,19). Reunió un gran número de caballos y de carros –1.400 carros y 12.000 caballos-, y construyó gigan-tescas caballerizas para albergarlos (1 R 10,28-29).2.- La religión y la literaturaLa realización más importante de Salomón fue la construcción del Templo de Jerusalén durante siete años. El arquitecto principal fue un ingeniero de Tiro (1R 6). El templo se inspiraba en los templos cananeos de tres recintos: el vestíbulo (ulam), el santo (hekal) y el sancta sanctorum (debir), una cámara oscura separada del hekal por el velo. En el lugar donde en los templos cananeos se encontraba el ídolo, encontramos en Jerusalén el arca de la alianza, con el propiciatorio y los querubines de oro, el lugar donde Dios encuentra su reposo. "Dios se sienta sobre los querubines" (Sal 80,2).Esta actividad de construcción en el templo y en el palacio real llevó a un florecimiento de las artes durante su reinado. El rey Salomón ha pasado a la historia como el rey sabio por excelencia. Compone proverbios, cantos, fábulas sobre animales y plantas (2 Sm 5,9-14). Israel acoge la sabiduría prestada de Egipto. Enseguida hablaremos del comienzo de los géneros literarios que estarán más tarde presentes en la Biblia, el género sapiencial, la lírica, la historiografía. 3.- Las sombras del reino de SalomónA pesar de estas manifestaciones brillantes, algunas grietas empiezan a notarse en el edificio. Salomón no tuvo el valor de su padre. Durante su reinado, Hadad, un hijo del rey de Edom destronado por David, se instaló de nuevo en su país (1 R 11,14-22). Razin funda en Damasco un reino arameo que pronto se convertirá en el primer rival de Israel (1 R 11,23-25).La acogida y asimilación del patrimonio cultural extranjero condujo también a serios conflictos. Las princesas extranjeras introdujeron en Jerusalén los cultos de los dioses de sus países de origen, y Salomón mismo se vio arrastrado a esos cultos.Para la construcción del templo y de las otras obras faraónicas, además de numerosos técnicos extranjeros, Salomón debió recurrir al trabajo forzado; impuso las levas no sólo a esclavos y extranjeros, sino aun a los israelitas. Millares de israelitas participaban en las brigadas de trabajo: 30.000 transportaban los materiales de construcción, 70.000 los cargaban, y 80.000 picaban piedra en las canteras. Esta multitudinaria mano de obra era dirigida por 3.000 capataces.Esta obra sólo podía ser llevada a cabo gracias a una organización compleja. De todo ello surgió un aparato de estado muy organizado y centralizado, que chocaba directamente con la antigua situación tradicional de las tribus y su organización patriarcal. Los funcionarios constituían una nueva clase social. Por primera vez hubo en Israel dos clases sociales enfrentadas. Quizás cuando el Yahvista describe la torre de Babel, o la opresión del pueblo en Egipto, podemos ver ahí una crítica velada de las estructuras grandiosas que estaban presentes en Israel en tiempo de Salomón.Fue necesario importar muchos materiales de construcción. Jiram, rey de Tiro, tenía el monopolio de la madera. Salomón tenía que pagar anualmente 8 toneladas de trigo y 8.000 litros de aceite de primera calidad (1 R 5,25). Al final de la construcción la deuda externa era tan grande que Salomón tuvo que dar a Jiram 20 ciudades israelitas de la Galilea a cuenta del pago (1 R 9,11).La lujosa corte salomónica se financiaba también desde el bolsillo del modesto contribuyente. Cada día consumía 12 toneladas de trigo especial y 24 toneladas de harina común, lo cual supone anualmente 4.380 tonelada se harina especial y 8.760 tonelada de harina común. El consumo diario de carne era de diez bueyes cebados, 20 bueyes alimentados con pastos y cien ovejas.La complicada administración salomónica se encargaba de recaudar los impuestos que recaían sobre todo sobre los territorios del Norte. Aunque la crítica bíblica principalmente sobre la idolatría de Salomón y los templos de sus mujeres, hay sin duda una crítica velada a estos sistemas grandiosos salomónicos, tan lejanos de la simplicidad y austeridad de las antiguas tribus.“YHWH se enojó contra Salomón por haber desviado su corazón de YHWH, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había dado instrucciones sobre esta cuestión, que no marchara en pos de otros dioses… Por haber actuado así y no haber guardado mi alianza y las leyes que te ordené, voy a arrancar el reino de tus manos y lo daré q un siervo tuyo. Pero no lo haré en vida tuya, en atención a David tu padre. Lo arrancaré de mano de tu hijo. Tampoco arrancaré todo el reino; daré una tribu a tu hijo, en atención a David, mi siervo, y a Jerusalén que he elegido (1 R 11,9-13).Como premonición de lo que iba a suceder tras la muerte de Salomón, el general Jeroboán se rebeló contra el rey. Notemos que Jeroboán es un efraimita, la tribu que más había perdido cuando se desplazó el centro de gravedad del país hacia el sur. Y el profeta que será su mentor espiritual es Ajías de Siló (1 R 26-40). Podemos ver estos dos nombres la alusión a viejos resentimientos de las tribus del norte contra la monarquía judaíta, que desembocarán en el cisma durante el reinado del sucesor de Salomón.4.- La literatura bíblica en toda esta épocaCon el establecimiento de la monarquía en Israel se hizo más necesario que nunca el uso de la escritura en la administración, el comercio, la corte… Desde este momento podemos hablar con seguridad de la existencia de escritos, y no sólo de tradiciones orales, aunque éstos no coincidan exactamente con los libros actuales de la Biblia y estén abiertos a sucesivas redacciones corregidas y aumentadas. La necesidad de justificar ideológicamente la monarquía davídica y sus instituciones debió llevar a redactar las tradiciones antiguas de los padres, de modo que sirvieran como aglutinante ideológico. Algunos asignan a esta época de los comienzos de la monarquía la fuente J (yahvista) que recoge las antiguas tradiciones de las tribus del Sur, aunque cada vez son más los que la fechan más tarde en el siglo VIII y VII.Von Rad es el que más ha hecho hincapié en valorar esta época de Ilustración salomónica, como cuna de la literatura de Israel. En la corte se crean escuelas para la formación de los escribas y funcionarios reales. Por supuesto que estos primeros escritos no gozan todavía de un status canónico de “Escritura”, pero comienzan a ser el germen de futuros desarrollos. Veamos algunos de los ámbitos en los que esta literatura comienza a generarse y transmitirse:En el marco del clan familiar siguen cultivándose las tradiciones orales: sagas, leyendas, relatos sobre el éxodo... A este ámbito familiar probablemente pueden remitirse textos como el cántico de María (Ex 15, 21) o el “cántico de los pozos” (Nm 21, 17-18).En los lugares de culto, especialmente el templo de Jerusalén, se transmiten leyendas, rituales, oráculos (como la bendición de Balaam en Nm 24)... Quizás en este ámbito se redacta el documento yahvista (que incluye el “decálogo”), y tal vez alguno de los salmos más primitivos.En ámbitos carismáticos vinculados a figuras religiosas (como Samuel) ajenas al mundo del sacerdocio hereditario, nacieron probablemente textos como el cántico de Débora (Jc 5), la historia del Arca (relato bastante unitario tal como se nos ha conservado, en 1 Sm 4, 1 – 7, 1), o las “florecillas” de Samuel, y quizá otras obras, desconocidos para nosotros pero mencionadas en la Biblia, como el Libro de las guerras de YHWH (Nm 21, 14) o el Libro del Justo (Jos 10, 13; 2 Sm 1, 18).En la corte se lleva a cabo una codificación de proverbios (que mucho más tarde será atribuida a Salomón), se confeccionan listas de funcionarios (como las que tenemos en 2 Sm 20, 23-26 o en 1 Re 4, 1-19) y se redacta el relato novelesco unificado de la ascensión de David al trono, su reinado y su sucesión.Como conclusión, podemos decir que en esta etapa de la historia del pueblo judío no existía aún ninguno de los libros que hoy conocemos como bíblicos. Sin duda había una búsqueda de la palabra de Dios y una experiencia de ésta; incluso tal vez algunos textos suscitaban cierta veneración religiosa, pero claramente no se tenía el sentido de una “Palabra de Dios” recogida por escrito y proclamada como tal. No hay todavía Escritura canónica.Incluso podría haber tradiciones diferentes sobre Jacob y sobre Israel, que en la redacción bíblica aparecen como un solo personaje. Al fusionarse las tribus que detentaban a uno u otro como epónimos, se fusionaron también los dos nombres en un solo personaje. Los relatos sobre la estancia de Abrahán en Hebrón pueden considerarse como un precedente legitimador del reinado de David, que tuvo su primera sede en esa ciudad. Los manejos de Rebeca para dar la primogenitura a su hijo Jacob, pueden ser un modo de legitimar el hecho de que Betsabé intrigó también para que el trono fuese a Salomón, a pesar de no ser el primogénito.Los que atribuyen estos escritos a una época postexílica, piensan que tratan de justificar los reclamos territoriales de los judíos en Hebrón y el sur de la montaña de Judea que cuando el exilio había sido ocupado por los edomitas (idumeos),Las hipótesis minimalistas recientes, a las que venimos aludiendo continuamente, ponen en cuestión este florecimiento literario de la corte de Salomón, y retrasan mucho la aparición de los primeros escritos bíblicos. Uno de los argumentos que más utilizan es la absoluta falta de inscripciones anteriores al siglo VII en todas las muchas excavaciones que se vienen haciendo en Jerusalén. Esta ausencia total de inscripciones escritas de este período contrasta con el número creciente de inscripciones que se van encontrando a partir de finales del siglo VIII. Parece como si de repente, en la época de Ezequías la sociedad israelita se hubiese alfabetizado de golpe. Ahora bien, aunque puede que antes de la alfabetización generalizada se hayan dado tradiciones orales y géneros literarios orales, sin embargo hay que suponer que el desarrollo de la literatura requiere una alfabetización previa, y mal podríamos hablar de un esplendor literario en la corte de Salomón en el siglo X, si para entonces el país no estaba aún alfabetizado y la escritura era sólo un instrumento en las manos de unos pocos escribas de la cancillería real de Jerusalén o de Samaría. Todo esto viene a poner un signo de interrogación en cuanto hemos dicho anteriormente sobre el esplendor literario de la corte de Salomón. Mal puede florecer la literatura cuando todavía no hay un público de lectores. Aunque Jerusalén se va configurando como el principal lugar de culto judío, existían todavía en Israel santuarios muy diversos. Los más antiguos (Siquén, Betel, Mambré, Beersheba, Penuel) son de origen cananeo; otros surgen en la época del éxodo (la tienda de la reunión, el arca de la Alianza) y aun después (Guilgal, Siló, Mispá, Dan, Ramá). Por su parte, Jerusalén será un lugar de culto asociado al Arca de la Alianza, sobre todo después de la construcción del templo por Salomón. Este culto al principio convivió con el de otros altares y templos dedicados también a YHWH, como es el caso del templo de Arad, descubierto por los arqueólogos. Sin embargo el templo de Jerusalén fue cobrando cada vez más importancia, hasta convertirse, en época de Josías, en único lugar de culto. Aun así, todavía surgieron santuarios nuevos como Elefantina, Garizín o Leontópolis, pero siempre tuvieron la sombra de sospecha de heterodoxia.Junto con los lugares de culto, vamos a mencionar el origen de las fiestas judías. Tres de ellas son muy primitivas, de origen cananeo y de carácter agrario, vinculadas después a acontecimientos religiosos: la Pascua o Ácimos (primera siega, levadura nueva, sacrificio de los corderos), la fiesta de las Semanas (ofrenda de las primicias de la cosecha,) y la fiesta de las Tiendas (fiesta de la vendimia). Estas tres fiestas comienzan teniendo un significado agrario en cuanto que están asociadas a los ciclos de la siembra y recolección, pero posteriormente asumen a la vez un significado histórico, en cuanto que son relacionadas con acontecimientos fundacionales de Israel. La fiesta de los Ácimos de sabor agrícola se ligará al sacrificio del cordero, de sabor más nomádico y pastoril, y se ligará al recuerdo de la Pascua y la salida de Egipto. La fiesta de las Semanas y la ofrenda de las cosechas se ligará muy tardíamente con el don de la Ley en el monte Sinaí. La fiesta de las Tiendas, para pedir las primeras lluvias antes de la siembra, se relacionará con los años de peregrinación en el desierto. En cuanto al shabbat, aunque es una institución antigua, no adquirió su fuerza como signo de identidad del pueblo hasta la época del destierro en Babilonia. Las otras fiestas tales como Hanuká y Yom Kippur son también posteriores.Martín-Moreno González, Juan Manuel, Historia de Israel, Universidad Comillas de Madrid, Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 5. El cisma y los dos reinosJuan Manuel Martín-MorenoA. Desarrollo del cisma1.- La Asamblea de SiquénDespués de la muerte de Salomón el reino unido se rompe definitivamente. El ejecutor del cisma será el general Jeroboán, pero el ideólogo es el profeta Ajías de Silo. El cisma hundía sus raíces en la época precedente.La unidad entre las tribus era muy frágil. Sólo una personalidad carismática como la de David había sido capaz de unirlas en un proyecto común. Ya en vida de David las tribus del Norte tuvieron un conato de escisión capitaneado por Sheba. Y también durante el reinado de Salomón, Jeroboán había hecho ya una primera intentona fracasada, en la que tuvo que exilarse en Egipto.Las tribus del norte preferían un reino más federal y carismático, y nunca aceptaron la concepción dinástica y fuertemente centralizada de David, que Salomón había extremado aún más. A la muerte de éste último quieren negociar con su hijo Roboán aprovechándose del momento en que nuevo rey tenía que ser jurado en Siquén, en su propio terreno.Siquén era el lugar donde se había sellado la alianza en tiempos de Josué, y parece ser que los reyes tenían que venir a Siquén para negociar con los representantes de las tribus de Israel. Estos quisieron imponer a Roboán una "Carta Magna" limitando sus derechos en lo relativo a impuestos y levas. "Tu padre ha hecho muy duro nuestro yugo. Si tú alivias ahora la dureza del yugo que tu padre nos impuso, entonces te serviremos" (1 R 12,4).La negociación fracasó y Roboán no fue suficientemente flexible para atraerse la confianza de las tribus. Rechazo el consejo de sus oficiales más ancianos para seguir el de sus compañeros de infancia, los consejeros de la nueva escuela "absolutista". Le empujan a avanzar en una línea aún más absolutista. Habían sido educados en la ideología moderna de los nuevos escribas de la corte y no conocían las antiguas tradiciones y fueros de las tribus, ni tenían sensibilidad hacia ellos.Los representantes del pueblo rompieron abiertamente con Roboán "¿Qué parte tenemos con David? ¡A tus tiendas, Israel!" Lapidaron a los representantes del rey y Roboán mismo tuvo que huir para salvar la vida (1 R 12,12-20).Roboán era incapaz de intentar la reconquista por la fuerza. Las tribus del Norte se dieron una nueva dinastía con Jeroboán de Efraím. Roboán se mantuvo a la defensiva y emprendió la construcción de un cinturón de fortalezas (2 Cr 11,5-10) cuyos vestigios han sido encontrados por los arqueólogos.2.- El cisma religiosoLa consecuencia más inmediata de este cisma político será el cisma religioso. El culto de Jerusalén suponía una amenaza para la monarquía de Jeroboán. Este no podía permitir que sus súbditos fueran a adorar a Dios en Jerusalén con ocasión de las grandes fiestas, y tomar parte en un culto donde los sacerdotes cantaban la gloria de David y su dinastía y la alianza eterna que Dios había hecho con la casa de David.Así Jeroboán fundó en los dos extremos de su Reino dos santuarios centrales para Israel: Dan y Betel, y erigió en cada uno de ellos un becerro de oro. "Israel, ahí están tus dioses, los que te han hecho salir del país de Egipto". Probablemente estos dos santuarios ya existían desde la época de los Jueces. El de Betel estaba ligado a la memoria de Jacob, mientras que la historia del santuario de Dan nos contada en el libro de los Jueces (Jc 17-18).El becerro de oro no era propiamente la imagen de Dios, como los enemigos de Jeroboán quisieron hacernos ver. Probablemente era sólo el pedestal. En Jerusalén también encontrábamos los Querubines como pedestal de Dios en el arca de la alianza, y este hecho no era considerado una idolatría.En cualquier caso resulta curioso que Jeroboán escogiese la imagen de un becerro como escabel de la gloria de YHWH, si ya para entonces ya existía la tradición jehovista que condenaba aquel becerro como un ídolo infame. ¿Estaría Jeroboán tratando de rehabilitar una costumbre antigua? O más bien ¿no será al revés? ¿No serán los autores de las tradiciones yahvista y elohísta los que han retroproyectado al desierto las prácticas cúlticas de Jeroboán para poder así condenarlas de una manera más efectiva? De hecho, después de la ruina del reno del Norte, el santuario de Betel fue purificado por el rey Josías, el nuevo Moisés legislador y restaurador (2 R 23,15).Jeroboán dudó antes de decidirse por una capital. No quiso ponerla en Siquén, la ciudad de los patriarcas, sino buscó como David una ciudad nueva, siete kilómetros más al norte, en Tirzá, en la vertiente oriental de la montaña. Pero su política religiosa fue opuesta a la de David. Quiso claramente separar la capital política de la religiosa, sin duda para evitar la interferencia de los sacerdotes en la vida del Reino. Pero de este modo perdió el prestigio y la solidez que el "altar" puede dar al "trono", aunque a veces los sacerdotes puedan interferir demasiado en la vida política.B. Características de los dos reinos1.- Situación política y religiosa del Reino de IsraelOtra consecuencia inmediata del cisma fue la pérdida del imperio que David se había labrado. Pronto Edom, Moab, Damasco y Amón van a reconquistar su independencia. Los dos reinos separados se convierten en potencias de segundo orden y van a ser atacados por sus vecinos.En el Reino del Norte, o Reino de Israel, hay que constatar ante todo una falta de estabilidad política. Jeroboán era un usurpador que había llegado al trono sin legitimidad. Cualquiera se va a sentir en el derecho de hacer lo mismo que el hizo. Los cambios de dinastía serán continuos. En los 279 años de existencia del Reino 7 de sus 19 reyes serán asesinados y uno se suicidará. Los continuos golpes de estado serán dados por generales ambiciosos que se irán sucediendo unos a otros.Israel era un estado mucho más vasto y rico que Judá. Desde el punto de vista militar, sus fuerzas fueron superiores a las de Judá. Israel comprendía los territorios de diez tribus y por tanto su ejército era más numeroso. Sin embargo hay que constatar también que estaba más expuesto a los ataques del exterior. Había en Israel una falta de homogeneidad interna, porque dentro del reino había quedado un gran número de cananeos no completamente asimilados culturalmente, que se aferraban a su religión y a sus costumbres, y habían aceptado el Yahvismo sólo de una forma superficial. Es en Israel donde la tentación del sincretismo religioso será más fuerte, y contaminará toda la vida agrícola del país con sus ritos mágicos de fertilidad. No olvidemos también que Israel estaba más en contacto con Fenicia y Siria, que ejercieron un gran influjo. Además el reino del Norte era mucho más rico que el de Judá, y había pasado por un proceso de concentración de la riqueza y la propiedad en grandes latifundios. Los contrastes entre el lujo y la suntuosidad de la nobleza samaritana y la miseria de las clases humildes era mucho más hiriente en el Reino del Norte que en el del Sur. 2.- Situación política y religiosa del reino de JudáEl reino del Sur era mucho más pequeño que el del Norte, ya que sólo comprendía las tribus de Judá y Benjamín. La frontera pasaba entre Jerusalén y Betel. Por eso la gran preocupación de los reyes de Judá fue hacer avanzar lo más posible esta frontera de manera que la capital, Jerusalén, no se encontrase expuesta en el caso de una guerra eventual (1 R 15, 16-22).Judá era mucho más homogéneo que Israel. La mayor parte de la población era israelita, y la configuración más montañosa del país la hacía menos accesible a los influjos exteriores.La tensión más fuerte en el interior del reino parece haber sido la presencia de una aristocracia habituada a la opulencia de los tiempos de Salomón, mundana y secularista, en contraste con los agricultores modestos, con una visión religiosa más tradicional. Como ya hemos visto, los contrastes sociales en Judá no fueron tan fuertes como en el territorio de Israel.La religión yahvista se conservó más pura en el sur que en el norte, aunque tampoco faltaron las contaminaciones cananeas. Pero en el sur veremos renovadas las tentativas por parte de los reyes de purificar los cultos idólatras, sobre toda en las reformas de Joás (2 Cr 23,16-,24,16), Ezequías, (2 Cr 29-31) y Josías (2 Cr 34-35).Lo que dará una consistencia más fuerte a la casa de Judá será la estabilidad aportada por la dinastía davídica, y su confianza en las promesas de Dios. 3. Hegemonía de IsraelLas fuentes para este período, además de los relatos bíblicos, son la inscripción moabita de Mesha y los archivos asirios de Salmanasar III. Todos ellos coinciden en darnos la idea de que el reinado de Omrí y sus sucesores fue muy poderoso, y que seguían teniendo un control sobre la Transjordania. Los omridas tuvieron que hacer frente al poderío creciente de los arameos, recién establecidos en Damasco y Hamat, y a las invasiones asirias de Salmanasar III.En el cuadro general de la época se trasluce que el reino de Judá durante este período estaba subordinado al de Israel. A pesar de que el libro de las Crónicas, en contraste con el libro de los Reyes, nos ha querido dar una imagen del rey Josafat de Judá como un poderoso e influyente príncipe (2 Cr 17-20), sin embargo todo parece traslucir que Josafat siguió una política de sumisión y alianza con el poder de los omridas del Norte, que se consumó con el matrimonio de su heredero Joram con Atalía, hija (o nieta) de Omrí (2 Re 8,18).Como veremos durante el siglo IX, Judá era una región semideshabitada, y Jerusalén era un pequeño pueblo sin ninguno de los atributos propios de una gran ciudad, o de la corte de un rey importante. Es sólo después de la reforma de Josías cuando se reescribe la historia retroproyectando al pasado la hegemonía de Judá que sólo tuvo lugar más tarde tras la caída de Samaría.C. Historia paralela de Israel y de JudáHemos descrito ya los rasgos generales que caracterizan la vida de los dos reinos. Nos es imposible aquí dar detalles sobre la historia de cada uno de los reyes de antes de la caída de Samaría (12 en Judá y 19 en Israel). Se puede leer el relato en 1 Re 14,1-2 Re 17,41 o en 2 Cr 10,1 – 27,9. (Las Crónicas nos cuentan sólo la historia de Judá), Se puede también consultar las Sinopsis cronológicas como la de la Biblia de Jerusalén. Reseñaremos aquí sólo las líneas de fuerza y los episodios más significativos. Podemos dividir en cuatro etapas la historia paralela de los dos reinos separados, durante dos siglos (931-722). 1.- Etapa de las guerras civiles (931-874 a.C.)No parece que Roboán hiciera ningún esfuerzo por reconquistar el territorio del Norte tras el cisma. El sentimiento general en Judá era "Que se vayan si quieren". Roboán intentó únicamente controlar la pequeña tribu de Benjamín para no dejar a su capital Jerusalén en la misma frontera. Así la Biblia nos habla de las 15 ciudades de defensa que Roboán construyó en la frontera (2 Cr 11,5-12).Los enfrentamientos mutuos fueron sólo ocasionales. Roboán debió hacer frente a la invasión del faraón Seshonq de la dinastía libia (XXII). En su campaña los egipcios tomaron Jerusalén y pillaron las riquezas del Templo, aunque tuvieron que retirarse inmediatamente (1 R 14, 25-26).Los sucesores de Roboán y Jeroboán continuaron sus guerras esporádicas, mientras tenían que hacer frente a las amenazas exteriores y a los intentos de rebelión de los pueblos que habían sido sometidos por David.A Roboán lo sucedió su hijo Abías por un breve período de 3 años. Abías murió joven dejando el trono a un menor, Asá que reinará 41 años en Jerusalén. La minoría de edad de Asá estuvo dominada por la reina madre Maakah. Asá pudo liberarse del influjo nefasto de su madre, y es ensalzado por la Biblia como uno de los pocos reyes de Judá que “hizo lo que es recto a los ojos de Dios” (1 R 15,11-15; 2 Cr 14,2).Entretanto en el Norte, tras 19 años de reinado de Jeroboán subió al trono su hijo Nadab que fue pronto asesinado por uno de los generales, Basá que consiguió afianzarse en el trono 23 años. El hijo de Basá, Elá, apenas reinó un año, y fue asesinado en otro golpe de estado, que tras una etapa de desórdenes civiles acabaría trayendo al trono a Omrí, un general que usurpó el reino de Israel y fundó una dinastía relativamente estable en el Norte (885-841 = 4 reyes). Las fuentes asirias seguirán llamando al reino de Israel "reino de Omrí", incluso mucho después de que la dinastía de Omrí hubiese ya desaparecido. La dinastía de los omridas ejercerá un gran influjo en el sur a través de los matrimonios con la casa de David. Omrí ha pasado a la historia como fundador de la nueva capital de Samaría, después de haber abandonado Tirzá. Samaría se encuentra en el lugar donde se cruzan todas las carreteras que atraviesan la montaña de Efraím. Fue construida sobre una gran colina orientada hacia el oeste, hacia el mar. La opción de una nueva capital posibilitó a la nueva dinastía tener una cierta independencia respecto a las rivalidades tribales. La compra que Omrí hizo de la colina de Samaría es una acto análogo al de David cuando compró la era de Arauná el jebusita y construyó allí un altar. Samaría tendrá el estatuto de villa real, y será construida con un influjo masivo de la arquitectura fenicia. El barrio real da testimonio de la riqueza de2.- Etapa de las reinas idólatras (874-835 a. C.)En 870 a.C. subió al trono de Jerusalén el rey Josafat, uno de los pocos reyes alabados por la Biblia. Durante sus veinte años de reinado floreció el comercio y la economía. Edom fue sometido de nuevo y Josafat abrió las rutas caravaneras hacia el Mar Rojo. También reorganizó el sistema de justicia y pasó a la historia como rey piadoso. Pero su gran error fue la alianza con los reyes omridas de Israel, gracias al matrimonio del heredero judío Jorán con Atalía, hija del rey Omrí. Esta alianza mezclará el destino de Judá con la política idolátrica de los omridas. (La Biblia nos dice unas veces que Atalía era hija de Omrí -2 R 8,26; 2 Cr 2,22- y otras que hija de Ajab: 2 R 8,18; 2 Cr 21.6). La cronología favorece la tesis de que era hija de Omrí. Pero en el caso de que fuese hija de Ajab, también podría ser considerada en sentido amplio “hija de Omrí”, o sea, descendiente de Omrí, o miembro de su dinastía.5 años antes de la entronización de Josafat en Judá (875 a.C.), había subido al trono de Samaría Ajab, hijo de Omrí que pronto se casó con Jezabel, hija del rey de Tiro. Ajab fue un gran constructor, el mayor constructor de Israel antes de Herodes.Jezabel, cuyo nombre significa "Zebul existe" era la hija de un sacerdote de Baal que se apoderó del trono después de haber asesinado a su predecesor. La Biblia acusa a Jezabel de haber tenido una influencia perniciosa sobre su marido (2 R 21) y de haber favorecido el culto a Baal en el reino de Samaría (1 R 16,31-32).Ajab es el primer israelita que aparece en una fuente no bíblica. La estela del rey moabita Mesha, nos da su nombre como "hijo de Omrí". (Recientemente ha aparecido una inscripción donde podemos leer el nombre de David, según algunos epigrafistas). Ajab se unió con los arameos y otros pueblos vecinos para formar una gran coalición y detener el avance de Salmanasar III, rey de Asiria en la batalla de Qarqar (853) a.C.). El monolito de Salmanasar nos dice que Ajab participó en la batalla con 2.000 carros y 10.000 infantes. La impresión general que obtenemos de la dinastía omrida es que en este tiempo Israel era muy fuerte, y ejerció una hegemonía sobre los estados vecinos, Judá, Moab y Aram. Sin embargo, según la Biblia, los casi veinte años del reinado de Ajab se pasaron en continuas guerras contra los arameos en situación de una cierta inferioridad. Esto puede deberse a la tendencia bíblica a denigrar a los reyes impíos y por eso algunos piensan que las guerras arameas que la Biblia atribuye a Ajab, pueden haber tenido lugar más tarde, en el reinado de la dinastía de Jehú, cuando el poder israelita había declinado mucho. Según la Biblia, Ajab murió cuando, acompañado por Josafat, rey de Judá, guerreaba contra los arameos que habían sitiado la ciudad de Ramot de Galaad. Llevaron su cadáver a enterrar a Samaría. El autor deuteronomista se ensaña con él nos da la noticia tétrica de que al lavar su cadáver junto a la alberca, “los perros lamieron su sangre y las prostitutas se bañaron en ella” (1 Re 22,38). Es la muerte del rey impío en la que se cumple la profecía de Elías que anunciaba un castigo por el asesinato de Nabot y el robo de su viña (1 Re 21,20-24). Sobre los problemas de concordismo cronológico, ver página aparte.De la unión de Ajab y Jezabel nacieron dos hijos: Ocozías y Jorán, que llevan nombres yahvistas a pesar de los orígenes de su madre. Los dos hijos sucederán a su padre en el trono y los dos tendrán muertes violentas. Ocozías apenas reinó un año y murió de un accidente al caerse de un balcón en Samaría en 851 a.C. (2 Re 1,2). Le sucedió su hermano Jorán que, tras 6 años de reinado, pereció a manos de Jehú en el golpe de estado que trajo el fin a la dinastía omrida.Mientras tanto Atalía, hermana (?) de Ajab, se había casado con un hijo de Josafat, rey de Judá, por nombre también Jorán. Atalía se mostró en Jerusalén tan fanática del baalismo como lo había sido su madre en Samaría. Sus intrigas dominaron la corte durante el reino de su marido Jorán y de su hijo, llamado también Ocozías como el efímero rey de Israel. Ocozías reinó en Judá sólo un año porque fue asesinado por Jehú. Por mala fortuna Ocozías había ido a visitar a su pariente Jorán, el rey de Israel en Yizreel, justo cuando Jehú se alzó contra Jorán y realizó una matanza en Yizreel en la que perecieron los dos reyes junto con Jezabel y otros miembros de la familia real omrida. Entonces Atalía, al enterarse de la muerte de su hijo Ocozías, se hizo proclamar reina. Siempre fue consciente de haber usurpado el trono de David, y a causa de esto intentó exterminar a todos los descendientes de David. Sólo se salvó el pequeño Joás, escondido por su ama de cría en el templo, sin que la reina lo supiese. Allí vivió mientras Atalía reinaba en el país.Pero el baalismo de Atalía no pudo echar raíces en Judá como lo había hecho en Israel. Era sólo una moda pasajera entre la aristocracia ilustrada de Jerusalén. Las raíces yahvistas en Judá eran demasiado fuertes. 3.- Etapa de las revoluciones conservadoras (841-783 a.C.)Las dos reinas de Israel y de Judá, madre e hija, murieron trágicamente como consecuencias de revoluciones conservadoras. La reacción yahvista se impuso primero en Israel bajo el influjo del profeta Eliseo. Fue el profeta mismo quien eligió al general Jehú como ejecutor del plan de Dios para restaurar el Yahvismo. (2 R 9,1-13). Apoyado en el descontento popular, el general Jehú, presionado por Eliseo, dio un golpe de estado, se llegó precipitadamente a Yizreel y mató a Jorán, rey de Israel, a su madre Jezabel, y a Ocozías, rey de Judá, hijo de Atalía, que había venido a visitar a su familia. El resto de la familia real samaritana fue exterminada. Pero durante siete años Jehú no pudo eliminar a Atalía de Jerusalén.Jehú nos es conocido también por una fuente extrabíblica, el obelisco negro de Salmanasar III, en el que el rey asirio nos cuenta su campaña contra Jazael de Damasco. En el obelisco aparece el rey Jehú postrado ante el rey de Asiria. A pesar del golpe de estado, la situación internacional continuó deteriorándose e Israel perdió toda la Transjordania a manos de los arameos.Siete años después de la muerte trágica de Jezabel, su nieta Atalía perderá también el trono y la vida en Jerusalén, a causa de otra revolución conservadora, que entronizó al pequeño Joás, el niño que había vivido escondido en el Templo.El instigador de la revolución en Israel había sido Eliseo el profeta. El instigador de la revolución en Judá fue el sumo sacerdote Yehoyadá. Se trató de un entendimiento mutuo entre el clero y el ejército para entronizar una vez más en Jerusalén a la casa de David destronada por Atalía.La segunda mitad del siglo IX verá un rápido declinar de los dos reinos como resultado de las guerras arameas y del momento glorioso de Jazael de Damasco que impuso su hegemonía sobre toda la zona. En este tiempo de las guerras arameas se sitúa parte del ministerio del profeta Eliseo.4.- Etapa del renacimiento de ambos reinos (783-740 a.C.)En la primera mitad del s. VIII ambos reinos conocieron un renacimiento efímero, y sus fronteras volvieron a extenderse casi hasta los límites del imperio de Salomón. Israel reconquistó los estados arameos y Moab, mientras que Judá recuperó Edom y abrió de nuevo la ruta caravanera hacia el mar Rojo. En Judá esta época corresponde al largo reinado de Ozías, y en Israel al reinado aún más largo de Jeroboán II.D. Los profetas del siglo IXHemos visto ya la influencia que tuvo la religión en determinados cambios políticos importantes que tuvieron lugar en este período. Entre las fuentes utilizadas por el redactor deuteronomista hay que subrayar la historia de Elías, compuesta a finales del s. IX, y la historia de Eliseo. Ambos relatos son la base de los ciclos de Elías (1 R 17-2 R 1) y Eliseo (2 R 2-13) en el libro de los Reyes. Ambos son dos piezas magistrales de historiografía.Estos capítulos nos narran la vida de ambos profetas, pero sus palabras y acciones se refieren ante todo al conjunto de la historia política del destino de todo el pueblo. Encontramos en el relato datos sobre la vida privada y familiar de los profetas en la esfera de un cuadro familiar arcaico, y elementos fantásticos y legendarios. Elías y Eliseo multiplicaron los alimentos, curaron leprosos, potabilizaron aguas malsanas, resucitaron muertos, procuraron agua a todo un ejército, abrieron y cerraron los cielos. Pero fue sobre todo su actividad política la que cambió la historia. No es posible divorciar la religión de la política. En ciertas horas históricas junto con las personas que prosiguen sus celebraciones litúrgicas en honor de sus dioses, otros hombres y mujeres no pueden pasar en silencio los crímenes evidentes del gobierno y elevan su voz para protestar contra la opresión de los pobres, y la tiranía del poder absoluto que se convierte en una verdadera idolatría. Nos demuestran que hay momentos en que no es posible actuar en nombre de Dios si no es oponiéndose a la corriente dominante del trono o del altar. Hay quienes han relacionado la fuente elohísta de la Torah con las enseñanzas del profeta Elías, aunque éste no escribió nada personalmente. La fuente elohísta es un relato continuado de la historia desde la perspectiva de las tribus del Norte. Los textos no tienen la viveza pintoresca de los del Yahvista. Son más simples y fluidos, y también más tiernos. Se centran en la historia de Israel sin preocuparse de la historia de la humanidad. Pero lo que pierden de dinamismo lo ganan en profundidad moral, son un sentido más fuerte del pecado, de la trascendencia de Dios y de las exigencias de la alianza. Hoy día son muchos los que se niegan a reconocer que existiera una fuente elohísta, entendida como un documento escrito que circulase con existencia propia. Más bien opinan que se trata de unas tradiciones orales procedentes de las tribus del Norte, que en un cierto período, a la caída de Samaría, se fusionaron con tradiciones semejantes de las tribus del Sur recogidas en el documento yahvista.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 6. La crisis asiriaJuan Manuel Martín-MorenoA. La ruina del Reino del Norte1.- El imperio asirio y sus sucesivas llamaradasPodemos comparar el imperio asirio con un horno que intermitentemente emite grandes llamaradas, pero después no deja sino brasas. Entre 1350 y 600 a.C. El horno asirio estuvo siempre encendido y preparado para emitir una nueva llamaradas de esas que eran capaces de incendiar todo el Oriente.Se trata de un pueblo semita de la Alta Mesopotamia, en las márgenes del río Tigris. Han pasado a la historia como símbolo de violencia y crueldad. Construyeron su imperio sobre la masacre, la tortura, el genocidio y las deportaciones en masa. Su arma más importante era el pánico que su solo nombre inspiraba a sus enemigos.Estas masacres se combinaban con "juegos" más inocentes como la caza de los leones, el deporte favorito del rey y de toda la corte, según ha quedado reflejado en los maravillosos relieves de los palacios asirios que han salido a la luz en las excavaciones. La arqueología asiria ha sido una de las que ha tenido resultados más gratificantes.Las primeras llamaradas han tenido lugar en los siglos XIII y XI, pero duraron muy poco, y en ningún caso llegaron hasta el país de Canaán. En la época de Jehú, rey de Israel (850), parecía llegada la hora de los asirios para su expansionismo. Salmanasar III extendió su poder a todo el Oriente. En el obelisco negro podemos ver al rey samaritano Jehú, humillado a los pies del rey asirio. Pero fue todavía una falsa alarma, y el horno se enfrió una vez más. Es finalmente hacia el año 750 cuando llega definitivamente la hora de la vocación imperialista de Asiria. Esta vez la llamarada va a abrasar todo el Creciente Fértil. Asiria, por vez primera en la historia universal, va a fundar un imperio que abrace toda la Mesopotamia, la Siria, la Palestina y Egipto. La hegemonía de Asiria marca el fin de lo que hemos llamado el largo "vacío de poder" en el Creciente Fértil. Este vacío de poder duró casi cinco siglos (XIII-VIII) e hizo posible la existencia de pequeños reinos independientes. Pero a partir del siglo VIII ya no habrá lugar para pequeños reinos independientes, como había sido el de David, o los de Judá e Israel. Sólo caben grandes imperios universales que se irán sucediendo unos a otros: Asiria, Babilonia, Grecia, Roma...El autor del renacimiento asirio en el s. VIII fue Teglatfalasar III (745-727). En 743 Teglatfalasar apareció en Siria y conquistó una tras otra todas las ciudades arameas. Salmanasar V (726-722) y Sargón II (721-705) completaron la ocupación de toda la Palestina. Assarhaddon y Assurbanipal (680-621) conquistaron Egipto, llevando así el imperio asirio a su máxima expansión.2.- La guerra siro-efraimitaLa desaparición del reino de Israel veinte años después del próspero reinado de Jeroboán II exige una explicación. Parece que la desastrosa política de los últimos reyes de Israel basta para explicar la caída de la capital y la desaparición tan rápida del reinoRehusando reconocerse vasallos de Asiria, los reyes Pécaj y Oseas intentaron orquestar una política antiasiria que estaba condenada al fracaso. Durante los últimos 25 años del reino de Samaría, hubo siete reyes distintos. De entre ellos cuatro fueron asesinados, y un quinto murió en el exilio. Había en Israel un partido pacifista que quería aceptar el vasallaje y pagar tributo. Pero el partido belicista intentó hacer frente al enemigo por medio de alianzas con otros pueblos para formar un frente común. En la corte todo eran complots e intrigas. Los crímenes y la opresión de la aristocracia samaritana había debilitado el sentido de solidaridad en el país. El lujo de los palacios de marfil había resquebrajado los valores tradicionales. La fe yahvista corrompida por los cultos de Baal no podía ser el aglutinante para una cruzada de salvación nacional. Faltaban jefes capaces de guiar al pueblo en aquella hora de prueba. Cada relevo de gobierno dirigía el barco más directamente contra los escollos. Israel estaba perdido.El partido belicista liderado por el rey Pécaj hizo alianza con el rey de Damasco para formar una alianza antiasiria. Para reforzarla, Israel y Damasco quisieron obligar al reino de Judá a unirse a ellos. El rey de Damasco Rasón, un usurpador, parece ser el líder de dicha coalición antiasiria. Su objetivo era crear una “Gran Siria”, extendiendo su hegemonía sobre Israel y sobre Judá y aliándose también con los filisteos y los fenicios. Esta Gran Siria, en la mente de Rasón, sería la única alternativa válida a la política imperialista de los asirios.Cuando el rey de Judá rehusó adherirse a la coalición, los aliados de Israel y Damasco decidieron poner sitio a Jerusalén, para deponer al joven rey Ajaz y colocar en su trono a un rey antiasirio de su propio gusto, el hijo de Tabel, lo cual hubiese supuesto la aniquilación de toda la familia real, de toda la casa de David.. Esta guerra, conocida desde Lutero como la “guerra siro-efraimita”, es el marco del libro de Emmanuel del profeta Isaías. El nacimiento en Jerusalén de un príncipe -¿el futuro rey Ezequías?- es el signo que Dios dio al rey Ajaz para persuadirle a seguir la política que el profeta Isaías le indicaba (Is 7,10-17). No tengas miedo y confía en Dios, porque ese niño que te va a nacer no va a ser exterminado por tus enemigos. Crecerá y vivirá a ser un rey, y antes de que tenga uso de razón, los enemigos se habrán retirado sin hacerte daño.La política de Isaías fue siempre no hacer alianza con los pueblos extranjeros y no someterse a ellos. Isaías favorecía más bien una política puramente defensiva reforzando los baluartes de la ciudad, y sobre todo reforzando la confianza en el Dios de la alianza.Ajaz de Judá no quiso aliarse con Rasón de Damasco, pero, rechazando también los consejos de Isaías, pidió ayuda a los asirios para defenderse de la coalición siro-efraimita que lo amenazaba. Teglatfalasar III regresó a la escena y conquistó Tiro y Damasco (732 a.C.). Teglatfalasar confirmó en el trono de Samaría a Oseas, que acababa de asesinar a Pécaj. Deportó a muchos israelitas y anexionó las provincias del norte del reino de Israel, la Galilea y la Transjordania. Israel vio su territorio reducido prácticamente a la montaña de Samaría. Fue el principio del fin para el reino de Samaría, pero fue el comienzo de una época de florecimiento para Judá que gozaba del patronazgo de los poderosos asirios y pudo así aprovecharse de la ruina de sus vecinos.3.- La caída de Samaría (¿722?)Pécaj fue asesinado por Oseas y éste se hizo con el poder en Samaría. De momento pareció someterse a los asirios, pero pronto buscó un apoyo en Egipto, poco después de la muerte de Teglatfalasar III en 727. Los reyes vasallos soñaban con sacudirse el yugo asirio, y reclamaron la ayuda de los egipcios que también se sentían amenazados.En las inscripciones dos reyes asirios diversos se atribuyen la toma de Samaría, el rey Salmanasar V y el rey Sargón II. El primero metió en prisión al rey Oseas. Privada de rey Samaria era una presa fácil. Salmanasar V murió al parecer poco después de la toma de Samaría, o durante el sitio de la ciudad.El sitio de Samaría duró tres años. Parece que la ciudad no fue destruida completamente, pero sus habitantes fueron exiliados en tiempo de Sargón II. En un documento conservado Sargón II se precia de que reconstruyó la ciudad y la dejó más hermosa que antes. Una parte de la población continuó viviendo en la ciudad y desarrollando sus oficios. La ciudad se convirtió en un centro administrativo asirio dirigido por un gobernador y con la obligación de pagar un tributo anual. Se trata de la provincia asiria de Samerina. Pero en adelante la ciudad de Samaría ya no será capital de un reino. Muchos pobladores fueron traídos por los reyes asirios para colonizar la tierra. Traerían sus propios dioses, pero adorarían también a YHWH, el dios local de la nueva tierra donde se asentaban. Parece ser que algunos de los templos yahvistas continuaron existiendo al menos hasta la época de Josías que destruyó el templo de Betel (2 R 23,25).B. Judá durante la crisis asiria1.- El rey Ezequías como signo del futuro MesíasYa hemos visto cómo el reino de Judá vivió la gran crisis del expansionismo asirio en el momento de la guerra siro-efraimita. El rey Ajaz tomó el partido de los asirios y no se dejó arrastrar a la alianza de Samaría y Damasco. Una inscripción de Teglatfalasar lo cuenta entre los tributarios del rey asirio. Pero al hacer alianza con los asirios desobedeció el consejo que le había dado el profeta Isaías. Jerusalén quedó abierta a las influencias religiosas venidas de Asiria y el rey Ajaz se hizo responsable de un sincretismo religiosos. "Hizo pasar a su hijo por el fuego, según las costumbres abominables de las naciones que YHWH había arrojado delante de los israelitas. Ofreció sacrificios de incienso en los lugares altos, sobre las colinas y bajo todo árbol verdeante" (2 R 16,3-4). Ya nos hemos referido anteriormente a su postura durante la guerra siro-efraimita.Se ha solido ver en el pequeño príncipe que nació durante la invasión de los confederados al futuro rey Ezequías, que será el prototipo del rey piadoso. La Biblia que juzga a las personas sólo desde su ángulo religioso, ha censurado la impiedad de Ajaz contrastándola con la piedad de su hijo Ezequías. Pero desde un punto de vista estrictamente político hay que reconocer que la política de Ajaz de alianza con los asirios llevó a Judá a un período de un inusitado esplendor. Mientras que antes Judá era sólo un reino insignificante con una pequeña capital, es sólo ahora cuando Jerusalén dobla su tamaño, y Judá, el único estado leal a los asirios, se vio recompensado por ellos con una gran magnificencia. En cambio la política de Ezequías fue desastrosa para Judá desde el punto de vista político. Es verdad, como señala la Biblia, que logró salvar a la ciudad de Jerusalén, pero a costa de ver destruido todo el territorio y perder gran parte de la hegemonía conseguida por su padre.Porque efectivamente Ezequías había cambiado completamente la política de su padre Ajaz para seguir una política personal y reformadora. "Fue él quien suprimió los lugares altos y rompió las estelas y lugares sagrados, y quebró en pedazos la serpiente de bronce que Moisés había fabricado. Es en el Dios de Israel en quien puso su confianza" (2 R 18,4).Judá acogió en Jerusalén a los refugiados que huían de Samaría, y traían sus libros y las tradiciones peculiares del Reino del Norte, o sea los relatos de las tradiciones elohísta y deuteronomista que van a enriquecer la herencia cultural y religiosa de Judá. Esta reforma religiosa y la purificación de los ritos asirios introducidos por Ajaz equivalían a una declaración de guerra. Los asirios bajo Senaquerib prepararon la campaña contra Judá. Mientras el enemigo se acercaba, Ezequías se apresuró a fortificar su capital con nuevos muros y torres. Para asegurar el suministro del agua perforó en la colina del Ofel un acueducto encontrado por los arqueólogos. En dicho acueducto apareció una inscripción bien conocida que nos narra el modo cómo fue construido el túnel (Is 22,8-14; 2 Cr 32, 2-5, 30).Senaquerib tomó todas las plazas fuertes de Judá y encerró a Ezequías en Jerusalén "como un pájaro en la jaula". La campaña de Senaquerib nos es narrada con detalles en el prisma hallado en Nínive. Según este prisma, Ezequías tuvo que pagar un pesado tributo y ver su territorio invadido y saqueado. En adelante reinará sobre una mínima parte de Judea. Pero la Biblia subraya que Senaquerib no pudo tomar la ciudad de Jerusalén. Este fracaso del enemigo había sido ya anunciado por Isaías (Is 29,1-8). Una plaga hizo estragos en las filas asirias (2 R 19,35). Algunos han visto aquí un paralelismo con la información de Herodoto que habla de una invasión de ratas que detuvieron el avance de Senaquerib camino de Egipto. ¿Pudo tratarse de la peste? La Biblia nos dice que "el ángel de YHWH vino y golpeó el campamento asirio matando a 185.000 hombres. Por la mañana al despertarse, no había más que cadáveres" (2 R 19,35). Otros piensan que el ángel del Señor fue un ejército egipcio capitaneado por el príncipe Tirhaqa, que habría obligado a los asirios a levantar el sitio atrayéndoles hacia la batalla de Eltekeh donde hubo una gran mortandad por ambas partes.No resulta fácil concordar los detalles bíblicos con los detalles del prisma de Senaquerib. Cada documento cuenta esta campaña desde su propia perspectiva. Hay datos en la misma Biblia para pensar que, a pesar de la salvación de Jerusalén, esta campaña no fue tan gloriosa, sino que llevó a la destrucción de Judá y sus ciudades y al pago de un tributo al final de la campaña. El territorio de Judá quedó muy reducido a la montaña en torno a Jerusalén.Por otra parte la estela asiria, aunque se gloría de que Senaquerib sometió y destruyó a Judá, y acabó consiguiendo un tributo de Ezequías, reconoce que no pudo entrar en ella, sino que se limitó a sitiarla.Una cosa clara es que al menos la ciudad de Jerusalén no fue tomada por los asirios y no fue destruida. La teología oficial consideró que este fracaso de Senaquerib confirmaba la inviolabilidad de la ciudad según la teología política de David y de la alianza con su dinastía. Cuando un siglo después los babilonios pongan sitio a Jerusalén, los judíos recordarán el fracaso de Senaquerib y esta memoria histórica será uno de los motivos más fuertes de los partidarios de resistir hasta el final. Jeremías, que amenazaba con la próxima ruina de Jerusalén, fue considerado como hereje porque negaba el dogma básico sobre el que se asentaba la estabilidad de la monarquía davídica y minaba a sí la moral de los ciudadanos sitiados.2.- Los Profetas del s. VIII Los profetas de Israel no aparecen como estrellas aisladas, sino en constelaciones. La gran crisis asiria del siglo VIII verá el nacimiento de un nuevo tipo de profetas en Israel: los profetas escritores que se suceden en tres constelaciones principales: el grupo del siglo VIII, el grupo de la transición del VII al VI, y el de la época persa (Podríamos añadir un grupo previo desde el punto de vista cronológico, el de los profetas del siglo IX de la crisis baalista y las guerras arameas, pero no lo consideramos aquí porque no se trata de profetas escritores).Entre los profetas del s. VIII hay dos que ejercieron su ministerio en el norte (Amós y Oseas) y dos que lo ejercieron en el sur (Isaías y Miqueas). La profecía llegó en su momento debido. Los profetas no aparecen indiscriminadamente en cualquier momento de la historia, ni a intervalos regulares. La aparición de los profetas tiene lugar en los momentos de crisis y en los puntos de inflexión de la historia.La primera generación de profetas escritores (del 750 al 700) es la que vio al imperio asirio en la cúspide de su poder. Los dos sucesos más importantes de este período son la caída de Samaría (722) y el sitio de Jerusalén durante la invasión de Senaquerib (701). Amós es el primero de los profetas escritores. Surge en un momento en que el peligro no era todavía evidente, durante el período de prosperidad de Jeroboán II, como un rayo en mitad de un cielo azul. El lujo de la aristocracia había creado una nueva clase de pobres a quienes se explotaba de una forma vergonzosa. Sus diatribas contra la corrupción del culto y el desprecio del derecho fueron tan virulentos, que suscitaron la hostilidad del rey de Samaría y el sacerdote de Betel. Este profeta forastero, venido del sur venía a perturbar su exaltación ilusoria. No era un "profesional" de la profecía, pero se sintió llamado por Dios a ser un infatigable defensor de la alianza ancestral y todas sus exigencias éticas.Oseas es contemporáneo de Amós y su actividad se prolongó hasta los últimos años del reinado de Samaría. Denunció las mismas iniquidades, pero insistió más particularmente en la corrupción religiosa de un culto contaminado por las prácticas cananeas. Debe vivir en su persona el proceso de Dios con su pueblo, casándose con una prostituta sagrada y experimentando el horror de Dios por estas prácticas, pero experimentando también el amor y el sufrimiento de Dios que es fiel en su amor gratuito.Isaías (el primer Isaías: cap. 1-39) tuvo una larguísima actividad en Jerusalén. Domina toda su época. Los reyes le consultan y le temen. Tiene acceso directo a la corte y sigue muy de cerca la política internacional. Su libro refleja las distintas fases de su actividad. Como sus antecesores recurre con un arte consumado a una gran variedad de formas literarias, denuncias, lamentaciones, meshalim, para hacer oír su amenaza de un castigo por la alianza rota, su mensaje de fe en Dios en medio de las sacudidas de la historia, y de esperanza en su triunfo definitivo.Fuertemente asido a la convicción de que las promesas hechas a David sobre la eternidad de su dinastía y la inviolabilidad de Sión son válidas, anuncia que la monarquía, a pesar de sus indignos representantes, acabará desembocando en el reinado de un príncipe perfecto que hará reinar la paz y la sabiduría.Miqueas, contemporáneo de Isaías y profeta del sur como él, comparte su denuncia del escándalo de la riqueza, la crítica del sincretismo y de la falsa seguridad religiosa, y la llamada a volver a Dios. Comparte también con Isaías la esperanza en la venida de un príncipe salido de la dinastía de David.La profecía es la palabra del mensajero de Dios, que retiñe a la hora de la decisión y acompaña al pueblo de Dios a lo largo de la historia. Nos muestra que la historia no es producto del azar. Detrás del drama que se está representando en un pequeño rincón de Palestina, se desarrolla el drama de la historia universal en el designio de Dios que se sirve del pequeño pueblo de Israel. Los libros de los profetas se han ido escribiendo como las catedrales. Generaciones enteras han trabajado, han aportado materiales de estilos distintos. Cada libro profético ha pasado por un período de crecimiento, antes de recibir la forma en la cual nos ha sido transmitido.Cada vez más se considera que los profetas son los creadores del Yahvismo tal como lo conocemos hoy día. La historia deuteronomista, llevada de su ideología particular, tiende a periodificar la historia, en una primera etapa de Yahvismo puro (Moisés, David, Salomón…), una etapa de contaminaciones idolátricas (reyes de Judá y de Israel) y una última etapa de purificación del Yahvismo a cargo de los profetas.Esta lectura de la historia tiende a retroproyectar en el pasado una etapa ideal de Yahvismo puro que probablemente nunca existió. El Yahvismo nació al principio como un henoteísmo, es decir la decisión de dar sólo culto a un Dios, el dios de la nación, de los padres, del desierto, del arca, de los ejércitos. No se niega que existan otros dioses, pero el Yahvismo decide dar culto sólo a uno.Durante la etapa de los jueces y de la monarquía, no existe todavía un Yahvismo como religión única del estado. Junto al templo a YHWH en Jerusalén hay otros templos a YHWH en muchos otros lugares. En Arad han descubierto los arqueólogos un templo de estas características, que estuvo en uso durante los siglos IX y VIII a.C. Junto con los diversos templos a YHWH, encontramos otros lugares altos consagrados a deidades agrícolas con ritos de fertilidad.El Yahvismo radical entendido no ya como simple henoteísmo, sino como monoteísmo, parece ser mas bien la creación de los profetas, a partir de Elías y Eliseo que van a radicalizar la fe y el culto a YHWH rechazando cualquier otra deidad o cualquier otro culto. Este Yahvismo se va consolidando gracias a las reformas de Ezequías y Josías, pero sólo triunfará definitivamente a partir del destierro. Los oráculos de los profetas fueron pronto coleccionados y puestos por escrito que han visto sucesivas ediciones corregidas y aumentadas. Algunos de los oráculos no parecen ni siquiera ser de la época de los personajes históricos a quienes se atribuyen. En cualquier caso los libros bíblicos tal como los conocemos ahora serán todavía resultado de muchas revisiones de los oráculos proféticos originales. Es muy frecuente atribuir uno de estos estratos redaccionales al mismo redactor deuteronomista que redactó también la historia sagrada de los profetas anteriores.C. El reino de Judá en el siglo VII1.- La política internacional en el s. VII Durante la primera mitad del s. VII -Assarhaddon y Assurbanipal-, Asiria está en su apogeo. Los ejércitos asirios atraviesan la costa palestina para atacar a Egipto, tomar Menfis en 671, y después Tebas en 664. El faraón Tirhaqa pierde su reino ante los invasores y Egipto queda conquistadoSin embargo este gran imperio asirio se va a venir abajo en 20 años como un castillo de naipes. Entre el momento de la máxima expansión a la muerte de Assurbanipal (632 a.C.) hasta la caída de Nínive (612) pasan sólo 20 años. Inmediatamente después de la muerte de Assurbanipal una formidable coalición se forma contra los asirios. Psamético I, faraón de Egipto, se hace independiente e instaura en Sais una nueva dinastía, dinastía XXVI o Saíta. Babilonia renace bajo la guía de Nabopolasar, y Media surge como un estado joven de gran futuro. Las tres potencias van a unir sus fuerzas para dar a Nínive el golpe definitivo. La capital fue tomada en el año 612 y fue destruida tan completamente que su sitio permaneció ignorado hasta el siglo pasado. Tan grande era el odio que los asirios habían suscitado entre sus vecinos. Este sentimiento de odio se refleja en la profecía de Nahum, que anuncia con alegría la caída de Nínive.Con la caída de Asiria los conquistadores van a repartirse los despojos. Pero pronto se hace evidente que nadie se contenta con un reparto. Los tres quieren cada uno reemplazar a Asiria como potencia preponderante. Tras la caída de Nínive aún subsistió dos años un débil estado con un nuevo rey, Assur-Ubalit II.En este momento el faraón Nekao cambia de política y acude a sostener en el campo de batalla a esa Asiria ya agónica, para conservarla como un amortiguador entre Babilonia y Egipto. Para ello entra en Israel con un gran ejército y se dirige hacia Mesopotamia. El rey de Judá Josías, siempre fiel a su política de independencia, intenta cerrarle el camino, y se hace derrotar y matar en la batalla de Meguido (609). La Biblia nos da una doble versión de la muerte de Josías. En 2 R 23,29 dice que Josías salió al encuentro de Nekao en Meguido. Algunos lo interpretan como si Nekao hubiese convocado a Josías para que le rindiese vasallaje y luego lo mató a traición. En cambio en 2 Cr 35,22 no cabe duda de que Josías salió al encuentro de Nekao con un ejército y libró con él una batalla en la que fue muerto. Algunos prefieren la primera interpretación del libro de los Reyes, por ser un relato más antiguo, y porque parece poco verosímil que Josías pudiese juntar un ejército capaz de enfrentarse con el inmenso ejército del Faraón en campo abierto Nekao no llegó a tiempo para salvar a los asirios de su total ruina, y se tuvo que retirar. Los asirios desaparecieron para siempre de la historia y sus despojos fueron repartidos entre Medas y Babilonios. En 605 se libró la batalla decisiva entre el faraón Nekao y los caldeos en Carquemis. Al frente de los caldeos había un joven príncipe, Nabucodonosor, que va a infligir la más severa derrota a los egipcios. Poco después de la batalla Nabucodonosor sucedió a su padre como rey en 2.- Judá bajo Manasés (687-642 a.C.)Hemos visto cómo Ezequías con su extraordinaria fe en Dios pudo salvar Jerusalén de la conquista y la destrucción. Sin embargo no cabe duda de que el propio Ezequías tuvo que someterse a los asirios tarde o temprano. Así nos lo asegura el prisma de Senaquerib, y así lo reconoce el libro de los Reyes que nos cuenta el tributo que tuvo que pagar Ezequías en talentos de oro y plata. Aunque en la narración del libro de los Reyes este tributo se nos cuenta antes de la campaña de Senaquerib (2 Re 18,14-16), es más verosímil que tuviera lugar al final de la campaña, porque si no, se entiende por qué Senaquerib hubiese combatido contra un país ya sometido.En cualquier caso lo que es cierto es que Manasés, el hijo de Ezequías, se mantuvo sometido a los asirios durante todo su larguísimo reinado.De Manasés el libro de los reyes no tiene más que cosas malas que contar. Se entregó a todas las formas de idolatría imaginables, y abolió todas las reformas de su padre. Se nos pinta como un soberano lleno de violencia que derramó sangre inocente en gran cantidad. Su reino fue el más largo de todos los de los reyes de Judá: cincuenta y cinco años.Es probable que durante este medio siglo Judá no fue sino una provincia Asiria, con una independencia puramente nominal. Si no, no se puede comprender cómo Manasés pudo tener un reino tan largo y tan tranquilo en medio de la total hegemonía asiria en la primera mitad del s. VII. 2 Crónicas 33, 11-17, añade un episodio claramente legendario según el cual Manasés, tras un conato de rebelión, fue llevado cautivo a Babilonia, donde se convirtió, y al regresar como rey a Jerusalén purificó el templo de residuos idolátricos. Esta tradición dio pie a un libro apócrifo: La oración de Manasés.Su hijo Amón fue asesinado al cabo de dos años de reino (642-640). Los conspiradores fueron a su vez ejecutados por el pueblo de Judá, y el hijo de Amón, Josías subió al trono.3.- La reforma religiosa de Josías (640-609) Josías se convirtió en rey de Israel a la edad de 8 años. La regencia fue ejercida por los generales. Bajo Josías Judá conoció una nueva y última vez una etapa feliz no desprovista de grandeza. La obra capital de su reino fue la reforma religiosa por la que Israel volvió a los fundamentos de la fe y de la alianza.La reforma sólo fue posible después de sacudir el yugo asirio. Asiria estaba ya entonces en plena descomposición. Tras la decadencia asiria los territorios del antiguo reino del Norte eran res nullius. Por eso, mientras operaba la reforma del culto y de la vida social, Josías ensanchó las fronteras del país, recuperando para Judá gran parte de lo que había sido antiguamente el reino de Israel antes de la caída de Samaría. Muchos soñaron que el reino de David estaba reviviendo en su antigua gloria y primera pureza. Es la época del profeta Sofonías que invita al pueblo a regresar a un Yahvismo más puro.En el año dieciocho del rey Josías (622 a.C.), en el curso de unas reformas arquitectónicas en el Templo, apareció un rollo “de la doctrina” o “de la alianza”. El rey, emocionado con este encuentro, quiso convertir este libro en carta constitucional del país, y prontuario de su gran reforma religiosa. Para muchos este libro de la ley en el que se basó Josías para su reforma fue la parte central del Deuteronomio, el código legislativo. Para algunos puede tratarse de un libro que procede de la época del reinado de Ezequías, que se había mantenido oculto durante el reinado del pérfido Manasés. Para otros puede tratarse de un libro recién compuesto.El punto más importante de la reforma fue la centralización del culto en el Templo de Jerusalén. Todos los otros santuarios debían ser destruidos, porque el culto que se celebraba en ellos estaba impregnado de elementos extranjeros contrarios a la Ley. Los sacerdotes de los santuarios anulados fueron trasladados a Jerusalén, y reempleados al servicio del templo, quizás como clero menor.Muy importante fue la decisión de centralizar la celebración de la Pascua en Jerusalén. A esta celebración fueron invitados también israelitas procedentes de las regiones del Norte recién libradas del dominio egipcio.Junto con esta reforma del culto hubo una auténtica reforma social. En toda la ley deuteronómica hay una intensa preocupación social: liberación de los esclavos, repartición de las tierras, eliminación de los abusos por parte de los poderosos y de la corrupción de los tribunales. Por eso fue tan terrible el shock que se produjo con la muerte de Josías y el fracaso de las esperanzas que su reforma había suscitado. Como ya vimos, el faraón Nekao se movilizó para auxiliar a la Asiria que ya se desmoronaba. El rey Josías se opuso a su paso a través del país de Judá, pero fue derrotado y muerto en Meguido. Con él se extinguió la renovación de la monarquía davídica. Quedarán todavía dos décadas hasta la catástrofe definitiva con la caída de Jerusalén y el fin de la monarquía de Judá.La caída de Nínive y todas las expectativas que suscitaba la ruina del imperio asirio están recogidas en las profecías de Nahum y Habaquq.4.- El DeuteronomioEl quinto libro de la Ley se presenta bajo la forma de un gran discurso que Moisés dirige al pueblo de Israel antes de que éste cruce el Jordán. Muchos piensan que este código legislativo está relacionado con el libro de la ley que apareció durante las obras en el Templo durante el reinado de Josías, y que jugó un papel tan importante en su reforma religiosa.. Casi con certeza, el libro de Josías no coincide exactamente con nuestro Deuteronomio actual. Hoy se piensa que el libro pasó por distintas etapas de composición. La última edición del Deuteronomio es postexílica e incluye una evaluación global que sólo pudo haber sido realizada a la luz del exilio (28,36-37; 29-30).Se ha relacionado este libro con los profetas del Norte antes de la caída de Samaría, y sobre todo con el profeta Oseas, el profeta del amor de Dios. Pudo haber sido traído a Judá por levitas del Reino del Norte que huyeron de los asirios con motivo de la caída de Samaría (Alt), o haber sido compuesto por estos mismos levitas prófugos después de su asentamiento en el reino de Judá (Nicholson), o por escribas judaítas que utilizaron tradiciones del Norte.Se discute mucho esta posible relación del libro del Deuteronomio con el Norte o con el Sur del país. Para otros muchos el libro está compuesto en Judá como legitimación del proyecto político del rey Josías que prevé la unificación del culto yahvista en Jerusalén y el desmantelamiento de los otros santuarios. El interés evidente que el autor del libro tiene por las tradiciones del Reino del Norte, más bien que reflejar el origen del libro, podría reflejar la vocación misionera de Josías que quiere atraer hacia su reino a los habitantes del Reino del Norte y ha integrado dentro de la tradición judaíta de la monarquía davídica jerosolimitana, algunas perspectivas samaritanas de justicia social, y de la teología de la alianza que limita el poder absoluto de la monarquía, sometiéndola a la ley mosaicaOtros en cambio creen que el Deuteronomio sirvió, no para limitar el poder de la casa real, sino para potenciarlo, extendiéndolo también al territorio del Norte, y limitando más bien el poder de los levitas.La ley no tiene ningún carácter de amenaza o de estrechez. Es un camino abierto y hermoso que lleva a la vida. Uno puede lanzarse a avanzar por él con gozo y entusiasmo. La obediencia a Dios es siempre una decisión libre. La conclusión del Deuteronomio desemboca en una llamada a la libre decisión (30,11-20).Todos los diversos mandamientos se reducen a un único mandamiento, que es al mismo tiempo un don: religarse a Dios en la confianza y la vigilancia y permanecer a la escucha de su palabra.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 7. El ExilioJuan Manuel Martín-MorenoA. La caída de Jerusalén1.- Los últimos años de Judá (609-587 a.C.)Durante los veinte últimos años del Reino de Judá, subieron al trono de Jerusalén cuatro reyes: tres hijos de Josías -Joacaz, Joaquim y Sedecías- y su nieto Joaquín. Cada uno de ellos era más débil que su predecesor. Tras el desastre de Meguido llevaron el cadáver de Josías a Jerusalén. Pero el faraón hizo venir a Joacaz a su campamento en Ribla, y Joacaz murió como prisionero del faraón Nekao en Egipto, después de sólo nueve meses de reino.Nekao puso como rey en su lugar a otro hijo de Josías, Joaquim. Cuatro años más tarde, como hemos dicho, el ejército egipcio fue totalmente aniquilado por el joven príncipe Nabucodonosor, general e hijo de Nabopolasar, rey de Babilonia, en la batalla de Carquemis. Toda la Siria y la Palestina cayó en poder de los babilonios. Días después de su victoria decisiva contra los egipcios, el rey Nabopolasar murió y el joven príncipe tuvo que regresar apresuradamente a Babilonia para asegurarse la sucesión de su padre.El rey Joaquim y su corte se obcecaron en creer en las promesas hechas por Dios a la dinastía de David, pensando que seguían siendo válidas a pesar de la infidelidad del pueblo. Dios no podía fallar a sus promesas y el Templo era inviolable. Esta confianza ciega le llevó a favorecer la rebelión contra el omnipotente Nabucodonosor.Y de este modo, contra los consejos del profeta Jeremías, Joaquim desafió a los babilonios y en 601 suprimió la obediencia y se volvió hacia su antiguo aliado, Egipto. Nabucodonosor envió su ejército y puso sitio a Jerusalén. El país fue completamente arrasado. Joaquim (Yehoyaqim) fue muerto, quizás fuera de los muros, y su cuerpo fue dejado sin sepultura (Jr 22,19). Su hijo Joaquín (Yehoyakin o Jeconías) subió al trono, pero debió capitular al cabo de tres meses. Los babilonios entraron en la ciudad, depusieron a Joaquín, y le enviaron cautivo a Babilonia con la reina madre, las mujeres, eunucos y dignatarios. En total 10.000 exilados, entre los cuales los obreros especializados, herreros y fabricantes de armas. Algunos miembros del clero, entre los cuales el profeta Ezequiel fueron también deportados.Después de esta primera deportación Nabucodonosor puso en el trono a un "rey según su corazón", un tercer hijo de Josías, Sedecías, último rey de Judá. Sedecías era amigo de Jeremías y pertenecía al partido reformador.El tributo que había que pagar era muy duro. Babilonia quedaba lejos y era muy impopular. En el Templo la fiebre iluminista se nutría de los recuerdos de la milagrosa liberación de 701 (Ezequías frente a Senaquerib) y de los rencores contra las expoliaciones de 597. El partido belicista arrastró al rey a la rebelión contra Babilonia, y le hicieron alejar a Jeremías, para dirigirse de nuevo a Egipto en búsqueda de alianzas.Los ejércitos de Nabucodonosor asolaron el país. Pronto resistían ya sólo Jerusalén, Lakish y Azeqa (Jr 34,7). Las cartas escritas sobre ostraka del comandante de Lakish atestiguan la angustia de este momento.Los caldeos hicieron brecha en el muro de Jerusalén en julio de 587. Sedecías intentó huir por el río Cedrón. Fue alcanzado en Jericó y conducido delante de Nabucodonosor que le sacó los ojos después de haberle hecho presenciar la masacre de sus hijos (2 R 25,7). El comandante babilonio hizo su entrada en la ciudad y la incendió. El pueblo tuvo que marchar al exilio.2.- Jeremías, profeta de la contestación Durante la primera generación del profetismo, la voz de los profetas resonó en el reino del Norte y del Sur. Lo que los profetas del Norte (Amós y Oseas) habían anunciado, se realizó. Samaría fue tomada, su población deportada en gran parte y el país se convirtió en una provincia asiria, poblada por colonos extranjeros.Alrededor de un siglo más tarde, Jeremías profetizó en el reino de Judá la ruina del reino del Sur, la destrucción de Jerusalén y el fin de la dinastía davídica. También esta vez todo sucedió tal como Jeremías lo había anunciado varias décadas antes.Hasta el final el pueblo y los reyes desoyeron las advertencias del profeta y la oferta de conversión. Su voz no fue escuchada y la catástrofe se produjo. La tarea del profeta que debió marchar al lado de su pueblo fue casi sobrehumana. Lo consideraron un traidor, lo marginaron y despreciaron. Su vida y su obra se sitúan en una época de muchas convulsiones. A partir del año 627, el año de su vocación vio derrumbarse el imperio asirio, y fue testigo del comienzo del imperio neo-babilónico. Vivió el corto período en el que el rey Josías se liberó de los poderes extranjeros, reformó el culto y ensanchó las fronteras del reino. Después de la trágica muerte de Josías, Jeremías vio a Judá tensionado entre Egipto y Babilonia, al rey Joacaz depuesto por los egipcios, al rey Joaquim muerto fuera de la muralla, al rey Joaquín depuesto por Nabucodonosor. Finalmente fue testigo de la caída y destrucción de la ciudad.Ese destino debió resultar muy duro para el profeta. Amaba la vida, buscaba la alegría de la sociedad, gemía bajo el fardo que le había sido impuesto de ser profeta de desgracias. Sabía que su sufrimiento iba a ser fecundo para otros, para todo el pueblo. Su pasión comenzó desde el momento en que pronunció su discurso a la puerta del templo (Jr 7), atacando violentamente un culto formalista y la falsa seguridad de las gentes de Jerusalén. Se pronunció abiertamente contra el dogma supremo de la inviolabilidad del Templo y de la ciudad. Se le acusó desmoralizar al público y erosionar la euforia reinante en Jerusalén.Pero a pesar de ser profeta de desgracias, tuvo siempre una última palabra de esperanza para Jerusalén. Tras la catástrofe, anuncia la restauración del pueblo en sus páginas de consolación, que se cuentan entre las más hermosas de todo el Antiguo Testamento.B. Los cautivos en el destierro1.- La situación de los exiladosLa ciudad de Jerusalén fue completamente arrasada y el templo incendiado. En Judea sólo quedaron campesinos pobres en condiciones muy precarias (Jr 52; 2 R 24, 18-30). La destrucción de la ciudad nos es contada en detalle en 2 R 25 y Jr 52.La parte más pobre de la población se quedó en el país. Numerosos judíos fueron dispersos; unos huyeron a Egipto (Jr 42-43) o a Transjordania (Jr 41,15); otros fueron deportados a Babilonia en número de unas 10.000 personas, que constituían la elite del país.A pesar de lo ocurrido Nabucodonosor no quiso desarticular completamente las instituciones judías. Apoyándose en miembros del partido que había sido contrario a la rebelión contra Babilonia quiso reconstituir un simulacro de gobierno autónomo en la persona de Godolías, amigo de Jeremías. Godolías puso su capital en Mitspá y comenzó a restaurar el orden.Desgraciadamente Godolías fue asesinado pronto por un tal Ismael, miembro de la familia real. Ante el temor de represalias por parte de Nabucodonosor, muchos judíos decidieron huir a Egipto y arrastraron consigo al profeta Jeremías, que era partidario de permanecer en el país. Judá pasó a ser una provincia del imperio babilónico.El exilio de Babilonia es quizás la etapa más importante del pueblo hebreo. Podemos ver ahí la extraordinaria capacidad de supervivencia de Israel y su flexibilidad para adaptarse a nuevas circunstancias. ¿Cómo llevaron su vida en el exilio?Una carta de Jeremías dirigida a los exilados después de la primera deportación da a entender que pudieron instalarse, construir edificios, cultivar la tierra (Jr 29).El rey Joaquín en su exilio parece haber conservado su título real y una cierta corte a su alrededor. Al parecer los ancianos, sacerdotes, profetas, siguen asegurando la cohesión de los deportados. No están diseminados, sino concentrados en localidades reservadas para ellos, tales como Tel Aviv, al borde del río Kebar, donde Ezequiel se encontró con los exilados.La vida religiosa continúa. Los ancianos pueden venir a consultar a Ezequiel (Ez 33,30). Entre los deportados hay escribas. Lanzándose a una gigantesca empresa, los medios sacerdotales consignan y completan las tradiciones que sostenían la fe. Es la gran obra de la fuente sacerdotal (P). Se carga el acento sobre el sábado, la circuncisión, la fidelidad a las reglas de la pureza alimentaria (Lv 2-14), y a las prácticas y signos de identidad que les impedían disolverse en el ambiente pagano.Para los judíos más lúcidos van a plantearse dos preguntas: ¿cómo interpretar los acontecimientos que se han abatido sobre Israel desde el punto de vista de Dios? ¿Queda aún una esperanza para Israel? El esfuerzo de aquellos hombres conseguirá dar una respuesta a ambas preguntas. El Templo está destruido y el culto no es ya posible, pero Israel aprende a poner su2.- La reflexión teológicaLos arietes de Nabucodonosor han demolido no sólo los muros de Jerusalén, sino también la teología oficial del Reino que se fundaba sobre el dogma de la alianza de Dios con la casa de David. El exilio es el fin de una era política, pero también de una interpretación de la alianza. La nación israelita muere para dar paso al Judaísmo, que representa no ya una nación, sino una comunidad religiosa.Arrancados de su tierra los judíos van a vivir en la gran ciudad de Babilonia, donde van a quedar deslumbrados por el lujo, la cultura y el poder de los opresores. Pero su fe sobrevivirá milagrosamente gracias a los profetas que van a reinterpretar la teología de la alianza, haciendo ver que todo había sido ya previsto y anunciado por Jeremías.Ezequiel y el Segundo Isaías hicieron ver que el desastre era previsible y no probaba nada contra YHWH. Podía ser integrado en el plan salvífico. Era un tiempo de purificación. Tras el cual la alianza iba a ser restablecida de nuevo con un Resto. Nabucodonosor no había sido sino el ejecutor de los proyectos de Dios, "el bastón de mi cólera, que agita mi furor" (ver Is 10,5 sobre Asur). No es que los dioses de Babilonia hayan sido más fuertes que el Dios de Israel. Los babilonios han sido utilizados por Dios como un bastón para castigar a su pueblo. Pero después de haber sido utilizado, este bastón va a ser arrojado al fuego.Las promesas de Dios son renovadas con un resto que se va a constituir como comunidad religiosa. El aglutinante del pueblo judío ya no será la nacionalidad o la geografía. El nuevo Israel va a estar constituido por la adhesión a la Ley que trasciende a la geografía o al Estado. Judíos serán cuantos aceptan conformar su vida conforme a la ley del Señor, vivan donde vivan.El Señor hace una nueva alianza con ellos dándoles un corazón nuevo (Ez 36,36; Jr 33,8), resucitándoles del sepulcro (Ez 37,12), reuniéndoles (Ez 34,12-14). La religión adquiere una dimensión más personalizada. La religación al Señor se hace mediante el compromiso personal de cada individuo. "El hijo no cargará jamás con la culpa de su padre, ni un padre con la culpa de su hijo. Al justo le será imputada su justicia, y al malvado su maldad" (Ez 18,20). De hecho después del exilio ya no se hablará más de lugares altos ni de baales. La idolatría desaparece completamente de Israel. La experiencia purificadora del sufrimiento va obtener lo que los reyes mas piadosos no habían podido conseguir.Es en el destierro donde la fe de Israel quedó acendrada y liberada de todas las escorias politeístas. Es en esta época, tras las grandes crisis políticas que llevan a la desaparición del reino del Norte y del Sur, a la pérdida de la tierra y a la destrucción del Templo, cuando se editaron y sacralizaron muchas de las tradiciones antiguas de Israel relacionadas con el desierto. La situación de Moisés en el desierto se volvió emblemática como modelo para el pueblo Israel que tras el destierro tenía que vivir también sin monarquía y sin autonomía política en el propio país. Pero no importa, porque ya vivió así una vez antes de la conquista de la tierra, antes de la monarquía y antes de la construcción del templo. Israel espera tener en el futuro de nuevo una tierra, un rey y un templo, pero puede pasarse sin ellos y seguir dando culto en la movilidad del santuario del desierto a un Dios capaz de morar en lo provisional, siendo peregrinos en la propia tierra. Aquí, sin querer, estamos empalmando con el Nuevo Testamento y el Verbo plantando su tienda de peregrino.3.- El segundo Isaías: anuncio de la liberaciónNo hay prácticamente discusión en torno a la paternidad de los capítulos 40-55 del libro de Isaías, comúnmente llamados el Deutero-Isaías o Segundo Isaías. No se trata del profeta Isaías que vivió en el siglo VIII a.C., sino de un profeta anónimo que ejerció su ministerio entre 550 y 520, los últimos años del imperio babilonio. Representa la cima de todo el Antiguo Testamento. Nos deja oír seiscientos años antes la voz del evangelio.Si los oráculos de la primera parte de Isaías eran sobre todo amenazantes, los de la segunda parte son mensajes de consuelo: "Libro de la consolación de Israel". El estilo es muy hermoso, pero más oratorio y ampuloso. El pensamiento está construido de una forma más teológica. La inexistencia de los falsos dioses se demuestra por su impotencia. Se insiste sobre la sabiduría y la providencia insondable de Dios. El universalismo religioso se exprime de una forma clara por primera vez.En ese libro están engastadas cuatro piezas líricas: "Los cantos del siervo de YHWH", que describen a un discípulo perfecto que predica la fe verdadera, sufre para expiar los pecados del pueblo y es glorificado por Dios.Dios llama a un mensajero para que venga del exilio y realice el ministerio de la consolación. "Consolad, consolad a mi pueblo". Dios ha perdonado a su pueblo después de haberle dejado sufrir un poco. Se abre así un nuevo camino marcado por la duración de la larga etapa de signos. Dios ha perdonado a su pueblo: "Consolad, consolad a mi pueblo” (Is 40,1). Dios ha perdonado a su pueblo después de haberle dejado sufrir un tiempo. Un camino se va abrir hacia un porvenir nuevo, marcado por la liberación de la capital. El segundo Isaías abre la puerta a una visión redentora del sufrimiento que será ampliamente utilizada en el Nuevo Testamento para explicar el fracaso y el sufrimiento de Jesús como algo ya anunciado y previsto en los profetas.4.- La literatura bíblica en la época de los ReyesAl final del Reinado de Salomón hicimos un breve resumen de la literatura que podría haberse producido ya hasta entonces en la primera etapa de los Jueces y la Monarquía unida. Vamos ahora a ver la literatura que se ha ido produciendo durante la etapa monárquica de los dos Reinos, el de Israel y el de Judá.Algo hemos ido diciendo al hilo de la historia sobre todo a propósito de la literatura profética y de la literatura deuteronomista, pero veamos ahora una panorámica general de toda esta época desde el Cisma hasta el destierro.En la familia: probablemente siguen transmitiéndose oralmente tradiciones, oraciones, proverbios...En el templo: en el templo es donde sitúa Von Rad la posible redacción del código “yehovista” (resultado de la unión de los documentos yahvista y elohísta). Aquí se genera sin duda el Deuteronomio. Con toda seguridad existen ya en esta época los tres grandes códigos legales: Ex 20, 22 – 23, 19 (código de la alianza); Dt 12 – 26 (código deuteronomista); y Lv 19, 26 (la llamada “ley de santidad” o “H”). Se redactan también nuevos salmos; quizá se remonten a esta etapa los números 2, 20, 21, 24, 45, 46, 47, 48, 68, 72, 77...En la corte: se ponen por escrito las crónicas de los reinados y colecciones nuevas de proverbios, que se añaden a las anteriores como nuevos estratos de una misma tradición continuada.En el ámbito de los carismáticos: surgen las “florecillas de los profetas”, los ciclos unitarios de Elías y Eliseo, y el núcleo de algunos de los libros proféticos que hoy conocemos: los de Amós, Oseas, Miqueas, Isaías (1-40), Sofonías, Jeremías, Nahum y Habaquq. Estos libros que recogían oráculos proféticos estaban en un principio abiertos, de modo que en sucesivas ediciones pudiera recoger algunos oráculos auténticos u otros escritos por discípulos en el estilo original del profeta original. Pero a la literatura profética ya nos hemos ido refiriendo anteriormente durante el desarrollo histórico de esta época.Los hebreos llaman “tanakh” (T + N + K) al conjunto de la Palabra revelada: Torah (Pentateuco), Nebi’im (profetas anteriores –nuestros “libros históricos”- y posteriores) y Ketubim (“escritos” de carácter poético y sapiencial). Si nos preguntamos qué es lo que tenemos de la “tanakh, al final de este período, podemos decir lo siguiente:de la Torah, Ya existe un núcleo formado por JE, el núcleo de Dt y H, más algunas tradiciones de los sacerdotes (como el texto de la “ley de los celos”)de los Nebi’im, relatos de la conquista, crónicas de los reinos de Israel y Judá, tradiciones carismáticas, palabras de Amós, Oseas, Miqueas, Isaías, Jeremías...de los Ketubim, salmos, proverbios, cantos de amor (quizá como los que hoy conservamos en el Cantar de los Cantares)Las crónicas judías, mencionadas en la Biblia como Anales de los Reyes de Judá y Anales de los Reyes de Israel, lamentablemente no se nos han conservado.Es interesante comparar los relatos paralelos que ofrecen los libros de Reyes y Crónicas con la narración de los mismos acontecimientos hecha posteriormente por el historiador Flavio Josefo en sus Antigüedades judías, inspirada muy literalmente en los libros bíblicos. En esta época ya podemos establecer paralelismos con otras fuentes históricas extrabíblicas sobre todo con la abundantísima documentación encontrada por los arqueólogos en las excavaciones de las principales ciudades asirias.En estas crónicas asirias se menciona con frecuencia al reino de Israel como el “reino de Omrí”, en un época en la que Omrí y su familia eran ya sólo un recuerdo histórico remoto. Los textos bíblicos acusan a la reina Jezabel, de origen fenicio, de haber promovido en Samaría esta religiosidad idolátrica. De todas formas, como ya hemos dicho repetidamente, no debemos pensar que el culto a YHWH, en esta etapa monárquica, fuera algo tan universalizado y excluyente entre los israelitas como lo será después en el judaísmo post-exílico. El monoteísmo como religión oficial y exclusiva del pueblo de Israel es un hecho que sólo es adscribible a la última época del reino de Judá, siglo VII, y sobre todo después del exilio.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 8. La etapa PersaJuan Manuel Martín-MorenoA. La comunidad judía después del exilio 1.- Creación del Imperio persaDurante el siglo VII los pueblos iranios entran en la historia. Son medos y persas, primos hermanos. Ya vimos como los medas formaron parte de la coalición antiasiria y contribuyeron a la caída de Nínive (612 a.C.). Nos gustaría poder precisar más la relación de los medos con el reformador religioso Zoroastro, pero no sabemos exactamente cuando vivió. Se suele dar la fecha propuesta por la tradición parsi de los siglos VII a VI a.C. En el momento en que se construye el imperio, la antigua religión irania de los Magos ya había experimentado el influjo del profeta.El imperio surgirá por obra de Ciro. Al revelarse contra el rey meda Astiages, consiguió la unidad de medos y persas (549). El imperio iranio se constituyó en unas pocas décadas. Después de apoderarse de Ecbatana la capital de los medas, le llegó el turno a Sardes, la capital de Creso. Frente al conquistador persa sólo quedaba el imperio babilonio de Nabonido. Después de varios años de espera, Ciro marchó contra Babilonia, y consiguió entrar en ella sin necesidad de combatir en octubre de 539.Fue entonces cuando Ciro proclamó el estado de paz y desarrolló una política tolerante. Esta benevolencia de los persas, pueblo arios, contrasta con la crueldad de los semitas -asirios y babilonios- que habían fundado sus imperios precedentes sobre el exterminio, la tortura y las deportaciones.No pretendieron establecer la unidad del imperio imponiendo a la fuerza su religión, la del Dios del cielo a quien adoraban. Ciro se presenta en Babilonia como el elegido de Marduk, en Ur como el enviado de Sin, y ante los judíos como el ejecutor de las órdenes de YHWH. Las estatuas de los dioses pueden volver a sus antiguos santuarios a donde las había llevado Nabonido En su célebre edicto (Esd 6,3-5) Ciro restituye a Jerusalén no la estatua inexistente del dios judío, sino los vasos sagrados y el ajuar cultual que habían sido robados por Nabucodonosor.Con el rey Darío el imperio persa alcanza su apogeo. Magníficos palacios se elevan en Susa y Persépolis. El imperio se reparte en una veintena de satrapías y el Oriente disfruta de un sistema organizativo de la administración, que asirios y babilonios habían sido incapaces de darle. Judá forma parte de la 5ª satrapía con toda la costa mediterránea y Chipre.2.- El regreso a SiónTras el edicto de Ciro los judíos son libres para regresar a su país y reconstruir el templo de Jerusalén. Así se realizaba lo que el Segundo Isaías había anunciado a los exiliados. ¡Eran libres de nuevo!Pero pronto se van a ver decepcionados y desilusionados. La nueva situación en poco se parecía al cuadro brillante que habían imaginado los profetas del destierro cuando soñaron con el regreso a Judá.De los exiliados sólo quedaría muy pocas personas y muy ancianas. Los jóvenes habían nacido y crecido en Babilonia y viajaban a un país desconocido. Por otra parte la tierra que encontraban no estaba desocupada. Las casas que no habían sido destruidas estaban ocupadas por otros habitantes, que lógicamente miraban con malos ojos el regreso de los exiliados.Además los repatriados no volvían a un país libre del todo que les perteneciera con soberanía. Judá no era sino una provincia del imperio, dotada de una administración persa y regida por extranjeros.La liberación que Dios había prometido se había realizado, pero muy pronto los salvados se encontraron en un desierto. Los desafíos eran muy prosaicos y la instalación resultó muy laboriosa, en condiciones desfavorables, entre fricciones y rivalidades. El pueblo estaba dominado por los gobernantes extranjeros que eran quienes gozaban del poder de decisión, y esta situación tenía una consecuencia casi inevitable: provocaba profundas divisiones en medio del pueblo. Se da una primera tensión entre “liberales” y “conservadores”. Encontraremos un grupo "liberal" que se adapta a la nueva situación desde el punto de vista de la lengua, las costumbres y la forma de vida. Este grupo está dispuesto a toda clase de componendas. Pero hay otro grupo herméticamente cerrado a todas las innovaciones y a todas las influencias extranjeras. Su única preocupación es salvar la herencia del pasado.La segunda tensión tiene que ver con la manera de entender el culto. El templo es la institución que va a servir como lugar de reunión. La gran reforma de Esdras, cien años después del primer regreso, dio a la comunidad cúltica judía una forma que va a ser decisiva en los próximos siglos. El servicio divino del culto se convierte en un asunto propio del clero. Los sacrificios se multiplican y el clero aumenta. Habrá grupos de personas con una profunda desconfianza hacia ese culto formalista que se transforma en un comercio sagrado, y van a tomar distancia respecto a la religiosidad del templo.Hay una tercera tensión en el pueblo en lo referente a la actitud a adoptar respecto a los pueblos extranjeros. Unos esperan que la ansiada salud aportará a Israel la grandeza y la felicidad y a los paganos el juicio y la aniquilación. Para otros en cambio el objetivo salvífico último de Dios incluye también a los paganos. Dios ha caminado con Israel todos esos siglos para que todos los pueblos puedan un día conocerle.3.- Reconstitución de la comunidad en torno a la LeyEl Templo fue reconstruido, pero las esperanza de los profetas post-exílicos no se realizaron. No se reconstituyó un estado que tuviera al frente a un rey y un sumo sacerdote. Por tanto había que llenar este vacío de alguna forma.A partir del año 515 a.C. en que se termina la construcción del templo apenas sabemos nada de los acontecimientos en la pequeña provincia de Judá. Este silencio de las fuentes se ve sólo interrumpido por el ministerio de Esdras y Nehemías sobre el cual tenemos una importante fuente de formación en los libros que llevan sus nombres. Son ellos realmente los que perfilarán las líneas maestras del judaísmo postexílico.Esdras, presentado en la Biblia como sacerdote y escriba, había permanecido en Babilonia después del edicto de Ciro. La narración de la actividad de Esdras en Jerusalén la encontramos en Esd 9-10 y Ne 8-10. Probablemente llegó a Jerusalén como asesor del gobernador persa en materia de judaísmo. Una de sus primeras medidas fue la prohibición y disolución de los matrimonios mixtos que suponían un riesgo de asimilación de los judíos en su entorno. Otras medidas importantes fueron la reorganización del culto y el nombramiento de jueces y funcionarios. Pero el acontecimiento más importante de su actividad fue la proclamación de la Ley solemnemente en Jerusalén. Los biblistas no están de acuerdo en cuál fue el texto leído solemnemente por Esdras ante el pueblo. Unos hablan del Deuteronomio, otros del documento sacerdotal, otros del Pentateuco completo. Nosotros preferimos ver en el libro leído por Esdras la versión final de la Torah, que a partir de este momento adquiere ya un status canónico. Desde ahora será el libro de referencia para Israel, la “constitución” del pueblo judío. Nehemías, por su parte, llevó a cabo una serie de acciones de tipo económico y político, orientadas a dar viabilidad social al judaísmo, como la reconstrucción de las murallas de Jerusalén o la regulación civil del shabbat. Para la reconstrucción de las murallas tuvo que superar la oposición frontal de los pueblos vecinos, sobre todo de Sanballat I, gobernador de Samaría y otros gobernadores vecinos.En esta época empezamos a oír por primera vez acerca de una colonia judía establecida en Elefantina, una pequeña isla en el Nilo que contaba con una guarnición militar judía. Tenía un templo dedicado a YHWH, pero al parecer también se daba culto a El Betel y a Anath, lo cual indica que los judíos allí presentes podían provenir del Reino del Norte, y no habían aceptado la centralización del culto a YHWH en Jerusalén hecha por Josías. La época de la historia que comienza va a estar determinada esencialmente por la Ley. Aunque por supuesto todas las leyes insertadas en Éxodo 25 o Números 10 no pertenecen a la época mosaica, hay una tendencia a atribuir a Moisés toda la legislación que se va elaborando posteriormente, del mismo modo como hay una tendencia a atribuir a Salomón todos los proverbios o a David todos los salmos. Cada género literario se relaciona con un gran personaje histórico que el iniciador del género.Una comunidad humana en sus comienzos necesita sólo un pequeño número de leyes fundamentales. Pero cuanto más se desarrolla y diversifica esta comunidad, mayor necesidad hay de instituciones nuevas. Es exactamente lo que pasó en Israel. Cada vez que una nueva colección de leyes era articulada, era mucho más voluminosa que la precedente. La más vasta de todas es con mucho la ley sacerdotal, y esto mismo es lo que nos lleva a pensar que es la más tardía.La ordenación religiosa en un momento en que Israel no existe como estado, se hacen tan importante que ejerce su influjo sobre toda la sociedad. El Judaísmo post-exílico es una comunidad religiosa estructurada en torno a la Ley.B. La literatura bíblica en la época persa1.- Los profetas de la reconstrucciónLos tres profetas de la reconstrucción, Ageo, Zacarías y Malaquías van a iluminar el panorama del regreso. Según parece la reedificación del Templo ordenada por Ciro avanzaba muy despacio e hizo falta un nuevo edicto real para emprender de nuevo los trabajos. Las obras del templo no se terminaron hasta el 515.Ageo en su profecía lanza una llamada al trabajo. Muestra a las gentes de Jerusalén el contraste entre las expectativas y los modestos resultados, que han costado con todo inmensos trabajos. "Esperabais la abundancia y vino la escasez, pero si os dedicáis con ahínco a la construcción, veréis cómo Dios os bendecirá”.Para Zacarías como para Ageo la salvación está ligada a la construcción del templo. El profeta resalta la figura de los hombres que dirigían entonces la comunidad, el príncipe Zorobabel, y el gran sacerdote Josué. Son los dos ungidos, los dos olivos, en los que Zacarías pone su esperanza.En Zacarías encontramos por primera vez la espera de un Mesías político, de la casa de David, que devolverá a Israel su antiguo esplendor. Este anuncio del profeta no pudo ser realizado en su tiempo.Malaquías es el último profeta cuya obra nos ha sido conservada. El libro ha sido publicado hacia el 470, cincuenta años después de Ageo y Zacarías. En la misma línea que ellos, su mensaje se refiere al culto y a los asuntos cultuales, atacando a los que desprecian a Dios trayéndole ofrendas de una categoría inferior. En su libro se puede constatar ya la lucha que comienza entre la fe y la increencia, y la división dentro del pueblo de Dios que dará lugar pronto a sectas diferentes dentro del Judaísmo.2.- La obra del CronistaLos libros de las Crónicas, de Esdras y de Nehemías, que muestran una clara unidad de estilo y de pensamiento, se conocen en su conjunto como “la obra histórica del cronista” y fueron compuestos hacia el final de esta época. Si los comparamos con la “historia deuteronomista” (libros de los Jueces y de los Reyes), podemos observar cómo los libros de las Crónicas omiten toda referencia al reino del norte, y también cómo se han suavizado muchos acontecimientos “embarazosos” de la vida de David y de Salomón. Todo el interés del relato se centra ahora en el rey David, presentado como el organizador de la religión de Israel y como el modelo ideal de lo que debe ser el sumo sacerdote, o incluso el judío en general.La obra del cronista es una historia genealógica, organizada, inspirada en la mentalidad sacerdotal, según la cual el ámbito de lo divino –cuya expresión suprema es el templo de Jerusalén- es el lugar del orden, y fuera de él reina el caos. La convicción de fondo es que Dios es señor de todo, de la naturaleza y del hombre, y que él rige la historia con una equidad infalible. Se advierte en estos libros un concepto muy “material” de la virtud y del pecado (seguir el orden divino o conculcar ese orden), y una idea casi mecánica de la retribución: no hay buena acción que no reciba su premio, ni falta que quede impune.Como reacción a esta teología de la estricta retribución se escribieron también en este período (siglo IV a.C.) tres libros muy interesantes: Rut, Jonás y Job. El delicioso libro de Rut presenta a esta mujer, una extranjera, como digna de ser admitida en el pueblo elegido, dando a entender que el ser judío no depende de la tierra en que se ha nacido, sino de la orientación del corazón a Dios; toda la narración es un canto a la solidaridad y al amor que se arriesga. El libro de Jonás, que hace gala de un saludable sentido del humor, subraya la universalidad de la misericordia de Dios (compadecido de los habitantes de Nínive, muy en contra de la visión teológica exclusivista de Esdras y Nehemías. El libro de Job, por último, al ahondar en la problemática del justo sufriente, plantea de manera palmaria la insuficiencia de la teología de la retribución automática.Es interesante comparar el mensaje religioso de estos tres libros con el que transmite la obra histórica del cronista: así, frente al empeño sacerdotal por reconstruir las murallas de Jerusalén y por custodiar las “esencias” del judaísmo, Dios envía a Jonás a profetizar en Nínive; frente a la presentación de David como el modelo del “judío puro”, el libro de Rut nos recuerda que su bisabuela era moabita; frente a la ilusión de un mundo en el que todo está ordenado por la justicia divina, nos encontramos cara a cara con el escándalo de Job, el justo doliente.Pero sin duda el acontecimiento más importante de la época que tratamos, de cara a la configuración de la Biblia, es la redacción definitiva de la Torah, realizada por los sacerdotes judíos de Babilonia. Ya dijimos que probablemente es esta edición final de la Torah la que fue leída solemnemente por el sacerdote Esdras en Jerusalén. La evolución textual de estos cinco libros es muy compleja; no obstante, conviene dar algunas indicaciones sobre la hipótesis documentaria, que, aunque discutida, es la teoría más sólida que tenemos sobre cómo se elaboró, a lo largo de los siglos, lo que llamamos el Pentateuco.La base más primitiva del Pentateuco es el llamado documento Yahvista, que Von Rad databa en la época de Salomón, aunque fue recibiendo sucesivas relecturas a lo largo del período monárquico. Otros prefieren hoy dar una fecha más tardía al Yahvista. Durante mucho tiempo se defendió la existencia de un documento llamado Elohista, que hoy casi ningún crítico admite; lo que sí hubo probablemente fue una relectura del Yahvista en el reino del norte, con las peculiaridades propias de esta zona (tradiciones de los santuarios locales, influencia de los profetas). Es posible que, después de la caída de Samaría (722), se unificaran las relecturas de J hechas en el norte y en el sur en un único documento Jehovista (JE) que sería conocido por los redactores del Deuteronomio.Después de la caída de Jerusalén, los sacerdotes desterrados en Babilonia hicieron una nueva lectura de JE y D, añadiendo elementos de su propia tradición (como la ley de santidad), hasta configurar una obra unitaria, que es la que Esdras presentará al pueblo a finales del siglo V a.C. como la Torah. Entre tanto, en Jerusalén, la escuela deuteronomista había hecho también una relectura de JE y D y de los relatos existentes sobre las etapas de los jueces y los reyes. La primera parte de esta “historia deuteronomista” fue desechada, pero la segunda (Josué, Jueces, 1y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes) se incorporó a la Biblia (no a la Torah sino a los Nebi’im), formando los llamados “profetas anteriores”.Otra importantísima contribución a la literatura bíblica en esta época es la relectura y reedición de obras anteriores. Muchos añadidos a los libros proféticos así como a los Salmos y Proverbios pueden fecharse en esta época. J. Vermaylen ha distinguido dos líneas teológicas principales que presiden esta reelaboración. Una es la “teología del pequeño resto” que elabora el núcleo primero del libro de Job, Rut, Jonás, Lamentaciones, Cantar de los Cantares y algunos añadidos al libro de Isaías y de otros profetas.La teología del pequeño resto constata la situación precaria y miserable de la comunidad y el silencio de Dios. Lo atribuye al pecado del pueblo e invita a la conversión. El sufrimiento es una disciplina para la conversión, y la prueba tiene una duración limitada. Los sufrimientos pueden tener un sentido positivo, si se aceptan sin rebeldía. Los oráculos del Siervo de YHWH encuentran su lugar en esta teología. No se centra en el Templo ni en la liturgia. El culto no basta para asegurar la salvación. Tampoco se valoran las mediaciones políticas u organizativas de cara a la salvación, que se espera únicamente de Dios. La propia comunidad es la ungida y el lugar donde se ejerce la Realeza de YHWH. Tiene una visión menos etnocéntrica y más abierta hacia los otros pueblos, que también son llamados a entrar en el plan salvador de Dios. La línea divisoria entre buenos e impíos, no es la que separa a Israel y al resto de los pueblos. También en Israel hay pecado, y también en los otros pueblos hay capacidad de conversión.Otra línea teológica diversa es la de “los Pobres de YHWH”, de carácter más radical. En este ámbito se edita la obra del Cronista y se hace la edición definitiva del Pentateuco, y abundantes adiciones a otros libros proféticos. Muchos de los Salmos de confianza, y los salmos del inocente perseguido se redactan conforme a este espíritu. Esta facción se considera a sí misma pura e irreprochable. Reedita el libro de Jeremías, identificándose con el drama de este profeta inocente. Reedita el libro de Job subrayando su inocencia. Llama a la radicalidad en la oposición a los impíos, en la fidelidad a la identidad de Israel frente a los otros pueblos, en el rechazo de los matrimonios mixtos, en la afirmación valor salvífico de la liturgia y del Templo. La comunidad piadosa sufre el martirio a manos de los impíos. El cese del sufrimiento no depende de la conversión del pueblo, ya que éste es inocente, sino de la victoria de YHWH sobre los perseguidores en una intervención fulgurante. El templo es el centro del culto y el lugar de la salvación. La salvación está en el linaje davídico, el la figura de un Mesías regio junto al sacerdocio aaronítico. Esta actitud favorece el inmovilismo de la comunidad y la pasividad en su oposición a los impíos, ya que toda la esperanza está puesta en la acción divina salvadora. Corre el peligro de caer en el fatalismo al estar totalmente dependiente de las intervenciones divinas, pero su espera se hace cada vez más impaciente.Al final de la etapa persa tenemos, pues, una parte importante de la Sagrada Escritura ya constituida como tal. La dispersión del pueblo judío (“diáspora”), que irá en aumento hasta el final de la Antigüedad, provoca que cada vez sea más difícil hacer relecturas consensuadas de los textos, por lo que estos tienden a partir de ahora a fijarse y a no incorporar ya nuevas modificaciones.Martín-Moreno González, Juan Manuel, Historia Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 9. El helenismoJuan Manuel Martín-MorenoA. Los reinos helenísticosLa larga confrontación entre los persas y los griegos a lo largo de las tres guerras médicas verá su final en la total derrota persa que pondrá todo aquel inmenso imperio en las manos de Alejandro y sus militares. Los griegos que hasta entonces se habían mantenido básicamente a la defensiva, se lanzan ahora a una campaña sistemática de invasión y conquista del imperio persa, hasta conseguir el éxito más absoluto y derrocar al último monarca persa, Darío III.Con motivo de estas campañas Alejandro Magno entró en Jerusalén en el año 333 a.C. inaugurando así una nueva etapa en la historia del pueblo judío. Alejandro, trató de realizar una síntesis entre el mundo oriental y el occidental. Organizó una gran boda en Susa, en la que él, sus generales y otros diez mil macedonios se casaron con mujeres de la nobleza persa. Pero a pesar de sus esfuerzos no consiguió que Persas y Macedonios fueran un solo pueblo. Como los reyes persas, Alejandro siguió también una política de gran tolerancia religiosa.Apenas hay alusiones en la Biblia a Alejandro. Sólo en Dn 8,5, “un macho cabrío de occidente”, quizás Za 9,1-8 y 1 Mc 1,1-7. En realidad las guerras de Alejandro no afectaron a Judea, y la tolerancia de Alejandro no supuso ningún cambio sustancial para aquella pequeña provincia que cambiaba de dueño.Su muerte prematura impidió que esa síntesis llegara a la madurez, y llevó a la división de los inmensos territorios conquistados por él entre sus generales. Este es el origen del nacimiento de los llamados Reinos helenísticos. En todos ellos encontramos una estructura semejante. En la capital hay una minoría griega en torno a la corte y al rey, que va a ir filtrando la lengua y la cultura griega al resto de la población. Esta tarea que tardará varios siglos recibe el hombre de “helenización”. En unos casos se da de una forma más rápida y radical que en otros. Lo helenístico se contrapone a lo helénico. Designamos como helénicos a todos los fenómenos culturales asociados a la península griega durante los siglos de oro, siglos V y IV a.C. En cambio llamamos “helenísticos” a todos los fenómenos, artísticos, literarios, y sociales relacionados con la cultura griega exportada a los países del Oriente, durante los siglos III a.C. al siglo I.De entre los reinos helenísticos los que más nos interesan para la historia bíblica son los asentados en Siria y en Egipto. En Siria se establece la dinastía de Seleuco, uno de los generales de Alejandro, con capital en Antioquia. En Egipto se instala la dinastía de Tolomeo, otro de los generales, con capital en Alejandría. Ambas dinastías se conocen con los nombres respectivos de seléucidas y lágidas.B. Judá bajo los lágidas durante el siglo III A.C.El primer general en afianzarse fue Tolomeo en Egipto. Seleuco tuvo que refugiarse donde Tolomeo I Soter, porque Antígono se había hecho fuerte en Asia Menor y Siria. Cuando finalmente Seleuco pudo tomar Babilonia, la ciudad de más prestigio, dará comienzo la era seléucida en el año 312. Once años más tarde en 301, Antígono quedará definitivamente derrotado en la batalla de Pisos, y Seleuco se quedará como dueño y señor de la siria, poniendo su capital en la ciudad de Antioquía.Entre el 301 y el 200 a.C., Jerusalén quedará bajo el dominio de los Tolomeos, dependiendo de Alejandría, aunque no deja de sufrir las ambiciones expansionistas de la corte de Antioquía; numerosos judíos se asentarán en ambas ciudades. Durante este siglo se sucedieron cinco monarcas en Alejandría que portan todos ellos el nombre de Tolomeo. Los reyes de Antioquía nunca aceptaron que Judá y la Celesiria quedasen bajo el poder de los lágidas de Alejandría, y promovieron continuas guerras para tratar de ocupar estos territorios. Aunque apenas sabemos nada de Judea en este siglo, las heridas de estas continuas guerras debieron de ser muy profundas en todo el país.Antígono fue el primero en dividir el reino en “toparquías”, que consistían en una ciudad y el territorio circundante con sus pueblos. Un conjunto de toparquías constituían la hiparquía. El nombre de estas hiparquias se nos ha conservado en nombres en –itis como Gaulanitis, Trachonitis, o en –aia, como Ioudaia, Galilaia…Al parecer durante esta época Jerusalén y toda Judea estaba gobernada por una asamblea de 70 ancianos que se denomina “la gran Asamblea” en la literatura rabínica posterior. La Asamblea estaba presidida por el sumo sacerdote que tenía una posición muy importante. El sumo sacerdocio se pasaba de padres a hijos. Samaría parece haber sido repoblada con macedonios y tendrá una población griega. Es en la vecina Siquén donde los “samaritanos” continuarán su culto con su templo, aunque el cisma sólo tendrá lugar más adelante.Las nuevas autoridades de Alejandría no cambiaron el régimen administrativo que la provincia había tenido durante el dominio persa, y Jerusalén gozó de un notable grado de autonomía social y política, pero la cultura helenística que se iba difundiendo progresivamente a través de escuelas y gimnasios chocaba fuertemente con la mentalidad judía, y la sabiduría griega, muy atractiva para los sabios de Israel, cuestionaba su visión del mundo. En esta época comienzan a fundarse nuevas ciudades, según el modelo de la “polis” griega, autónomas y con democracia interna, que serán uno de los principales medios de difusión del helenismo. Algunas ciudades antiguas adoptan también estatuto de autonomía y se refundan con un nombre griego, como es el caso de Akko que pasa a llamarse Tolemaida, o Beisán que pasa a llamarse Escitópolis.C. Judá bajo los seleúcidas: La insurrección macabeaEn el año 200 a.C. Antíoco III, en el curso de la quinta guerra siria conquista Judá, incorporándola al reino seléucida. La batalla decisiva se libró en Panium (Banias), cerca del templo del dios Pan. El general egipcio Escopas, fue totalmente derrotado a manos del ejército de Antíoco III el Grande. Los lágidas, como hemos dicho se habían mostrado muy tolerantes para con la cultura y la religión judía. Sin embargo los seléucidas intentaron apretar el pedal de la helenización. A partir de este momento se acentuó la tensión entre los judíos “helenizantes” (admiradores de la cultura griega y partidarios de cambiar la tradición hierocrática judía por un sistema democrático) y los tradicionalistas (los “puros” o hasidim). La situación se fue enrareciendo cuando Jasón primero, y Menelao después, representantes de un judaísmo helenizante y sin escrúpulos. acceden ilegítimamente al sumo sacerdocio, gracias al apoyo que el rey de Antioquía les presta a cambio de importantes sumas de dinero. El conflicto de fondo es más un conflicto civil entre judíos que una guerra entre los judíos y los sirios. Es el partido judío helenizante el que acudió a Antíoco pidiéndole su protección, y exigiendo que acelerase el proceso helenizador de las instituciones.Antíoco III el vencedor de Panium, fue poco después aplastado por los romanos en la batalla de Magnesia, (189 a.C.) y en la humillante paz de Apamea se vio obligado a pagar unas cuantiosísimas indemnizaciones de guerra a los romanos. Esto acentuó mucho en adelante la necesidad de fondos de los seléucidas, y su afición a confiscar los bienes de las provincias, especialmente los templos de los dioses que cumplían entonces la función de los bancos.Su sucesor Antíoco IV, con la complicidad del sumo sacerdote Menelao, saqueó el templo de Jerusalén e impuso allí el culto de Zeus, lo cual constituyó el último determinante de la revuelta nacionalista de los Macabeos. Este culto de Zeus en el interior del templo de Jerusalén es lo que el libro de Daniel designa como “abominación de la desolación” (Dn 11,31; 12,11). Para controlar mejor la ciudad los sirios construyeron cerca del templo una gran fortaleza conocida con el nombre de Acra, desde donde ejercían su supremacía militar sobre toda la ciudadMatatías ben Hasmón y sus hijos fueron los dirigentes de la revuelta. En un principio el objetivo era mantener la pureza de la religión frente a las contaminaciones idolátricas de los griegos. A este efecto los macabeos en los comienzos de su revuelta se vieron apoyados por el partido de los hasidim, los judíos celosos de la Ley. Pero como veremos los hasidim acabarán enfrentándose a la dinastía nacida de los macabeos, una vez que el éxito militar de la revuelta llevó a la dinastía asmonea a ambicionar la independencia política desconocida por los judíos desde el final de la monarquía davídica. Matatías murió poco después de la sublevación (167 a.C.). Su sucesor al frente de la sublevación fue su hijo Judas Macabeo, que tras los triunfos espectaculares en las batallas de Bet Horon, Emaús y Bet Zur logró entrar triunfalmente en Jerusalén y purificar el templo (164 a.C.), pero no consiguió tomar el Akra, la fortaleza de los seléucidas junto al templo. El aniversario de esta rededicación del Templo el día 25 de Kislev (Diciembre) pasó a convertirse en la popular fiesta judía de Hanukkah, en la que se encienden las luminarias, el candelabro de los ocho brazos, y se recuerda el prodigio de que el fuego que ardía permanentemente delante del santuario fuera hallado ardiendo todavía milagrosamente.Estas guerras se nos cuentan en los libros primero y segundo “de los Macabeos”, que se consideran libros deuterocanónicos por no estar incluidos en la Biblia judía ni tampoco en la de las Iglesias protestantes que siguen el canon judío.Los dos libros no cuentan historias sucesivas, como pudiera pensarse, sino que discurren de forma paralela y tienen características literarias muy diferentes. El “libro segundo”, escrito en griego y con un estilo grandilocuente, narra las campañas gloriosas de los rebeldes y el triunfo final de los hasidim, que culmina con la nueva consagración del altar y la instauración de la Hanukkah. En cambio, el “libro primero”, en realidad posterior al “segundo”, y escrito en hebreo, está orientado a justificar la entronización de los asmoneos (Jonatán, Simón, Juan Hircano, Alejandro Janeo) como sumos sacerdotes.Volviendo a la historia política de Palestina, tras la muerte de Judas (160 a.C.), su hermano Jonatán (160-142 a.C.) heredó el liderazgo de la revuelta y usurpó el sumo sacerdocio en el año 152 a.C., tras la muerte del sumo sacerdote Alcimo. Supo aprovecharse de la extrema debilidad del reino seléucida dividido entre los dos pretendientes Demetrio I y Alejandro Balas y sus sucesores. Jonatán fue muy hábil para jugar a favor de unos y otros siempre en función de su ambición política de total independencia.Aunque la familia de Matatías era de estirpe sacerdotal, sin embargo no pertenecían a la estirpe sadoquita, que era la única con derechos al sumo sacerdocio según las exigencias más estrictas. Esto dio lugar a una ruptura con los hasidim, que hasta ahora habían apoyado la revuelta macabea, y llevó a algunos sacerdotes radicales a apartarse del templo y sus instituciones, para separarse de la corrupción: este es el origen de la “secta” de los esenios (en el año 141 a.C. tiene lugar el exilio del “maestro de Justicia”), que no se reduce al asentamiento monástico de Qumrán; hubo también esenios en lugares como Damasco o Alejandría.D. El afianzamiento de la monarquía asmoneaJonatán murió violentamente en la ciudad de Tolemaida, del mismo modo como murieron todos los hermanos Macabeos. Le sucedió Simón (143-134 a.C.), el último de los hermanos, que unió en su persona la función religiosa de sumo sacerdote y la función política de etnarca. Consiguió de Demetrio II la total exención de impuestos, lo cual suponía de hecho la plena independencia con respecto al poder de los seléucidas. Simultáneamente abolió la era seléucida como modo de datación cronológica, y a todos los efectos gobernó como un soberano independiente. Como sus hermanos antes de él, Simón buscó siempre el favor y la protección de Roma, siempre dispuesta a debilitar el poder de los seléucidas. Simón fue asesinado también violentamente junto con dos de sus hijos por su yerno Ptolomeo, lo cual nos hace ver lo turbulentos que fueron aquellos tiempos en los que la casi totalidad de los reyes y pretendientes antioquenos así como los dirigentes judíos murieron violentamente.Tras él, su hijo Juan Hircano (134-104 a.C.) fue aún más lejos, proclamándose rey y ampliando el territorio judío hasta los límites que había alcanzado en su momento de mayor esplendor, en tiempos de David y Salomón. Entre sus conquistas se cuenta la Idumea y la Samaría. Hircano llevó a cabo una intensa judaización de su reino (destrucción del templo samaritano del Garizín en el 128 a.C.), forzando a sus habitantes a circuncidarse o exilarse. Pese a estos éxitos militares, Juan Hircano vivía más como un monarca helenístico que como un verdadero sacerdote judío, y los sectores más tradicionales criticaban la identificación entre la realeza y el sacerdocio, reclamando una separación de ambas funciones. En este contexto surgió el grupo de los “fariseos”, que tan importantes serán en la época de Jesús y posteriormente. Constituían una piadosa fraternidad laica, que buscaba la santificación de la vida cotidiana, trasladando a esta la exigencia de pureza ritual del templo de Jerusalén. Aspiraban a aplicar la Torah a la vida de su tiempo, para lo cual completaron la ley escrita en el Pentateuco con numerosos preceptos tomados de la tradición oral de Israel (rabinismo).Los fariseos, que pronto alcanzaron gran prestigio entre el pueblo, pretendieron influir en la política judía y fueron entrando en conflicto con la dinastía asmonea que se iba helenizando cada vez más. A la muerte de Juan Hircano, uno de sus hijos, Aristóbulo I, hizo morir a su madre y a su hermano Antígono, y asumió el título de rey por primera vez. Su reinado fue muy breve, apenas dos años, pero en este tiempo consiguió seguir ensanchando las fronteras del reino conquistando la Iturea y forzando a la población a judaizarse. A la muerte temprana de Aristóbulo, su viuda Alejandra Salomé contrajo matrimonio con el hermano de Aristóbulo, Alejandro Janeo, que será el más brillante de los reyes asmoneos (103-76 a.C.) En su época se agudizó el conflicto con los fariseos que tomaron parte en un levantamiento general contra su monarquía con ayuda extranjera. Janeo respondió con una violenta represión (más de 3000 fariseos fueron crucificados), pero a su muerte encomendó a su sucesora, la reina viuda Alejandra, que actuara de forma más conciliadora. Alejandro Janeo siguió la política expansionista de sus predecesores y extendió su dominio sobre casi todas las ciudades costeras, y muchas de las ciudades de la Decápolis en la Transjordania. Al final de las campañas de la dinastía asmonea, los judíos consiguieron recomponer un reino casi tan extenso como el atribuido a David en la Biblia. Su política de limpieza étnica intentó crear una homogeneidad judía, forzando a los extranjeros a judaizar a exiliarse.Alejandra Salomé (76-67 a.C.) asumió el poder tras la muerte de su marido y realizó un cambio brusco de política. Admitió a los fariseos en el consejo real (“sanedrín”), al lado de los saduceos, con lo cual su influencia se acrecentó notablemente. De hecho, es la espiritualidad farisea la que dominó, hasta los tiempos de Jesús, el judaísmo palestino. Dado que no podía ejercer la función sacerdotal por ser mujer, Alejandra confió este puesto a su hijo mayor Hircano II, hombre débil e influenciable, sometido a su consejero Antípatro el idumeo.A la muerte de Alejandra, el hijo pequeño Aristóbulo, se proclamó rey, deponiendo a su hermano mayor Hircano. Éste tuvo que huir a refugiarse con los nabateos y aconsejado por su canciller Antípatro, entró en negociaciones con Pompeyo. Pompeyo era el representante de Roma, la nueva potencia mediterránea, que se encontraba por entonces por la zona, donde había anexionado los últimos restos de la monarquía seléucida transformando a Siria en provincia romana.El general romano decidió apoyar la causa de Hircano porque le vio más manipulable. Las legiones romanas consiguieron hacerse con Jerusalén y cautivar a Aristóbulo y a sus hijos a quienes llevó consigo a Roma como cautivos.Con la entrada de Pompeyo en Jerusalén (63 a.C.), terminará la autonomía del reino de los judíos que a partir de entonces estará sometidos al poder de Roma bien directamente o bien a través de regímenes marioneta.E. La literatura bíblica durante la época helenísticaVeremos algunas de las novedades que se producen en la elaboración de los libros sagrados del judaísmo durante esta época. Ya nos hemos referido anteriormente a los dos libros de los Macabeos que no fueron admitidos en el canon rabínico, pero que están presentes en la edición de los LXX. En el contexto del primer influjo del helenismo surge el libro de Qohelet (conocido también por su nombre griego de Eclesiastés, o “el predicador”), una obra extrañísima, que rezuma escepticismo y desengaño. A lo largo de este período se cierra también la colección de los salmos, y se recogen una serie de cantos de amor tradicionales que van a configurar el “Cantar de los cantares” (quizá reflejo de un deseo de mostrar, ante la pujanza de la literatura griega, el genio lírico hebreo).Durante la etapa helenística proliferan las escuelas rabínicas, dedicadas al estudio de la Torah. En una de ellas surge el libro del “Eclesiástico”, que recoge las enseñanzas de Jesús ben Sira, maestro de Jerusalén. Redactado en torno al año 200 a.C. y traducido al griego en Alejandría, se difundió sobre todo entre los judíos de la diáspora (hasta hace un siglo sólo se conocía en versión griega). Consiste en una especie de enciclopedia sapiencial, que contribuyó a alimentar la piedad judía, igual que otro libro de esta época, el de Tobías, una “novela ejemplar” ambientada en Nínive (y por ello especialmente atractiva para los de la diáspora). Ninguna de las dos obras ha sido admitida en el canon judío.A mediados del siglo III se produce un acontecimiento de gran importancia: se traduce por primera vez la Torah al griego, para atender a las necesidades de los judíos de Alejandría, que ya no eran capaces de leer el hebreo. Dicha traducción tuvo lugar durante el reinado de Tolomeo II Filadelfo (285-247 a.C.). Según se cuenta en la “carta de Aristeas”, el rey de Egipto, deseoso de conocer los libros sagrados de las diversas religiones, había pedido a Jerusalén el envío de expertos; el sumo sacerdote le mandó setenta maestros, los cuales, trabajando independientemente, llegaron a un resultado idéntico en la traducción. La versión “de los LXX”, que supone un esfuerzo notable de inculturación por parte del judaísmo, será la Biblia de las primeras comunidades cristianas, y la que manejarán los redactores del Nuevo Testamento.Los sucesos relacionados con la revolución asmonea no fueron meramente una guerra de liberación contra las autoridades de Antioquía, sino que dieron lugar a una importante reflexión sobre esos mismos sucesos a la luz de la fe. En estos tiempos conflictivos, la espiritualidad judía acentúa la invitación a confiar en Dios y en su intervención salvadora en favor de los justos; tal es el humus en el que se va a desarrollar la literatura apocalíptica. Ya no hay profetas que puedan iluminar, con la luz de Dios, la oscuridad en que camina el pueblo; por eso se escriben libros evocando a los grandes testigos del pasado (Elías, Moisés, Enoc, incluso Adán y Eva...), a los cuales, por su cercanía a Dios, se les considera capaces de predecir el futuro.La literatura apocalíptica también ha encontrado su lugar en la Biblia: a este género pertenecen la segunda parte del libro de Zacarías (capítulos 9 al 14) y, sobre todo, diversas secciones del libro de Daniel. Este es un texto complejo, con diversos estratos redaccionales, y con una posible base histórica muy escasa (el protagonista es un judío llamado Daniel que vive en Babilonia en la época del destierro). Una parte está escrita en hebreo, otra en arameo y otra en griego; esta última no se incluye en las Biblias judías y protestantes, de manera que el libro tiene diferente extensión en unas Biblias y en otras.Las características de la literatura apocalíptica ya están presentes en las primeras obras: pseudonimia, simbolismo numérico, lenguaje secreto, actividad de los ángeles y angelología, división de la historia en períodos, y referencia a un tiempo futuro de salvación en medio de grandes cataclismos. Esta urgencia apocalíptica se hace sentir sobre todo en tiempos de gran opresión y persecuciones.Otro libro escrito en esta etapa helenística es el libro de Ester, una novela “ejemplar”, probablemente con algún fondo histórico, que muestra cómo Dios interviene en favor de su pueblo oprimido. La parte hebrea del libro no contiene, curiosamente, ninguna alusión de tipo religioso, y más bien da la impresión de ser un canto a la venganza; en cambio, la sección escrita en griego, más piadosa, incluye numerosas oraciones. El libro de Ester se lee en la fiesta llamada Purim (“las suertes”), fiesta de origen desconocido, aunque ciertamente posterior al exilio, y que tiene que ver con la costumbre babilonia de “echar las suertes” en la primavera, al comienzo del año astrológico. Naturalmente, el judaísmo ha reinterpretado esta fiesta pagana, dándole otro sentido, pero aún quedan en el libro ciertas reminiscencias babilónicas.El libro de Judit (“la judía”), novela escrita para alentar a los participantes en la rebelión asmonea, es una exaltación de la debilidad judía (Judit) frente a la fuerza de las grandes potencias (Holofernes). En el trasfondo de la narración se mezclan, de manera poco histórica, elementos de los diversos imperios que habían dominado el Oriente en los siglos anteriores (Asiria, Babilonia, Persia, Grecia...). Los libros posteriores, como el de Baruc, la “carta de Jeremías” o el libro de la Sabiduría, escrito en griego en torno al año 60 a.C., ya no serán incluidos en el canon judío.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. 10. Judá bajo RomaJuan Manuel Martín-MorenoA. Pompeyo en JerusalénComo ya recordamos, en el año 63 a.C. Pompeyo había tomado Jerusalén, sometiendo la Judea a Roma; destronó a Aristóbulo II y nombró gobernador a Antípatro y sumo sacerdote a Hircano II. Pompeyo aprovechó para recortar el territorio judío, liberando del yugo judío a muchos de los pueblos y ciudades que habían sido conquistados y judaizados a la fuerza por los asmoneos. A raíz de estos recortes territoriales se creó la confederación de diez ciudades libres que recibieron el nombre de Decápolis. Otras ciudades griegas en la costa desde Rafia hasta Dor recibieron también la independencia y se constituyeron como polis autónomas. Del reino asmoneo sólo quedaba Judea, Galilea, Idumea y Perea.El año 55, el legado de Siria Gabinio, después de haber aplastado la insurrección de Alejandro II, hijo de Aristóbulo II, dividió Palestina en cinco distritos (sinedrios): Jerusalén, Gazara, Amathus, Jericó y SéforisPero en el 40 a.C. Antígono, hijo del depuesto Aristóbulo II, conquistó Jerusalén con la ayuda de los partos, cortó las orejas a su tío Hircano II para que ya nunca pudiera volver a ser sumo sacerdote y consiguió reinar durante tres años, derrotando a los hijos de Antípatro, Herodes y Fasael, que apoyaban a Hircano II. Fasael se suicidó en prisión y su hermano huyó a Roma, para pedir ayuda al César. Eran los años de las violentas guerras civiles en Roma que enfrentaron a Julio César con Casio y Bruto, y posteriormente a Marco Antonio con Octavio Augusto. Herodes tuvo poca vista y tomó partido siempre por aquél que había de resultar perdedor, pero sin embargo siempre tuvo la habilidad de ganarse al vencedor y conquistar su favor, con lo que consiguió perpetuarse en el cargo y recibir de Roma más y más regiones hasta recuperar en gran parte el territorio que perteneció a los judíos en la época asmonea, antes de la llegada de Pompeyo.Con el apoyo de los romanos, Herodes regreso de Roma y se impuso en Jerusalén derrotando a Antígono. Desde Jerusalén gobernará como etnarca desde el año 36 a.C. hasta el año de su muerte, el 4 a.C. Es importante, pues, para entender el Nuevo Testamento, hacerse cargo de la situación que atravesaba el pueblo judío en la época en que vino al mundo Jesús: un pueblo dividido, agotado por los enfrentamientos internos y humillado por las ocupaciones externas, y, para colmo, bajo el dominio de Herodes, un advenedizo idumeo impuesto por Roma.Herodes mostró su agradecimiento a Roma construyendo o reconstruyendo una serie de ciudades, de tipo helenístico y con nombre romano, en las que se estableció una población mixta de judíos y gentiles. Sus hijos continuaron esta política, y así surgieron ciudades como Cesarea Marítima, Sebaste (sobre las ruinas de la antigua Samaría, destruida por Juan Hircano), Séforis, Tiberíades, Cesarea de Filipo... De entre sus construcciones hay que destacar la de Cesarea del Mar, que llegó a ser una de las grandes metrópolis del Mediterráneo, dotada de un gigantesco puerto artificial. La ciudad contaba con todas las instalaciones propia de una ciudad romana, teatro, anfiteatro, termas, acueductos, hipódromos... Construyó también en ella un magnífico palacio, lejos de las intrigas religiosas de Jerusalén. Es en esta Cesarea donde tendrá lugar medio siglo más tarde el episodio de Cornelio y el Pentecostés de los gentiles.Buscando congraciarse con los judíos, Herodes se casó con Mariamme, una princesa de la familia asmonea, nieta de los dos hermanos que habían peleado por el trono en los tiempos de Pompeyo. Siguiendo una política de construcciones faraónicas reconstruyó y amplió el templo de Jerusalén. De sus varias esposas tuvo numerosa descendencia, lo que favorecía las intrigas por la sucesión al trono. Herodes vivió toda su vida obsesionado con la posibilidad de un golpe de estado, y reaccionó ejecutando rápidamente a cualquier persona que le causara la más mínima sospecha. Hizo ejecutar a su cuñado, el joven Aristóbulo III, hermano de Mariamme, que ejercía el sumo sacerdocio. Pocos días después de que este oficiase en el Yom Kippur atrayendo la simpatía del pueblo, mandó que lo ahogasen en la piscina del palacio de Jericó.Más tarde hizo ejecutar a su esposa Mariamme por celos y entre sus víctimas se contaron también algunos de sus propios hijos, especialmente los dos que tuvo con la asmonea Mariamme, Alejandro III y Aristóbulo IV. Sólo unos días antes de su propia muerte hizo ejecutar a Antípatro, otro de sus hijos. Cuentan de Augusto que una vez hizo un juego de palabras en griego, donde las palabras “cerdo” e “hijo” son muy parecidas y afirmó que él se sentiría más seguro en la corte de Herodes siendo un cerdo que siendo su hijo.A esta tensión política se unía la conflictividad social y económica (empobrecimiento de los campesinos, excesivos gastos en construcciones y en mantenimiento del ejército), que producía frecuentes revueltas, violentamente reprimidas.Tras la muerte de Herodes, acompañada por disturbios populares (4 a.C.), el reino (siempre dependiente de Roma se dividió entre sus tres hijos. Arquelao fue etnarca de Judea, Samaria e Idumea, hasta que en el año 6 d.C. los romanos, cansados de su brutalidad, lo depusieron y pasaron a gobernar directamente la región: hasta el año 41 d.C. se sucedieron una serie de gobernadores romanos, de los que el más conocido es Poncio Pilato. Los gobernadores residían en la ciudad de Cesarea del Mar, y sólo acudían a Jerusalén con motivo de las fiestas importantes para garantizar el orden.En Cesarea, cerca del palacio de Herodes, que luego fue usado por los gobernadores romanos, ha aparecido una interesante inscripción en la que se menciona a Poncio Pilato.El hermano de Arquelao, Herodes Antipas, fue tetrarca de Galilea y Perea hasta su destierro en el año 39 d.C. La tetrarquía de Antipas estuvo formada por la Galilea y Perea en la Transjordania. Antipas quiso dotar a sus territorios de una capital y la instaló primero en Séforis, reconstruyéndola y embelleciéndola, y años más tarde en Tiberíades, a orillas del lago. Filipo, por último, hermanastro de los anteriores, fue tetrarca de Batanea, Traconítide, Gaulanítide, Iturea, Panias y Auranítide hasta su muerte en el año 34 d.C. Su tetrarquía comenzaba al otro lado del Jordán, en Betsaida Julias, que él refundó de nuevo como ciudad helenística. Pero su verdadera capital estuvo en Banias (Cesarea de Filipo) a los pies del Hermón. En los tres años después de su muerte esos territorios pasaron a depender de la provincia romana de Siria, para ser confiados después, en tiempo de Calígula a Agripa I, nieto de Herodes el Grande y Mariamme. B. Situación política y culturalNuestra familiaridad con los escritos judíos, y el influjo moderno de la ideología sionista, nos ha hecho pensar que Palestina fue la tierra de los judíos, que, expulsados de allí, tienen ahora todo el derecho de volver a ocupar la tierra que les pertenece por herencia. En esta visión simplista de las cosas hay mucho de ideología que no soporta la confrontación con los datos de la historia.La Tierra Santa no ha sido prácticamente nunca un país exclusivamente judío. Sólo en brevísimos períodos de la historia estuvo todo el territorio bajo una autoridad judía (unos 300 años en la época de los reyes, y unos 50 años en la época de los Macabeos). Toda la llanura costera desde el Carmelo hasta Egipto prácticamente nunca ha pertenecido a ningún estado judío. E incluso en los períodos de mayor expansionismo israelita el territorio no estuvo nunca habitado exclusivamente por judíos. Volviendo a la época que estamos historiando ahora, el elemento israelita no era sino una de las muchas culturas presentes en el país. Con los judíos convivían los samaritanos en amplias zonas, y sobre todo los griegos de las ciudades helenísticas en la costa, a orillas del lago de Genesaret, en el valle del Harod, y aun en la misma Judea. Recordemos Antípatris, Escitópolis, Ptolemaida, Dora, Cesarea del Mar, Cesarea de Filipo, Tiberíades, Sebaste, Apolonia, Fasael y la ciudades de la antigua pentápolis filistea…Esta población griega consideraba a los gobernadores romanos sus defensores frente al imperialismo judío. Efectivamente Pompeyo es el que les había liberado del duro yugo de los asmoneos. Ya hemos mencionado cómo Pompeyo al conquistar Jerusalén estableció una confederación de ciudades griegas autónomas conocidas como la Decápolis y la sustrajo a la autoridad de los judíos de Jerusalén. Lo mismo hizo con las ciudades griegas de la costa y de otras regiones.Los habitantes de estas ciudades hablaban el griego koiné que se había convertido en la lingua franca de todo el Próximo y Medio Oriente. Mantuvieron una continua confrontación con la población judía por la que se sentían amenazados. Al inicio de la sublevación contra Roma, los habitantes griegos de Judea y Galilea realizaron una radical limpieza étnica de sus ciudades asesinando a miles de judíos.Pero, a parte de estos ciudadanos griegos paganos, tenemos que considerar también a muchos judíos, sobre todo los más ricos y cultos, que se encontraban fuertemente helenizados y eran bilingües. Pensemos por ejemplo en los judíos de Séforis, la primera capital de Antipas, a cinco kilómetros de Nazaret, o en Betsaida donde Andrés y Felipe llevaban nombres griegos. Muchos identifican a estos judíos helenizados de la Galilea con el partido de “los herodianos” que aparece diversas veces en los evangelios. Probablemente este grupo empezó a tomar consistencia durante el largo reinado de Herodes el Grande, y más tarde se mantuvo fiel a su dinastía.El latín apenas tuvo influjo en la zona, y se mantuvo como la lengua de los gobernadores y funcionarios romanos y de los oficiales del ejército, los cuales hablaban también el griego. Recordamos cómo el letrero sobre la cruz de Jesús estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.Los zelotas eran fanáticos partidarios de un estado judío independiente y tras la expulsión de las legiones romanas se proponían también expulsar a todos los habitantes griegos practicando una política de limpieza étnica radical. Por eso cuando comenzó la gran revuelta en el año 66, los griegos que habitaban en el territorio se volcaron totalmente a favor de los romanos y exterminaron a los judíos que vivían dentro de sus ciudades o en sus alrededores.Por supuesto no negamos que el elemento judío fuera también importante. Contaban con una gran ciudad, Jerusalén, mayoritariamente judía, y otras pequeñas ciudades y poblados, organizados en toparquías. Durante la época romana muchas ciudades eran mixtas y contaban con importantes núcleos de población griega y judía. No nos es posible dar números ni siquiera aproximados sobre el porcentaje relativo de una y otra población.La religión judía quería evitar a toda costa la asimilación dentro de la cultura griega que era mucho más potente y tenía una gran fuerza seductora. De aquí que se insistiese cada vez más en los preceptos de la ley que ayudan a mantener al judío separado del gentil, como son todos los preceptos relativos a la pureza ritual, a las comidas puras e impuras. Los judíos ortodoxos evitaban entrar en casa de los paganos y tener cualquier tipo de relaciones de amistad con ellos. En Jerusalén se han descubierto las ruinas de palacios de sumos sacerdotes, fuertemente helenizados, y que sin embargo mantenían su preocupación por la pureza ritual, como muestra la abundancia de piscinas rituales (miqve) en los sótanos de las casas.El judaísmo del segundo templo muestra un carácter pluralista. Conocemos tendencias tan distintas y enfrentadas como los saduceos, los fariseos, los herodianos, los esenios, los bautistas, los zelotas. Estos hábitos pluralistas posibilitaron el que los primeros judíos creyentes en Jesús pudiesen ser aceptados como una secta más, la de los nazarenos, bastante próximos a los fariseos.Efectivamente, salvo esporádicos momentos de tensión como el que llevó a la lapidación de Esteban, los judeocristianos seguían acudiendo a las sinagogas y dando culto en el Templo de Jerusalén. La misma lapidación de Esteban hay que considerarla como un acto puntual de linchamiento más bien que como una persecución sistemática. De hecho fueron sólo los cristianos helenistas los que tuvieron problemas, mientras que los judeocristianos de lengua aramea parece ser que no sufrieron tan graves interferencias.En los documentos qumranitas conocemos la espiritualidad de los miembros del Yahad y vemos cómo podían considerarse el verdadero Israel escatológico, a pesar de ser una mínima fracción numérica de la totalidad del pueblo. Este será más también el mismo espíritu de los judeocristianos, que aun después de haber sido separados del Israel oficial, seguían considerándose el Israel legítimo, a pesar de no ser sino una mínima fracción del pueblo judío y de haber sido oficialmente excomulgados de la sinagoga.Pero todas estas sectas serán excomulgadas sólo después de la destrucción de Jerusalén, cuando los rabinos en Jamnia reconstituyeron un judaísmo nuevo que cerró filas en torno a un tipo de judaísmo más bien heredero de los fariseos. Es entonces cuando se consumará el cisma entre la Iglesia judeocristiana y la sinagoga, ya en los años 80. Los textos del evangelio de Juan y de Mateo están ya reflejando este momento en que la escisión se ha consumado. Una de las grandes tareas de los rabinos en Jamnia es oficializar el canon de la Biblia hebrea discutiendo algunos de los flecos que aún ofrecían alguna duda. Para esta época romana ya están escritos todos los libros del Antiguo Testamento. C. La caída de JerusalénHerodes Agripa, nieto de Herodes el Grande, llegó a unificar, con el apoyo de Roma, todo el territorio de su abuelo, y fue nombrado por los romanos rey de Batanea en el año 37, de Galilea y Perea en el 40, y cónsul de Judea en el 41. Sólo alcanzó a reinar tres años. En este lapso de tiempo se reconstituyó el reino de Herodes el Grande casi en su totalidad, despertando grandes expectativas en los elementos más nacionalistas. Pero la apariencia de autonomía que daba el reinado de Agripa era engañosa. Agripa no era sino una marioneta en manos de los romanos, y su gobierno no fue muy distinto de la administración romana directa por medio de gobernadores. Los Hechos de los Apóstoles nos han dejado una imagen muy negativa de Agripa, como el clásico tirano lleno de soberbia y perseguidor de los creyentes. Durante su brevísimo reino la Iglesia de Jerusalén sufrió una dura persecución en la que Pedro fue encarcelado y Santiago Zebedeo fue decapitado (Hch 12,1-3). La muerte de Agripa, roído de gusanos, está narrada en el género literario propio de la muerte de los tiranos (Hch 12.20-23).A su muerte, en el año 44, Palestina pasó a estar de nuevo bajo el mando directo de los prefectos romanos. En esta segunda etapa de gobierno romano directo se sucedieron varios prefectos (Fado, Tiberio Alejandro, Cumano, Félix, Festo, Albino y Gesio Floro). Flavio Josefo denuncia su corrupción y revela la miseria con la que el pueblo se iba empobreciendo cada vez más. El hijo de Agripa I, Herodes Agripa II, era todavía muy joven a la muerte de su padre, y los romanos no quisieron que heredase todo el gran reino que su padre había ido juntando en torno a sí. Los romanos se limitaron a asignarle sólo algunos de los territorios en el nordeste del país, que habían pertenecido a la tetrarquía de Filipo. Agripa II pasaba por ser un judío religioso, y en varias ocasiones los romanos le pidieron que actuara de árbitro en sus conflictos con los sumos sacerdotes, delegando en él la autoridad para nombrar al sumo sacerdote en Jerusalén. Los Hechos de los Apóstoles nos narran un incidente en que el procurador Festo invitó a Agripa II a que intervenga en el juicio de Pablo aprovechando su paso por Cesarea (Hch 25,13-26,32). En el tiempo de la gran revuelta Agripa II se mantuvo fiel a los romanos y cooperó con ellos en el sometimiento de los zelotes. Hace pocos años los arqueólogos han descubierto su magnífico palacio en Cesarea de Filipo, y nuevos templos paganos en lo que pudiéramos llamar la “acrópolis” de Cesarea, donde al antiguo templo de Pan se añadieron el templo a Augusto construido por Herodes el Grande, y nuevos templos, a Zeus, a Némesis, a las cabras danzantes…En tiempo de Cumano (48 – 52) hubo fuertes tensiones entre judíos y samaritanos, que se agudizaron bajo su sucesor Félix (53 – 58); es en este tiempo cuando surge el movimiento de los sicarios (terrorismo urbano). Con el procurador Festo (58 – 62) hay una cierta tranquilidad. Aprovechando la muerte repentina de este, las autoridades judías saduceas asesinan a Santiago, “el hermano del Señor”, presidente de la Iglesia de Jerusalén. Una vez más no debemos ver este asesinato como una prueba de una excomunión general de los cristianos. Fue solo la secta de los saduceos la que promovió este crimen, mientras que, según Flavio Josefo, los fariseos se indignaron ante este asesinato y presentaron una reclamación formal ante el siguiente gobernador Albino. Este hecho nos parece muy significativo a la hora de ver cómo precisamente la secta de los fariseos era la que tenía mayor afinidad con los primeros judeocristianos.Probablemente es entonces cuando la comunidad cristiana se trasladó a Pella, en la Decápolis, aunque otros historiadores sitúan este éxodo tres o cuatro años más tarde, después del comienzo de la gran insurrección contra Roma. Esta huida de la comunidad judeocristiana salvó a muchos de los primeros cristianos de los horrores de la guerra. Los evangelios insisten mucho en que este consejo de huir de la ciudad había sido ya dado por Jesús mismo en su sermón escatológico.Bajo el mando de Gesio Floro la crisis llegó ya a extremos insostenibles. Un conflicto entre griegos y judíos en Cesarea Marítima dio lugar a una serie de revueltas, que provocaron la intervención armada de los romanos en Jerusalén, y como consecuencia estalló la revuelta de los zelotes. Los rebeldes se adueñaron de Jerusalén, que durante cuatro años fue asediada por los romanos, hasta su toma y destrucción en el año 70. Los zelotes se hicieron fuertes en Masada, donde resistieron todavía tres años más. Pese a la derrota, no desaparecieron del todo las esperanzas judías de reconstruir el templo (reconstrucción prohibida por Trajano). En el año 116 hubo una insurrección de los judíos de la diáspora, y entre los años 132 y 135 se produce una nueva revuelta, dirigida por Bar Kojba. El emperador Adriano responde de una manera fulminante: arrasa Jerusalén, fundando sobre ella una colonia romana (Aelia Capitolina), a la que prohíbe acercarse a los judíos, y adopta una serie de medidas fuertemente antisemitas (prohibición de la circuncisión, del shabbat y de la enseñanza de la Torah).Como había ocurrido ya en el 587 a.C., la segunda caída de Jerusalén dio lugar a una seria crisis interna, debido no sólo a la destrucción causada por la guerra sino sobre todo al enfrentamiento entre los propios judíos, entre los radicales zelotes y los moderados partidarios de negociar con Roma (La destrucción fue tan grande que los romanos al tomar la ciudad se encontraron prácticamente con un cementerio). El año 70 marca una fuerte ruptura en el interior del judaísmo. Al ser destruido el templo, desaparece el sacerdocio (cuyo prestigio, por otra parte, había caído en picado desde la época asmonea), y la espiritualidad judía va a girar desde ahora en torno a la lectura de la Torah hecha en las sinagogas. Dos años antes de la destrucción de la ciudad, Yohanan ben Zakkai, un rabino opuesto a la revuelta de los zelotes, había logrado huir de Jerusalén con algunos de sus discípulos; se asentaron en Jamnia, que va a convertirse, a partir del año 70, en el centro director del judaísmo mundial.El judaísmo de Jamnia mostró una gran plasticidad para adaptar la religión judía a las nuevas circunstancias de la diáspora. Toda esta tarea fundacional del judaísmo nuevo se prolongó durante más de 100 años, hasta culminar en la redacción de los seis libros de la Misná, que incorporan la ley oral, y fueron publicados en Séforis hacia el año 200 por el patriarca judío Yehudah haNasí.Sin embargo, no con eso cesó la actividad de los rabinos, que se prolongó en una segunda etapa, la de los amoraítas, que culminará en la doble redacción del Talmud dos siglos más tarde, el Talmud de Jerusalén y el de Babilonia.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. USOS Y COSTUMBRES DE LAS TIERRAS BIBLICASFred H. WightLa Biblia fue escrita por orientales. Es fácil que los occidentales pasen por alto el hecho de que las Escrituras tuvieron su origen en el Oriente, y que cada uno de los escritores era en realidad oriental. En vista de esto, se puede afirmar que la Biblia es un libro oriental, en un sentido verdadero. A pesar de esto, muchos leerán las Escrituras con el prejuicio de sus propios usos y costumbres occidentales, en lugar de interpretarlas desde el punto de vista oriental.Es necesario conocer los usos y costumbres orientales para entender la Biblia. Muchos pasajes de las Escrituras difíciles de entender para el occidental, se explicarán fácilmente mediante el conocimiento de las costumbres y los modos de las tierras bíblicas. Por otro lado, el ignorar este tema será privarse del dominio completo de la Biblia, en sus dos Testamentos.El estudio de los modales y costumbres de los árabes de las tierras bíblicas es de gran valor. Por muchos años los árabes eran los custodios de Palestina. En el siglo siete, un ejército de árabes se separó de Arabia e invadió el Oriente Cercano. Llevaron consigo los hábitos de una vida heredada de generaciones sin contar, antes de ellos. Ya que han vivido en estas tierras hasta la fecha, han venido a ser los conservadores de los modales y costumbres de los tiempos bíblicos.A través de los siglos, las costumbres árabes han seguido casi sin cambiar. Hay tres clases de árabes en estas tierras. Primero está el nómada o árabe beduino, que es pastor y vive en tiendas. Segundo está el peón o árabe fellahin (labriego), que es agricultor, y comúnmente vive en una casa campesina de un solo cuarto. Tercero está el citadino o árabe belladin, que regularmente tiene sus negocios establecidos en las ciudades. El árabe belladin ha estado en contacto con la civilización occidental más que las otras clases, y por tanto su vida ha sufrido un mayor grado de modificación. Por otro lado, el árabe labriego ha cambiado sus costumbres sólo un poco, y el nómada casi nada. A través de los siglos, los árabes lo han considerado moralmente malo cambiar sus costumbres antiguas. Por esta razón los usos v costumbres de los árabes de las tierras bíblicas son muy parecidos a los de los judíos de tiempos bíblicos. Hay algunas excepciones a esta regla, y la mayor parte tiene que ver con las observancias religiosas.Fuentes de información acerca de los usos y costumbres de los árabes de las tierras bíblicas. Por la información sobre los hábitos de vida de los árabes del Oriente Cercano, estamos en deuda con los nativos de aquellas tierras, y con los residentes de largo tiempo, misio¬neros, eruditos y viajeros.¿ Y qué acerca de las costumbres de los judíos que han vuelto a la nueva nación de Israel? Las costumbres de los judíos que ahora están volviendo de varias partes del mundo a la tierra de sus padres, no serán de gran valor para este estudio, porque son principalmente las de las tierras de donde proceden, lo que significa mayormente costumbres occidentales. Puede haber unos pocos de los israelíes recién llegados y algunos de los que han vivido largo tiempo en la tierra, que conservan los hábitos de antaño; pero los que así los conser¬van, forman una minoría muy pequeña.Otra fuente de información sobre los usos y costumbres de tiempos bíblicos son los historiadores que han escrito sobre el tiempo de Cristo o de los apóstoles. Con frecuencia han proporcionado información sobre la manera de vivir en aquellos días, y también de días más anteriores. Además, los descubrimientos de los arqueólogos han sido una fuente valiosa de conocimientos sobre el terna. Las cosas descubiertas por la pala, tales como la cerámica, varios artículos de mueblería, restos de casas viejas, inscripciones, y cosas semejantes, frecuentemente revelan los secretos de cómo vivían y se portaban los antiguos. Civilizaciones antiguas, perdidas para el resto del mundo por muchos siglos, se han revelado a los hombres mediante el trabajo de los excavadores en las tierras bíblicas.Moradores de Tiendas de CampañaEl vivir en tiendas es de origen muy antiguo según la Biblia. Se remonta hasta antes de los días de Abrahán. En las Sagradas Escrituras encontramos la primera referencia a esa vida en Génesis 4:20, cuando se refiere a un hombre llamado Jabal, que "fue el padre de los que habitaron en tiendas". Después del diluvio se dice en las Sagradas "Dios engrandezca a Japhet, y habite en sus tiendas de Sem" (Génesis 9:27).Los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob pasaron la mayor parte de su vida en tiendas en la tierra de Canaán y sus alrededores. Se dice de Abraham que "levantó su tienda" cerca de Bethel (Gén. 12:8). De Isaac se dice que "levantó su tienda" en el Valle de Gerar (Gén. 26:17). Y de Jacob, que "levantó su tienda" frente a la ciudad de Sichem, (Gén. 33:18).Los hijos de Israel vivieron en tiendas durante su peregrinación por el desierto durante cuarenta años. De ellos dice Moisés "los hijos de Israel asentarán en tiendas, cada uno en su escuadrón" (Núm. 1:52). Refiriéndose a Balaam, dice: "alzando sus ojos vio a Israel alojado por sus tribus" (Núm. 24:2).Por muchos años después que Israel entró a poseer la Tierra Prometida aún vivían en sus tiendas. Al rey David le fue dicho en sus días: "El arca, e Israel, y Judá están debajo de tiendas" (2 Sám. 11:11), lo que indica que la mayoría de las gentes moraban en tiendas. En tiempos de las diez tribus comandadas por Jeroboam el grito que se oía era "Israel, a tus estancias" (1 Reyes 12:16).Cuando las tribus se reunían en lugares pequeños como Gilgal y Silo, siempre llevaban consigo sus tiendas. Y cuando el templo fue terminado en Jerusalén, y el pueblo hacía sus peregrinaciones para ir a la celebración de las fiestas del Señor, algunos millares de ellos dormían en tiendas que levantaban en las laderas de las montañas que rodean la ciudad.Como los judíos de antaño, los nómadas o árabes beduinos de Palestina, y especialmente de la Transjordania, por siglos han morado en sus tiendas, y su manera de vivir es bastante parecida a la de las gentes de la Biblia. De ahí que un estudio de la estructura de las tiendas de las tierras bíblicas de hoy día, arrojará mucha luz sobre la manera de vivir de los hombres de los primitivos tiempos bíblicos. Con tal estudio estaremos capacitados para imaginarnos el fondo para entender la vida y las contribuciones de esos hombres de épocas pasadas.MATERIAL DE LA TIENDALa habitación de los beduinos es su tienda, la que es fabricada con telas de pelo negro. Se llama beit sha'ar, "casa de pelo". Se fabrica con una tela basta, y sirve para proteger a la familia de los vientos fríos del invierno. En el verano, los lados de la tienda se levantan, y sirve entonces como sombra.La tela de pelo de cabra usada para hacer estas tiendas es porosa, cuando está seca; pero con las primeras lluvias de la estación se aprieta el tejido de manera que se convierte en impermeable.En el libro del Cantar de Cantares de Salomón se habla de estas tiendas de pelo negro de cabra cuando leemos: "Morena soy, oh hijas de Jerusalén... como las cabañas de Cedar" (Cant. 1:5).Para fabricar las tiendas de los beduinos se usa el mismo material llamado cilicio en los días de la Biblia. Debemos recordar que el cilicio oriental no se parece al cotense occidental, sino que es un material hecho de pelo de cabra espinoso y basto.El apóstol Juan al comparar las tinieblas a este cilicio, dice: "el sol se puso negro como saco de cilicio" (Apoc. 6:12). En tiempos bíblicos se usaba el saco de cilicio para demostrar la tristeza (Gén. 37:34; 2 Sam. 3:31); como signo de humillación (1 Reyes 29:1); como signo de arrepentimiento (Dan. 9:3; Jonás 3:5).CAMPAMENTOS DE TIENDAS Y MODO DE LEVANTARLASSi los árabes beduinos viven juntos como tribu o clan, como casi siempre lo hacen, o si más de una familia vive con ellos, entonces sus tiendas no se levantan en racimo confuso, sino en un círculo grande para que cuando menos sus ganados puedan quedar protegidos dentro del círculo. Al lado de la tienda del jefe y a su cabecera, se coloca hincada en tierra una lanza grande como emblema de su autoridad (1 Sam. 26:7). Su tienda, por lo general, es de mayores dimensiones que la de los demás.Dice la Biblia que algunos de los hijos de Ismael vivían en campamentos de tiendas (Gén. 25:16). El número de las tiendas que constituían el campamento de Abrahán debe haber sido grande, porque en la guerra que sostuvo con la federación de reyes, los cuales se habían llevado cautivo a su sobrino Lot, se dice que Abrahán tenía a sus órdenes trescientos dieciocho soldados entrenados y nacidos en su casa (Gén. 14:14). El arreglo de sus tiendas sin duda file como el del más rico beduino de nuestros días.La parte principal, encima de la tienda del beduino, se compone de un gran toldo que se sostiene por postes, y las extremidades de la tela de la tienda se estiran con cuerdas que se atan a estacas hincadas en la tierra. Fue una de estas estacas de la tienda la que usó Jael para matar a Sísara (Jueces 4:21).ARREGLO INTERIOR DE UNA TIENDALa tienda oriental es comúnmente de forma oblonga y consta de dos y algunas veces de tres apartamentos divididos por cortinas de pelo de cabra. La entrada conduce al departamento de los hombres, el que también sirve de sala de recepción; mas allá está el departamento de las mujeres y los niños. Algunas veces hay un tercer apartamento para los criados o el ganado.En el departamento interior, que está encortinado, están las mujeres, no visibles desde la sala de recepción, pero pueden ellas oír todo lo que sucede en esa sala. Así fue como Sara en su departamento oyó lo que el ángel dijo a Abrahán en la sala de recepción (Gen. 18:10-15). Hay casos en que son necesarias tiendas separadas para las mujeres. Se necesitaron varias tiendas para alojar a la gran familia de Jacob. Se hace referencia a la tienda de Jacob, a la tienda de Lea, a la de Raquel y a la tienda de las dos criadas (Gén. 31:33).AMUEBLADO INTERIOR DE LAS TIENDASLa tienda de un pastor está siempre sujeta a continuos cambios, como lo indica Ezequías en su canto de gratitud después de la recuperación de su salud (Isa. 38:12). El amueblado de una tienda debe incluir sólo lo necesario. El piso se cubre con alfombras, y por la noche se usa la ropa de cama, la que se compone de esteras o carpetas, sobre las cuales se duerme. Los mantos usados durante el día les sirven por la noche de colchas. Se pueden poner en derredor de los postes de en medio sacos de grano. Deben encontrarse a la mano en la tienda un molino de mano y el mortero en que se muele el grano. Colgados de los postes estarán los sacos de piel para el agua y demás líquidos. También habrá una cubeta de cuero para sacar el agua del pozo que se encuentra cerca, y un cántaro que usan las mujeres para llevar el agua. Los utensilios de cocina no son muchos, pero incluyen botes, bandejas y vasijas. Con las fuentes para servir se incluirán esteras y platos más grandes, así como tazas para beber. Una lámpara de las primitivas quemando aceite de oliva se usará para iluminar la tienda por las noches. Si la familia tiene la dicha de contar con un camello, entonces se usará la fornitura para sentarse en el interior de la tienda, de la manera como Raquel hizo cuando su padre buscaba sus dioses en su tienda (Gén. 31:34) -Pocas cosas además de las enumeradas arriba se necesitan para la vida sencilla de los moradores de tiendas.El fogón queda, por supuesto, sobre el piso. Se cava un pozo en el piso donde se pueda encender el fuego, poniéndose en derredor de él varias piedras y los utensilios de cocina se ponen sobre ellas, por encima del fuego. Uno de estos fogones está dentro de la tienda y otro estará fuera, cerca del departamento de las mujeres. En tiempo de verano se cocinan los alimentos mejor fuera que dentro de la tienda.REMENDANDO LA TIENDA Y AGRANDANDOLAEs muy raro que se hagan nuevas tiendas entre los beduinos. Cuando esto llega a acontecer es cuando un novio y su novia ponen su casa aparte de la de sus padres, y esto ocurre muy raramente.El procedimiento a seguir es acumular la trasquila de una cabra durante un año o más, y con ello se hace una tira más de tela para añadirla a la vieja tienda. Las mujeres hacen este trabajo. La parte del techo de la tienda más averiado se corta, y la nueva tira de tela la reemplaza. La tira vieja se usa como cortina. CadA año nuevas tiras de tela se ponen en lugar de las averiadas, y esta "casa de pelo" se pasa de padre a hijo aun cuando no esté completamente nueva o completamente vieja, en cualquier tiempo.Cuando la familia que vive en una tienda crece o se hace rica y desea agrandaría, lo hace añadiéndole secciones, de la misma manera que un occidental añade un cuarto a su casa.Pero la diferencia es que en lugar de hacer una tienda nueva, continúa añadiéndole secciones. Isaías tenía este proceso en mente al comparar la prosperidad profética de Israel a una tienda beduina. "Ensancha el sitio de tu cabaña y las cortinas de tus tiendas sean extendidas; no seas escasa: alarga tus cuerdas, y fortifica tus estacas" (Isa. 54:2).CARACTER DE LA VIDA EN LAS TIENDASEl occidental aún no puede apreciar el carácter peregrino del oriental que mora en tiendas. Un viajero entre estos nómadas decía de ellos lo siguiente: "La tienda de un árabe es su hogar; pero la palabra "hogar" para el no tiene el significado que tiene para nosotros. De nuestra idea del hogar no tiene ningún concepto. Su hogar es el pequeño paraje donde levanta su tienda y donde su ganado se reúne por la noche; su país, la tierra de sus padres; es el pequeño distrito sobre el que vaga en verano".Recordemos que Abrahán, Isaac y Jacob fueron peregrinos en la Tierra Prometida. "Por fe (Abrahán) habitó (fue morador de tiendas) en la tierra prometida, como en tierra ajena... con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa" (Heb. 11:9). Y el autor de Hebreos dice además de estos profetas, "Murieron todos estos sin haber recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, y creyéndolas, y saludándolas, y confesando que eran peregrinos y advenedizos sobre la tierra" (Heb. 11:13).La vida de las tiendas con su sencillez, y todo el tiempo que se pasa fuera de ellas, tiene un encanto real para aquellos que están avezados a ella. La mayoría de sus moradores no vivirían de otra manera si se les diese a escoger. Y como los antecesores de los judíos fueron moradores de tiendas, sus descendientes consideran esa vida en un espíritu de verdadera dignidad. Esto explica las numerosas referencias a la vida en las tiendas en su poesía sagrada y en la profecía (cf. Sal. 84:1-10; Cant. 1:5; Jer. 4:20, etc.).Usos y costumbres de las tierras bíblicas por Fred H. Wight Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. Casas de Un Solo CuartoHabiendo pasado muchos años después de que Israel se había establecido en la tierra de Canaán y dejado su vida nómada trocándola por una más estable con progresos agrícolas, principiaron las casas a tomar el lugar de las tiendas como lugares para vivir. La mayoría de los hogares de la gente del pueblo se constituía de una sola pieza o cuarto. Piensa el Dr. Thompson que porque la viuda que asistió a Elías tenía una pieza en la parte alta de su casa, que ella no era de la clase más pobre, sino que se encontraba en estrechez debido al hambre que se hacia sentir en toda la tierra (cf. 1 Reyes 17:8-19).PROPOSITO DE LA CASAEn los tiempos bíblicos los hombres no construían sus casas con la idea de pasar en ellas la mayor parte de su vida. Su primordial interés era pasar tanto tiempo como fuera posible fuera de ellas, admirando las obras de Dios. La casa servía como un lugar de retiro. Por esta razón las paredes de las casas no son muy tentadoras. No se hacían esfuerzos para atraer la atención a este lugar de retiro.El propósito de estas moradas se sostiene en el significado de las palabras hebraica y árabe para "casa". El Rvdo. Abrahám Rihbany que nació en Siria y vivió allí sus primeros años, ha hecho una exposición muy cierta acerca del significado y propósito de la casa de Palestina.La palabra hebrea bavith y la palabra árabe bait quieren decir "abrigo". El equivalente español es la palabra "casa". El término más significativo "hogar", nunca ha sido inventado por los hijos de Palestina, porque ellos se consideran como "peregrinos en la tierra". Su tienda y su casita le proveyeron abrigo suficiente para él y sus familiares durante la peregrinación mundana o terrenal.Como los palestinos pasan tanto tiempo fuera de sus hogares, los escritores sagrados gustaban de referirse a Dios como su "abrigo" o su "refugio" mejor que como su hogar. Tales expresiones en conexión con Dios son muchas en el libro de los Salmos y los escritos proféticos (cf. Sal. 61:3; Isa. 4:6).PISO Y PAREDES DE LA CASARefiriéndose a la naturaleza del piso de estos hogares orientales dice el Dr. George A. Barton:Generalmente las casas no tienen otro piso que el de la tierra misma que se empareja y aplana, hasta quedar maciza. Algunas veces se hace una mixtura de cal con lodo y dejándolo algún tiempo para que se seque y endurezca Algunas veces se ha encontrado pisos de piedra resquebrajada unida con cal. En el tiempo del Imperio Roma. no fueron introducidos los pisos de mosaicos con incrustaciones dc cuadritos de piedra labrados.Las paredes de la casa por lo regular son hechas de adobes que se fabrican con lodo secado al sol. Job al referirse a esta clase de moradas dice: "casas de arcilla" (Job. 4:9). Son muy parecidas a las Casas de adobe en México en la actualidad y muy frecuentes en los estados del Sureste de América, donde la influencia española aún predomina.Algunas veces las paredes se hacen con una piedra muy áspera y muy común en el país. Estas son de distintos tamaños y pegadas con lodo. Las junturas son algunas veces anchas e irregulares. Sólo los palacios y las casas de los ricos se construyen con piedras labradas, como los palacios de Salomón (1 Reyes 7:9), y las de los ricos del tiempo de Isaías, que se jactaban diciendo: "Los ladrillos cayeron, mas edificaremos con cantería" (Isa. 9:10).CONSTRUCCION DEL TECHOEn estas humildes casas de Palestina el techo se construye con vigas de madera que alcanzan de pared a pared, luego se pone una capa de pasto, o quizá de ramas poniéndose sobre ésta una capa de tierra o arcilla; luego se riega sobre ella arena y gravilla, pasándose luego sobre ella un rodillo dc piedra, el cual permanece sobre el techo para usarlo varias veces apisonando el techo y con especialidad durante las primeras lluvias, para que así no se escurra el agua al través.Se construía un pretil o parapeto con trechos en las casas antiguas para permitir escurrir el agua de lluvia, y para evitar la caída de alguna persona. El no construir dicho pretil en los tiempos modernos ha causado accidentes con alguna frecuencia. La Ley de Moisés es muy definida al ordenar la construcción del pretil mencionado. El reglamento dice: "Cuando edificares casa nueva, harás pretil a tu terrado, porque no pongas sangre en tu casa si de él cayere alguno" (Deut. 22:8). El uso común de la casa para tantas cosas, hicieron esencial esta ley, como podemos comprender.COSAS INTERESANTES CRECEN EN TECHOS Y PAREDESHierba en los Techos. Estando los techos de la casa en gran parte hechos de tierra y arcilla podemos imaginarnos cómo crecerá la hierba encima de las casas, como lo indican las referencias bíblicas "serán como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca" (Sal. 129:6; véase también 2 Reyes 19:26; Isa. 37:27). Ejemplos de esto en techos similarmente construidos se ven con frecuencia en los tiempos modernos. En un libro publicado en la última parte del siglo XIX hay una fotografía de un techo palestino cubierto con hierba en crecimiento. El pie de la fotografía es el siguiente: "Este es un buen ejemplo de la apariencia de hierba sobre los tejados". Después de las lluvias de invierno, todo edificio con techo de lodo está sobrecargado de yerbas, las cuales pronto perecerán.Techo con goteras. Se puede entender lo natural que será que techos de tierra, después de fuertes aguaceros, produzcan goteras: lo que hace inconveniente para la familia vivir en esas casas. Los viajeros que pasan la noche en una de esas habitaciones, han tenido a veces que mover su cama, por causa de las goteras causadas por el agua de lluvia. El libro de los Proverbios compara estas goteras a una mujer rencillosa (Prov. 19:13; 27:15).Excavaciones de los ladrones. Ya que las paredes de las casas frecuentemente se construyen con tierra y arcilla, o de piedras pegadas con lodo, es tarea fácil para los ladrones hacer un agujero y entrar a la casa. La referencia que tenemos en Job dice: "En las tinieblas miran las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz" (Job 24:16). También Jesús a esto aludió en su gran Sermón de la Montaña: "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan" (Mat. 6:19; 24:43).Víboras en las paredes. Ya que las paredes de las casas han sido construidas de piedra y que las junturas son anchas e irregulares, fácil es para las víboras entrar en esas aberturas e intempestivamente entrar en contacto con los habitantes. Acerca de esta clase de casas el profeta Amós habla de un hombre que "entrare en casa y arrimare su mano a la pared y le muerde la culebra" (Amós 5:19).VENTANAS Y PUERTASVentanas. Las casas orientales tienen pocas ventanas, las cuales se abren hacia la calle, y éstas son bastante altas. Por regla general las ventanas tienen barrotes de madera que sirven de protección contra los ladrones, y la parte baja de la ventana tiene una especie de "biombo enrejado". "Porque mirando yo por la ventana de mi casa, por mi celosía" (Prov. 7:6) - Postigos de madera cierran las ventanas por la noche. Cuando se abre la ventana los que están dentro de la casa pueden ver hacia fuera sin ser vistos ellos mismos.Puertas. Tanto las puertas como las ventanas ordinariamente eran construidas de madera de sicómoro. Sólo por lujo de los ricos y como ornamento eran construidas de cedro (cf. Isa. 9:10). Las puertas se montaban sobre bisagras y "Se revolvían sobre sus quicios" (Prov. 26:14). Las puertas quedaban firmes al cerrarse, y esto se lograba con el uso de barrotes de madera (Prov. 18:19) -La puerta de la casa consistente en un solo cuarto y propiedad de un labriego, se abre antes de la salida del sol y queda abierta durante el día como invitando a la hospitalidad. En Apocalipsis se dice: "He aquí, he dado una puerta abierta" (Apoc. 3:8). El cerrar la puerta indica que sus habitantes han hecho algo de qué avergonzarse (cf. Jn. 3:19). Al ponerse el sol, se cierra la puerta permaneciendo así toda la noche (cf. Luc. 11:7). El reglamento para abrir la puerta de una casa sencilla o chica no es observado en las ciudades en casa de más de una pieza. La referencia de nuestro Señor Jesucristo llamando a la puerta se refiere a ella (Apoc. 3:20). La diferencia entre las casas de un morador de una villa y de una morador de la ciudad, debe siempre establecerse para poder entender las referencias escriturales respecto a las casas.AMUEBLAMIENTO DE LA CASALos muebles de una casa en Palestina, cuando ésta consta de una sola pieza, fueron y aún son sencillos. Las esteras y almohadones se usan en el día para sentarse, los tapetes y las esteras sirven para dormir por la noche. Debe haber utensilios de arcilla para las necesidades del hogar, además algunos de metal. Habrá una arca de madera para guardar la ropa de cama, una lámpara sobre su pie o sobre el almud, una escoba para el barrido, molino de mano para moler el grano y los botes de cuero de cabra en que se guardan los líquidos. El fogón debe estar en el suelo, pero casi siempre en el centro de la pieza. Esto da un cuadro general de los muebles para el promedio de las casas en Palestina. En capítulos subsecuentes se darán otros pormenores.ARREGLOS PARA PASAR LA NOCHELa parábola del amigo inoportuno que relató Jesús si se entiende a la luz de una casa oriental de una sola pieza, nos dará idea del arreglo para pasar la noche."Díjoles también: ¿Quién de vosotros tendrá un amigo, e irá a él a media noche y le dirá: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío que ha venido a mí de camino, y no tengo qué ponerle delante; y él de dentro respondiendo dijere: No me seas molesto: la puerta está cerrada y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y darte" (Luc. 11:5-7). Entre el común de la gente de la Tierra Santa, las camas individuales en cuartos separados no se acostumbran. En su lugar, el arreglo que se hace para dormir es semejante al de la parábola; actualmente en Siria y Palestina entre países labriegos se usan los mismos arreglos ya descritos. Los colchones se extienden lado a lado dentro de la pieza en una línea tan larga como sea necesaria para que todos los miembros de la familia duerman juntos. El padre duerme en un extremo de la línea y la madre en el otro para cuidar que los niños al rodarse no se salgan de debajo de la colcha. Así es que el hombre estaba en lo cierto cuando dijo en vía de excusa, "mis niños están conmigo en cama".ALUMBRADO DE LA CASAUso bíblico de la palabra candil. Las versiones bíblicas antiguas usan la palabra candil con mucha frecuencia. Esto es porque los candiles se usaban mucho en tiempos de esas versiones. La traducción literal de la palabra original se usa con el nombre de lámpara o luz. Las gentes de tiempos bíblicos nada sabían de candiles, sino que estaban familiarizados con las lámparas.Distintivo de las lámparas. Cuando los hijos de Israel entraron a la Tierra Prometida, adoptaron el uso de la lámpara de los cananitas, la que consistía en una vasija de tierra para contener el aceite y un pico estrecho para sostener la mecha. Como mil años después, la lámpara de Mesopotamia fue importada y usada en algunas partes. Esta lámpara tenía un tubo cerrado para la mecha, así pedía llevarse sin peligro de derramar el aceite. En el quinto siglo antes de Cristo, unas hermosas lámparas griegas de un negro vidriado se importaron y se hicieron muy populares. Para el tercer siglo antes de Cristo la vieja lámpara tipo platillo casi había desaparecido, pero en el siglo segundo los macabeos resucitaron el uso de ese tipo de lámpara, que estaba más de acuerdo con las viejas tradiciones judías. Cuando el Imperio Romano principió a dominar en Palestina, las lámparas que se usaban eran o importadas o fabricadas con modelos extranjeros. La lámpara de las vírgenes usada en tiempo de Cristo era un mejoramiento de la vieja lámpara tipo platillo, con una cubierta suficiente para que el aceite no se derramase.La lámpara de píe. En tiempos antiguos, la lámpara de pie no era de uso común; entonces las lámparas se ponían en lugares como un saliente de piedra en la pared. En el tiempo de Cristo las lámparas de pie eran ya de uso general. Eran altas y se ponían sobre el piso. Últimamente los arqueólogos han encontrado algunas lámparas de pie de bronce de catorce pulgadas de altura que eran usadas en los palacios. Se hacían de manera de sostener vasijas y lámparas. Con seguridad la gente pobre usaba algún tipo más barato.Si la familia no tenía un lámpara-sostén, ésta se ponía en el almud sobre el piso colocando la parte superior hacia abajo y el cual servía como lámpara-sostén, lo mismo que como mesa en donde se servía la comida. La lámpara se ponía sobre el almud y no debajo de él (Mat. 5:15).La referencia del profeta al pabilo que humea. La profecía de Isaías referente al Mesías fue que "ni apagará el pabilo que humeare" (Isa. 42:3). Refiere el Dr. Thompson haber visto antiguas lámparas de arcilla en uso ilustrando el texto. La mecha se hacía de hebras torcidas de lino poniéndose luego en el depósito de aceite de oliva de la lámpara. Cuando el aceite estaba por terminarse, producía un humo molesto. Esto era indicación para llenar de nuevo el depósito de aceite. Ello implicaba que el apagarse la luz era a veces intencional. Si la mecha estaba muy gastada, la señora de la casa apagaba la luz, entonces la reponía con otra. El siervo de Dios no debe tratar así a los pobres, débiles y desamparados de la especie humana. El pondrá el aceite, recortará la mecha, y hará que la débil flama brille. Este es un cuadro de los deseos del Señor que quiere que nosotros ayudemos a los necesitados, levantando al caído y salvando al perdido.El uso de la lámpara para buscar la dracma perdida. La parábola de nuestro Señor de la dracma perdida, (Luc. 15), necesita entenderse desde el punto de vista oriental. Abrahám Rahbany, cuando era niño, con frecuencia sostenía una lámpara oriental hecha de tierra, mientras su madre buscaba alguna moneda o algún objeto de valor. La casa tenía sólo una puerta y una o dos ventanas con postigos de madera. Por esta razón la casa estaba muy poco alumbrada, especialmente en invierno. Las esteras, cojines, y pieles de cabra que cubrían el piso tenían que voltearse, para limpiar el piso. Cuando era encontrada la dracma perdida, las vecinas y amigas eran llamadas a regocijarse con la dueña de la casa, porque la dracma perdida atraía sobre la señora la ira del marido, y las vecinas de ella tenían para la mujer un sentimiento de compañerismo, guardando el suceso como un secreto que no debían saber los hombres. Así como indica el texto, "Y cuando la hubiera hallado, junta las amigas y las vecinas" (Luc. 15:9)El significado de la luz en una casa Palestina. La lámpara se considera como un lujo necesario entre los aldeanos. Cuando el sol se pone, la puerta de la casa se cierra, entonces se enciende la lámpara. El dormir sin luz es considerado entre los aldeanos como un signo de extrema pobreza. En la Biblia son sinónimos los términos lámpara, luz y vida. Un viajero retrasado busca ver una luz en alguna casa, entonces sabe que ahí hay vida. El desear que la luz de un hombre se apague seria desearle una maldición terrible. Respecto al hombre malvado, Bildad, en el libro de Job dice: "La luz se oscurecerá en su tienda, y apagarase sobre él su lámpara" (Job 18:6). Pero cl salmista se considera bendito del Señor cuando se decía a sí mismo en relación con Dios, "Tú pues alumbrarás mi lámpara" Sal. 18:28). Esto es para los orientales que aprecian el valor aun de una sencilla lámpara de barro en lo oscuro de la noche o en la oscuridad de la casa por lo que Jesús dijo: "Así alumbre vuestra luz debute de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:16).ARREGLOS PARA COCINARLa estufa o fogón. Tanto los nómadas que vivían en tiendas como los aldeanos que viven en casas de una sola pieza, llevan consigo tanto de su cocina exterior como el tiempo les permite. Estas operaciones se hacen dentro de la casa solo cuando el frío del invierno las hace deseables. Los occidentales difícilmente llamarían estufa o fogón lo que usan para cocinar los orientales, pero esto sirve su propósito. Con frecuencia el lugar del fogón es el suelo en el medio de la pieza. Una pequeña construcción de barro o una tinaja con agujeros a los lados es lo que por lo regular usan como estufa.El combustible que usan. Los aldeanos con frecuencia usan estiércol seco como combustible en su fogón. Algunas de las clases más pobres lo usan y venden la leña que encuentran, a aquellos que pueden comprarla. Una referencia en la profecía de Ezequiel indica que este uso de combustible era común en los tiempos bíblicos. Véase Ezeq. 4 :15.En el Oriente el combustible es tan escaso que algunas veces la hierba seca y las flores marchitas se engavillan con cuidado para usarlos corno combustible. Hay indicaciones en la Biblia de que esto se hacía en los tiempos antiguos. Jesús dijo: "Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno..." (Mat. 6:30; Luc. 12:28).Otro combustible muy popular en Palestina son las espinas. Hay muchas clases de arbustos espinosos que ahí crecen, y la gente los recoge y hace buen uso de ellos. Los pasajes bíblicos que indican el uso de ellos son numerosos (2 5am. 23:6, 7; Sal. 118:12; Eches. 7:6; Isa. 9:18; Isa. 10:17; Nahum 1:10). La viuda de Sarepta andaba recogiendo leña para encender fuego (1 Reyes 17:10). Pero el fuego que había en la casa del sumo sacerdote donde Simón Pedro se calentaba, era alimentado con carbón (Jn. 18:18).La Chimenea. Los árabes bellahin tienen varias maneras de conducir hacia afuera el humo de los fogones. Algunas veces por medio de una abertura en el techo la que sirve como chimenea, o una abertura en un lado de la casa que sirve al respecto. Con frecuencia, cuando el fogón está en la esquina de la pieza, hay un sombrerete sobre ésta con salida para el humo. También en ocasiones se hacen fuegos de carbón en un bracero fuera de la pieza, y cuando ya no produce humo y los carbones están rojos, entonces se lleva el bracero al interior.La referencia del profeta Oseas respecto a esto dice: "Como el humo que de la chimenea sale" (Oseas 13:3). Algunos traductores se refieren a éste corno humo que de la ventana sale. Una abertura enrejada en la pared de la casa puede servir tanto de chimenea como de ventana en las casas de los aldeanos. Pero sin duda, la mayoría de los arreglos de chimeneas usados por los árabes que ya se han mencionado se usaron en los tiempos bíblicos. La comparación del salmista de él mismo con "el odre al humo" (Sal. 119:83), puede ser una figura interior; otras referencias escriturales al fuego, en que se habla también como que son interiores, pueden también ser exteriores Prov. 10:26; Isa. 65:5, etc.) Puede asumirse con toda seguridad que las casas del tiempo de la Biblia, no estaban siempre tan llenas de humo, como muchos piensan que sea el caso.Prendiendo el luego. El método que se usaba en los tiempos del Antiguo Testamento para producir fuego era la chispa que se producía por la costumbre de golpear un pedernal con una piedra, o por frotamiento de dos pedazos de madera; después se encendía la llama. Hay indicaciones de que Israel en tiempos posteriores produjo fuego golpeando el pedernal con un pedazo de acero. En Isaías 50:10, donde se habla de encender el fuego, la palabra hebrea traducida encender quiere decir "golpear" y evidentemente se refiere a golpear el pedernal con el acero.USOS QUE SE HACEN DEL TECHO DE LA CASAEl techo de una casa oriental se usa actualmente para una variedad de cosas, de la misma manera que era usado en días de los profetas y de los apóstoles.Usado como lugar para dormir. Para un oriental el techo es un lugar muy especial para dormir.Por una gran parte del año el techo o terrado es el lugar más agradable en la casa, especialmente en las mañanas y tardes. Ahí muchos duermen durante el verano, tanto en la ciudad como en el campo, y en todas partes donde la malaria no es peligrosa. La costumbre es antiquísima.Un ejemplo de esta práctica en la Biblia, es el incidente de Samuel llamando a Saúl, quien se había dormido en el terrado (1 Sam. 9:26).El Techo usado como Almacén. Los planos techos de las casas orientales expuestos al aire y al sol se prestan muy bien para almacenar granos o frutas para que ahí se sequen. Esta costumbre es muy común en Oriente. Rahab escondió a los espías con tallos de lino que conservaba en el techo (Josué 2:6).Usados para asambleas en tiempos de conmoción. En Isa. 22:1 el profeta nos dice: "¿Qué tienes ahora, que toda tú te has subido sobre los terrados?" Así se describe a la ciudad típica oriental, en medio de los tiempos de gran conmoción. Así como los occidentales en tales casos se congregan en las calles, así los orientales suben a los techos, desde donde pueden ver hacia las calles, y descubrir lo que acontece.Usado como lugar de públicas proclamas. Tanto en los tiempos actuales como en los de Cristo, los pueblos de la Tierra Santa han tenido sus pregoneros. Las órdenes de los gobiernos locales son proclamadas desde las casas más altas. Tales proclamas se hacen por lo regular por las tardes, cuando los hombres han retornado de sus labores en el campo. La llamada larga ahogada, se ha hecho familiar en los residentes y han aprendido a escuchar lo que le sigue.La llamada del pregonero del pueblo, se dice que se asemeja a un distante y prolongado silbato ferrocarrilero. Jesús debe con frecuencia haber oído la llamada del pregonero del pueblo. El dijo a sus discípulos: "Lo que oís, predicadlo desde los terrados" (Mat. 10:27) Como un aviso de la imposibilidad de esconder nuestros pecados en el día del juicio, dijo: "Lo que hablasteis al oído en las cámaras, será pregonado desde los terrados" (Luc. 12:3).Usado como lugar de adoración y oración. Las Escrituras nos indican que los terrados de las casas fueron usados para una adoración verdadera a Dios, también para adoración idolátrica. El profeta Sofonías dice: "de ellos que se inclinan sobre los terrados al ejército del cielo" (Sof. 1:5). Y Lucas nos dice de Pedro en Jope "subió a la azotea a orar cerca de la hora de sexta" (Hech. 10:9). Será natural que los que adoran los astros lo hagan sobre los terrados, y no hay duda que Pedro se retiró a la azotea donde podía estar a solas con Dios.Usado a manera de escape en tiempos de peligro. En ocasiones cuando una escapada de algún peligro era necesaria, los habitantes de los pueblos en tiempo de Cristo podían hacerlo pasando de techo en techo, debido a que las casas están muy cerca una de otra. El Dr. Edersheim describe esta situación de la manera siguiente:De un techo al otro debe haber comunicación regular, llamada por los rabíes "el camino de los techos". Así una persona podía escapar, pasando de techo en techo, hasta que en la última casa descendía por la escalera que llevaba hacia abajo y a la calle, sin haber entrado en ninguna vivienda. A este 'camino de los techos" el Señor se refirió sin duda en su aviso a sus compañeros (Mat. 24:17; Marc. 13:15; Luc. 17:31), intentando aplicarlo al último sitio de Jerusalén, "y los que sobre el terrado, no desciendan a tomar algo de su casa".CASA Y PESEBRE EN BELENLa humilde escena del nacimiento del niño Jesús frecuentemente se interpreta con sabor occidental en vez de oriental, pues se hace necesario para los occidentales tener la descripción de la clase de casa de Belén en la cual sin duda nació el Salvador, como la que nos da el señor Juan D. Whiting. Entrando por la puerta de esta morada de una sola pieza de Belén, se ve que dos terceras partes del espacio se dedica para "levantar una plataforma de albañilería" de unos ocho o diez pies sobre la tierra y sostenida por arcos bajos en forma de domo. Esta plataforma levantada es ocupada por los miembros de la familia, y la parte baja de la casa por el ganado y rebañ05. Angostos escalones de piedra llevan a donde la familia habita, y sólo hay dos pequeñas ventanas altas en el cuarto. En el invierno las ovejas y las cabras quedan dentro de la casa, también los animales de trabajo y quizá algún asno. Los establos primitivos para el ganado se ven en derredor de las paredes, y éstas se construyen de lozas pétreas ásperas puestas de canto y unidas con mezcla. El propietario de los animales frecuentemente duerme en un pequeño lugar alto, donde puede observar a los corderos recién nacidos.Para conocer el corazón de la tierra, haber conocido la hospitalidad de la gente que siempre se ofrece, no importa cuán primitiva o sencilla, hace el reproducir el cuadro de María y José, volviendo de la posada ya llena de huéspedes, a una casa como la ya descrita, la parte habitable en la cual podía vivir una familia no muy numerosa, puede haber estado llena de huéspedes, pero encuentran una bienvenida y un lugar de descanso para el niño en el pesebre.Casa de más de una piezaEntre los árabes de los pueblos y villas de Palestina, las casas de más de una pieza son propiedad de personas más o menos prósperas. La palabra arábiga cuyo significado es "casa" también significa "una pieza". Lo mismo puede decirse de las casas pertenecientes a los hebreos. Como regla general las casas de una pieza están en las villas, y las de más de una pieza están en las ciudades.Si se va a construir una casa de dos piezas, el oriental no las pone lado a lado, como lo haría un occidental. Más bien el ancho de una pieza se deja entre las dos, y se construye una pared entre los extremos, y como resultado de este arreglo, la casa tiene un patio abierto. Si el constructor desea hacerla de tres piezas, entonces una pieza substituye a la pared al extremo del patio y entonces habrá tres piezas en derredor del patio. Sí va a haber más de tres piezas en la casa, las piezas adicionales se añaden a aquellas en el lado, agrandándose así el patio.VISTA Y ARREGLO DE LAS PIEZASExiste una gran diferencia entre una casa oriental y una occidental de más de una pieza. El exterior de la casa occidental se hace tan hermoso como es posible, y especialmente la parte que da a la calle. Pero el exterior de una casa oriental presenta una apariencia despreciable en comparación. El frente de la casa oriental da hacia el patio, mejor que a la calle, como sucede con la casa occidental. El plano general de una casa oriental es una serie de piezas construidas en derredor de un patio abierto. La razón para este arreglo es que la reclusión es el pensamiento principal en mente.EL PATIO ORIENTALAbierto hacia el cielo. Es importante para los occidentales darse cuenta de que al centro de la casa oriental de varias piezas, hay un patio abierto hacia el cielo. El patio es una parte importante de la casa. Uno puede estar en el patio y al mismo tiempo en la casa, así como también fuera de ella desde el punto de vista occidental. Como un ejemplo Mateo 26:69 dice: "Y Pedro estaba sentado fuera en el patio". Esto quiere decir que Pedro estaba fuera en las piezas del patio, y también estaba en el patio abierto, localizado en la parte central del edificio. Aunque el patio está abierto al aire, a veces un toldo se pone sobre parte de él. Algunas casas tienen una galería en derredor a los lados del patio. Frecuentemente se plantan árboles, arbustos o flores. Estos patios orientales están a veces hermoseados por la presencia, de variadas flores, El salmista se refiere a esta práctica con las palabras familiares, "mas yo estoy como oliva verde en la casa de Dios" (Sal. 52:8). Otra vez dice: "Plantados en la casa de Jehová nuestro Dios florecerán" (Sal. 92:13). El ilustra la verdad divina al referirse a árboles plantados en los patios de las casas. Nunca se plantaron árboles en el patio del templo.Con frecuencia se construyen cisternas en los patios. Es interesante la historia de dos hombres en los días de David que se escondieron de Absal6n. Se cuenta en 2 Sam. 17:18, 19, "Y llegaron a casa de un hombre de Bahurim, que tenía un pozo en su patio, dentro del cual se metieron. Y tomando la mujer de la casa una manta, extendiéndola sobre la boca del pozo, y tendió sobre ella el grano trillado, y no se penetró el negocio".El pozo que aquí se menciona era una "cisterna" las cuales se cavaban en los patios orientales para recoger el agua de lluvia. Cuando estas cisternas están secas, son muy buenos lugares para esconder fugitivos. Cuando la boca de la cisterna está al nivel del terreno, es fácil cubrirla con alguna manta, y luego esparcir el grano sobre la manta y así el escondedero puede guardarse secretamente.Se hacen lumbres en los patios en tiempo de invierno. Esta práctica se ilustra con la experiencia de Simón Pedro al negar a Jesús. Había un fuego en el patio de la casa del sumo pontífice donde Jesús estaba siendo juzgado. Juan 18:18 nos dice: "Y estaban en pie los siervos y los ministros que habían allegado las ascuas; porque hacía frío y calentábanse; y estaba también con ellos Pedro en pie, calentándose".El palio como lugar de baño. Cuando la Escritura dice que David desde el terrado de su palacio vio a la hermosa Bath-sheba bañándose (2 Sam. 11:2) necesita entenderse que ella estaba en el patio interior de su casa, invisible a una observación ordinaria, pero cl rey desde el terrado de su palacio la vio y fue tentado a pecar.Con frecuencia se usa el patio como comedor. Actualmente, como en los días de Jesús, con frecuencia se toman los alimentos en el interior del patio de una casa oriental. Sin duda alguna, Jesús fue invitado a participar de las comidas que se servían en el patio abierto de la casa de su hospedador.LA PUERTA Y EL VESTIVULOLocalización y vista de la puerta. La puerta o Zaguán quedaba localizado a la mitad del frente de la casa. Esta entrada estaba arreglada de tal manera que nadie podía ver hacia adentro desde la calle. A veces se construía una pared frente a la puerta, lo que llenaba el propósito.Los zaguanes orientales casi siempre tienen pequeñas puertecitas como entrepaños entre ellas. La puertecita se usa en ocasiones ordinarias, y el portón o zaguán se abre sólo en ocasiones extraordinarias. En Hechos 12:13 se habla de Pedro golpeando "a la puerta del palio", lo que sin duda quiere decir la puertecita incrustada en el portón.El uso de llaves. La llave oriental de los tiempos modernos es semejante a la llave de los tiempos de Isaías y ciertamente no se dice: "Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro". El parece en nada a la variedad de llaves occidentales. Isaías 22:22. El Dr. Johnson dice haber visto en Palestina algunas llaves de tal tamaño como para llevarlas en el hombro un hombre. Vio una llave como de cuarenta y cinco centímetros de grande. Comúnmente las llaves se hacen de madera. La cerradura se pone en el interior del portón o puertecita, y para hacer posible que el dueño de la casa pueda abrirla, se hace un hoyo en la puerta y mete su mano por este hoyo e inserta la llave. En el Cantar de los Cantares 5:4 la novia dice: "Mi amado metió su mano por el agujero (de la puerta)". Ella le vio meter la mano por el hoyo, para abrir la puerta y entrar.El vestíbulo y las obligaciones del portero. El pasadizo interior lleva basta el patio y es llamado vestíbulo. Está amueblado con algunos asientos para el portero y los criados. Fue en el vestíbulo en donde se efectuó una de las negativas de Pedro. "Y saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban ahí: También éste estaba con Jesús Nazareno" (Mat. 26:7; Marc. 14:68) -La obligación del portero, sirviente o miembro de la familia sirviendo en ese empleo, es platicar con cualquier visitante que llame a la puerta y que desee ser admitido. El objeto de ello es dar oportunidad para reconocer la voz del visitante, e identificarlo como amigo. No se espera que la puerta se abra al llamar. El que está dentro dirá: "¿Quién?" y el que está fuera, en vez de dar su nombre, contestará "Yo". En Hechos 12:13 y 14 se dice: "Y tocando Pedro a la puerta del patio, salió una muchacha, para escuchar, llamada Rhode, la cual como conoció la voz de Pedro, de gozo no abrió el postigo". Cuando Rhode había escuchado la voz de Pedro entonces supo quién estaba fuera. Las conocidas palabras del Apocalipsis 3:20 nos presentan la misma idea. "He aquí", yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz, y abriere la puerta, entraré a él". Debemos reconocer la voz del Salvador que está llamando. Cuando Jesús fue caminando sobre las aguas hacia los temerosos discípulos en la tempestad, no dijo: "Soy Jesús, no tengáis miedo". Dijo más bien, "Yo soy, no temáis" (Mat. 14:27; Marc. 6:50; Juan 6:20). Oyeron SU VOZ y reconocieron que era la de Jesús. Los orientales están muy entrenados para escuchar las voces y por ello reconocen la de un amigo.LA PIEZA SUPERIOREl cuarto superior o cámara es realmente una parte muy indispensable en las casas orientales, y en la Biblia con mucha frecuencia se hace referencia a él. (cf. 2 Reyes 1:2; 23:12; Hech. 9:37; 20:8, etc.) - Aquellos cuyos medios no les permiten tener ese cuarto se conforman con un cuarto hecho con tablas o un emparrado sobre el techo. Pero cuando pueden, construyen ese cuarto. Esto provee un lugar fresco en verano, un lugar de retiro, y si hay un huésped distinguido, se le aloja ahí. Si la casa tiene más de un cuarto en el techo. se le llama casa de verano, en contraste con la casa de invierno que está en la parte baja.El cuarto más famoso a que se hace referencia en el Antiguo Testamento, es la cámara del profeta, construida para Eliseo, para que tuviese dónde alojarse, y un lugar para oración. Sin duda había una escalera por la parte de afuera que llegaba hasta el cuarto, de manera que el profeta pudiera entrar y salir sin molestar a la familia de la casa. El amueblado del cuarto incluía una cama, una mesa, un banquillo y un candelero (2 Reyes 4:10).En el Nuevo Testamento tenemos el relato de algunos usos notables en los cuartos superiores. Jesús envió a dos de sus discípulos para conseguir el uso de un aposento para tomar la pascua. Un cuarto superior bastante amplio fue puesto a su disposición. Con los millares de judíos de toda Palestina en Jerusalén a donde habían venido a celebrar la pascua, era de esperarse que quienquiera que tuviese tal cuarto, con todo gusto permitiría que se le diese tal uso (véase Mare. 14:12-16; Luc. 22:7-13). También la reunión de oración que precedió al pentecostés se celebró en un aposento alto (Hech. 1:13) - Los supervisores lo traducen "aposento alto" más bien que un cuarto superior. Es posible que haya sido el mismo aposento en que Jesús celebró la pascua con sus discípulos. De cualquier manera había venido a ser un lugar de reunión. La traducción de Weymouth dice: "Ellos subieron al aposento alto que era ya su lugar de reunión". Con referencia a la muerte de Dorcas, el Evangelio de Lucas nos dice que su cuerpo fue lavado y puesto en una cámara arriba, de acuerdo con la costumbre de aquellos tiempos. El milagro al ser ella resucitada de los muertos, aconteció después de haber subido Pedro a la cámara alta (Hech. 9:36-41).BAJAN AL ENFERMO A TRAVES DEL TECHO HASTA JESÚSSe necesita tener un buen conocimiento de una casa oriental a fin de poder entender bien la historia del hombre paralítico, a quien bajaron a través de un agujero practicado en el techo para depositarlo a los pies del Señor para que lo sanase. Los Evangelios de Marcos y Lucas nos dan el mismo aspecto de la historia. Marcos dice: "descubrieron el techo en donde estaba (Jesús) y haciendo apertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico" (Marc. 2:4) - Lucas nos dice de la siguiente manera: "y por el tejado le bajaron con el lecho en medio, delante de Jesús" (Luc. 5:19). Estos hechos presentan algunas dificultades y varias interpretaciones se han ofrecido para resolver el problema. Daremos aquí las más probables.La explicación más sencilla es la del Dr. Thompson. El sugiere que las maderas, arbustos espinosos, la mezcla y la tierra del techo fueron rotos y puestos a un lado lo suficiente para meter al enfermo dentro de la casa. El dice que esto pudo haberse hecho y reparado luego el desperfecto. Con frecuencia se practica esta misma operación para bajar el grano o la paja o alguna otra cosa a través del agujero. El mismo da testimonio de haberlo visto. La única diferencia acerca del proceso, con la multitud dentro de la casa, seria la molestia que causaría el polvo.Parece ser que la relación de Lucas sobre la bajada del paralítico a través del techo presenta una dificultad a esta interpretación. Algunos han considerado que "el tejado o sean las tejas" es una referencia al techo ordinariamente construido en el Oriente. La palabra griega para "tejado" quiere decir, "hecho de barro" y tal palabra puede describir un techo de tierra aplanado con rodillo, dejándole secarse y endurecerse como la arcilla.Algunos otros maestros de la Palabra tienen una idea distinta de lo que se hizo con el paralítico. Defendiendo este punto de sita, el Dr. Edersheim dice lo siguiente:"Difícilmente se puede uno imaginar que los que llevaban al paralítico hubiesen cavado un agujero a través del techo. sin hablar de la interrupción e inconveniencia causadas a aquellos que se encontraban dentro de la casa con dicha operación. Pero tal objeción no tendría caso si nos refiriésemos no al techo principal de la casa, sino al de la galería cubierta bajo la cual creemos que estaba el Señor... En tal caso, debe haber sido bastante fácil destechar la cubierta de tejas y ladrillos, y entonces habiendo hecho el agujero a través de las ligazones que soportan las tejas, bajar su carga en medio y frente a Jesús."El Dr. Ederheim dice en relación con esto, que tanto en el exterior como en el interior había escaleras que conducían hasta el techo.MEJOR AMUEBLADOEl amueblado sencillo de una casa de una sola pieza, donde vive el común del pueblo, ya ha sido descrito anteriormente. Las casas de más de una pieza eran habitadas por personas de mejores posibilidades. Los ricos tenían tanto cuartos bajos como superiores, y por supuesto, el amueblado era mejor. El diván o asiento alto se colocaba en derredor y a la orilla de las piezas. Los ricos adornaban y les ponían piso. Se usaban como asientos durante el día, y por las noches sobre ellos se ponían las camas. Amós habla de la riqueza, y dice que tenían camas de marfil en su tiempo (Amós 6:4). Común mente la cama usada era una colcha y una almohada que podía colocarse en el lugar que se deseaba. En los hogares ricos había en abundancia carpetas, cortinas, y telas para toldos. Es costumbre oriental sentarse en el diván con las piernas cruzadasMundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. Alimentos y modo de prepararlos¿Qué clase de alimentos comían los judíos antiguos? "El alimento ordinario de la mayoría de los hebreos de los tiempos bíblicos, era pan, aceitunas, aceite, suero de manteca, y quesos de sus ganados, frutas y verduras de sus huertos y jardines, y carne en raras ocasiones'. Sólo muy pocas variedades podrían añadirse para tener una lista completa de los alimentos que se usaban en aquellos días. USO DE GRANOS CRUDOS Y TOSTADOSEl comer los granos crudos es una costumbre moderna en Palestina que data de los tiempos más antiguos. (Véase también "Comer el Grano en el Campo" Cap. 19). Los árabes en estos tiempos con frecuencia arrancan las espigas de grano y las restriegan en sus manos, para comerlos. La ley mosaica dice: "Y no comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios" (Lev. 23:14; cf. Deut. 23:25; 2 Reyes 4:42).Los discípulos de Jesús comían grano crudo en los campos. "Y aconteció que pasando él por los sembrados en un sábado segundo del primero, sus discípulos arrancaban espigas, y comían, restregándolas con las manos" (Luc. 6:1; cf. Mat. 12:1; Marc. 2:23).Por lo anterior puede verse que la costumbre de comer grano crudo ha prevalecido por miles de años.Otro alimento muy común en el Oriente actualmente y que se usa desde los tiempos bíblicos es el grano tostado. Este se prepara con los granos de trigo que no están completamente maduros. Se tuestan en una bandeja o en un comal de hierro. Este grano se come con o sin pan. "Isaí envió grano tostado a sus hijos cuando éstos estaban en el ejército, por mano de David" (1 Sam. 17:17). Abigail incluyó algo de él en su presente a David (1 Sam. 25:18). David también lo recibió de sus amigos cuando andaba huyendo de Absalón (2 Sam. 17:28). Estas Escrituras muestran que el grano tostado se ha usado por siglos.PANPan, el principal alimento. Se ha estimado que en el Oriente, tres cuartas partes del pueblo se alimenta de pan o de los productos manufacturados con harina de trigo o cebada. Es incuestionablemente el principal alimento en el Oriente. En la Biblia se usa con frecuencia la expresión tal como "comiendo pan" mientras que los occidentales dicen: "tomando la comida". Cuando en la Biblia se dice: "los egipcios no pueden comer pan con los hebreos" (Gen. 3: 31, 32), quiere decir que ellos no podrán tomar su comida juntamente con ellos. (Véase también Gen. 37:25; Ex. 2:20; I Sam. 28:2225).La santidad del pan. Los palestinos han sido enseñados a creer que el pan tiene un significado místico y sagrado. En algunos lugares se tiene tanta reverencia hacia el pan que no son capaces levantarse para saludar a un huésped, si están partiendo el pan juntos, sino que se espera hasta que han terminado para hacerlo. Tal es su actitud hacia el pan.Puede decirse que esta actitud del pueblo hacia el pan es esencialmente religiosa. Todo acerca del pan, desde que se siembra la semilla basta que se amasan las tortas es hecho en el nombre de Dios. Los orientales sienten la importancia de la petición en la Oración del Señor: "Danos hoy nuestro pan cotidiano" (Mat. 6:11) - Es a los hombres que realmente aprecian el valor del pan, a quienes primero les dijo Jesús "Yo soy el pan de vida" (Jn. 6:35).Como ésta es la actitud sagrada del pueblo en relación al pan de vida, de allí que del Oriente viene la costumbre universal de partir el pan y no de cortarlo. Una persona que ha vivido en Palestina dice acerca de los nativos del país: "Ellos nunca usan el cuchillo para cortar el pan, y piensan que es absolutamente malvado el cortar el pan, sino que siempre deben partirlo con sus dedos". El cortar el pan, se piensa que es como cortarse la vida uno mismo. La costumbre de partir el pan en vez de cortarlo, se encuentra a través de las Escrituras. En Lamentaciones 4:4 leemos: "Los chiquitos pidieron pan, y no hubo quien se lo partiese". He allí la expresión de "partir el pan" vino a ser el tomar de una comida todo lo que ésta incluyere. Porque Cristo partió el pan cuando instituyó la ordenanza de la Cena del Señor, la expresión vino a referirse a la ordenanza (Mat. 26:26). "Y comiendo ellos, tomó Jesús el pan y lo bendijo, y lo partió y dio a sus discípulos". Así leemos en Hech. 20:7 "Y el primer día de la semana, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba".Clases de Pan que se usaban. Dos clases de pan se usaban en los días en que los eventos bíblicos tuvieron lugar: pan de trigo, y pan de cebada. Ambos se usan aún en Palestina. Hay entre ellos la siguiente distinción: el pan de cebada es usado por las clases pobres, siendo que sí una familia podía adquirir pan de trigo se consideraba haber llegado a un buen lugar en la escala social.Tanto en los días del Antiguo Testamento, como en los del Nuevo, había la misma distinción. Cuando el "pan de cebada que rodaba hasta el campo de Madián" en el sueño del soldado madianita (Jueces 7:13), era una indicación de que el enemigo despreciaba a Israel, como la gente más favorecida que comiendo el pan de trigo despreciaba al que comía pan de cebada, y así Dios iba a usar a los despreciados israelitas del ejército de Gedeón para vencer a los orgullosos madianitas. El joven que tenía cinco panes de cebada y los dio a Jesús, y vio que se multiplicaban para alimentar a cinco mil gentes (Jn. 6:9), debe haber pertenecido a la clase más pobre, pero su contribución humilde hizo posible aquel milagro, y la multitud quedó satisfecha con esa clase de pan.Forma de los panes. En la Tierra Santa, donde prevalecen las viejas costumbres, el pan se elabora en tres formas. Primero, hay los panes pequeños que algunas veces se parecen a los biscuits de Norteamérica. Esta es la clase de pan que el joven tenía y los dio a Jesús. Segundo, hay panes más grandes, casi tan pesados como los panes de Occidente, pero redondos en vez de rectangulares. Los Díez panes que Isaí envió con David al campo de Israel, eran probablemente de esta forma (1 Sam. 17:17). Tercero, hay los panes delgados como papel. Estos son semejantes a los hojaldres americanos, sólo que más grandes, redondos y muy delgados. Algo más delgado que la tortilla, pero empleada en forma semejante. Cuando le sirvieron estos panes a un occidental, éste pensó que eran servilletas y principió a usarlos como tales. Esta clase de pan se usa en lugar de los cubiertos que usan los occidentales. Los orientales hacen con ese pan, cuchara - usándola para sopear los alimentos y las salsas. Este pan es bastante flexible, y los hombres lo doblan y lo ponen en su bolsa o morral, llevándolo con ellos, para comerlo cuando lo necesitan.Cocimiento del pan. El método más primitivo para cocer el pan era el de poner los panes sobre piedras calientes. Un ejemplo escritural de esto es la experiencia de Elías (1 Reyes 19:6) "He aquí' asa cabecera una torta cocida sobre las ascuas".Otro método sencillo de cocerlo, es cavar en la tierra un hoyo de un metro y medio de profundidad, y de un metro de diámetro. Después de calentar esta especie de horno, la masa se extiende hasta quedar del grueso de un centímetro, entonces se golpea sobre las paredes del horno donde instantáneamente se cuece.Algunas veces se usa como horno un gran cántaro de piedra. En el fondo de éste se hace un fuego entre algunos pedernales, los cuales retienen el calor. La masa se pone sobre ellos y rápidamente se cuece. Otras veces la masa se extiende hasta quedar muy delgada poniéndose en la parte exterior del cántaro caliente donde se cuece. Piensan muchas personas que fue este horno-cántaro al que se - -en Lev. 2:4, donde dos clases de pan sin levadura tenían que cocerse Los panes de harina fina sc cocían dentro del horno-cántaro, y obleas se cocían sobre el exterior de él.Otro tipo de horno sencillo es una grande vasija de tierra, en que se pone el combustible, y cuando ya la vasija está caliente, panes se ponen sobre el exterior de ella para cocerlos.En los tiempos bíblicos, cuando el pan se cocía individualmente por cada familia, algunos métodos como los ya descritos fueron probablemente usados en los hogares judíos.Con frecuencia y en la actualidad, como en los días de las das Escrituras, el pan se cocía ya en horno semi-público, o en horno de un panadero público. Hay pueblos que tienen varios de tos hornos. El tipo de estos hornos consiste en un tubo grande tierra, de como un metro de diámetro, y de uno y medio de largo Se hunde en la tierra en medio de la barraca. Las mujeres se turna para cocer su pan. El combustible se arroja dentro del tubo, y cuan do éste se calienta con el fuego, y oleadas de humo y lenguas de fuego salen del pozo, la barraca, sin chimenea, principia a aparecer como un cráter activo. Malaquías debe haber visto un horno semejante, cuando escribió las siguientes palabras, "He aquí, Viene el día ardiente como un horno; y todos los soberbios, y todos los hacen maldad, serán estopa" (Mal. 4:1).Otro tipo de horno oriental es una bóveda larga hecha de piedra parecida a una media caldera de ferrocarril con pavimento de piedra, hacia la mitad, y una tira larga y angosta a cada lado para leña. Todas las noches se saca la ceniza, y con mucha frecuencia los niños de las familias pobres traen un pedazo de hojalata, para llevar en ella a su casa algunas de las brazas del fuego con las que encienden la lumbre en su casa para hacer la cena. Oseas hace mención de "horno encendido por el hornero" (Oseas 7:4) - Esto indica que algunas gentes traen su pan al hornero para que se los cueza. La ciudad de Jerusalén tenía su calle de los panaderos en tiempo de Jeremías (Jer. 37:21).V E R D U R ASLas dos clases de verduras usadas en tiempos bíblicos eran las habas y la lenteja. El profeta Ezequiel menciona ambas en un versículo (Ezeq. 4:9).Las habas se incluyeron en los artículos alimenticios que los amigos de David le trajeron cuando él iba huyendo de Jerusalén, por causa de la rebelión de Absalón (2 5am. 17:28) - El caso bíblico más notorio del uso de la lenteja fue, por supuesto, cuando Esaú vendió su primogenitura por un plato de lentejas con pan (Gen. 25:33 y 34).El Dr. Thompson dice haber sido invitado a una comida de lenteja encontrándola muy sabrosa con su "fragancia apetitosa y con mi gusto substancioso, que para un hambriento ha de haber sido mucha tentación". Al comer este platillo, el Dr. Thompson hizo lo que los que lo hospedaban hacían, doblando una parte del pan para que le sirviese de cuchara, sumergiéndola luego en el plato. El cree que Esaú sin duda usó la misma clase de cuchara de pan al comerse el potaje de lenteja.La dieta de los israelitas en Egipto incluía las siguientes verduras: puerros, cebollas y ajos (Núm. 11:15) - En Palestina probablemente se usaron la mayoría de ellos. El profeta Isaías menciona "el jardín de pepinos" (Isa. 1:8). También se usaban los guajes como lo sugieren los pasajes bíblicos (Jonás 4:6-10; 2 Reyes 4:39). Las legumbres que deseaban Daniel y sus compañeros para su comida cuando estaban presos, eran probablemente verduras (Dan 1:12). La palabra quería decir originalmente "algo que se siembra" lo que incluía semillas comestibles que se cocinan, tales como lentejas, babas, chícharos, etc. Era una dieta sencilla de verduras que ellos deseaban en vez del alimento rico y bien sazonado de la mesa del rey.PRODUCTOS LACTEOSLeche. En los tiempos bíblicos se consideraba a la leche, no sólo como algo que se añadía al alimento al cocinarlo, sino que se consideraba como un alimento substancioso en todas las edades. niños eran alimentados con la leche materna (Isa. 28:4) - No sólo usaban la leche de vaca los hebreos, sino también la de la oveja (Deut. 32:14), leche de cabra (Prov. 27:27), y sin duda también la de camella (Gen. 32:15). A la Tierra Prometida se le llamaba también "tierra que fluye leche y miel" (Ex. 3:8; 13:5; Josué 5:6; Jer. 11:5). Lo anterior indica que las tierras de pasto producían leche en abundancia. La forma de leche que continuamente usan los árabes, actual mente le llaman con una palabra leben que quiere decir "blanco -algo semejante a lo que nosotros llamamos "requesón". Para prepararlo ponen leche en una sopera agregándole fermento, el que principia a trabajar. La cubren con un lienzo caliente, y luego que reposa por espacio de un día. Entonces está listo para servirlo. A los árabes les gusta mucho. Ellos dicen de él que "hace que un hombre enfermo se vuelva sano". Si tienen dinero sólo para un plato, lo regular lo toman. Es casi seguro que Abrahán dio de esta leche a sus huéspedes (Gen. 18:8), y también Jael dio de ella a (Jue. 4:19; 5:25).Mantequilla. Generalmente están de acuerdo los eruditos de Biblia, que en la mayoría de los casos en que la palabra "mantequilla" aparece en nuestra traducción, no quiere decir la clase de mantequilla conocida por los occidentales, sino más bien la palabra "requesón". Hay dos pasajes que se refieren a la mantequilla, pero ellos lo hacen en forma diferente de la usada por aquellas gentes que viven fuera de las tierras de Oriente. El primer pasaje que menciona la "mantequilla de vaca" (Deut. 32:14), el segundo pasaje se refiere al proceso de hacer la mantequilla, "el que exprime la leche sacará manteca" (Prov. 30:33). El método usado en el tiempo de Biblia es sin duda alguna el mismo que usan los árabes el día de de hoy.El Dr. Thompson al describir el proceso del que resulta la mantequilla, lo hace en la forma siguiente:¿Qué están batiendo y sacudiendo esas mujeres con tanto celo en esa grande bolsa suspendida en ese tripié? Realmente es una botella y no una bolsa, hecha de la piel de un pequeño búfalo. Está llena de leche y esa es la manera de batirla. Cuando la mantequilla está hecha, la sacan y la hierven, poniéndola luego en bolsas de cuero de cabra. En invierno parece miel, en verano parece aceite. Esa es la única clase de mantequilla que tienen en ese país".En lo concerniente al pasaje de Proverbios 30:33, que dice: "Ciertamente el que exprime la leche sacará manteca; y el que recio se suena las narices, sacará sangre", el Dr. Thompson señala el hecho de que la palabra "batir" y la palabra "sonar" son la misma en hebreo. El dice:"Es el batir la leche que hace la mantequilla, en la misma forma en que las mujeres aprietan y baten la leche en esa bolsa de cuero. No existe ninguna analogía entre el batir la leche y el sonar la nariz hasta que sale la sangre, pero en la operación de los nativos la comparación es casi natural y enfática". Suero de Manteca. No se menciona en la Biblia, pero sin duda que se usaba, porque ya se ha mencionado el proceso de batir, como queda referido.Queso. A los árabes de Palestina les gusta mucho el queso. Siempre lo llevan consigo. Su queso es parecido a las rebanadas que se usan en el Occidente, sólo que más gruesas y más grandes, son tan gruesas como la mano de un hombre. Se encuentran apiladas en los mercados. El padre de David le dio diez quesos para llevarlos al capitán del ejército (1 Sam. 17:18). Al rey David también le regaló algunos quesos Barsillai (2 5am. 17:29).Carne: cuándo se come carne, y de que clase. Por regla general los caracteres bíblicos, como los orientales en los tiempos modernos, no comen carne sino en ocasiones especiales. Se servía carne sólo cuando se bacía una fiesta o se recibía a un huésped. Los ricos y reyes siempre disfrutaban de ella. La provisión diaria de carne de casa del rey Salomón se da en las Escrituras. Para el menú del se mencionan cuatro clases de carnes: carne de vaca, carne de carnero, carne de caza, y carne de aves (1 Reyes 4:23). Abrahán sirvió carne de ternera a sus huéspedes (Gen. 18:7). Al huésped de Gedeón se le proveyó de un cabrito (Jue. 6:19) - El pescado era un artículo muy usado como alimento en las costas de mar de Galilea, en los día de Jesús. Cristo se refirió al pescado cuando habló del hijo que pide a su padre un pez (Luc. 11:11). La Escritura implica que los moradores de las costas vivían casi siempre alimentados de pescado.Cómo se guisaba la carne. El método de preparar la carne ha sido descrito así:"Asarla en arador es quizá el método más antiguo de cocinar carne, y es menos común entre los israelitas que hervida, solo los ricos y las clases acomodadas usan la carne azada, como es costumbre el Oriente".Cuando el pueblo traía las ofrendas, los sirvientes de los hijos de Elí le decían: "Da carne que ase para el sacerdote, porque no tomará de tí carne cocida, sino cruda" (1 5am. 2:15).Cuando la carne cocida estaba lista para servirse, se dividía pequeños pedazos, y se preparaba un caldo para servirlo con ella preparado con verduras. Este caldo se usaba en días de Gedeón de Isaías.HUEVOSEntre el tiempo de Elías y el tiempo de Cristo, se introdujeron las aves domésticas y el uso diario de los huevos en Palestina. En Antiguo Testamento hay algunas referencias a lo que pudiera ser el huevo de una gallina, y ésta se encuentra en el libro de Job "¿Habrá gusto en la clara del huevo?" Pero, en el texto amerita ser revisado se traduce así: "¿Habrá gusto en el jugo de la verdolaga?"Es dudoso que se refiere a un huevo. Pero sabemos que el uso del huevo entre los galileos en derredor del lago, era muy común en tiempos de Cristo, porque Jesús habla de un hijo que pide un huevo a su padre (Luc. 11:12).MIELDios prometió a Israel "una tierra que fluye leche y miel" (Ex. 3:8; 13:5; Josué 5:6; Jer. 11:15). Las innumerables referencias a la miel o al panal en la Palabra de Dios, son pruebas de que en Palestina abundaban los productos de las abejas. Sin duda que los judíos cuidaban las abejas para que produjeran miel. Así muchas de las citas bíblicas indican que la miel silvestre era muy común. Los lugares favoritos para cazar las abejas eran las cavidades de los árboles, en donde Jonatán descubrió algo de miel y comió de ella (1 Sam. 14:25-27), en los agujeros de las rocas, de donde con frecuencia era extraída (Sal. 81:16); y algunas veces en los cuerpos secos de los animales, como cuando Sansón comió del cuerpo de un león muerto por él (Jue. 14:8, 9).Los libros poéticos de la Biblia hebrea abundan en comparaciones de la miel. Los juicios de la Palabra de Dios son comparados a ella (Sal. 19:10). Palabras placenteras semejantes a ella (Prov. 16:24), y las novias en los Cantares de Salomón hablan de la miel (Cant. 4:11; 5:1).En los tiempos del Nuevo Testamento Juan el Bautista se alimentaba con langostas y miel silvestre allá en el desierto (Mat. 3:4). Y cuando Jesús quiso probar a sus discípulos que su cuerpo resucitado era un cuerpo real, pidió alimento y le dieron parte de un pescado asado, con miel (Luc. 24:41-43).El Dr. Thompson relata que "en las grietas de un precipicio sobresaliente en Wady el Kurn los enjambres de abejas han hecho su hogar. Se bajó a un hombre con cuerdas sobre las rocas, bien protegido de un ataque de las abejas, y pudo extraer una gran cantidad de miel. Este incidente es reminiscente de la expresión de Moisés en su canto de despedida: "E hizo que chupase miel de la peña" (Deut. 32:13).FRUTASOlivas y aceite de oliva. La oliva se usa mucho en escabeche pero la mayor parte de la cosecha se usa para fabricar el aceite de oliva. En el Oriente, el aceite de oliva toma el lugar de la mantequilla, y es usado para cocinar. Un examen de las Escrituras indicará lo importante que era un alimento cocinado con aceite de oliva. La viuda que alimentó a Elías le dijo: "Que no tengo ni un pan cocido, que solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y poco de aceite en una botija" (1 Reyes 17:12). Ella había dependido grandemente en el pan y aceite para su alimento, pero la existencia de ambos estaban terminándose. El milagro de Elías hizo multiplicación del sustento "Y la tinaja de la harina no escasearan no menguó la botija del aceite, conforme a la palabra de Jehová que había dicho por Elías" (1 Reyes 17:16). La ofrenda de grano de la ley mosaica requería harina fina sin levadura, mezclada con aceite, azada en un sartén (Lev. 2:5). Y el profeta Ezequiel, al relatar a Jerusalén todas las bendiciones anteriores de Jehová, le decía: "Comiste flor de harina de trigo, y miel, y aceite" (Ezeq. 16:13).Higos. En los tiempos del Antiguo Testamento esta fruta muy común, especialmente se usaban los higos secos. Abigail llevó doscientas pastas de higos a David (1 Sam. 25:18). Una pasta de higos también le fue dada al egipcio para revivirlo (1 Sam. 30:12). A David también le llevaron pasitas de higo cuando estaba en hebrón, en tiempos del gran regocijo (1 Cron. 12:40).Uvas y pasas. Durante los meses de septiembre y octubre, primeras uvas maduras se comen con pan como uno de los principales alimentos. Deben haberse cosechado muy buenas uvas en Canaán porque dos de los espías trajeron grandes racimos de uvas llevando dos en un palo, los que encontraron en el Valle de Escol (Núm. 13:24). Cuando los judíos vivieron en Palestina, las pasas eran de gran consumo. Abigail dio a David cien hilos de pasas (1 Sam. 25:18). También le fueron traídas a David pasas cuando estaba en Hebrón (1 Cron. 12:40, y otra vez cuando huía de Absalón, recibió gran cantidad de ellas (2 Sam. 16:1).Granadas. Hay en la tierra de Palestina algunas variedades de granadas dulces y amargas. El jugo de la variedad de granadas amargas se usa en lugar de los limones cuando éstos están escasos. La granada era grandemente estimada como fruta en los primitivos tiempos bíblicos, pues fue mencionada por Moisés como una de las excelencias de la Tierra Prometida (Deut. 8:8). El Cantar de los Cantares hace mención de los frutos del granado, de árboles, y de vino adobado con su jugo (Cant. 4:13, 6.11, 7.12, 8.2).Costumbres a la hora de las comidasLos hábitos orientales en conexión con la comida, forman un decidido contraste con los hábitos occidentales, tanto que se debe tener mucho cuidado en el estudio de ellos, si es que han de ser interpretadas correctamente las muchas referencias bíblicas respecto a la comida.LAVADO DE MANOS ANTES DE COMERLos orientales tienen mucho cuidado de lavar sus manos antes de la comida, y piensan que la manera de lavar sus manos los occidentales en el agua ya sucia por sus mismas manos, no es muy limpia, y es vergonzoso. El criado o quien tome su lugar, vacía el agua sobre las manos que han de lavarse, mientras éstas se mantienen sobre el lavamanos. Estos tienen una cubierta cóncava con agujeros, de manera que el agua sucia se escurre por ellos y así queda fuera de vista. La manera de comer sin cuchillos, tenedores y cucharas, hace que sea muy necesario lavarse las manos. Que esta manera de lavarse estuvo en boga en tiempos de los profetas, se demuestra de la manera como Eliseo era caracterizado por los siervos del rey "Aquí está Eliseo hijo de Saphat, que daba agua a manos a Elías" (2 Reyes 3:11). Eliseo había servido como criado a Elías, y vaciaba el agua para que su amo se lavara las manos. Esto era parte importante de sus obligaciones. Cuando los fariseos decían de los discípulos de Jesús, que éstos comían sin lavarse las manos (Mat. 15:1, 2; Marc. 7:1-5), era por el largo ceremonial que tenían de lavarse las manos, y de ello hablaban. La jerarquía judía de aquellos días dio un mandamiento positivo como había de hacerse la ablución. No era pues una ley de Moisés sino una tradición de los ancianos. Jesús rehusó sancionarla como regla que debiera cumplirse. No era la costumbre de lavarse las manos antes de comer lo que Jesús objetaba, sino la autoridad que los rabíes reclamaban para orientar al pueblo exactamente sobre lo que debían hacer.POSICION QUE ASUMIAN AL COMERDe acuerdo con la costumbre general de los árabes la posición más usual al comer era sentarse derecho en el suelo a la mesa baja con las piernas ya sea dobladas bajo el cuerpo, o hacía atrás como si fueran a arrodillarse. Ya sea en la tienda en el desierto de los beduinos, o en la casa sencilla de un campesino, ésta debería ser posición de los que tomaban su comida. Debemos tener la seguridad que ésta era la posición de la gente en general en los días de la Biblia, en la mayoría de los casos. La excepción a esta regla es la costumbre de la gente rica, o las costumbres gentílicas en ocasiones especiales, tales como fiestas o cenas. De esto trataremos después en los capítulos posteriores. Para nosotros es fácil imaginar a Eliseo y a los hijos de los profetas comiendo en la posición oriental usual, cuando se dice, refiriéndose a ellos: "Y los hijos de los profetas estaban con el por lo que dijo a su criado: Pon una gran olla" (2 Reyes 4:38).USO DE LA MESA, SILLAS Y PLATILLOSMesa. En muchos casos la costumbre árabe parece indicar a los occidentales que ellos no necesitan de mesa para servir su comida. En la actualidad, una estera extendida sobre el suelo les sirve de mesa. Este es el caso especialmente en la tienda árabe. Esta es la primitiva mesa semítica de los tiempos del Antiguo Testamento, porque la palabra hebrea Shool-khawn, se traduce "mesa", y como lo indica su raíz, una estera de piel o de cuero extendida sobre el suelo.Teniendo en vista esta clase de mesas podemos entender lo que el salmista dice de sus enemigos, "que su mesa sea lazo delante ellos". Lo que quería decir David era, "que sus pies sean enlazados en ella", pues está extendida en el suelo.Si los árabes fueran a usar por mesa algo que no fuese estera, entonces usarían un banquillo poligonal de unas catorce pulgadas de altura en derredor del cual se sentarían los que participa de la comida.Sillas. Con una tal mesa en uso, se notaba la falta de sillas occidentales. Con referencia al uso de sillas en los tiempos bíblicos, se ha dicho: "En ocasiones ordinarias se sientan o agachan en derredor de una mesa baja, mientras que cuando están en comidas de ceremonia, se sientan en sillas o banquillos". Las veces que la Biblia habla del uso de sillas o banquillos en las comidas, incluye a hermanos de José sentados en banquillos en el banquete de Egipto (Gen. 43:33); y de David al tener un asiento en la mesa del Saúl (I Sam. 20:5-18). Ambos casos están relacionados con realeza o alta posición. En ocasiones ordinarias la "silla" usada la mayoría de los israelitas era el suelo sobre el cual se extendía una alfombra o estera.Vasijas. En una comida oriental, los únicos platos usados son que sirven para poner el alimento en la mesa; no se ponen a cada uno que va a tomar la comida. Con frecuencia sólo hay plato para el alimento, y éste consiste en una artesa o cesta de trabajo, o un plato de cobre. Jesús habló del que le iba a entregar "El que mete la mano conmigo en el plato" (Mat. 26:23; Marc. 14:20). Al agasajar a un huésped, Gedeón puso la carne en canasta y el caldo en una olla.ORANDO A LA HORA DE LAS COMIDASAntes de principiar a comer, los árabes y cada persona que los acompaña repiten ante el dueño de la casa algunas palabras de gratitud como "En cl nombre de Dios", o "Alabad a Alá", o "Dios sea alabado".Lo judíos tenían el hábito, en los días del Antiguo Testamento, dc orar a la hora de las comidas, y si estaba presente algún profeta, se esperaba que él lo hiciese. Con referencia a Samuel, cuando Saúl comía el sacrificio con él, decía: "él haya de bendecir el sacrificio, y después comerán los convidados" (1 Sam. 9:13).En relación con el milagro de Jesús cuando aumentó a las cinco mil personas nos dice Juan: "Y tomó Jesús aquellos panecillos, y habiendo dado gracias repartió a los discípulos" (Juan 6:11). Y en lo que respecta a la alimentación de los cuatro mil, Mateo con cuidado incluye la bendición en su historia. "Tomando los siete panes y los peces, haciendo gracias" (Mat. 15:36).El Dr. Edersheim da a entender que Cristo puede haber hecho una oración dc gracias extemporánea, o puede haber usado la fórmula de los judíos en su tiempo como acción de gracias por la comida. Esta es la fórmula: "Bendito tú Jehová nuestro Dios, Rey del mundo, que haces que brote el pan de la tierra",Era costumbre entre los judíos de aquellos días, hacer una segunda oración de gracias al terminar la comida. Para ello se basaban en Deutoronomio 8:10. "Y comerás' y te hartaras, y bendecirás a Jehová tu Dios, por la buena tierra que te habrá dado". Al decir estas oraciones, era costumbre que los huéspedes lo hicieran en voz alta, y cl resto decía, Amén, o repetían algunas palabras de la oración.USO DE LA MANO EN VEZ DEL CUCHILLO, TENEDOR O CUCHARAPuede decirse en general, que los árabes cuando comen no usan cuchillos, tenedores, cucharas, platos ni servilletas, cosa considerada como esencial para los occidentales. Pues dicen: "¿Para qué necesita el hombre una cuchara cuando Dios le ha dado tantos dedos?" Panes tan gruesos como una gruesa flanela, hacen la vez de cucharas, hasta cierto punto. Un pedazo de este pan se dobla en forma permita poner en él algo de alimento.Usan el pan para sacar el líquido de cualquier plato, tal como sopa, salsa o jugos. Todo pedazo de pan que así se usa, se come el alimento que contiene.Usualmente se sirve la carne en un plato grande y sencillo, y comen tomándolo con los dedos. El caldo se sirve en un plato separado y se usa para humedecer el pan. Este método de comer es limpio, como se puede suponer.La invitación hecha por Booz a Ruth para comer con sus trabajadores, indica que esta misma costumbre se usaba en aquellos días: "Y Booz le dijo a la hora de comer: Allégate aquí, y come del y moja tu bocado en el vinagre" (Ruth 2:14).En la Ultima Cena Jesús dijo a sus discípulos, "El que mete la mano conmigo en el plato, ése me ha de entregar" (Mat. 26:23) Aun más, él habló de meter cierto pedazo de la comida llamada pan mojado" en el plato (Juan 13:26). En la sección en que habla de cenas y banquetes diremos algo más acerca de este asunto. Baste decir, que la mayoría de las costumbres orientales actualmente se refieren a la comida de antaño, no sólo en los días de nuestro Salvador, sino en la era del Antiguo Testamento.LAVARSE DESPUES DE COMERDespués de una comida típica oriental, el lavarse las manos es sentido esencial. Si hay algún sirviente, él es el que trae la del agua y la jofaina, poniendo el agua sobre las manos de los participaron de la comida. Sobre los hombros, el sirviente se una toalla para que se sequen las manos. Se hace esto entre cuando no hay sirviente que lo haga. Que esto de derramar él en las manos se usó en tiempos antiguos, ya se ha visto al tratar lo concerniente a lavarse las manos antes de comer.Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. Cenas y banquetes especialesYa que el menú diario de la comida oriental es y siempre ha sido sencillo, necesitamos decir algo acerca de aquellas ocasiones especiales cuando una mejor y costosa comida se tiene que servir. La Escritura abunda en relatos de estas ocasiones formales, tales como casamientos, cumpleaños, y otras ocasiones cuando huéspedes distinguidos son invitados y se sirve una comida magnífica.INVITACIONES PARA BANQUETESEn algunas partes de Oriente la costumbre de invitaciones dobles a un agasajo se ha observado, algún tiempo antes de verificar la fiesta, se envía una invitación; y luego, cuando se acerca la fecha, se envía un sirviente, esta vez para anunciar que todo está listo. Hay algunos ejemplos de esta costumbre en la Biblia. El rey Asuero y Amán fueron invitados por Esther a una fiesta, y cuando todo estuvo preparado los chambelanes del rey fueron a traer a Amán (Esther 5:8; 6:14). Otro ejemplo tenemos en la parábola del casamiento del hijo del rey: "El reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo bodas para su hijo, y envió sus siervos para que llamasen a los llamados a las bodas" (Mat. 22:2, 3) También parábola de la gran cena tiene esta doble invitación: "Un hombre hizo una grande cena, y convidó a muchos. Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que está todo preparado" (Luc. 14:16, 17).SE OBLIGA A LOS HUESPEDES A VENIRLas palabras de Cristo, deben entenderse desde un punto vista oriental, cuando se refiere a la parábola: "Y dijo el señor a su siervo: Ve por los caminos y por los vallados y fuérzalos a entrar para que se llene mi casa" (Luc. 14:23). Una breve y concisa invitación estilo americana y la pronta aceptación de ella se consideraría en Oriente, como poco digna. En Oriente el invitado no debe aceptar de inmediato, sino que se espera de él que rechace la invitación. Deben urgirle a que acepte, aunque él desde el principio haya pensado aceptar, debe conceder a la persona que lo invita privilegio de que "le compela a aceptar". Fue así seguramente Lidia como debe haber hecho, y Pablo y sus compañeros deben haber aceptado la invitación de su hospitalidad. "Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad: y constriñónos" (Hech. 16:15).Cuando uno de los fariseos invitó a Jesús a su casa a comer, el Salvador no aceptó de inmediato la invitación, aunque finalmente fue: "Y le rogó uno de los fariseos, que comiese con él" (Luc. 7:36).Todo esto era guardar las costumbres orientales.POR QUE LA EXCLUSION DE UNA FIESTA ERA CONSIDERADA COSA TERRIBLELos banquetes antiguos se celebraban por lo regular por las noches, y en habitaciones brillantemente iluminadas, y cualquiera persona a quien se excluía de la fiesta, se decía de ella "que había sido arrojada de la luz a las tinieblas de afuera" en la noche. En las enseñanzas dc Jesús, tal expresión venía a ser semejante al día del juicio. "Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera" (Mat. 8:12) - "Atado de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera" (Mat. 22:13). "Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera: allí será el lloro y el crujir de dientes" (Mat. 25:30). La expresión de "las tinieblas de afuera" toma un nuevo significado, cuando se piensa en el miedo que los orientales tienen a la oscuridad de la noche. En Oriente la lámpara se mantiene encendida toda la noche. El dormir en la oscuridad como los occidentales hacen, viene a ser una experiencia terrible para los orientales. Por causa de este miedo a la oscuridad, cl Señor no podía haber escogido palabras más apropiadas que "las tinieblas de afuera" para representar el castigo futuro para los injustos.POSTURA AL COMER EN LAS FIESTASComo ya hemos observado, en ocasiones ordinarias la gente de los tiempos bíblicos se sentaba o se agachaba en el suelo en derredor de una mesa baja a la hora de la comida. En círculos reales o en ceremonias especiales, se proveía de asiento a los comensales algunas veces. El profeta Amós fue el primer escritor sagrado que se refirió a la costumbre de tenderse "sobre sus lechos", al comer (Amós 6:4). Para el tiempo de Cristo, ya la costumbre romana de reclinarse sobre las butacas a la hora de la cena había sido aceptada en algunos círculos judíos. A la mesa romana y los canapés combinados, se les llamó triclinios. Había tres canapés que eran colocados a los lados de un cuadro; el cuarto lado quedaba abierto, que la servidumbre pudiera entrar a atender a los comensales, posición del huésped era reclinando la parte superior del cue descansando sobre el brazo izquierdo, con la cabeza levantada, y almohadón a la espalda, y la parte inferior del huésped tendiendo hacia afuera. La cabeza del segundo huésped quedaba opuesta pecho del primer huésped, de manera que si él deseaba hablarle secreto sólo tenía que inclinarse sobre su pecho.Esta costumbre en la mesa del banquete, arroja luz sobre tos pasajes de los cuatro Evangelios. En una ocasión el apóstol hizo una pregunta a Jesús cuando estaban en esta posición en cena. (Jn. 13:23-25). En la historia del Rico y Lázaro, cuando dijo: "Que murió el mendigo y fue llevado por los ángeles al de Abraham" (Luc. 16:22), sin duda que quiso implicar que él reclinaba sobre su pecho. Esto es muy claro a luz de la descripción hecha por Cristo de la fiesta celestial: "Y vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham, e Isaac, y Jacob el reino de los cielos" (Mat. 8:11). También la posición de reclinarse en la mesa indica cómo las mujeres podían venir y lavar durante la comida los pies de Jesús (Luc. 7:38).LUGARES DE HONOR EN LA MESACuando los fariseos eran invitados a un banquete, siempre codiciaban los lugares de más alta distinción en la mesa. Jesús les condenaba por su orgullo. Refiriéndose a ellos dijo: "Que. . . aman primeros asientos en las cenas" (Mat. 23:6). Cuando Jesús fue huésped en la comida del fariseo, dijo a los demás huéspedes una parábola, al notar cómo los fariseos buscaban los mejores lugares mesa. Aquí damos la parábola habiéndola traducido el Sr. Robertson del Evangelio de Lucas (Luc. 14:8.10). "Cuando por alguien fueres invitado a la fiesta de una boda, no te reclines en el puesto de honor, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado; y que el que te llamó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comenzarás con vergüenza a tomar y quedarse en el último lugar. Mas cuando fueres convidado, ve, y, reclínate en el postrer lugar, de manera que cuando viniere el que te invitó, te dirá; amigo, sube más arriba. Entonces tendrás honra delante de todos los que fueron convidados contigo".En muchos hogares de nativos, un cuarto tiene el piso más alto, siendo en este cuarto donde a los invitados de honor se les asignan lugares, y a los menos honrados en el piso de más bajo nivel. El lugar de honor especial sería a la derecha del patrón, y el siguiente que le sigue en categoría será el de su izquierda. Santiago y Juan solicitaron esos lugares en el reino de Cristo (Marc. 10:35-37). Pero Jesús aconseja a los huéspedes tomar el último lugar. ¿Dónde quedaba colocado ese lugar? Era en el piso de nivel bajo y muy cerca de la puerta. El huésped que tomaba ese lugar humilde, podía ser invitado por el dueño de la casa a tomar un mejor lugar y lejos de la Puerta.ALIMENTO Y AGASAJO EN LOS BANQUETES El profeta Amós, no obstante haber denunciado la glotonería a excesos pecaminosos, nos ha dado la descripción de la comida, bebida y otras costumbres orientales en los banquetes. Así lo describe él: "Duermen en camas de marfil. . . y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero; gorjean al de la flauta e inventan instrumentos músicos, como David; beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos" ( 6:4-6).En la carne que se come en estas cenas, se incluyen los mejores corderos del rebaño y los becerros engordados. El vino en las fiestas se consideraba como algo de lo más importante. El tocar en instrumentos de cuerda era otra actividad, y los huéspedes evidentemente competían unos con otros al ungirse los cuerpos con los mejores ungüentos.El baile era otra parte del entretenimiento en aquellas fiestas. Cuando el Hijo Pródigo volvió al hogar, su padre hizo fiesta, y música y baile (Luc. 15:24, 25). El baile era una diversión de las mujeres hebreas y las señoritas, especialmente cuando estaban contentas. Los hombres también participaban, como cuando danzó al traer el arca a Jerusalén (2 Sam. 6:14). Pero con frecuencia era actividad del sexo femenino (cf. Jer. 31:4). No hay ninguna referencia en la Escritura que los judíos bailaran con mujeres, como es ahora la costumbre en Occidente. Tampoco algo que indique que hubiese bailes públicos de mujeres, hay en algunos lugares de Oriente en la actualidad. El baile de la hija de Herodías (Mat. 14:6), delante de los hombres en un banquete sensual, fue la clase de baile introducido entre los judíos la influencia corrompida de los griegos.MOJAR EN EL PLATO Y DAR LA SOPA Debemos guardar en la mente la costumbre del comer oriental para poder entender el significado de las palabras y hechos de Jesús con relación a Judas Iscariote durante la Ultima Cena. En la narración de Marcos se lee: "Díseles Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar. Entonces ellos comenzaron a entristecerse y a decirle cada uno de por sí: ¿Seré yo? y otro, ¿Seré yo? Y él respondiendo les dijo: Es uno de los doce que moja conmigo en el plato" (Marc. 14:18-20).Algunas personas piensan que Judas estaba en posición de mojar al mismo tiempo con Jesús en el plato, y que por eso fue señalado como cl traidor. Pero esto difícilmente pudo ser, ya que los otros discípulos no descubrieron quién era el traidor por las palabras de Jesús. Ya que todos habían estado comiendo del mismo plato grande, las palabras de Jesús "el que moja conmigo en el plato" no identificaba a ninguno de ellos; todos ellos al igual que Jesús, habían estado mojando la sopa en el plato con él. Jesús sólo les informaba que uno dc ellos que comía con El vendría a ser el traidor.Cristo, al dar la sopa a Judas, lo hacía con cierta costumbre oriental que aún se observa en los tiempos modernos. Juan reporta el hecho en la forma siguiente: "El entonces recostándose sobre el pecho de Jesús, dísele: Señor, ¿quién es? Respondió Jesús Aquel es, a quien yo diere el pan mojado. Y mojando el pan, diólo a Judas Iscariote" (Jo. 13:25, 26).¿Qué se da a entender por "la sopa"? Es la migaja más sabrosa del pan que se sirve en una fiesta. Puede servirse en la "cuchara de pan", pero más frecuentemente lo toma él del plato con su pulgar y otro dedo, dándole directamente a uno de los huéspedes.Pero ¿por qué se da la sopa a uno de los huéspedes? Un nativo residente en las tierras bíblicas dice que ciertos pueblos allá tienen la costumbre de dar la sopa en la actualidad, y describe el acto de manera siguiente:"Para ellos es una muestra de especial respeto que el dueño de fiesta dé a los huéspedes algunas porciones de lo que tiene delante o insiste en poner bocados o sopas en sus bocas con su propia mano. Esto lo han hecho conmigo en varias ocasiones, cuando ciertamente intención era honrar y manifestar buena voluntad".El significado de lo que Cristo hizo entonces era ciertamente tender su mano y amistad al mismo que iba a traicionarlo. El se ha descrito como si Cristo dijera al traidor:"Judas, mi discípulo, te tengo piedad infinita. Tú has probado falso, tú has desertado de mi corazón; pero no te trataré como enemigo, porque no he venido a destruir, sino a cumplir. Aquí está mi sopa de amistad, y lo que haces, hazlo pronto".Disposición Oriental de agasajar un huespedDISGUSTA COMER SOLOEs una parte de la etiqueta oriental el querer compartir con otros la hospitalidad. Después que una comida ha sido preparada, se ha oído a un árabe llamar tres veces, desde una parte alta, invitando a los hombres a venir a participar de una comida. Los hombres del desierto no gustan de comer sus comidas solos. Así sentía el patriarca Job en su tiempo: "Y si comí mi bocado solo, y no comió de él el huérfano" (Job 31:17).Huéspedes que se creyó enviados por Dios. Los orientales creen que la persona que viene a su casa es enviada por Dios. Así su hospitalidad se transforma en una obligación sagrada. Cuando alguna de estas personas agasajó a occidentales, estaba tan feliz que lloraba lágrima5 de contento porque "El cielo le había enviado tales huéspedes". Cuando Abrahán agasajó a tres extranjeros que eran ángeles, él mostró la misma actitud. Su entusiasmo al recibir sus huéspedes indicaba su creencia, que aquellos a quienes iba a agasajar le habían sido enviados por cl Señor. Se dice que "corrió a su en encuentro" que se apresuró al pabellón de Sara para ordenarle hicierael alimento pronto; y que "corrió al rebaño", y "tornó un becerro", y se apresuró a aderezarlo (Gcn. 18:2-7).CLASES DE HUESPEDESAmigos como huéspedes. Un amigo es siempre bien recibido y goza de hospitalidad en oriente. Los romanos del tiempo del Nuevo Testamento tenían una señal de hospitalidad entre sus amigos, que consistía en una teja de madera, o piedra, que se dividía por mitad. Cada uno escribía su nombre en uno de tus pedazos, luego los cambiaban entre sí. Con frecuencia éstos eran guardados y entregados de padres a hijos. El presentar una de las partes de la teja garantizaba la hospitalidad de un amigo sincero. Sin duda alguna, el libro de Apocalipsis se refiere a esta costumbre como una de las promesas a los vencedores: "Y le daré una piedrecita blanca en la piedrecita un nombre nuevo escrito'' (Apoc. 2:17).Extranjeros como huéspedes. Hay en Oriente un proverbio que dice: "Los árabes beduinos, actuales. como Abraham, se sentarán a la entrada de su tienda para estar a la expectativa de huéspedes extranjeros" (Gen. 18:1). El Apóstol bajo inspiración, mandó referente a la hospitalidad de este tipo de huéspedes: "No olvidéis la hospitalidad, porque por esto algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles" (Heb. 13:2). Y cuando Pablo exhortó a los creyentes romanos a "ser hospitalarios" (Rom. 12:13), se refería a la misma cosa, porque la palabra griega que utilizó por hospitalidad, filoxenía quiere decir "amor hacia los extranjeros". Véase también "Hospedar Compañeros-Creyentes en los tiempos del Nuevo Testamento". (Cap. 13).Un rasgo característico de la hospitalidad oriental es que algunas veces se recibe a un enemigo como huésped, y mientras él permanezca en esa relación, está perfectamente seguro y es tratado como un amigo. Hay algunas tribus orientales de los moradores en tiendas que tienen por regla que un enemigo que ha "una vez demostrado o tocado una soga de una sencilla tienda, está a salvo".PREPARATIVOS HECHOS PARA HIJESPEDESEntre moradores de tiendas. Si un huésped es acogido por una persona que vive en tienda, no habrá lugar separado para él, ni esperará que lo haya. La primera sección de la tienda dentro de la morada es por lo general cl cuarto del huésped que le servirá como comedor y recámara. Los hombres comen con los huéspedes en su tienda, donde Abraham agasajó a sus ángeles huéspedes, cuando Sara en el departamento de mujeres adjunto, oyó lo que platicaban. (Gen. 18:1-10).En las aldeas y ciudades. Si en una aldea no se encuentran cuartos de huéspedes en comunidad, el huésped es hospedado en una de las casas y como la mayoría de ellas sólo tiene un cuarto sencillo. Ese cuarto le servirá de cuarto de recepción, comedor y recámara. Este mismo cuarto hará las veces de apartamento de recepción de la tienda.En muchas aldeas y ciudades, se provee una cámara pública para huéspedes. El alimento para los hospedados allí, se proporciona por las familias que proveen el cuarto. Algunas veces se alquila un sirviente para que cuide del cuarto. El alojamiento de una persona puede ser un cuarto superior, o en cl verano la sombra de algún árbol grande puede servir como tal. Este cuarto es el lugar de reunión social para los hombres de la aldea. Al elemento femenino no se le permite ir a estas cámaras que sólo son para los huéspedes.Así que si un hombre lleva a su familia de viaje, no va a estos lugares públicos de recepción, sino que espera hasta que alguien le invita a su casa. En el libro de los Jueces se cuenta de un levita que viajaba con su concubina y un sirviente, y cómo fue huésped de un anciano (Jue. 19:15-21). Como muchas familias duermen en los terrados en el verano, a los huéspedes frecuentemente se les da ese lugar para pasar la noche. Saúl fue hospedado una noche en él terrado y por la mañana temprano Samuel le llamó (1 Sam. 9:26).En las ciudades o donde hay casas de más de un cuarto, construidas en derredor del patio, el cuarto de huéspedes comúnmente es el último del cortijo. Por regla general este cuarto es más abierto que los otros cuartos familiares. Este correspondería al diván levantado en algunas casas de un cuarto, que sirve como lugar de honor para los huéspedes. En las casas grandes, se provee un buen cuarto bien amueblado cerca de la puerta, para que el huésped no moleste a la familia. Si hay algún cuarto superior, algún huésped, distinguido es alojado en él. Al hombre de Dios se le proveyó un cuarto semejante como lugar de retiro (2 Reyes 4:10).COSTUMBRES CUANDO UN HUÉSPED ENTRA EN LA CASA Reverencia. Cuando en un hogar oriental se recibe un huésped, la reverencia entre huésped y dueño de la casa se manifiesta. Entre los orientales esta reverencia se sujetará sólo a un movimiento de cabeza, pero en Oriente, hay una costumbre más expresiva de saludarse con la cabeza erecta y el cuerpo un poco inclinado hacia delante, levantando la mano al corazón, la boca y la frente. El significado simbólico de esta acción es para decir algo semejante a esto: "Mi corazón, mi voz y mi cerebro están a vuestra disposición".Pero aquellos que usan esta costumbre muchas veces entran en una reverencia más completa. No esperan hacerlo sólo a gente de la realeza, sino que cuando quieren expresar gratitud por un favor, y en estas ocasiones en que se encuentran, con frecuencia caen de rodillas, inclinando luego el cuerpo hasta tocar la tierra con su cabeza, y besando la parte baja de la vestidura de la otra persona, o sus pies, y aun el polvo de sus pies. A los que no que no conocen esta costumbre, les parecería que la persona estuviera adorando a otra como se adora a Dios; pero por lo regular esa clase de adoración no se implica en la acción. Se dice que Cornelio adoró a Pedro: "Y como Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y derribándose a sus pies, adoró" (Hech. 10:25). Por supuesto, Pedro rehusó, porque podía ser una adoración divina. Refiriéndose a los enemigos de la iglesia de Filadelfia, encontramos en el Apocalipsis estas palabras del Señor: "He aquí, yo doy de la sinagoga de Satanás... Yo los constreñiré a que vengan y adoren delante de tus pies" (Apoc. 3:9). Los revisores tienen una nota al margen que explica la palabra adoración'' en ambos textos: "La palabra griega denota acción de reverencia, ya sea a una criatura o al Creador" Hay muchos ejemplos en la Biblia de esta costumbre oriental de reverencia en varios grados de intensidad (cf. Gen. 18:2, 3; 23:7, 12; Mat. 18 :26; Apoc. 19 :10) ..Salutaciones. Cuando un árabe entra a la casa o a la tienda de un beduino, las salutaciones son como ésta: el amo de la posada dirá: "Salam Alakum", que quiere decir "Paz sea contigo". El huésped responderá con las palabras: "Wa alakim es-salam", que quiere decir "Paz sobre ti''. Sabiendo que estas costumbres árabes datan de siglos atrás, qué significativas son entonces las instrucciones de Jesús a sus discípulos, que serían alojados en ciertos hogares. En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea a esta casa, si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, esta, volverá a vosotros'' (Luc. 10:5. 6).Besos. Los huéspedes de los hogares de la Tierra Santa, esperan ser besados al entrar. Cuando Cristo fue invitado por un fariseo, El comentó en esa recepción diciendo: "No me diste beso" (Luc. 7:45). La diferencia entre la forma oriental y la occidental de saludarse, la explica una persona que vivió muchos años en Palestina. "Aquí los hombres se saludan al encontrarse, pero en Palestina en vez de hacer así, ponen su mano derecha sobre el hombro izquierdo del amigo y le besan la mejilla derecha, después, hacen lo contrario: ponen la mano izquierda sobre su hombro derecho, le besan en la mejilla izquierda. En nuestro país los hombres nunca se besan en la cara; allí puede verse constantemente, pero ved cómo la práctica ilustra las numerosas alusiones de la Biblia, costumbres que no existen para los occidentales. Una vez que uno se hace a la idea de que sus besos corresponden a nuestro sincero apretón de manos entre amigos e iguales socialmente, ¡cómo se aclara esa costumbre que antes estaba velada!"Los ejemplos bíblicos del beso entre los hombres pueden multiplicarse. Jacob besó a su padre (Gen. 27:27). Esaú besó a Jacob (Gen. 33:4). José besó a sus hermanos (Gen. 45:15). Jacob besó a los hijos de José (Gen. 48:10). Aarón besó a Moisés (Ex. 4:27). Moisés besó a Jetro (Ex. 18:7). David y Jonatán se besaron (1 5am. 20:41). El padre besó al hijo Pródigo (Luc. 15:20). Los ancianos de Mileto besaron a Pablo (Hech. 20:37). Y aun en los tiempos modernos esta costumbre se practica mucho en Oriente.Quitarse el calzado. Al entrar a una casa como huésped, éste debe hacer como todos los orientales, quitarse sus zapatos, botas o sandalias antes de entrar a su cuarto. Esto es necesario, ya que ellos se sientan en una estera, alfombra o diván, colocando los pies debajo, y el calzado estropearía el diván o los lienzos, y haría un asiento muy molesto. La idea de contaminación del calzado los llevó a la costumbre de quitárselo antes de entrar a los lugares sagrados. Así en la Zarza ardiendo, el Señor dijo a Moisés: "quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es" (Ex. 3:5).Lavado de los pies. Después de la reverencia, el saludo y el beso al huésped oriental se le ofrece agua para lavar sus pies. Si se usan sandalias, necesariamente se necesita lavar los pies, pero con frecuencia se hace también con los que usan calzado. Un sirviente ayudará al huésped poniéndole el agua sobre sus pies y sobre una Jofaina de cobre, frotando los pies con las manos y secándolos con una toalla. Cuando el Señor y sus discípulos estuvieron juntos, el Salvador tomó cl lugar del sirviente, lavando los pies a los discípulos, lo que ellos mismos habían desdeñado hacer por considerarla una tarea humillante. Juan nos dice: "Levántase de la cena, quitase su ropa, y tomando una toalla, ciñóse. Luego puso agua en un librillo y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a limpiarlos con la toalla con que estaba ceñido" (Jn. 13:4, 5). Pablo dio como recomendación de una viuda: "si ha lavado los pies de los santos" (1 Tim. 5:10). Esta costumbre también era común en los días del Antiguo Testamento (Gen. 18:4; 19:2; 23:32; 1 5am. 25:41, etc.).Ungiendo la cabeza con aceite. Esta costumbre de ungir a los huéspedes con aceite es muy antigua entre las naciones orientales. Sólo se usaba aceite de oliva, algunas veces mezclado con especies. Simón cl fariseo fue: acusado de falta de hospitalidad porque no ungió a Jesús (Luc. 7:46). Esto nos indica que la costumbre era muy común en los días de los relatos evangélicos. David inmortalizó la costumbre al escribir el Salmo del pastor y exclamó "Ungiste mi cabeza con aceite" (Sal. 23:5). En tiempos recientes los viajeros de Oriente han descubierto que la práctica de ungir, aún existe en algunos lugares.CUIDANDO A UN HUESPED DESPUES DE ENTRARAl huésped se le da un vaso con agua. Una de las primeras cosas que se ofrece a un huésped que ha sido recibido, es un vaso de agua. El hacer esto es reconocerlo como merecedor de una pacífica recepción. Así el ofrecer agua de beber es la manera más sencilla de trabar amistad con una persona. Cuando Eliezer, el siervo de Abrahán buscaba una bienvenida, él lo hacía pidiendo a la doncella que vino al pozo a sacar agua (Gen. 24:17, 18). "Ruégote que me des a beber un poco de agua de tu cántaro". Y ella respondió "Bebe, Señor mío". Está era la indicación de que era bienvenido como huésped en su hogar cercano. Con esta indicación unida a1 agua ofrecida, la promesa de Jesús adquiere un nuevo significado (Mare. 9:41), "Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa".Se sirve comida al huésped. En el Oriente, es un acto muy especial de hospitalidad, el compartir el pan. Quiere decir mucho más que lo que significa para los occidentales. Es la manera de hacer un pacto de paz y fidelidad. Cuando Abimelec deseaba un pacto permanente con Isaac, la confirmación de ese pacto llegó cuando Isaac "les hizo banquete y comieron y bebieron" (Gen. 26:30).La expresión "pan y sal" es considerada por un oriental como sagrada se dice: hay pan y sal entre nosotros, es como si dijésemos "estamos unidos por un pacto solemne". Un enemigo no "probará la sal" de su adversario a menos que esté listo para reconciliarse con él.En Siria, en algunos distritos rurales, actualmente existe la costumbre que una persona en una misión de importancia, no comerá pan ni sal de sus hospedados, hasta que haya cumplido con dicha misión. Piensan ellos que el convenio de "pan y sal" no debe considerarse o tomarse en cuenta hasta que la actitud del hospedador sea conocida con respecto a la misión del huésped. Así el siervo de Abraham rehusó comer en la mesa de Labán hasta que hubiera dado a concocer su misión que era la de encontrar mujer para Isaac (Gen. 24:33).El Dr. Thompson, misionero en Siria, fue en una ocasión huésped de la tienda de un jefe beduino. El jefe mojó un pedazo de pan en alguna miel de uvas y le dio al misionero a comer. Entonces él le dijo: "Ahora somos hermanos. Hay pan y sal entre nosotros. Somos hcrmanos y a liados"'. Cuando los gabaonitas buscaban un pacto de amistan con Israel en los días de Josué, se dice que los israelitas "tomaron de su provisión del camino y no preguntaron a la boca de Jehová" (Jos. 9:11). Una vez que celebraron este convenio o pacto, Israel estaba obligado a guardarlo.El huésped hecho señor de la casa. Hay por ahí un proverbio oriental que dice: "El huésped mientras esté en la casa, es su señor". Esto es cierto en el espíritu de la hospitalidad en Oriente. Una de las primeras salutaciones que los hospedadores en Palestina dan a un huésped es decirle, "Hadtha beitak", es decir, "Esta es su casa". Esto es repetido varias veces. Así el huésped durante su estancia, es Señor de la casa. Y cuando el huésped solicita un favor, al concedérselo su hospedador le dirá: "Ud. me honra".Deben haber existido las mismas costumbres entre hospedados hospedador y huésped en los días de Lot. El hospedador era considerado como siervo, y el huésped como señor. Así Lot habló de sí mismo y de sus huéspedes: "Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo" (Gen. 19:2).El huésped no debe esperar estar a solas. Un huésped oriental se creería mal tratado si se lo dejara solo en cualquier momento. No necesita que se le dejo solo por la noche, porque duerme con su ropa puesta. El se siente contento de tener varias personas que duerman con él. Si se lo asignara lugar para dormir en un cuarto superior, entonces algunos de los hijos de la familia dormirán con él para hacerle compañía.El se sentiría abandonado si se le tratara de la manera que se trata a los huéspedes en Occidente, de la mima manera que un occidental, se sentiría oprimido por las constantes atenciones de un hospedador oriental.PROTECCIÓN A UN HUESPEDEn tierras dc Oriente, cuando una persona acepta a otra como su huésped por ese sólo hecho el conviene que a cualquier costo defenderá a su huésped de cualquier posible enemigo durante el tiempo de su estancia con él. El Dr. Cyrus Hamlin, misionero norteamericano en Oriente, fue huésped del Gobernador. Este tomó un pedazo de carnero asado y lo dio al misionero, diciéndole, "Ahora ¿sabe usted lo que he hecho?" Y contestando a su propia pregunta, dijo: "Por medio de este acto, garantizo con cada gota de mi sangre, que mientras usted esté en territorio mío, ningún mal le sobrevendrá. Por este período de tiempo somos hermanos". El salmista se sentía absolutamente seguro, pues aun cuando tenía enemigos, sin embargo, cuando él sabía que el Señor era su hospedador, decía, "Aderezaras mesa delante do mí, en presencia de mis angustiadores" (Sal. 23 :5) .ABUSO DE LA HOSPITALIDADEntre las naciones de Oriente se considera como un pecado horrible que cualquiera persona que acepta una hospitalidad se vuelva contra su hospedador ocasionándole algún mal. Este sentimiento se remonta a tiempos muy antiguos, y a él se alude con frecuencia por algunos escritos. El profeta Abdías hace referencia a este pecado en la forma siguiente: "Hasta el término te hicieron llegar todos tus aliados te han engañado tus edificios, prevalecieron contra ti los que comían tu parte, pusieron a lazo debajo ti" (Abd. 7) . El salmista David habla de este terrible mal, "Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, él que de mi parte comía, alzó contra mí el calcañar" (Sal. 61:9 ). Y el Señor Jesús cita este mismo pasaje en los Salmos al tener su cumplimiento en la traición de Judas, el que le entregó, quien además comió a la misma mesa que él (Jn. 13:18).RENOVACION DE UN PACTO ROTOEntre los pueblos orientales, cuando un pacto ha sido invalidado, pueden renovarlo los que antes lo habían concertado, comiendo juntos. Jesús después de su resurrección por lo menos tres veces comió con algunos de sus discípulos, y con toda seguridad lo hizo para renovar el pacto, que había sido invalidado por la falta de lealtad a El durante los días de su pasión (cf. Luc. 24:30; 41-43; Jn. 21:12, 13). Tenemos el ejemplo de Jacob y Labán consignado en el Antiguo Testamento, cuando sus relaciones estaban resentidas. Reanudaron su amistad comiendo juntos, al mismo tiempo que hacían un juramento. (Gen. 31:53, 54).LA PARTIDA DEL HUÉSPEDCuando llega la hora de que el huésped deba irse, un hospedador sirio hará todo lo posible por retrasar la partida. Le pedirá que se quede a comer una vez más, o esperar hasta la mañana para su partida. En el capítulo 19 de Jueces tenemos el mejor ejemplo en la Biblia de la costumbre de detener a un huésped. El que hospedaba dice a su huésped: "Conforta tu corazón con un bocado de pan, y después os iréis". Después de tomar la comida, le pide que se quede toda la noche, pero el huésped pensó que era tiempo de partir y lo hizo luego. Este es un procedimiento típico de Oriente (Jue. 19:5-10) .Cuando un huésped se va, la salutación usual es la siguientes el huésped dirá: "Con vuestro permiso". Y el que lo hospedó dirá: "Id en paz". Isaac debe haber usado tal salutación cuando Abimelec y sus hombres se fueron, después de haber sido agasajados por Isaac con una comida. Las Escrituras dicen: "y ellos se partieron de él en paz" ( Gen. 26 :31).Cuando el que hospeda quiere hacer un honor especial a su huésped que se va, irá con él alguna distancia fuera del pueblo. Algunas veces este paseo durará una hora, terminando luego cuando el huésped le ruega no molestarse más. Así caminó Abrahán con sus huéspedes "y Abraham iba con ellos acompañándolos" (Gen. 18:16).Mundo Bíblico es el estudio de la historia de la nación de Israel: los patriarcas, el éxodo, la monarquía, el cisma, el exilio y el destierro. El curso comienza con el mundo de Abraham y da énfasis en las naciones que tuvieron influencia sobre el pueblo hebreo: Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia y Roma. También se considera la geografía del medio-oriente y las costumbres en los tiempos bíblicos. Programa diario de actividadesLEVANTARSE TEMPRANOReferente a la hora de levantarse de la cama, un escritor ha descrito el asunto así:"El hábito de levantarse temprano es general en Palestina. El clima lo hace una necesidad la mayor parte del año, siendo tal el calor que los trabajos pesados son opresivos una hora después de la del sol. Al amanecer los trabajadores van al desempeño de sus obligaciones, y los viajeros temprano emprenden su camino".Muchos pasajes bíblicos indican la costumbre de levantarse temprano que se practicaba en aquellos días. El libro del Génesis menciona una ocasión en que "Abraham se levantó muy de la mañana" (Gén. 22:3). El libro del Éxodo nos dice que: "Moisés se levantó temprano" ( Exo. 34:4). Las Sagradas Escrituras nos dicen que Job "Levantabase de mañana" ( Job. 1:5). De las gentes que deseaban oír las enseñanzas de Cristo, dice Lucas: "y todo el pueblo venía por la mañana, para oírle en el templo" (Luc. 21:38). Y Marcos dice de Jesús, "y levantándose muy de mañana, aún muy de noche, salió y se fue a un lugar desierto, y ahí oraba" (Marc. 1:35). Otros ejemplos de levantarse temprano en tiempo de las Escrituras, Podrían citarse.LAS MUJERES MUELEN EL GRANOEl primer sonido que alegra el oído temprano en la mañana en muchos pueblos palestinos, es el de la molienda del grano. Actualmente, como en los años antiguos, muchas de estas gentes usan molino de mano con este propósito. Un viajero que pasa frente estos hogares humildes oye el ruido del molino de mano en la mañana y en la tarde, Este ruido de la molienda no es precisamente musical, pero así a muchos les gusta dormirse oyéndolo. En la mente de las personas que viven en el Oriente, este ruido lo asocian con el hogar, el confort y la abundancia. Las mujeres son quienes hacen esta tarea, principalmente temprano por las mañanas, requiriéndose algunas veces trabajar hasta el medio día para terminarlo.Cuando Jeremías lanzó juicio sobre Israel por sus pecados, dijo con referencia a lo que Dios quería de ella: "Y haré que perezca de entre ellos voz de gozo y voz de alegría, voz de desposado y voz desposada, ruido de muelas" (Jer. 25:10). De esto puede inferirse que el ruido de estos molinos de mano es una indicación de actividad y vida, y su ausencia puede

No hay comentarios:

Publicar un comentario